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El auge y la caída del satanismo¡Despertad! 1994 | 22 de septiembre
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El auge y la caída del satanismo
Ritos satánicos practicados en oscuros sótanos por sacerdotes en túnicas negras, rezos salmodiados ante víctimas atadas sobre un altar y velas cuya llama vacilante refleja sombras misteriosas en las paredes forman parte del culto que rinden a su dios: Satanás. Los jóvenes que realizan este viaje hacia lo oculto comparten el conocimiento secreto de algún misterio con un tinte de carácter sobrenatural y disfrutan del estremecimiento y la emoción que impregnan el ambiente. Se acercan al altar con una extraña sensación de exclusividad que solo ellos poseen. ¿Se trata de una novedad pasajera e inofensiva, o de algo maligno y demoníaco que invade a la sociedad actual?
MUCHO se ha escrito en periódicos, revistas y libros sobre los espeluznantes actos cometidos por sectas satánicas. La televisión y la radio estatales han hecho públicos algunos detalles de las prácticas extendidas de los violentos grupos satánicos. Estas se han convertido en un serio problema para la policía de las ciudades grandes y pequeñas de Estados Unidos, Canadá y Europa.
El satanismo atrae en especial a los jóvenes. El fundador de la Iglesia de Satanás explica la razón en un reportaje de la revista ’Teen de junio de 1993: “En lugar de mandar a los adeptos que repriman sus impulsos naturales, les enseñamos que se dejen llevar por ellos. Dichos impulsos abarcan el apetito sexual, el deseo de venganza y el afán de posesiones materiales”.
¡Cuánto debe complacer a Satanás esta ideología de inspiración diabólica que va en contra de los principios cristianos inspirados por Dios!
El satanismo está en alza. Constituye una amenaza creciente, pero su fin está próximo. Su dios está sentenciado a muerte, lo mismo que el mundo y sus apoyadores, pues “el mundo entero yace en el poder del inicuo”. (1 Juan 5:19; Romanos 6:16.)
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¿Son los jóvenes presa fácil del satanismo?¡Despertad! 1994 | 22 de septiembre
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¿Son los jóvenes presa fácil del satanismo?
“LA ADORACIÓN a Satanás se está generalizando entre la juventud”, decía un periódico finlandés del 27 de febrero de 1993. Según la información obtenida por la policía de Tampere (Finlandia), los delincuentes relacionados con el narcotráfico están introduciendo a jóvenes, especialmente muchachas, en el satanismo. En muchos casos, las víctimas y nuevos adherentes son niños de entre 10 y 15 años de edad. “La adoración a Satanás ha encontrado un terreno abonado entre los jovencitos”, decía el periódico.
“La aparición del satanismo no es solo una tendencia nacional —advertía—. Por ejemplo, la revista sudafricana Star, de Johannesburgo, publicó recientemente que la adoración a Satanás está atrayendo a la juventud blanca y de clase acomodada.” Lo cierto es que la adoración satánica constituye una pesadilla internacional tanto para los padres como para los jóvenes.
En esencia, el satanismo promete la falacia de que se puede conseguir mucho a cambio de muy poco. “Adore al diablo; participe en sus sucias actividades, y él le dará a cambio lo que usted desee. Esa es la razón por la que algunos niños encuentran tan atrayente el satanismo”, explicó la revista ’Teen.
“Yo creo que hay que vivir la vida a plenitud —dijo un joven que admite pertenecer a un grupo satánico—. Veo en la naturaleza dos fuerzas: la del bien y la del mal. Todo lo que la gente dice que es malo es lo que te hace feliz. Los pecados producen gratificación emocional, física y mental.”
Cuando se preguntó a un detective de Denver (Colorado, E.U.A.) especializado en cultos satánicos cuál era, en su opinión, el motivo por el que los adolescentes parecían tan vulnerables al satanismo, replicó: “Nunca olvidaré lo que me dijo cierto satanista adolescente: ‘¿Qué razón hay para vivir? Vivamos para el presente y hagamos lo que nos plazca. No hay futuro’”.
El Dr. Khalil Ahmad, director de la sección de servicios a los adolescentes del Hospital Nueva Escocia, de Dartmouth (Canadá), explicó su opinión respecto al señuelo del satanismo. “Los adolescentes buscan emociones. Los que tienen poca voluntad, a menudo los perdedores, se sienten atraídos por el [satanismo]. Les da una falsa sensación de poder.”
