-
“Conocer el amor del Cristo”Acerquémonos a Jehová
-
-
“Se conmovió profundamente”
8. ¿Qué significa la palabra griega que usa la Biblia al hablar de la compasión de Jesús?
8 Jesús era compasivo, como su Padre. En la Biblia siempre lo vemos como alguien que ayudaba a la gente porque le dolía de verdad verla sufrir. Al hablar de la compasión de Jesús, la Biblia usa una palabra griega que se traduce como “conmoverse profundamente”. Según un biblista, esta palabra describe “una emoción que conmueve lo más recóndito del ser del hombre. Esta es la palabra griega para expresar con mayor fuerza la idea de compasión”. Veamos algunos casos en los que Jesús ayudó a otras personas por la intensa compasión que sentía.
9, 10. a) ¿Por qué se fueron Jesús y sus apóstoles a buscar un lugar tranquilo? b) ¿Cómo reaccionó Jesús cuando la gente no lo dejó estar a solas con sus discípulos, y por qué?
9 Por compasión, atendió las necesidades espirituales de la gente. El relato de Marcos 6:30-34 muestra por qué sentía esa compasión. Imagínese la escena. Los apóstoles estaban emocionados porque habían estado predicando en muchos lugares. Fueron adonde estaba Jesús y le contaron muy entusiasmados todo lo que habían visto y oído. Pero luego llegó tanta gente a verlos que ni siquiera tuvieron tiempo para comer. Jesús se dio cuenta de que los apóstoles estaban agotados, así que les dijo: “Vengan conmigo; vamos solos a un lugar retirado para que descansen un poco”. Se subieron a una barca y navegaron por el extremo norte del mar de Galilea en busca de un lugar tranquilo. Sin embargo, la gente los vio salir, y muchos otros también se enteraron. Así que todos fueron corriendo por la orilla y llegaron al otro lado antes que la barca.
10 ¿Le molestó a Jesús que la gente no lo dejara estar a solas con sus discípulos? No, para nada. Marcos escribió: “Al bajarse de la barca, él vio una gran multitud y se conmovió profundamente, porque eran como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles muchas cosas”. Jesús se dio cuenta de que todas esas personas, que eran miles, necesitaban ayuda espiritual. Eran como ovejitas perdidas, sin un pastor que las protegiera. Se esperaba que los líderes religiosos fueran pastores cariñosos, pero Jesús sabía que tenían abandonadas a las personas (Juan 7:47-49). Por eso, se conmovió tanto que se puso a enseñarles acerca “del Reino de Dios” (Lucas 9:11). ¿Se fijó? Él se conmovió profundamente antes de ver la reacción de la gente a sus enseñanzas. Así que ver el efecto de lo que enseñó no fue lo que hizo que sintiera compasión; más bien, la compasión fue la causa de que se pusiera a enseñar.
11, 12. a) ¿Cómo trataban a los leprosos en tiempos bíblicos, pero qué hizo Jesús cuando se le acercó un hombre “cubierto de lepra”? b) ¿Cómo debió sentirse el leproso cuando Jesús lo tocó, y cómo nos ayuda a entender esto lo que le pasó a un médico?
11 Por compasión, ayudó a los que sufrían. Muchas personas que estaban enfermas se daban cuenta de que Jesús les tenía compasión, y por eso querían acercarse a él. Veamos un ejemplo conmovedor. Un día, mientras una multitud seguía a Jesús, se le acercó un hombre “cubierto de lepra” (Lucas 5:12). Según la Ley, se tenía que poner en cuarentena a los leprosos para que no contagiaran a los demás (Números 5:1-4). Pero los líderes religiosos crearon sus propias reglas sobre cómo tratar a los leprosos. Eran reglas crueles y despiadadas.a En cambio, Jesús trató a aquel hombre de manera muy distinta. La Biblia cuenta: “Un leproso se le acercó suplicándole hasta de rodillas: ‘Yo sé que si tú quieres me puedes limpiar’. Jesús se conmovió tanto que extendió la mano, lo tocó y le dijo: ‘Yo quiero. Queda limpio’. Enseguida la lepra desapareció” (Marcos 1:40-42). Jesús sabía que la Ley prohibía que los leprosos se mezclaran entre la gente. Pero, en vez de echarlo de allí, se conmovió tanto que hizo algo asombroso: lo tocó.
