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Se identifica a los adoradores verdaderos en el tiempo del finPrestemos atención a las profecías de Daniel
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Capítulo 17
Se identifica a los adoradores verdaderos en el tiempo del fin
1. Según el capítulo 7 de Daniel, ¿por qué notables experiencias habían de pasar en nuestro tiempo un puñado de personas indefensas?
UNA poderosa potencia mundial ataca sin piedad a un puñado de personas indefensas. Pese a ello, estas salen indemnes y hasta con fuerzas renovadas, pero no por su propia fortaleza, sino porque Jehová Dios las tiene en gran estima. Esos sucesos, predichos en el capítulo 7 de Daniel, tuvieron lugar a principios del siglo XX. ¿Quiénes fueron esas personas? En ese mismo capítulo se les llama “los santos del Supremo”, es decir, de Jehová Dios, y también se revela que con el tiempo serían corregentes en el Reino Mesiánico (Daniel 7:13, 14, 18, 21, 22, 25-27).
2. a) ¿Qué siente Jehová hacia sus siervos ungidos? b) ¿Qué es prudente que hagamos en estos tiempos?
2 Como aprendimos en el capítulo 11 de Daniel, el rey del norte llegará a su fin tras amenazar la seguridad de la heredad espiritual de esas personas fieles (Daniel 11:45; compárese con Ezequiel 38:18-23). En efecto, Jehová protege celosamente a sus ungidos leales. Salmo 105:14, 15 nos dice: “A causa de ellos [Jehová] censuró a reyes, diciendo: ‘No toquen ustedes a mis ungidos, y a mis profetas no hagan nada malo’”. Por lo tanto, ¿no concordamos con que, en estos tiempos turbulentos, a la creciente “gran muchedumbre” le conviene estrechar al máximo los lazos con esos santos? (Revelación [Apocalipsis] 7:9; Zacarías 8:23). Jesucristo animó a las personas mansas como ovejas a hacer precisamente eso: unirse a los hermanos ungidos de él al apoyarlos en su comisión (Mateo 25:31-46; Gálatas 3:29).
3. a) ¿Por qué no es fácil hallar a los discípulos ungidos de Jesús y mantenerse en contacto estrecho con ellos? b) ¿Cómo nos ayuda en ese sentido el capítulo 12 de Daniel?
3 Sin embargo, el principal adversario de Dios, Satanás, ha estado librando una guerra total contra los ungidos. Ha fomentado la religión falsa y ha llenado el mundo de cristianos falsos. El resultado es que se ha extraviado a muchas personas, y otras sencillamente han perdido la esperanza de hallar alguna vez a quienes representen la religión verdadera (Mateo 7:15, 21-23; Revelación 12:9, 17). Hasta los que sí encuentran al “rebaño pequeño” y se unen a él han de luchar para mantener la fe, pues este mundo no ceja en sus intentos de socavarla (Lucas 12:32). ¿Y usted? ¿Ha localizado a “los santos del Supremo” y se relaciona con ellos? ¿Conoce las pruebas contundentes que los acreditan como los escogidos de Dios? Tales pruebas pueden fortalecer su fe, así como prepararlo para ayudar a otras personas a ver con claridad a través de la confusión religiosa del mundo en que vivimos. El capítulo 12 de Daniel abunda en ese conocimiento que salva vidas.
EL GRAN PRÍNCIPE ENTRA EN ACCIÓN
4. a) ¿Qué dos predicciones distintas respecto a Miguel contiene Daniel 12:1? b) ¿A qué suele referirse el libro de Daniel cuando dice que un monarca está “plantado” o “de pie”?
4 Daniel 12:1 dice: “Durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel, el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo”. Este versículo contiene dos predicciones distintas respecto a Miguel: la primera, que estaría “plantado”, lo que da a entender una situación que se extendería durante un espacio de tiempo; la segunda, que “se pondría de pie”, lo que apunta a un acontecimiento que ocurriría en ese período. Antes que nada, deseamos saber cuál es el espacio de tiempo en que Miguel está ‘plantado a favor de los hijos del pueblo de Daniel’. Tengamos presente que Miguel es el nombre de Jesús en su papel de gobernante celestial. La referencia a que “está plantado” (o, “está de pie”, Levoratti-Trusso) nos recuerda el sentido con que se utiliza el mismo término hebreo en otros pasajes del libro de Daniel. Suele referirse a la actuación de un rey, como al asumir poder real, por ejemplo (Daniel 11:2-4, 7, 20, 21).
5, 6. a) ¿Cuál es el período de tiempo en que Miguel “está plantado”? b) ¿Cuándo ‘se pone de pie’ Miguel, en qué sentido, y con qué consecuencias?
5 Es evidente que el ángel aludió a un período especificado en otras profecías bíblicas. Jesús lo llamó su “presencia” (griego, pa·rou·sí·a), el tiempo en que reinaría en los cielos (Mateo 24:37-39). “Los últimos días” y “el tiempo del fin” son otros nombres por los que se le conoce (2 Timoteo 3:1; Daniel 12:4, 9). Miguel ‘ha estado plantado’ en su puesto de rey celestial desde que ese período empezó en 1914 (compárese con Isaías 11:10; Revelación 12:7-9).
6 ¿Cuándo, entonces, ‘se pone de pie’ Miguel? En el momento en que se alza para emprender una acción especial. Jesús realizará dicha acción en el futuro. Revelación 19:11-16 lo describe de manera profética en el papel de poderoso Rey Mesiánico que cabalga al frente de un ejército de ángeles y elimina a los enemigos de Dios. Daniel 12:1 agrega: “Y ciertamente ocurrirá un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo”. En su condición de ejecutor principal de Jehová, Cristo acabará con todo este sistema de cosas malvado durante la predicha “gran tribulación” (Mateo 24:21; Jeremías 25:33; 2 Tesalonicenses 1:6-8; Revelación 7:14; 16:14, 16).
7. a) ¿Qué esperanza hay para todos los fieles cuando azote el “tiempo de angustia” venidero? b) ¿Qué es el libro de Jehová, y por qué es vital hallarse en él?
7 ¿Qué les sucederá durante ese período tenebroso a quienes ejerzan fe? A Daniel se le dijo: “Durante aquel tiempo tu pueblo escapará, todo el que se halle escrito en el libro” (compárese con Lucas 21:34-36). ¿Qué es este libro? En esencia, representa el recuerdo que Jehová Dios guarda de quienes hacen Su voluntad (Malaquías 3:16; Hebreos 6:10). Aquellos cuyo nombre se escribe en este libro de la vida son las personas mejor protegidas del mundo, pues disfrutan de la protección divina. Cualquier daño que sufran puede ser reparado, y lo será. Aun si la muerte les sorprende antes de que llegue ese “tiempo de angustia”, su recuerdo permanece intacto en la memoria sin límites de Jehová. Él los tendrá presentes y los resucitará durante el Reinado Milenario de Jesucristo (Hechos 24:15; Revelación 20:4-6).
LOS SANTOS ‘DESPIERTAN’
8. ¿Qué maravillosa perspectiva ofrece Daniel 12:2?
8 La esperanza de la resurrección ofrece verdadero consuelo. Daniel 12:2 alude a ella al decir: “Habrá muchos de los que están dormidos en el suelo de polvo que despertarán, estos a vida de duración indefinida y aquellos a oprobios y a aborrecimiento de duración indefinida” (compárese con Isaías 26:19). Estas palabras bien pueden recordarnos la conmovedora promesa de Jesucristo respecto a una resurrección general (Juan 5:28, 29). ¡Qué esperanza tan emocionante! Imagíneselo: los amigos y familiares queridos que ahora están muertos tendrán la oportunidad de vivir de nuevo en el futuro. Sin embargo, la promesa del libro de Daniel se refiere principalmente a otra clase de resurrección, una resurrección que ya ha ocurrido. ¿Cómo es posible?