Otra destacada autoridad policial en el campo del satanismo, una detective de San Francisco, identifica muy bien el problema: “Nuestro mundo es un lugar apático. Nos preocupamos más por nosotros mismos que por los demás. Vivimos en una sociedad negativa y violenta. Los niños ven normal esa forma de vivir y por eso les atrae el satanismo”.
¿Hasta qué punto están envueltos los jóvenes en el satanismo? “Algunos se suicidan y matan a sus amigos. Tenemos un problema”, advirtió Larry Jones, presidente de la organización Cult Crime Impact Network (dedicada a investigar crímenes relacionados con el ocultismo) y teniente de policía de Boise (Idaho, E.U.A.). Un oficial de policía del estado de Illinois que investiga el satanismo en su calidad de consejero policial de un centro de segunda enseñanza, dijo que el 90% de los jóvenes que juegan con el satanismo lo hacen porque está de moda, mientras que un 10% “queda atrapado y se hunde cada vez más en él”.
El periódico escolar School News Nationwide, de Brooklyn (Nueva York), publicó un artículo titulado: “Por qué atrae el satanismo a los adolescentes” en la sección de “Religión” del número correspondiente al primer trimestre de 1994. En él decía: “Tras pelearse con otro muchacho en la cafetería del instituto, el ganador se levantó de un salto e hizo un extraño gesto con la mano: cerró el puño con el índice y el meñique extendidos hacia arriba. El profesor de Arte no podía explicarse por qué tantos jovencitos dibujaban hombres de aspecto demoníaco y con cabeza de cabra. Y los libros de ocultismo seguían desapareciendo de la biblioteca de la escuela.
”Los jóvenes estaban, en realidad, flirteando con el poder, la magia y el misterio del satanismo. Para la mayoría era algo divertido y emocionante. Para otros se trataba de algo serio; terriblemente serio en el caso de Lloyd Gamble, de 17 años, que perdió la vida en un sacrificio satánico.
”Tras la muerte de Lloyd y la detención de su hermano de 15 años acusado del asesinato, los adultos del condado de Monroe (Nueva York) llegaron a entender los detalles que hasta entonces habían sido tan misteriosos: la ‘señal del diablo’ que veían hacer con la mano, los dibujos con cabeza de cabra y los libros que alimentaban la imaginación de los adolescentes con ritos y conjuros.”
Los casos de niños y adolescentes que, influidos por el satanismo, asesinan a sus padres o a otros familiares parecen no tener fin. Hay niños que han matado a otros niños en actos satánicos. Algunos han mutilado y matado a animales tal como hacen los satanistas adultos. Hay quienes han sacrificado animales de compañía de la propia familia en un altar de ritos satánicos. No hay suficiente espacio para relatar ni siquiera una parte de las carnicerías perpetradas por adolescentes partidarios del satanismo.
¿Se trata solo de casos de niños que simplemente juegan con el satanismo? ¿Son solo unos pocos, una excepción, los que están sumidos en la adoración al Diablo? En absoluto, contestan los que han investigado a estos practicantes del ocultismo. David Toma, ex detective de una brigada contra el vicio que se convirtió en orador público con el propósito de motivar a los jóvenes, dijo que en toda escuela en la que habla, formula la misma pregunta: “¿Cuántos de ustedes conocen a alguien o han oído de alguien que esté involucrado en prácticas satánicas?”. Él calcula que “por lo menos una tercera parte de los estudiantes levanta la mano”.
Según Shane Westhoelter, presidente de National Information Network (Red de Información Nacional), entre el 30 y el 40% de los estudiantes de enseñanza secundaria están relacionados con alguna forma de ocultismo. Además, el Sr. Westhoelter afirma que hasta un 70% de todos los crímenes cometidos por jóvenes menores de 17 años han sido motivados por su participación en el ocultismo.
