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¿Se nutre usted bien?¡Despertad! 1995 | 8 de marzo
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¿Se nutre usted bien?
POR EL CORRESPONSAL DE ¡DESPERTAD! EN BRASIL
¿En qué se basa usted para escoger sus alimentos? Cuando hace la compra, ¿qué factores influyen en su selección?: ¿lo atractivo del envase, el precio, la facilidad de preparación, la publicidad convincente, o sencillamente el aspecto y el sabor de los alimentos? Las decisiones que tome al respecto determinarán si su nutrición es la adecuada o no y si mejorará su salud o, por el contrario, la perjudicará.
UNA de las principales causas de desnutrición es la pobreza. Aunque para muchos no es una preocupación obtener el alimento, millones de personas rara vez disfrutan de una comida nutritiva. “En casa comemos lo que podemos conseguir”, dijo un albañil brasileño, padre de seis hijos. Su dieta consiste normalmente en pan duro con café aguado y arroz con frijoles. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el 20% de la población mundial padece hambre. En algunos países africanos el problema es general, pero también en Asia existe una gran cantidad de personas hambrientas. Incluso en Estados Unidos hay 30.000.000 de personas —el 12% de la población— que no tienen suficiente comida.
La alimentación deficiente no solo perjudica la salud, sino que también puede ocasionar la muerte. “La desnutrición provocada por hábitos de alimentación infantil inadecuados se cobra un número de víctimas más de diez veces superior al de los muertos por inanición —señala el investigador William Chandler—. Junto con la deshidratación diarreica, la desnutrición constituye la principal causa de muerte en todo el mundo.” El UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) informa: “Ninguna epidemia, inundación, terremoto ni guerra ha matado nunca a 250.000 niños en una sola semana”. Sin embargo, esa es la cifra mundial de niños que fallecen por desnutrición y enfermedades resultantes, según dicho organismo. La deficiencia alimentaria produce daños incalculables, como disminución de la capacidad de aprendizaje, debilitamiento de la población activa y merma de la producción y calidad del trabajo.
La ingestión suficiente de los alimentos adecuados solucionaría la desnutrición y sus secuelas, entre ellas la anemia. Las ayudas gubernamentales, como los almuerzos escolares y los comedores de beneficencia, pueden paliar las carencias nutritivas en algunas zonas; pero, según datos del UNICEF, se necesitan 25.000 millones de dólares anuales para reducir el número de muertes infantiles causadas por la diarrea, la neumonía y el sarampión.
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Mejore su salud con una dieta saludable¡Despertad! 1995 | 8 de marzo
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Mejore su salud con una dieta saludable
¡QUÉ gusto da ver a un niño bien alimentado! Sin embargo, un niño sano no es producto de la casualidad. “En nuestra familia se concedía mucha importancia a la comida sencilla pero nutritiva, lo cual se reflejaba tanto en el presupuesto como en el tiempo que se invertía en su preparación y en su disfrute todos juntos —recuerda Kate, una canadiense que reside en Brasil—. Como mi madre no trabajaba fuera de casa, cuando llegábamos de la escuela, siempre nos recibía el delicioso olor de la comida que estaba preparando, y a veces también de un pastel o un bizcocho recién horneado.”
Pero no todo el mundo ingiere alimentos sanos. “En los países pobres, unos setecientos ochenta [millones] de personas, es decir, un habitante de cada cinco, no recibe bastante alimento —según la revista The Economist—. En cuanto a los que comen lo suficiente como para llenar el estómago, no menos de dos mil millones carecen de las vitaminas y los minerales que su cuerpo necesita.” La persona desnutrida, aparte de estar debilitada, sufre una merma en su capacidad para contribuir al bien público. El economista Eduardo Giannetti da Fonseca, de la Universidad de São Paulo (Brasil), dice: “Lo peor de todo es este [desaprovechamiento de los recursos humanos]. [...] Creo que en estos niños hay talentos y habilidades que la pobreza mantiene ocultos. En otras circunstancias, de entre ellos podría surgir un Albert Einstein”. La revista Veja afirma: “El país está desperdiciando músculos, que se atrofian con la mala alimentación, y está perdiendo una reserva potencial de inteligencia, creatividad y energía”. Por consiguiente, aunque el costo de vida sea alto, los padres responsables proporcionan una base firme a sus hijos invirtiendo en comida nutritiva.
Una buena inversión
“Invertir” significa “dedicar dinero a una cierta actividad con el fin de obtener un beneficio”. ¿Cómo puede usted invertir en nutrición? De ser necesario, ¿renunciaría a lujos y a artículos que confieren prestigio, y gastaría sus limitados recursos en comida sana?