9. a) ¿Por qué es razonable esperar que Daniel 12:2 se cumpla durante los últimos días? b) ¿A qué clase de resurrección se refiere la profecía, y cómo lo sabemos?
9 Fijémonos en el contexto. Como hemos visto, el primer versículo del capítulo 12 Da 12:1 no solo se refiere al fin de este sistema de cosas, sino también a todo el período de los últimos días. De hecho, la mayor parte del capítulo no se cumple en el venidero paraíso terrestre, sino en el tiempo del fin. ¿Ha tenido lugar alguna resurrección durante ese período? El apóstol Pablo escribió que la resurrección de “los que pertenecen al Cristo” ocurriría “durante su presencia”. Ahora bien, aquellos a quienes se resucita para vivir en los cielos son levantados “incorruptibles” (1 Corintios 15:23, 52). Ninguno de ellos se levanta para sufrir los “oprobios” y el “aborrecimiento de duración indefinida” predichos en Daniel 12:2. ¿Existe, entonces, otra clase de resurrección? En ocasiones, la Biblia da a la resurrección un significado espiritual. Por ejemplo, tanto en Ezequiel como en Revelación hallamos pasajes proféticos que se refieren a una reanimación o resurrección espiritual (Ezequiel 37:1-14; Revelación 11:3, 7, 11).
10. a) ¿En qué sentido fue resucitado el resto ungido durante el tiempo del fin? b) ¿Por qué puede decirse que algunos ungidos que habían sido reanimados despertaron “a oprobios y a aborrecimiento de duración indefinida”?
10 ¿Se ha producido una reanimación espiritual de los siervos ungidos de Dios en el tiempo del fin? En efecto. Es un hecho histórico que en 1918 un resto pequeño de cristianos fieles sufrió un ataque implacable que interrumpió su ministerio público organizado. Pero en 1919, contra todo pronóstico, volvieron a la vida en sentido espiritual. Estos sucesos encajan con la descripción de la resurrección predicha en Daniel 12:2. Algunos de ellos ‘despertaron’ espiritualmente en ese momento y otros después. Pero, por desgracia, no todos se mantuvieron vivos en sentido espiritual. Quienes tras despertar decidieron rechazar al Rey Mesiánico y abandonaron el servicio a Dios, se acarrearon los ‘oprobios y el aborrecimiento de duración indefinida’ que menciona Daniel 12:2 (Hebreos 6:4-6). Los ungidos fieles, en cambio, aprovecharon su reanimación espiritual para apoyar con lealtad el Reino Mesiánico. Tal como indica la profecía, su proceder de fidelidad acaba conduciéndolos a la “vida de duración indefinida”. Hoy en día, su vitalidad espiritual pese a la oposición nos permite identificarlos.
‘BRILLAN COMO LAS ESTRELLAS’
11. ¿Quiénes son ‘los que tienen perspicacia’ hoy en día, y en qué sentido brillan como las estrellas?
11 Los siguientes dos versículos del capítulo 12 vs. 3, 4 de Daniel también nos ayudan a identificar a “los santos del Supremo”. El versículo 3 recoge estas palabras del ángel a Daniel: “Los que tengan perspicacia brillarán como el resplandor de la expansión; y los que traigan a los muchos a la justicia, como las estrellas hasta tiempo indefinido, aun para siempre”. ¿Quienes son ‘los que tienen perspicacia’ en la actualidad? Una vez más, las pruebas señalan a “los santos del Supremo”. Al fin y al cabo, ¿quién sino el fiel resto ungido tuvo la sabiduría de percibir que Miguel, el Gran Príncipe, accedió a su puesto de Rey en 1914? Por su predicación de verdades como esta, así como por su conducta cristiana, sus integrantes han ‘resplandecido como iluminadores’ en este mundo de oscuridad espiritual (Filipenses 2:15; Juan 8:12). Jesús profetizó acerca de ellos: “En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre” (Mateo 13:43).
12. a) ¿Por qué puede decirse que los ungidos han estado ocupados en ‘traer a los muchos a la justicia’ durante el tiempo del fin? b) Durante el Reinado Milenario de Cristo, ¿cómo ‘traerán a los muchos a la justicia’ y ‘brillarán como las estrellas’ los ungidos?
12 Daniel 12:3 incluso indica la obra en que estos cristianos ungidos estarían ocupados durante el tiempo del fin: ‘traer a los muchos a la justicia’. El resto ungido se entregó a la tarea de reunir a los restantes de los 144.000 coherederos de Cristo (Romanos 8:16, 17; Revelación 7:3, 4). Cuando esa obra finalizó —al parecer a mediados de los años treinta del siglo XX—, se dispusieron a juntar a la “gran muchedumbre” de “otras ovejas” (Revelación 7:9; Juan 10:16). Estas personas —que ya se cuentan por millones— también ejercen fe en el sacrificio redentor de Jesucristo, por lo que disfrutan de una condición limpia ante Jehová y esperan sobrevivir a la futura destrucción de este mundo perverso. Durante el Reinado Milenario de Cristo, Jesús y los 144.000 santos, que serán reyes y sacerdotes con él, aplicarán a la humanidad obediente en la Tierra los beneficios plenos del rescate, y así ayudarán a quienes ejerzan fe a librarse de todo vestigio del pecado heredado de Adán (2 Pedro 3:13; Revelación 7:13, 14; 20:5, 6). En ese entonces, los ungidos ‘traerán a los muchos a la justicia’ y ‘brillarán como las estrellas’ del cielo en el sentido más pleno. ¿Valoramos la esperanza de vivir en la Tierra bajo el glorioso gobierno celestial de Cristo y los que reinarán con él? Es un gran privilegio cooperar con “los santos” en la predicación de estas buenas nuevas del Reino de Dios (Mateo 24:14).
‘DISCURREN’
13. ¿En qué sentido quedaron selladas y secretas las palabras del libro de Daniel?
13 El mensaje del ángel a Daniel, que empezó en Daniel 10:20, concluye con estas palabras alentadoras: “Y en cuanto a ti, oh Daniel, haz secretas las palabras y sella el libro, hasta el tiempo del fin. Muchos discurrirán, y el verdadero conocimiento se hará abundante” (Daniel 12:4). Gran parte de lo que Daniel escribió por inspiración quedó, en efecto, secreto y sellado, es decir, oculto a la comprensión humana. De hecho, Daniel mismo escribió más tarde: “En cuanto a mí, oí, pero no pude entender” (Daniel 12:8). En ese sentido, el libro de Daniel permaneció sellado durante siglos. ¿Y hoy en día?
14. a) ¿Quiénes ‘han discurrido’ durante “el tiempo del fin”, y sobre qué? b) ¿Qué prueba hay de que Jehová ha bendecido ese ‘discurrir’?
14 Nosotros tenemos el privilegio de vivir en “el tiempo del fin” que el libro de Daniel predijo. Tal como se profetizó, muchos fieles han ‘discurrido’ sobre el contenido de las páginas de la Palabra de Dios y, con la bendición de Jehová, el verdadero conocimiento se ha hecho abundante. Los leales Testigos ungidos de Jehová se han visto favorecidos con una perspicacia que les ha permitido, por mencionar solo unos cuantos ejemplos, comprender que el Hijo del hombre comenzó a reinar en 1914, identificar las bestias de las profecías de Daniel y alertar sobre “la cosa repugnante que está causando desolación” (Daniel 11:31). Esa abundancia de conocimiento constituye, pues, otro sello distintivo de “los santos del Supremo”. Pero a Daniel se le dieron aún más pruebas.