[Comentario en la página 5]
La adoración a Satanás ha encontrado un terreno abonado entre los jóvenes
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Las drogas y el “heavy metal” al servicio del satanismo¡Despertad! 1994 | 22 de septiembre
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Las drogas y el “heavy metal” al servicio del satanismo
CARL A. RASCHKE, director del Instituto de Humanidades de la Universidad de Denver, escribió: “No es casualidad que al acercarnos a la tercera década de la Era de Satanás, las drogas, [la música] heavy metal, la brutalidad y la violencia gratuita se hayan convertido en espantosos estandartes que ondean sobre la desolación humana”. También comentó: “Podría decirse que el heavy metal rock es para el supuesto satanismo lo que la música religiosa popular para el cristianismo. Muy pocas personas se convierten al cristianismo solo por escuchar música religiosa popular en la radio. Pero el heavy metal tiene muchísima influencia. Legitima las cosas repulsivas que ya apasionan a los jóvenes”.
Esta es una fuerte acusación contra lo que muchos jóvenes de hoy consideran distracciones normales de las ansiedades de la vida: la música heavy metal y las drogas. ¿Están justificadas dichas acusaciones? ¿Es posible que las drogas y el heavy metal sean síntomas del satanismo? Examine los comentarios de los que se han encontrado cara a cara con la violencia de satanistas y de los que han investigado el asunto.
“El mensaje sedicioso del heavy metal es, y probablemente no sorprenda, ‘religioso’, en el sentido de que proclama un poder superior que supervisa el universo. Pero dicho poder no es Dios —escribió Raschke en su libro Painted Black (Pintado de negro)—. Está [...] concebido por el propio Archienemigo.” También dijo: “El poder y la violencia de lo satánico es algo hacia lo que fácilmente pueden sentirse atraídos los jóvenes sin esperanza y con una conciencia atrofiada. [...] Por causa de sus malas experiencias en la vida, los jóvenes con problemas y que han sido víctimas de abusos creen que el Poder Supremo tiene que ser malo. El heavy metal sostiene esta ‘teología’ y la institucionaliza en la música”.
Según el Dr. Paul King, de la Universidad de Tennessee, que testificó sobre la música heavy metal ante el Senado de Estados Unidos, las preferencias musicales de un gran número de jóvenes desequilibrados abarcan “temas poco convencionales de violencia, odio, rebelión, comportamiento sexual primitivo, abuso de mujeres y glorificación de Satanás. Cuando las drogas entran en el modo de vida del adolescente, estas preferencias son todavía más probables”. El heavy metal glorifica y ensalza el poder del mal, dijo King. También indicó que en el heavy metal, “los actos de maldad se glorifican cada vez más en los conciertos”.
Vea los frutos del mensaje subliminal del heavy metal en los siguientes casos.
El año pasado, en el estado de Nueva Jersey, dos muchachos de 15 años mataron brutalmente a una perra labrador llamada Princess que una familia tenía como animal de compañía. “Era un sacrificio para Satanás”, dijeron. Colgaron a la perra de la cadena, la mataron a patadas, le arrancaron la lengua y luego la utilizaron en un rito satánico. Atravesaron el cuerpo mutilado del animal con un enorme gancho metálico y lo colgaron en el jardín de un vecino. En la cabeza de la perra se encontraron marcas satánicas, y en el suelo, bajo su cuerpo, había grabado un pentáculo (símbolo satánico que consiste en una estrella de cinco puntas dentro de un círculo). La noche de la carnicería estuvieron escuchando a un conjunto de death-metal llamado Deicide (Deicidio [término que alude a la acción de matar a Dios]), cuyo primer cantante se jacta de torturar y matar animales.
En California, una pareja de amantes adolescentes que, según ciertos amigos, estaban obsesionados con la adoración a Satanás, asesinaron salvajemente a la madre de la muchacha acuchillándola y golpeándola con una llave inglesa. En la misma zona, otro joven hizo una oración a Satanás y luego mató a su padre de un disparo. Los policías que investigaron el asesinato estaban convencidos de que la culpa era de la música heavy metal. “Fundamentalmente, la música enseña que no tienes que escuchar a tus padres y que deberías vivir la vida como tú quieras”, dijo una autoridad policial.
En Inglaterra, las víctimas de violaciones consecutivas perpetradas por los miembros de una misma banda, dijeron a la policía que uno de los violadores llevaba tatuajes de la insignia de un conjunto de heavy metal cuyas canciones contienen mensajes de violación y violencia.
