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Ilustraciones instructivasBenefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático
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Tras llamar a sus discípulos “la luz del mundo”, Jesús agregó unos comentarios sobre la utilidad de una lámpara y la responsabilidad que tal uso suponía en el caso de ellos (Mat. 5:15, 16). Así mismo, concluyó la ilustración de la oveja perdida mencionando el gozo que se produce en el cielo cuando un pecador se arrepiente (Luc. 15:7). Y después de contar a un hombre la parábola del buen samaritano, le hizo una pregunta pertinente seguida de un consejo directo (Luc. 10:36, 37). En contraste, las ilustraciones sobre los distintos tipos de terreno y sobre la mala hierba del campo solo se las explicó a quienes fueron lo suficientemente humildes como para preguntarle su significado, y no a las muchedumbres (Mat. 13:1-30, 36-43). Tres días antes de morir, Jesús relató una historia sobre unos viñadores homicidas, y no añadió explicación alguna, pues no era necesario hacerlo. “Los sacerdotes principales y los fariseos [...] se dieron cuenta de que hablaba de ellos.” (Mat. 21:33-45.) De modo que la actitud de los oyentes, la naturaleza de la ilustración y el objetivo al presentarla determinan si es preciso explicarla y, en caso afirmativo, hasta qué punto.
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Ilustraciones basadas en situaciones conocidasBenefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático
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¿Qué hizo Jesucristo? Tanto si enseñaba a las muchedumbres como a sus discípulos, no habló de culturas diferentes a la israelita, pues ello les habría resultado extraño a sus oyentes. Por ejemplo, no se refirió a la vida en la corte de Egipto o a las prácticas religiosas de la India. Más bien, basó sus ilustraciones en actividades comunes a todos los pueblos, tales como remendar ropa, hacer negocios, perder un objeto valioso y asistir a banquetes de boda. Sabía cómo reaccionaban las personas en distintas circunstancias y aplicó ese conocimiento (Mar. 2:21; Luc. 14:7-11; 15:8, 9; 19:15-23). Puesto que su predicación pública se dirigía en particular al pueblo de Israel, generalmente aludía a artículos y tareas que eran parte de la vida diaria de la gente. Se refirió, por tanto, a las labores del campo, a la respuesta de las ovejas al pastor y a los odres de cuero en que se guardaba el vino (Mar. 2:22; 4:2-9; Juan 10:1-5). También recurrió a episodios históricos conocidos, como el de la creación de la primera pareja humana, el Diluvio de los días de Noé, la destrucción de Sodoma y Gomorra, y la muerte de la esposa de Lot, entre otros (Mat. 10:15; 19:4-6; 24:37-39; Luc. 17:32). Al seleccionar las ilustraciones, ¿tiene usted presentes, de la misma manera, las actividades con las que sus oyentes están familiarizados, así como sus antecedentes culturales?
Ahora bien, ¿qué hacer si no se dirige a un público numeroso, sino a un grupo reducido, o incluso a una sola persona? Ponga todo su empeño en encontrar una ilustración que sea adecuada para tales oyentes. Jesús, al predicarle a una samaritana junto a un pozo cercano a Sicar, le habló de “agua viva”, de que ‘no le daría sed jamás’ y de la ‘fuente de agua que brotaría para impartir vida eterna’, utilizando así figuras retóricas estrechamente relacionadas con las tareas de aquella mujer (Juan 4:7-15). Cuando conversó con unos pescadores que habían estado lavando las redes, eligió una ilustración vinculada a ese oficio (Luc. 5:2-11). En ambas circunstancias, podría haber hecho referencia a las labores del campo, ya que vivían en una zona agrícola y ganadera; sin embargo, al aludir a las tareas que les eran propias, la imagen mental que evocó en sus oyentes adquirió mayor realismo y eficacia. ¿Se esfuerza usted por imitarlo?
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Ilustraciones basadas en situaciones conocidasBenefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático
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En lugar de intrincadas comparaciones, Jesús planteaba asuntos simples, cotidianos. Se valía de las cosas pequeñas para explicar las grandes, y de lo sencillo para esclarecer lo complicado. Conectaba las verdades espirituales que enseñaba con sucesos del diario vivir, haciéndolas así más fáciles de captar y recordar. Sin duda, nos dejó un magnífico ejemplo.
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