SE LES HACE “AÑICOS”
15. ¿Qué pregunta plantea un ángel, y en quiénes pudiera hacernos pensar?
15 Recordemos que Daniel recibe estos mensajes angélicos “en la ribera del gran río” Hidequel, también llamado Tigris (Daniel 10:4). En ese lugar ve ahora tres criaturas angélicas y dice: “Vi, yo Daniel, y, ¡mire!, había otros dos de pie, uno en la margen de acá de la corriente y el otro en la margen de allá de la corriente. Entonces uno dijo al hombre vestido del lino, quien estaba arriba sobre las aguas de la corriente: ‘¿Cuánto pasará hasta el fin de las cosas maravillosas?’” (Daniel 12:5, 6). La pregunta del ángel pudiera hacernos pensar una vez más en “los santos del Supremo”, quienes en 1914, al principio del “tiempo del fin”, estaban vivamente interesados en averiguar cuánto tiempo faltaba para que se cumplieran las promesas de Dios. La respuesta a ese interrogante deja patente que ellos son el punto focal de esta profecía.
16. ¿Qué declaración profética realiza el ángel, y cómo recalca que se cumplirá sin falta?
16 Daniel sigue con su relato: “Y empecé a oír al hombre que estaba vestido del lino, quien estaba arriba sobre las aguas de la corriente, mientras él procedió a levantar la mano derecha y la mano izquierda a los cielos y a jurar por Aquel que está vivo para tiempo indefinido: ‘Será por un tiempo señalado, tiempos señalados y medio. Y tan pronto como haya habido un fin del hacer añicos el poder del pueblo santo, todas estas cosas llegarán a su fin’” (Daniel 12:7). Con la solemnidad propia del asunto, el ángel alza ambas manos en un juramento, tal vez para que los dos ángeles que están en las orillas opuestas del anchuroso río puedan ver su gesto. De ese modo recalca que el cumplimiento de esta profecía es absolutamente seguro. ¿Cuándo, pues, transcurren esos tiempos señalados? La respuesta no es tan difícil de hallar como pudiera parecer.
17. a) ¿Qué paralelismos pueden hallarse en las profecías escritas en Daniel 7:25, Daniel 12:7 y Revelación 11:3, 7 y 9? b) ¿Cuánto duran los tres tiempos y medio?
17 Esta profecía guarda un notable parecido con otras dos. Una se halla en Daniel 7:25 y la examinamos en el capítulo 9 de esta publicación; la otra es la de Revelación 11:3, 7 y 9. Observemos algunos paralelismos. Ambas se enmarcan en el tiempo del fin. Tanto una como otra tienen que ver con los siervos santos de Dios, e indican que sufrirían persecución e incluso que durante algún tiempo no podrían efectuar su predicación pública. Ambas muestran que, para frustración de sus perseguidores, los siervos de Dios se reanimarían y reanudarían su labor, y también indican la duración de ese período turbulento para los santos. Las dos profecías de Daniel (7:25; 12:7) hacen referencia a ‘un tiempo, tiempos, y medio tiempo’. En general, los biblistas coinciden en que esa expresión significa tres tiempos y medio. Revelación alude al mismo período y muestra que equivale a 42 meses o, dicho de otro modo, 1.260 días (Revelación 11:2, 3). Esto confirma que los tres tiempos y medio de Daniel se refieren a tres años y medio de 360 días cada uno. Ahora bien, ¿cuándo empezaron esos 1.260 días?
18. a) Según Daniel 12:7, ¿cuándo terminarían los 1.260 días? b) ¿Cuándo quedó hecho añicos “el poder del pueblo santo”, y cómo ocurrió? c) ¿Cuándo empezaron los 1.260 días, y en qué sentido ‘profetizaron vestidos de saco’ los ungidos en ese período?
18 La profecía es muy explícita respecto a cuándo terminarían los 1.260 días: en el momento en que se produjera “un fin del hacer añicos el poder del pueblo santo”. A mediados de 1918, algunos miembros destacados de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, incluido su presidente, J. F. Rutherford, fueron declarados culpables sobre la base de acusaciones falsas, sentenciados a largas penas de prisión y encarcelados. Los santos de Dios, en efecto, vieron su obra ‘hecha añicos’ y quebrantado su poder. Si contamos tres años y medio desde mediados de 1918 hacia atrás, llegamos a finales de 1914. En esa época, el pequeño grupo de ungidos se estaba preparando para el azote de la persecución. La I Guerra Mundial había estallado, y la oposición a su obra era cada vez mayor. Los ungidos incluso basaron el texto del año para 1915 en la pregunta de Cristo a sus discípulos: “¿Podéis beber de mi copa?” (Mateo 20:22, Versión del Rey Jacobo). Como se predijo en Revelación 11:3, el período de 1.260 días que siguió fue un tiempo de duelo para los ungidos, como si profetizaran vestidos de saco. La persecución se intensificó. Algunos de ellos fueron encarcelados, otros atacados por turbas, y hubo quienes sufrieron torturas. Muchos se desalentaron por la muerte del primer presidente de la Sociedad, C. T. Russell, acaecida en 1916. Sin embargo, ¿qué tenía que ocurrir tras ese funesto período, el cual concluyó cuando se dio muerte a aquellos santos en el sentido de que se acabó con la organización predicadora que componían?
19. ¿Cómo nos asegura la profecía del capítulo 11 de Revelación que no se acallaría por mucho tiempo a los ungidos?
19 La profecía paralela que se halla en Revelación 11:3, 9 y 11 muestra que tras el asesinato de los “dos testigos”, estos yacerían muertos muy poco tiempo —tres días y medio—, y luego se les reanimaría. De modo similar, la profecía del capítulo 12 de Daniel indica que los santos no permanecerían callados, sino que tendrían más trabajo que hacer.
‘SE LES LIMPIA, EMBLANQUECE Y REFINA’
20. ¿Qué bendiciones dice Daniel 12:10 que tendrían los ungidos tras sus amargas experiencias?
20 Ya hemos visto que, si bien Daniel escribió estas palabras, no las entendió. Aun así, debió preguntarse si los santos de veras serían aniquilados a manos de sus perseguidores, pues inquirió: “¿Qué será la parte final de estas cosas?”. El ángel respondió: “Anda, Daniel, porque las palabras quedan secretas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán” (Daniel 12:8-10). Había una esperanza segura para los santos. No se acabaría con ellos; antes bien, serían emblanquecidos, bendecidos con una condición limpia ante Jehová Dios (Malaquías 3:1-3). Su perspicacia en asuntos espirituales les permitiría mantenerse puros a los ojos de Dios. Los inicuos, en cambio, no querrían entender las cuestiones espirituales. Pero ¿cuándo tendría lugar esa situación?
21. a) ¿Qué condiciones tendrían que darse para que comenzara el período predicho en Daniel 12:11? b) ¿Qué es “el rasgo constante”, y cuándo fue eliminado? (Véase el recuadro de la pág. 298.)