En Arkansas (Estados Unidos), el hijo adolescente de una familia campesina trató de matar a sus padres golpeándolos con un palo y cortándolos con un cuchillo de carnicero. La policía encontró en su grabadora una cinta programada para tocar una canción de un conjunto de heavy metal titulada “Altar of Sacrifice (Altar de sacrificio)”, cuya letra vocifera: “El sumo sacerdote espera, puñal en mano, derramar la sangre pura y virginal. Sacrificio satánico, muerte ceremonial, obedece todas sus órdenes. Entra en el reino de Satanás [interludio musical]. Aprende las sagradas palabras de alabanza: ‘Viva Satanás’”.
En cuanto a las letras de otros temas cantados a gritos por los componentes de conjuntos de heavy metal —a menudo seguidos mediante sincronización labial por sus enloquecidos admiradores en los conciertos o escuchadas durante horas y horas en cintas de casete—, ¿qué influencia tienen tales mensajes en jóvenes impresionables? Fíjese, por ejemplo, en estas letras: “Satanás, nuestro maestro en mutilación criminal, nos guía en cada primer paso”, y: “Derrama tu sangre, déjala correr hacia mí. Toma mi mano y deja salir tu vida [interludio musical]. Has derramado la sangre. Yo tengo tu alma”.
“Si ya hemos sentado la premisa de que la pornografía puede inducir a un vicioso a cometer abusos deshonestos de menores —escribió Raschke—, ¿por qué no considerar la idea de que letras que instan a gritos que se mate, mutile, lisie, torture o extirpe pueden realmente incitar a alguien con la mente trastornada a que lleve a cabo esos mismos actos?”
La opinión general de los investigadores es que la drogadicción y el satanismo van de la mano. David Toma, ex detective de una brigada contra el vicio, dice que “nunca ha encontrado a un satanista que no tome drogas”. La drogadicción —comentaba la revista ’Teen— complica las cosas para los adolescentes “que se convierten en adoradores del diablo, haciéndoles cada vez más difícil distinguir lo que de verdad es real de lo que solo parece serlo cuando se mira a través del velo de las drogas y el alcohol”.
“El heavy metal es para la drogadicción lo que las loterías para los jugadores compulsivos —dijo Carl Raschke—. El adolescente drogodependiente adopta un estilo de vida fanfarrón, de brutalidad, de robo y de excesos sexuales, que se ve reforzado por los aullidos y bramidos de los grupos de metal.”
Todo parece indicar que cuando un joven pierde la razón y deja que se le llene la cabeza de perversión y violencia, se convierte en presa fácil del influjo de Satanás.
[Comentario en la página 8]
Cuando uno pierde la razón y deja que se le llene la cabeza de perversión y violencia, se convierte en presa fácil del influjo de Satanás
[Ilustración en la página 7]
¿De qué llena usted su cabeza?
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Los días del satanismo están contados¡Despertad! 1994 | 22 de septiembre
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Los días del satanismo están contados
JEHOVÁ Dios creó a Adán y Eva, los colocó en un jardín paradisíaco y les dijo que se multiplicaran y llenaran la Tierra con una descendencia justa. Tenían que cuidar del jardín, cultivarlo y mantenerlo, y vivirían para siempre. A cambio, solo les impuso una condición muy sencilla: ‘No debían comer de cierto árbol que había en medio del jardín. Si comían de él, morirían’. (Génesis 1:27, 28; 2:8, 9, 15-17; Isaías 45:18.)
Un ángel poderoso se rebeló contra Dios y se convirtió en Satanás —término que significa “Resistidor”— porque quería dominar. Deseaba que la raza humana le adorase a él. Indujo a Eva a tomar del fruto prohibido afirmando que era bueno para comer y que no moriría, sino que llegaría a ser como Dios, capaz de decidir por sí misma lo bueno y lo malo. La primera decisión que Eva tomó fue mala; decidió que comer del fruto prohibido sería bueno. Ella comió, le dio del fruto a Adán, y finalmente ambos murieron. De modo que Adán legó a sus descendientes el pecado y la muerte, y desde entonces todos han ido muriendo. (Génesis 3:1-6; Romanos 5:12.) Adán y Eva optaron por seguir a Satanás y fueron los primeros adeptos de la adoración satánica. Hasta el día de hoy, millones de personas han decidido que la religión de nuestros primeros padres era y sigue siendo buena para ellas. “Si siguen presentándose a alguien como esclavos para obedecerle son esclavos de él porque le obedecen.” (Romanos 6:16; Juan 17:15, 16; 1 Juan 5:19.)
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