12 ¡Imagínese lo que sintió aquel leproso cuando Jesús lo tocó! Fíjese en lo que le pasó al doctor Paul Brand, un especialista en esta enfermedad. Él atendió a un joven leproso en la India. Cuando lo examinó, le puso la mano en el hombro y le explicó mediante una intérprete el tratamiento que seguiría. De repente, el joven se echó a llorar. Así que el médico preguntó: “¿Dije algo malo?”. La intérprete le hizo la pregunta al joven y luego le dijo al médico: “No, doctor. Dice que llora porque le ha puesto la mano en el hombro. Llevaba años sin que nadie lo tocara”. Algo parecido debió sentir el leproso al que Jesús tocó. Pero, en este caso, el impacto fue mayor, porque lo curó de aquella horrible enfermedad que lo tenía marginado.
13, 14. a) ¿Con qué se encontró Jesús al acercarse a la ciudad de Naín, y qué era lo más triste de todo? b) Al ver la situación de una viuda, ¿qué hizo Jesús por compasión?
13 Por compasión, ayudó a quienes estaban de duelo. Jesús se conmovía profundamente al ver sufrir a los demás. Veamos, por ejemplo, lo que cuenta Lucas 7:11-15. Jesús llevaba más de un año y medio predicando. Iba de camino a Naín y, estando ya muy cerca de la puerta de aquella ciudad galilea, se encontró con un cortejo fúnebre. Lo más triste es que quien había muerto era un joven y era el único hijo de una viuda. Tal vez ella ya hubiera pasado por algo parecido cuando murió su esposo. Pero ahora se trataba de su hijo, quizá su único apoyo. Es posible que, entre toda la gente que la acompañaba, hubiera plañideras llorando y músicos tocando canciones de duelo (Jeremías 9:17, 18; Mateo 9:23). En medio de todo eso, podemos imaginarnos a la madre desgarrada por el dolor caminando al lado de la camilla donde llevaban a su hijo. Y fue precisamente en aquella mujer en quien Jesús centró su atención.
14 Jesús “se conmovió profundamente” al ver a aquella mujer desconsolada, y le dijo con cariño: “No llores más”. Entonces, se acercó a la camilla y la tocó. En ese momento, todo se paralizó por completo. Luego, con mucha autoridad, le dijo al muchacho que estaba muerto: “Joven, a ti te digo: ¡levántate!”. ¿Y qué pasó? Como si lo hubieran despertado de un sueño profundo, el joven “se sentó y empezó a hablar”. Al final, el relato dice: “Y Jesús se lo entregó a su madre”. ¡Qué gesto tan tierno!
15. a) ¿Cómo muestran los relatos en los que Jesús se conmovió que la compasión y las acciones van de la mano? b) ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Jesús?
15 ¿Qué nos enseñan todos los relatos anteriores? En cada caso, vemos que la compasión y las acciones van de la mano. Siempre que Jesús veía el dolor de los demás, se compadecía de ellos. Y, siempre que se compadecía de los demás, los ayudaba. ¿Cómo podemos imitarlo? Pues bien, los cristianos tenemos el deber de predicar y hacer discípulos. Principalmente lo hacemos por amor a Dios, pero no olvidemos que también lo hacemos porque sentimos compasión por la gente. Si sentimos por las personas lo mismo que sentía Jesús, haremos todo lo posible por anunciar las buenas noticias porque nos nacerá del corazón (Mateo 22:37-39). ¿Cómo les mostramos compasión a nuestros hermanos que sufren o están de duelo? Claro, no podemos hacer curaciones milagrosas ni resucitar a nadie. Pero sí podemos tomar la iniciativa en expresarles nuestro interés o en ayudarles en lo que necesiten (Efesios 4:32).
-