21 A Daniel se le dijo: “Desde el tiempo en que el rasgo constante haya sido removido, y haya habido una colocación de la cosa repugnante que está causando desolación, habrá mil doscientos noventa días”. De modo que ese período empezaría cuando se dieran ciertas condiciones. “El rasgo constante” —o “el sacrificio continuo”a— había de ser eliminado (Daniel 12:11, nota). ¿A qué sacrificio se refirió el ángel? No al sacrificio de animales efectuado en algún templo terrestre. De hecho, hasta el templo que antiguamente se alzaba en Jerusalén no era sino una “copia de la realidad”, siendo esta el gran templo espiritual de Jehová. Dicho templo empezó a funcionar en el año 29 E.C., cuando Cristo llegó a ser su Sumo Sacerdote, y representa la provisión de Dios para la adoración pura. En él no se precisan continuas ofrendas por el pecado, pues “Cristo fue ofrecido una vez para siempre para cargar con los pecados de muchos” (Hebreos 9:24-28). Sin embargo, todos los cristianos verdaderos ofrecen sacrificios en ese templo. El apóstol Pablo escribió: “Mediante él [Cristo] ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre” (Hebreos 13:15). Por tanto, la primera condición de la profecía —que se eliminara “el rasgo constante”— se dio a mediados de 1918, cuando prácticamente se suspendió la obra de predicar.
22. a) ¿Qué es la “cosa repugnante que está causando desolación”, y cuándo se instaló? b) ¿Cuándo comenzó el período predicho en Daniel 12:11, y cuándo terminó?
22 ¿Y la segunda condición, a saber, la “colocación” o instalación de “la cosa repugnante que está causando desolación”? Como vimos al analizar Daniel 11:31, esa “cosa repugnante” fue primero la Sociedad de Naciones, la cual resurgió con posterioridad convertida en las Naciones Unidas. Ambas son repugnantes en el sentido de que se les ha aclamado como la única esperanza para la paz en la Tierra, de modo que en el sentir de mucha gente tales instituciones ocupan en realidad el lugar del Reino de Dios. La creación de la Sociedad de Naciones se propuso oficialmente en enero de 1919. Por lo tanto, en ese momento se dieron las dos condiciones a las que alude Daniel 12:11. Los 1.290 días, pues, comenzaron a principios de 1919 y se prolongaron hasta el otoño (en el hemisferio norte) de 1922.
23. ¿Cómo avanzaron los santos hacia una condición limpia durante los 1.290 días predichos en el capítulo 12 de Daniel?
23 Durante ese período, ¿se fueron emblanqueciendo y limpiando a la vista de Dios los santos? En efecto, así fue. En marzo de 1919 se puso en libertad al presidente de la Sociedad Watch Tower y a sus colaboradores, y después se les exoneró de los cargos falsos que pesaban en su contra. Al comprender que aún les quedaba mucho por hacer, de inmediato pusieron manos a la obra y organizaron una asamblea para septiembre de 1919. Ese mismo año publicaron por primera vez una revista compañera de The Watch Tower (en español, La Torre del Vigía; ahora La Atalaya). Llamada en un principio The Golden Age (La Edad de Oro, ahora ¡Despertad!), esta revista ha respaldado siempre a La Atalaya, pues ha denunciado sin temor la corrupción de este mundo y ha ayudado al pueblo de Dios a mantenerse limpio. Cuando los predichos 1.290 días llegaron a su fin, los santos habían avanzado bastante hacia una condición limpia y restaurada. En septiembre de 1922, justo hacia el final de ese plazo, celebraron una histórica asamblea en Cedar Point (Ohio, E.U.A.), la cual dio un enorme impulso a la obra de predicar. Sin embargo, todavía tenían que progresar más, lo que sucedería en el siguiente período señalado.
FELICIDAD PARA LOS SANTOS
24, 25. a) ¿Qué período se predice en Daniel 12:12, y cuándo parece que empezó y terminó? b) ¿En qué condición espiritual se hallaba el resto ungido al inicio de los 1.335 días?
24 El ángel de Jehová concluye la profecía respecto a los santos con estas palabras: “¡Feliz es el que se mantiene en expectación y que llega a los mil trescientos treinta y cinco días!” (Daniel 12:12). Aunque no da ninguna indicación respecto a cuándo empieza o termina este período, los hechos históricos parecen indicar que sencillamente transcurre a continuación del anterior. En ese caso, se extendería desde el otoño de 1922 hasta finales de la primavera de 1926 (en el hemisferio norte). ¿Alcanzaron los santos un estado de felicidad hacia el final de ese plazo? Sí, en varios aspectos espirituales importantes.
25 Incluso después de la asamblea de 1922 (véase fotografía en la pág. 302), algunos santos de Dios seguían añorando el pasado. En sus reuniones aún seguían estudiando básicamente la Biblia y los tomos de Estudios de las Escrituras, redactados por C. T. Russell. En ese entonces existía la creencia común de que en 1925 comenzaría la resurrección y se restauraría el Paraíso en la Tierra, por lo que muchos de ellos servían a Dios pensando en una fecha fija. Algunos se negaron con orgullo a tomar parte en la predicación pública. De modo que esa no era una situación feliz.
26. ¿Cómo cambió la condición espiritual de los ungidos en el transcurso de los 1.335 días?
26 Sin embargo, las cosas empezaron a cambiar en el transcurso de los 1.335 días. La predicación cobró auge con la adopción de medidas que permitieron la participación regular de todos los cristianos en el ministerio del campo. Se programaron reuniones para el estudio semanal de la revista The Watch Tower. En el número del 1 de marzo de 1925 apareció el histórico artículo “Nacimiento de la nación”, el cual dio al pueblo de Dios una comprensión plena de lo que había ocurrido de 1914 a 1919. Una vez que pasó el año 1925, los santos ya no sirvieron a Dios con la mira puesta en una fecha límite inminente y concreta. Más bien, entendieron que lo primordial era la santificación del nombre de Jehová. Esta verdad esencial se resaltó como nunca antes en el artículo “¿Quién quiere honrar a Jehová?”, aparecido en The Watch Tower del 1 de enero de 1926 (en español, La Torre del Vigía, marzo y abril de 1926). En la asamblea de mayo de 1926 se presentó la obra Deliverance (en español, Liberación) (véase la pág. 302), el primero de una serie de libros ideados para reemplazar a los Estudios de las Escrituras. Ya sin nostalgia del pasado, los santos miraron con confianza al futuro y al trabajo que tenían ante sí. Por tanto, tal como se había profetizado, al término de los 1.335 días la situación de los santos era feliz.
27. ¿Cómo nos ayuda el repaso del capítulo 12 de Daniel a identificar con certeza a los ungidos de Jehová?
27 Claro está que no todos aguantaron esos tiempos turbulentos. Esa fue, al parecer, la razón de que el ángel subrayara la importancia de ‘mantenerse en expectación’. A los que aguantaron y se mantuvieron en expectación se les colmó de bendiciones, y un repaso del capítulo 12 de Daniel lo demuestra. Como se predijo, los ungidos fueron reanimados o resucitados en sentido espiritual. Se les otorgó una gran perspicacia para entender la Palabra de Dios, pues se les facultó para ‘discurrir’ respecto a ella y, con la guía del espíritu santo, desentrañar secretos guardados desde la antigüedad. Jehová los limpió y los hizo brillar como estrellas en sentido espiritual, de modo que condujeron a muchas personas a una condición justa ante Jehová Dios.
28, 29. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer en esta fase avanzada del “tiempo del fin”?
28 Con todas estas pruebas proféticas que acreditan la identidad de “los santos del Supremo”, ¿qué razón puede quedar para no reconocerlos y unirse a ellos? A la gran muchedumbre que se une a la menguante clase ungida en el servicio de Jehová le aguardan magníficas bendiciones. Todos nosotros hemos de mantenernos a la expectativa del cumplimiento de las promesas divinas (Habacuc 2:3). Ya por varias décadas, Miguel, el Gran Príncipe, ha estado ‘plantado a favor del pueblo’ de Dios, y muy pronto acabará con este sistema de cosas en su papel de ejecutor divinamente designado. Cuando lo haga, ¿en qué situación nos hallaremos ante Dios?
