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La infame ramera... su destrucciónLa Atalaya 1989 | 15 de abril
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Sin embargo, debemos notar que Revelación 17:2 menciona también la fornicación de la gran ramera con “los reyes de la tierra”. Aunque ha experimentado una caída, todavía es muy amiga del mundo y trata de manipular a los gobernantes mundanos para alcanzar sus inicuos fines. (Santiago 4:4.) Esta ramería espiritual, que consiste en relaciones ilícitas entre Babilonia la Grande y los gobernantes políticos, ¡ha resultado en la muerte prematura de decenas de millones de personas inocentes! Bastaba con que la gran ramera estuviera implicada en ambos lados de la contienda en la I Guerra Mundial. ¡Pero sus pecados con relación a la II Guerra Mundial de seguro se “han amontonado hasta llegar al cielo”! (Revelación 18:5.) ¿Por qué decimos eso?
2. a) ¿Cómo ayudó Franz von Papen a Adolf Hitler a subir al poder en Alemania, y cómo describió a aquel caballero papal un ex canciller alemán? b) En el Concordato entre el Estado nazi y el Vaticano, ¿qué dos cláusulas se mantuvieron secretas? (Véase la nota al pie de la próxima página.)
2 Pues, para solo mencionar un ejemplo, ¿cómo llegó a ser canciller —y dictador— de Alemania el tirano Adolf Hitler? Fue por la intriga política de un caballero papal a quien el anterior canciller alemán, Kurt von Schleicher, describió como “la clase de traidor al lado del cual Judas Iscariote es un santo”. Este fue Franz von Papen, quien dirigió a la Acción Católica y a los líderes industriales en su oposición al comunismo y unió a Alemania bajo Hitler. Como parte de una componenda, se nombró vicecanciller a Von Papen. Hitler envió una delegación encabezada por Von Papen a Roma para negociar un concordato entre el Estado nazi y el Vaticano. El papa Pío XI dijo a los enviados alemanes que se alegraba mucho de que “el gobierno alemán ahora estuviera bajo la dirección de un hombre que se opone inflexiblemente al comunismo”, y el 20 de julio de 1933, en una ceremonia elaborada en el Vaticano, el cardenal Pacelli (quien pronto llegaría a ser el papa Pío XII) firmó el concordatoa.
3. a) ¿Qué escribió un historiador acerca del Concordato entre el Estado nazi y el Vaticano? b) Durante las celebraciones en el Vaticano, ¿qué honor se le confirió a Franz von Papen? c) ¿Cómo ayudó Franz von Papen a los nazis a dominar en Austria?
3 Un historiador escribe: “El Concordato [con el Vaticano] fue una gran victoria para Hitler. Le dio el primer apoyo moral que había recibido del mundo exterior, y esto, de la fuente más ensalzada”. Durante las celebraciones en el Vaticano, Pacelli confirió a Von Papen la elevada decoración papal de la Gran Cruz de la Gran Orden de Píob. Winston Churchill, en su libro The Gathering Storm (La tempestad se forma), publicado en 1948, dice que Von Papen también usó “su reputación de buen católico” para obtener apoyo eclesiástico para los nazis cuando estos se apoderaron de Austria. En 1938, en honor del cumpleaños de Hitler, el cardenal Innitzer ordenó que todas las iglesias de Austria enarbolaran la esvástica, tocaran las campanas y oraran por el dictador nazi.
4, 5. a) ¿Por qué tiene terrible culpa de derramamiento de sangre el Vaticano? b) ¿Cómo apoyaron abiertamente a Hitler los obispos católicos alemanes?
4 Por lo tanto, ¡el Vaticano tiene una terrible culpa de derramamiento de sangre! Como la parte más prominente de Babilonia la Grande, desempeñó un papel significativo en poner a Hitler en el poder y darle apoyo “moral”. El Vaticano fue más allá de eso al consentir tácitamente en las atrocidades de Hitler. Durante la larga década del terror nazi, el pontífice romano se mantuvo callado mientras centenares de miles de soldados católicos peleaban y morían por la gloria del régimen nazi y se quitaba la vida a otros millones de desafortunados en las cámaras de gas de Hitler.
5 Los obispos católicos alemanes hasta dieron apoyo franco a Hitler. En el mismo día que Japón —socio de Alemania durante la guerra en aquel tiempo— lanzó el ataque inesperado sobre Pearl Harbor, el periódico The New York Times publicó este informe: “La Conferencia de Obispos Católicos Alemanes reunida en Fulda ha recomendado que se introduzca una ‘oración bélica’ especial que ha de ser leída al principio y al fin de todos los servicios divinos. La oración suplica a la Providencia que bendiga con victoria las armas alemanas y otorgue protección a la vida y salud de todos los soldados. Los obispos también dieron al clero católico la instrucción de guardar una observancia y recordar en un sermón dominical especial por lo menos una vez al mes a los soldados alemanes ‘en tierra, mar y aire’”.
6. ¿Qué gran agonía y atrocidades se habría ahorrado el mundo si no hubiera habido fornicación espiritual entre el Vaticano y los nazis?
6 Si no hubiera habido amores entre el Vaticano y los nazis, el mundo quizás se habría ahorrado la agonía de que veintenas de millones de soldados y civiles murieran en la guerra, de que seis millones de judíos fueran asesinados por “no ser arios”, y —algo muy precioso a los ojos de Jehová— de que miles de sus Testigos, tanto de los ungidos como de las “otras ovejas”, sufrieran grandes atrocidades, incluso el que muchos Testigos murieran en campos de concentración nazis. (Juan 10:10, 16.)
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La infame ramera... su destrucciónLa Atalaya 1989 | 15 de abril
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[Recuadro en la página 11]
EL SILENCIO DEL PAPA
En su libro Franz von Papen—His Life and Times (Franz von Papen... su vida y sus tiempos), publicado en 1939, H. W. Blood-Ryan da detalles de las intrigas mediante las cuales aquel caballero papal puso en el poder a Hitler y negoció el concordato del Vaticano con los nazis. Respecto a los terribles pogromos, en los que se incluyó a los judíos, los testigos de Jehová y otros grupos, el autor declara: “¿Por qué guardó silencio Pacelli [el papa Pío XII]? Porque en el plan de Von Papen para un Sacro Imperio Romano de los alemanes occidentales vio en el futuro una Iglesia Católica más vigorosa, y al Vaticano de nuevo ejerciendo poder temporal [...] Ese mismo Pacelli ejerce ahora el poder de una dictadura espiritual sobre millones de almas, aunque casi nada dijo contra la agresión y la persecución hitlerianas. [...] Mientras escribo estas líneas, tres días de degüello han pasado y del Vaticano no ha salido ni una oración por las almas de los combatientes, aproximadamente la mitad de los cuales son católicos. El ajuste de cuentas será terrible cuando estos hombres, desprovistos de todas sus influencias terrestres, estén delante de su Dios, Quien pedirá que le rindan cuentas. ¿Qué excusa pudieran tener? ¡Ninguna!”.
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