-
Salmos, Libro de losPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
Las experiencias y actividades del Mesías estaban predichas. Un examen de las Escrituras Griegas Cristianas revela que en los Salmos se predijeron muchos detalles sobre las actividades y experiencias del Mesías, como demostrarán los siguientes ejemplos.
Cuando Jesús se presentó para bautizarse, indicó que había venido a hacer la “voluntad” de su Padre en conexión con el sacrificio de su propio cuerpo, que Dios había ‘preparado’, y con la abolición de los sacrificios ofrecidos de acuerdo con la Ley, como se registra en el Salmo 40:6-8. (Heb 10:5-10.) Jehová aceptó la presentación que hizo Jesús de sí mismo al derramar su espíritu sobre él y reconocerlo como su Hijo, tal como se había predicho en el Salmo 2:7. (Mr 1:9-11; Heb; 1:5; 5:5.) Además, como se había indicado en el Salmo 8:4-6, el hombre Jesús fue hecho “un poco inferior a los ángeles”. (Heb 2:6-8.)
Durante el transcurso de su ministerio, él reunió y preparó a sus discípulos. No se avergonzó de llamarles sus “hermanos”, como se había escrito en el Salmo 22:22. (Heb 2:11, 12; compárese con Mt 12:46-50; Jn 20:17.) En armonía con lo predicho en los Salmos, Jesús habló en ilustraciones (Sl 78:2; Mt 13:35), manifestó celo por la casa de Jehová al limpiarla del mercantilismo y no se agradó a sí mismo. (Sl 69:9; Jn 2:13-17; Ro 15:3.) No obstante, le odiaron sin causa. (Sl 35:19; 69:4; Jn 15:25.) El ministerio de Cristo Jesús a favor de los judíos circuncisos sirvió para verificar las promesas que habían recibido sus antepasados, y más tarde indujo a personas de las naciones a que glorificasen y alabasen a Jehová, hecho que también se había predicho. (Sl 18:49; 117:1; Ro 15:9, 11.)
Cuando Jesús entró en Jerusalén montado sobre el pollino de un asna, las muchedumbres le aclamaron con las palabras del Salmo 118:26. (Mt 21:9.) Los principales sacerdotes y escribas pusieron objeciones a que los muchachos que estaban en el templo reconocieran a Jesús como el “Hijo de David”, pero Jesús acalló a los opositores religiosos citando el Salmo 8:2. (Mt 21:15, 16.)
El libro de los Salmos predijo que un asociado íntimo traicionaría a Jesús (Sl 41:9; Jn 13:18) y que se buscaría a alguien para reemplazarlo. (Sl 69:25; 109:8; Hch 1:20.) Incluso se había predicho que habría gobernantes (Herodes y Poncio Pilato) que tomarían su posición contra Jesús con hombres de las naciones (como los soldados romanos) y con pueblos de Israel (Sl 2:1, 2; Hch 4:24-28), y también que los edificadores religiosos judíos lo rechazarían. (Sl 118:22, 23; Mt 21:42; Mr 12:10, 11; Hch 4:11.) Además, tal como se predijo en el Salmo 27:12, falsos testigos testificaron contra él. (Mt 26:59-61.)
Al llegar al lugar donde se fijó en el madero a Jesús, se le ofreció vino mezclado con hiel. (Sl 69:21; Mt 27:34.) Aludiendo de manera profética a la ejecución en sí, el salmista escribió: “Perros me han cercado; la asamblea de malhechores mismos me ha circundado. Como un león acometen mis manos y mis pies”. (Sl 22:16.) Los soldados romanos echaron suertes para repartirse las prendas de vestir de Jesús. (Sl 22:18; Mt 27:35; Lu 23:34; Jn 19:24.) Sus enemigos religiosos se burlaron de él con las palabras registradas por el salmista. (Sl 22:8; Mt 27:41-43.) Sufriendo debido a su intensa sed, Jesús pidió algo de beber (Sl 22:15; Jn 19:28), y nuevamente le ofrecieron vino agrio. (Sl 69:21; Mt 27:48; Jn 19:29, 30.) Justo antes de su muerte, citó del Salmo 22:1 al exclamar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. (Mt 27:46; Mr 15:34.) Cuando exhaló su último suspiro, se remitió al Salmo 31:5 al decir: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. (Lu 23:46.) Como también había predicho el salmista, no se quebró ninguno de sus huesos. (Sl 34:20; Jn 19:33, 36.)
Aunque colocaron a Jesús en una tumba, no fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción, sino que fue levantado de entre los muertos. (Sl 16:8-10; Hch 2:25-31; 13:35-37.) Cuando ascendió al cielo, se sentó a la diestra de Dios, a la espera de que sus enemigos fuesen colocados como banquillo para sus pies. (Sl 110:1; Hch 2:34, 35.) También llegó a ser un sacerdote a la manera de Melquisedec (Sl 110:4; Heb 5:6, 10; 6:20; 7:17, 21), y dio dádivas en la forma de hombres. (Sl 68:18; Ef 4:8-11.) Todos estos detalles se profetizaron en el libro de los Salmos. La venida de Jesús como ejecutor designado por Dios para destruir y hacer añicos a las naciones aún está en el futuro. (Sl 2:9; Rev 2:27; 19:14, 15.) Después, Cristo, en calidad de Rey, traerá bendiciones duraderas a sus súbditos leales. La descripción que se hace del reinado de Salomón en el Salmo 72 aplica en un grado aún mayor al Mesías. Como testimonio de este hecho, está la profecía de Zacarías (9:9, 10) que repite las palabras del Salmo 72:8 y se aplica a Cristo Jesús. (Mt 21:5.)
Para ver otros cumplimientos del libro de los Salmos, compárese el Salmo 45 con Hebreos 1:8, 9; Revelación 19:7-9, 11-15; 21:2, 9-11.
-
-
Salmos, Libro de losPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
Profecías cumplidas en el Mesías
Procedía de la línea real de David (89:3, 4, 29, 36, 37; 132:11)
El celo por la casa de Jehová le consumió (69:9)
Hablaba con ilustraciones (78:2)
Le traicionó un asociado íntimo (41:9; 55:12-14)
Se indicó cómo se le ejecutaría (22:16, nota)
Le vituperaron e injuriaron (22:6-8; 69:9)
Echaron suertes sobre su prenda de vestir (22:18)
Le dieron a beber vinagre (69:21)
No se le quebró ningún hueso (34:20)
Fue levantado del Seol (16:10)
La piedra rechazada por los edificadores pasó a ser cabeza del ángulo (118:22)
Ascendió a lo alto, dio dones en la forma de hombres (68:18)
Fue glorificado y se le dio dominio sobre todas las cosas (8:5-8)
Se le dio poder real (2:6; 110)
Destruirá a las naciones que se le opongan (2:8, 9; 45:3-5)
Celebra una boda real; nombrará príncipes en la tierra (45:2, 6-17)
Su gobernación sobre la tierra será justa y compasiva (72)
-