29 La respuesta a esa pregunta dependerá de si ahora optamos por una vida de integridad. Con objeto de afianzar nuestra resolución de hacerlo así en esta fase avanzada del “tiempo del fin”, analicemos el versículo final del libro de Daniel. La explicación que de él se da en el próximo capítulo nos ayudará a ver en qué situación se hallaba Daniel delante de su Dios y en qué situación se hallará ante él en el futuro.
[Nota]
a La Septuaginta griega lo traduce sencillamente por “el sacrificio”.
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Se identifica a los adoradores verdaderos en el tiempo del finPrestemos atención a las profecías de Daniel
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[Recuadro de la página 298]
LA ELIMINACIÓN DEL RASGO CONSTANTE
La expresión “rasgo constante” aparece cinco veces en el libro de Daniel, y se refiere al sacrificio de alabanza —“el fruto de labios”— que los siervos de Jehová Dios le ofrecen con regularidad (Hebreos 13:15). En Daniel 8:11, 11:31 y 12:11 se predijo su eliminación.
El pueblo de Jehová sufrió una intensa persecución durante las dos guerras mundiales, tanto en los dominios del “rey del norte” como en los del “rey del sur” (Daniel 11:14, 15). La eliminación del “rasgo constante” se produjo hacia el fin de la I Guerra Mundial, pues la obra de predicar quedó prácticamente interrumpida a mediados de 1918 (Daniel 12:7). En la II Guerra Mundial, igualmente, “el rasgo constante fue quitado” durante 2.300 días por la potencia mundial angloamericana (Daniel 8:11-14; véase el capítulo 10 de este libro). Y los “brazos” nazis también lo suprimieron por un espacio de tiempo que las Escrituras no especifican (Daniel 11:31; véase el capítulo 15 de este libro).
[Tabla de la página 301]
PERÍODOS DE TIEMPO PROFÉTICOS DE DANIEL
Siete tiempos (2.520 años): Octubre de 607 a.E.C. -
Daniel 4:16, 25 octubre de 1914 E.C.
(Se instaura el Reino Mesiánico;
véase el cap. 6 de este libro.)
Tres tiempos y medio Diciembre de 1914 - junio de 1918
(1.260 días): (Se hostiga a los cristianos
Daniel 7:25; 12:7 ungidos; véase el cap. 9 de
este libro.)
2.300 tardes y 1 ó 15 de junio de 1938 -
mañanas: 8 ó 22 de octubre de 1944
Daniel 8:14 (Surge la “gran muchedumbre” y
se multiplica; véase el
cap. 10 de este libro.)
70 semanas (490 años): 455 a.E.C. - 36 E.C.
Daniel 9:24-27 (La llegada del Mesías y su
ministerio terrestre; véase
el cap. 11 de este libro.)
1.290 días: Enero de 1919 -
Daniel 12:11 septiembre de 1922
(Se despierta a los cristianos
ungidos y estos progresan
espiritualmente.)
1.335 días: Septiembre de 1922 - mayo de 1926
Daniel 12:12 (Los cristianos ungidos alcanzan
una condición de felicidad.)
[Ilustraciones de la página 287]
Siervos destacados de Jehová a quienes se encarceló injustamente en la penitenciaría federal de Atlanta (Georgia, E.U.A.). De izquierda a derecha: (sentados) A. H. Macmillan, J. F. Rutherford y W. E. Van Amburgh; (de pie) G. H. Fisher, R. J. Martin, G. DeCecca, F. H. Robison y C. J. Woodworth
[Ilustraciones de la página 299]
En Cedar Point (Ohio, E.U.A.) se celebraron asambleas históricas en 1919 (arriba) y 1922 (abajo)
[Ilustración a toda plana de la página 302]
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Jehová promete a Daniel una magnífica recompensaPrestemos atención a las profecías de Daniel
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Capítulo 18
Jehová promete a Daniel una magnífica recompensa
1, 2. a) ¿Qué importante cualidad necesita un corredor para triunfar? b) ¿Cómo comparó el apóstol Pablo una vida de fidelidad en el servicio de Jehová con una carrera?
UN CORREDOR se acerca a la meta. Está casi exhausto, pero con ella a la vista saca fuerzas de flaqueza para las pocas zancadas que le quedan. Por fin, en un esfuerzo supremo, cruza la línea de llegada. El alivio y el triunfo se reflejan en su rostro: aguantar hasta el final ha merecido la pena.
2 En la conclusión del capítulo 12 de Daniel encontramos al amado profeta aproximándose a la línea de meta de su propia “carrera”: una vida de servicio a Jehová. El apóstol Pablo escribió, tras citar varios ejemplos de fe de siervos precristianos de Jehová: “Pues, entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos que nos cerca, quitémonos nosotros también todo peso, y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros, mirando atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fue puesto delante de él aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:1, 2).
3. a) ¿Qué impulsó a Daniel a ‘correr con aguante’? b) ¿Qué tres cosas distintas le dijo el ángel de Jehová a Daniel?
3 Daniel figuraba en esa ‘gran nube de testigos’. Sin lugar a dudas, él fue uno de los que ‘corrieron con aguante’, impulsado por un amor profundo a Dios. Después de revelarle mucha información respecto al futuro de los gobiernos del mundo, Jehová le envía a él estas palabras de ánimo: “En cuanto a ti mismo, ve hacia el fin; y descansarás, pero te pondrás de pie para tu porción al fin de los días” (Daniel 12:13). El ángel de Jehová le dijo tres cosas distintas a Daniel: 1) que ‘fuera hacia el fin’; 2) que ‘descansaría’, y 3) que en un futuro volvería a ‘ponerse de pie’. ¿Cómo pueden estas palabras infundir ánimo a los cristianos de la actualidad para que aguanten hasta la línea de meta en la carrera hacia la vida?
“VE HACIA EL FIN”
4. ¿A qué se refería el ángel de Jehová cuando dijo: “Ve hacia el fin”, y por qué podría haber supuesto aquello un reto para Daniel?
4 ¿A qué se refería el ángel cuando dijo: “En cuanto a ti mismo, ve hacia el fin”? ¿El fin de qué? Pues bien, parece que se refería al fin de la vida de Daniel, probablemente ya cercano en vista de que este rondaba los 100 años de edad.a El ángel le instó a seguir fiel hasta la muerte, lo cual no sería necesariamente fácil. Daniel había vivido lo suficiente para ver la caída de Babilonia y el regreso a Judá y Jerusalén de un resto de judíos desterrados, lo que debió regocijar al anciano profeta. Sin embargo, no hay indicación de que él les acompañara en ese viaje. Puede que para ese entonces fuese demasiado viejo y frágil de salud, o que fuera la voluntad de Jehová que se quedara en Babilonia. En cualquier caso, no podemos menos que preguntarnos si Daniel no sintió algo de nostalgia cuando vio partir a sus paisanos rumbo a Judá.
5. ¿Qué indica que Daniel aguantó hasta el fin?
5 “Ve hacia el fin.” Esta declaración animadora del ángel sin duda fortaleció mucho a Daniel, y puede que nos recuerde las palabras que Jesucristo pronunció unos seis siglos más tarde: “El que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo” (Mateo 24:13). Es evidente que Daniel aguantó hasta el fin. Corrió fielmente la carrera hacia la vida hasta la misma meta, y esa podría ser una de las razones por las que, tiempo después, la Palabra de Dios lo mencionó favorablemente (Hebreos 11:32, 33). ¿Qué le permitió aguantar hasta el fin? En su trayectoria personal hallamos la respuesta.
PERSEVERÓ EN EL ESTUDIO DE LA PALABRA DE DIOS
6. ¿Cómo sabemos que Daniel fue un estudiante diligente de la Palabra de Dios?
6 Para Daniel, aguantar hasta el fin implicaba seguir estudiando las emocionantes promesas divinas y reflexionando sobre ellas. Sabemos que el profeta fue un estudiante concienzudo de la Palabra de Dios. ¿De qué otro modo pudiera haber sabido que, según la promesa de Jehová dada a Jeremías, el destierro duraría setenta años? Daniel mismo escribió: “Discerní por los libros el número de los años” (Daniel 9:2; Jeremías 25:11, 12). Es indudable que Daniel procuró hallar los libros de la Palabra de Dios entonces existentes. Los escritos de Moisés, David, Salomón, Isaías, Jeremías o Ezequiel —cualesquiera que tuviera a su alcance— seguramente le proporcionaron muchas horas placenteras de lectura y meditación.
7. ¿Qué ventajas tenemos hoy en día respecto a estudiar la Palabra de Dios en comparación con el tiempo de Daniel?
7 Para cultivar la cualidad del aguante hoy en día, es esencial estudiar la Palabra de Dios y estar absortos en ella (Romanos 15:4-6; 1 Timoteo 4:15). Nosotros tenemos la Biblia completa, la cual contiene el testimonio escrito de la forma en que se cumplieron algunas profecías de Daniel siglos más tarde. Además, tenemos la bendición de vivir durante “el tiempo del fin” predicho en Daniel 12:4. Los ungidos se han visto favorecidos en nuestro tiempo con perspicacia de índole espiritual y brillan como faros de la verdad en este mundo oscuro. Debido a ello, muchas profecías profundas del libro de Daniel —algunas de las cuales intrigaron al profeta— rebosan de significado para nosotros. Por consiguiente, sigamos estudiando a diario la Palabra de Dios y valoremos siempre como es debido esas bendiciones, pues ese proceder nos ayudará a aguantar.
DANIEL PERSEVERÓ EN LA ORACIÓN
8. ¿Qué ejemplo dio Daniel en cuanto a la oración?
8 La oración también contribuyó a que Daniel aguantara hasta el fin. Todos los días se dirigía a Jehová Dios abiertamente y con palabras que brotaban de un corazón lleno de fe y confianza. Daniel sabía que Jehová era el “Oidor de la oración” (Salmo 65:2; compárese con Hebreos 11:6). Cuando su corazón estaba aplastado a causa de la rebeldía de Israel, volcó sus sentimientos en Jehová (Daniel 9:4-19). Nunca permitió que nada le impidiera seguir orando a Jehová Dios, ni siquiera cuando Darío decretó que durante treinta días solo se elevaran peticiones a él mismo (Daniel 6:10). ¿No nos conmueve imaginarnos a este fiel anciano enfrentándose a un foso lleno de leones antes que renunciar al inestimable privilegio de la oración? No puede caber ninguna duda de que Daniel ‘fue hacia su fin’ en fidelidad y orando con fervor a Jehová todos los días.
9. ¿Por qué no debemos tomar nunca a la ligera el privilegio de orar?
9 La oración es un acto sencillo. Podemos orar casi en cualquier momento y lugar, en voz alta o en silencio. Nunca tomemos a la ligera, sin embargo, este preciado privilegio. La Biblia enlaza la oración con el aguante, la perseverancia y el permanecer despiertos en sentido espiritual (Lucas 18:1; Romanos 12:12; Efesios 6:18; Colosenses 4:2). ¿No es asombroso que tengamos una vía de comunicación libre y abierta con la persona más importante del universo? Y Jehová escucha. Recordemos la ocasión en que envió un ángel en respuesta a la oración de Daniel. ¡El ángel llegó mientras Daniel todavía estaba orando! (Daniel 9:20, 21). Aunque la nuestra no sea una época de visitas angélicas, Jehová no ha cambiado (Malaquías 3:6). Tal como escuchó la oración de Daniel, también escuchará las nuestras. Mediante la oración estrecharemos nuestra relación con Jehová y forjaremos un vínculo con él que nos ayudará a aguantar hasta el fin, como lo hizo Daniel.
PERSEVERÓ EN LA ENSEÑANZA DE LA PALABRA DE DIOS
10. ¿Por qué era importante para Daniel enseñar la verdad de la Palabra de Dios?
10 Daniel había de ir “hacia el fin” aún en otro sentido. Tenía que perseverar en la enseñanza de la verdad. Nunca olvidó que era miembro del pueblo escogido respecto al que las Escrituras habían dicho: “Ustedes son mis testigos —es la expresión de Jehová—, aun mi siervo a quien he escogido” (Isaías 43:10). Daniel hizo cuanto pudo por estar a la altura de esa comisión. Es probable que entre sus tareas se contara la de enseñar a su propia gente desterrada en Babilonia. Poco sabemos de sus relaciones con los demás judíos, a excepción de sus lazos con los tres a quienes se llama “sus compañeros”: Hananías, Misael y Azarías (Daniel 1:7; 2:13, 17, 18). La amistad íntima que se profesaban seguramente ayudó a todos ellos a aguantar (Proverbios 17:17). Daniel tuvo mucho que enseñar a sus amigos, pues Jehová lo bendijo con una perspicacia especial (Daniel 1:17). Sin embargo, su labor docente incluyó también otro aspecto.
11. a) ¿En qué aspecto fue singular la labor de Daniel? b) ¿Cómo cumplió Daniel con esa comisión fuera de lo común?
11 Más que ningún otro profeta, Daniel dio testimonio a mandatarios de origen gentil. Si bien a menudo tuvo que pronunciar mensajes desagradables, no trató a esos gobernantes como si fueran detestables o de algún modo inferiores a él, sino que se dirigió a ellos con respeto y habilidad. Y aunque hubo quienes intentaron acabar con Daniel, como aquellos sátrapas envidiosos y taimados, otros dignatarios llegaron a respetarlo. Debido a que Jehová lo facultó para explicar secretos que dejaron perplejos a reyes y sabios, el profeta alcanzó gran prominencia (Daniel 2:47, 48; 5:29). Es cierto que con el paso de los años no podría hacer tanto como en su juventud, pero todo indica que mientras ‘iba hacia su fin’ siguió procurando fielmente por todos los medios ser un testigo de su amado Dios.
12. a) ¿En qué labor docente estamos ocupados los cristianos hoy en día? b) ¿Cómo podemos escuchar el consejo de Pablo de ‘seguir andando en sabiduría para con los de afuera’?
12 Tal como Daniel y sus tres amigos se apoyaron entre sí, hoy en día podemos hallar en la congregación cristiana a compañeros fieles que nos ayudarán a aguantar. También nos enseñamos unos a otros, de modo que se produce “un intercambio de estímulo” (Romanos 1:11, 12). Al igual que Daniel, tenemos la comisión de predicar a quienes no son creyentes (Mateo 24:14; 28:19, 20). Es preciso, por tanto, que desarrollemos nuestras aptitudes a fin de que ‘manejemos la palabra de la verdad correctamente’ cuando hablemos de Jehová a otras personas (2 Timoteo 2:15). Y nos será útil escuchar el consejo del apóstol Pablo: “Sigan andando en sabiduría para con los de afuera” (Colosenses 4:5). Esa sabiduría hace que tengamos un punto de vista equilibrado respecto a quienes no comparten nuestra fe. No los despreciamos por considerarnos superiores a ellos (1 Pedro 3:15). Más bien, procuramos atraerlos a la verdad utilizando con tacto y habilidad la Palabra de Dios para llegarles al corazón. Y qué gozo sentimos cuando logramos motivar a alguien. Sin lugar a dudas, tal gozo nos ayuda a aguantar hasta el fin, como lo hizo Daniel.
“DESCANSARÁS”
13, 14. ¿Por qué aterrorizaba a muchos babilonios la perspectiva de la muerte, y en qué difería el punto de vista de Daniel al respecto?
13 A continuación, el ángel le aseguró a Daniel: “Descansarás” (Daniel 12:13). ¿Qué quiso decir? Pues bien, Daniel sabía que le aguardaba la muerte, el fin ineludible de todos los seres humanos desde el tiempo de Adán hasta el presente. Con buena razón la Biblia la llama un “enemigo” (1 Corintios 15:26). Ahora bien, la perspectiva de la muerte tenía para Daniel un significado muy distinto del que tenía para los babilonios que lo rodeaban. Sumidos en el complicado culto de unas cuatro mil deidades falsas, para estos la muerte suscitaba toda clase de temores. Pensaban que quienes habían sido infelices o habían sufrido una muerte violenta se convertían al morir en espíritus vengativos que acosaban a los vivos. Los babilonios creían asimismo en un aterrador mundo subterráneo habitado por horribles monstruos con formas humanas y animales.
14 La muerte no significaba nada de aquello para Daniel. Centenares de años antes, el rey Salomón había dicho por inspiración divina: “En cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5). Y respecto a quien muere, el salmista había cantado: “Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4). Por lo tanto, Daniel sabía que el ángel estaba en lo cierto. La muerte significaba descanso, no pensamientos ni lamentaciones ni tormentos, y mucho menos monstruos. Jesucristo lo expresó de modo parecido cuando Lázaro murió, pues dijo: “Nuestro amigo Lázaro está descansando” (Juan 11:11).
15. ¿En qué sentido puede ser el día de la muerte mejor que el del nacimiento?
15 Consideremos otra razón por la que Daniel no tenía miedo ante la perspectiva de la muerte. La Palabra de Dios dice: “Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace” (Eclesiastés 7:1). ¿Cómo puede un día tan triste como el de la muerte ser mejor que el alegre día del nacimiento? La clave está en el “nombre”. “El buen aceite” podía ser extremadamente caro. En cierta ocasión, María, la hermana de Lázaro, le untó los pies a Jesús con un aceite perfumado que casi costaba el salario de un año (Juan 12:1-7). ¿Cómo puede un simple nombre valer tanto? La versión Septuaginta griega utiliza en Eclesiastés 7:1 la expresión “un buen nombre”. Lo que es tan valioso no es el nombre en sí, sino lo que entraña. Al nacer, el portador del nombre aún no se ha labrado una reputación ni un historial de obras buenas, y no se tienen preciados recuerdos de su personalidad y cualidades. Pero cuando la vida termina, el nombre significa todas esas cosas, y si Dios lo considera un buen nombre, entonces tiene mucho más valor que cualquier posesión material.
16. a) ¿Cómo se esforzó Daniel por hacerse un buen nombre ante Dios? b) ¿Por qué pudo ir a descansar Daniel con la confianza absoluta de que había logrado hacerse un buen nombre ante Jehová?
16 Durante toda su vida, Daniel hizo cuanto pudo para hacerse un buen nombre ante Dios, y a Jehová no le pasó inadvertido. Él observó a Daniel y examinó su corazón. Lo mismo había hecho con el rey David, quien cantó: “Oh Jehová, tú me has escudriñado completamente, y me conoces. Tú mismo has llegado a conocer mi sentarme y mi levantarme. Has considerado mi pensamiento desde lejos” (Salmo 139:1, 2). Claro está que Daniel no era perfecto. Descendía del pecador Adán y era miembro de una nación pecadora (Romanos 3:23). Pero se arrepintió de sus errores y siempre trató de andar con su Dios en rectitud. Por tanto, el fiel profeta podía confiar en que Jehová perdonaría sus pecados y nunca se los echaría en cara (Salmo 103:10-14; Isaías 1:18). Jehová prefiere recordar las obras buenas de sus siervos leales (Hebreos 6:10). De ahí que en dos ocasiones el ángel de Jehová llamara a Daniel “hombre muy deseable” (Daniel 10:11, 19). Aquello significaba que Dios amaba al profeta. Daniel podía ir a descansar satisfecho, sabiendo que se había hecho un buen nombre ante Jehová.
17. ¿Por qué es apremiante en este tiempo que nos hagamos un buen nombre ante Jehová?
17 A todos nos conviene preguntarnos: “¿Me he hecho un buen nombre ante Jehová?”. Vivimos tiempos difíciles. Reconocer que la muerte puede sorprenderle a cualquiera de nosotros en cualquier momento no es morboso, sino sencillamente realista (Eclesiastés 9:11). Por consiguiente, es esencial que personalmente nos resolvamos ahora mismo, sin demora, a labrarnos un buen nombre ante Dios. Si así lo hacemos, no habremos de temer la muerte. Esta es solo un descanso, como si la persona durmiera. Y como al sueño, le sigue un despertar.
“TE PONDRÁS DE PIE”
18, 19. a) ¿Qué quiso decir el ángel cuando predijo que Daniel ‘se pondría de pie’ en un futuro? b) ¿Por qué es de esperar que Daniel estuviera familiarizado con la esperanza de la resurrección?
18 El libro de Daniel se cierra con una de las promesas más hermosas que Dios haya hecho a un ser humano. El ángel de Jehová le dijo a Daniel: “Te pondrás de pie para tu porción al fin de los días”. ¿Qué quiso decir? Pues bien, en vista de que el ‘descanso’ al que acababa de referirse era la muerte, la promesa de que Daniel ‘se pondría de pie’ en un futuro no puede tener más que un significado: resurrección.b De hecho, algunos biblistas han afirmado que el capítulo 12 de Daniel contiene la primera referencia explícita de las Escrituras Hebreas a la resurrección (Daniel 12:2). Sin embargo, se equivocan. Daniel estaba muy familiarizado con la esperanza de la resurrección.
19 Por ejemplo, Daniel seguramente conocía estas palabras que Isaías había escrito dos siglos antes: “Tus muertos vivirán. Cadáver mío... se levantarán. ¡Despierten y clamen gozosamente, residentes del polvo! Porque [...] la tierra misma dejará que hasta los que están impotentes en la muerte caigan en nacimiento” (Isaías 26:19). Mucho antes, Jehová había facultado a Elías y Eliseo para que efectuaran resurrecciones (1 Reyes 17:17-24; 2 Reyes 4:32-37). Antes aún, Ana, la madre del profeta Samuel, había reconocido que Jehová puede levantar a la gente del Seol, es decir, de la sepultura (1 Samuel 2:6). Y remontándonos todavía más en el tiempo, el fiel Job expresó su propia esperanza con estas palabras: “Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir? Todos los días de mi trabajo obligatorio esperaré, hasta que llegue mi relevo. Tú llamarás, y yo mismo te responderé. Por la obra de tus manos sentirás anhelo” (Job 14:14, 15).
20, 21. a) ¿En qué resurrección estará sin duda incluido Daniel? b) ¿De qué manera es probable que acontezca la resurrección en el Paraíso?
20 Al igual que Job, Daniel tenía motivos para confiar en que algún día, en el futuro, Jehová realmente anhelaría devolverle la vida. Aún así, debió reconfortarlo mucho oír a una poderosa criatura espiritual confirmar aquella esperanza. Sí, Daniel se pondrá de pie “en la resurrección de los justos”, la cual ocurrirá durante el Reinado Milenario de Cristo (Lucas 14:14). ¿Qué significará eso para el profeta? La Palabra de Dios dice mucho al respecto.
21 Jehová “no es Dios de desorden, sino de paz” (1 Corintios 14:33). Es evidente, pues, que la resurrección en el Paraíso seguirá un orden. Puede que tenga lugar algún tiempo después del Armagedón (Revelación [Apocalipsis] 16:14, 16). Ya se habrá eliminado todo vestigio del viejo sistema de cosas, y sin duda se habrán hecho preparativos para recibir a los muertos. En cuanto al orden en que estos regresarán, la Biblia expone esta norma para un caso anterior: “Cada uno en su propia categoría” (1 Corintios 15:23). En lo que respecta a la “resurrección así de justos como de injustos”, parece probable que los justos sean los primeros a quienes se resucite (Hechos 24:15). De ese modo, Daniel y otros hombres fieles de la antigüedad podrán colaborar en la administración de los asuntos terrestres, lo que incluye la educación de los miles de millones de “injustos” que volverán a la vida (Salmo 45:16).
22. ¿La respuesta a qué preguntas estará ansioso por obtener Daniel?
22 Daniel seguramente querrá formular algunas preguntas antes de asumir tales cometidos. Al fin y al cabo, tocante a algunas de las profecías profundas que se le confiaron, él mismo dijo: “Oí, pero no pude entender” (Daniel 12:8). ¡Qué emoción sentirá al comprender por fin esos secretos divinos! Sin lugar a dudas, querrá saber todo lo que concierne al Mesías. Quedará maravillado al enterarse de la marcha de las potencias mundiales desde su tiempo hasta nuestros días, de la identidad de los fieles “santos del Supremo” —los que perseveraron durante “el tiempo del fin” a pesar de la persecución— y de la destrucción definitiva de todos los reinos humanos por el Reino Mesiánico de Dios (Daniel 2:44; 7:22; 12:4).
LA PORCIÓN DE DANIEL EN EL PARAÍSO Y LA SUYA
23, 24. a) ¿Cómo diferirá el mundo en el que resucite Daniel de aquel que conoció? b) ¿Tendrá un lugar en el Paraíso Daniel, y cómo lo sabemos?
23 Daniel deseará familiarizarse con el mundo en que se hallará entonces, uno muy distinto del de su tiempo, donde no quedará ni rastro de las guerras y la opresión que malograron el mundo que conoció. No habrá dolor ni enfermedades ni muerte (Isaías 25:8; 33:24). En cambio, sí habrá alimento en abundancia, y todas las personas tendrán una vivienda y un trabajo satisfactorio (Salmo 72:16; Isaías 65:21, 22). Toda la humanidad constituirá una sola familia unida y feliz.
24 Seguro que Daniel tendrá un lugar en ese mundo. “Te pondrás de pie para tu porción”, le dijo el ángel. La palabra hebrea que aquí se traduce por “porción” es la misma que se utiliza para referirse a las parcelas de terreno literales.c Es posible que Daniel conociera la profecía de Ezequiel sobre el reparto de la tierra restaurada de Israel (Ezequiel 47:13–48:35). Teniendo en cuenta que la profecía también se cumplirá en el Paraíso, ¿qué parece indicar sobre lo que ocurrirá entonces? Que todos los siervos de Dios tendrán su sitio en el Paraíso, y hasta que la misma tierra se repartirá de forma ordenada y equitativa. Desde luego, la porción de Daniel en el Paraíso constará de algo más que una simple parcela, pues incluirá el lugar que entonces ocupará en el propósito de Dios. La recompensa que se le prometió está garantizada.
25. a) ¿Qué aspectos de la vida en el Paraíso le atraen más? b) ¿Por qué puede decirse que el Paraíso es el hábitat natural del hombre?
25 Ahora bien, ¿qué puede decirse de nuestra porción? Las mismas promesas pueden cumplirse en nuestro caso. Jehová desea que los seres humanos obedientes ‘se pongan de pie’ para recibir su porción, para ocupar un lugar en el Paraíso. Piense en ello. Sin duda será emocionante conocer en persona a Daniel y a otros hombres y mujeres fieles de tiempos bíblicos. También regresará de la muerte una innumerable cantidad de personas a quienes se habrá de educar para que conozcan y amen a Jehová Dios. Imagínese a sí mismo cuidando de nuestro hogar terrestre y colaborando para transformarlo en un paraíso de infinita variedad y eterna belleza. Piense en lo que significará ser enseñado por Jehová y aprender a vivir de la forma en que él se propuso para la humanidad (Isaías 11:9; Juan 6:45). En efecto, en el Paraíso hay un sitio para usted. Aunque la noción de un paraíso pueda resultar extraña hoy en día, recuerde que en un principio Jehová hizo a la humanidad para vivir en un lugar así (Génesis 2:7-9). En ese sentido, el Paraíso es el hábitat natural de los miles de millones de habitantes de este planeta, el medio ambiente al que pertenecen. Llegar a vivir allí será como haber vuelto a casa.
26. ¿Cómo reconoce Jehová que la espera del fin de este sistema no resulta fácil?
26 ¿No es cierto que nuestro corazón rebosa de gratitud al pensar en ello? ¿Acaso no ansía estar allí? No es de extrañar, entonces, que los testigos de Jehová anhelen saber cuándo llegará el fin de este sistema de cosas. Jehová sabe que la espera no resulta fácil, de modo que nos insta a ‘mantenernos en expectación’ del fin “aun si tardara”. Con estas palabras se refería a un retraso desde nuestro punto de vista, pues en el mismo texto nos asegura: “No llegará tarde” (Habacuc 2:3; compárese con Proverbios 13:12). Sí, el fin vendrá justo a tiempo.
27. ¿Qué debe hacer usted para disfrutar de una buena posición ante Dios por toda la eternidad?
27 ¿Qué debe hacer usted mientras el fin se aproxima? Como Daniel, el profeta amado de Jehová, aguante fielmente. Estudie con diligencia la Palabra de Dios. Ore con fervor. Relaciónese con sus hermanos en la fe y téngales amor. Enseñe con celo la verdad. Puesto que el fin de este sistema de cosas perverso está cada día más cerca, no ceje en su empeño de ser un siervo leal del Altísimo y un firme defensor de su Palabra. Preste atención a las profecías de Daniel. Y que el Señor Soberano Jehová le conceda el gozoso privilegio de disfrutar de una buena posición ante él por toda la eternidad.
[Notas]
a Daniel fue llevado al destierro a Babilonia en 617 a.E.C., probablemente en su adolescencia, y tuvo esta visión en el tercer año de Ciro, es decir, en 536 a.E.C. (Daniel 10:1).
b Según la obra The Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon, el verbo hebreo traducido por “te pondrás de pie” hace referencia en este pasaje a una “reanimación después de la muerte”.
c El vocablo hebreo está relacionado con la palabra que se traduce por “guijarro”, pues se utilizaban piedras pequeñas para el sorteo de parcelas. La tierra se distribuía así en ocasiones (Números 26:55, 56). La obra A Handbook on the Book of Daniel (Manual del libro de Daniel) indica que, en este pasaje, el término significa “lo que (Dios) reserva para alguien”.
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Jehová promete a Daniel una magnífica recompensaPrestemos atención a las profecías de Daniel
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[Ilustración a toda plana de la página 307]
[Ilustración de la página 318]
Como Daniel, ¿presta usted atención a la palabra profética de Dios?
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