“Los sentidos no se activan súbitamente al momento de nacer después de un período en estado latente; las pruebas indican que los sistemas sensoriales ya funcionan desde mucho antes”, asegura The New Encyclopædia Britannica. Así que la mejor manera de empezar a nutrir a un niño es haciendo que la madre se alimente bien. El siguiente paso, después del nacimiento, es amamantarlo, pues la leche materna cubre todas sus necesidades nutritivas e incluso lo inmuniza contra las enfermedades comunes. Para la Vida, una publicación de la ONU, dice: “La leche materna sola es el mejor alimento y la mejor bebida posible durante los primeros meses de vida. A partir de los seis meses aproximadamente, los niños necesitan otros alimentos complementarios además de la leche materna”.
La extraordinaria capacidad de recuperación del cuerpo humano no debe hacer que nos despreocupemos de él. Es fundamental fortalecerlo con una alimentación saludable en los primeros años de vida. The World Book Encyclopedia explica: “A los 6 años de edad, el cerebro alcanza su peso máximo de 1,4 kilogramos. La mayor parte de las células cerebrales ya están presentes al nacer, de modo que el aumento de peso obedece al crecimiento de las células. Durante este sexenio, la persona adquiere conocimientos y adopta nuevos patrones de conducta a un ritmo no igualado durante el resto de su vida”. Por lo tanto, aun cuando la dieta del niño sea buena después de los 6 años, se desarrollarán relativamente pocas células cerebrales más. Kate observa: “Uno de los mejores regalos que los padres pueden dar a sus hijos es una alimentación sana y nutritiva. Aunque no les sea posible satisfacer muchas de las llamadas necesidades de la vida, que con frecuencia no son más que lujos, si invierten en la salud mental y física de sus hijos, estos tendrán un comienzo en la vida de valor incalculable”.
Por qué tener una dieta variada
El niño necesita alimentos ricos en proteínas para su crecimiento físico y mental. La desnutrición retarda el progreso intelectual en la escuela y puede producir apatía y fatiga, lo que dificulta al niño prestar atención a las lecciones y recordarlas. La carencia de uno de los nutrientes básicos —proteínas, vitaminas, grasas esenciales y otros elementos— ocasiona al menos veinticinco enfermedades distintas.
Veamos el caso de Joaquim. “Nuestra familia era pobre —dice—, pero poseíamos un terreno, así que cultivábamos casi todos nuestros alimentos. Sobre la mesa siempre había maíz y pan integral de centeno, lo que contribuía a que estuviéramos bien alimentados. Mi madre preparaba casi todos los días sopa con diversas verduras y legumbres, y de esta forma se satisfacían muchas de nuestras necesidades dietéticas. No comíamos mucha carne, pero sí pescado, sobre todo sardinas, bacalao y arenques.” Añade: “Mi madre tuvo cinco hijos, y, que yo recuerde, ninguno de nosotros contrajimos enfermedades, aparte de resfriados o gripe. Creo que nuestra alimentación equilibrada fue un factor determinante”. Una madre de siete hijos explica: “Teníamos que conseguir comida nutritiva a bajo costo, de modo que nos hicimos con un huerto, el cual, aunque pequeño, producía lo suficiente para nosotros”. Agrega: “Nuestros hijos nunca padecieron ninguna enfermedad grave y su rendimiento escolar fue siempre muy bueno”.
Veintidós de los 103 elementos químicos reconocidos oficialmente son nutrientes indispensables para el organismo. Si bien es imposible determinar la cantidad exacta de vitaminas, minerales y proteínas que un individuo en particular necesita, una dieta equilibrada cubrirá sus necesidades. Un especialista afirmó: “La clave para una buena nutrición es una dieta variada que incluya todo tipo de nutrientes”.
¿Qué debe hacer si a sus hijos no les gustan ciertos alimentos, como las verduras de sabor amargo? Según un cocinero experimentado, los padres deberían servir “todas las hortalizas del país. Muchos adultos no comen verduras porque de pequeños no se las daban. En vista de que las hortalizas aportan fibra y muchas de las vitaminas necesarias, y además son baratas, los padres siempre deberían incluirlas en la dieta de sus hijos”. ¿Por qué no aprende recetas nuevas que incluyan verduras y frutas frescas, como los deliciosos soufflés o los estofados? Respecto a las calorías sin valor nutritivo, este cocinero aconseja: “Los padres solo deberían comprar dulces para las ocasiones especiales. Si [los niños] no los tienen a su alcance, no los comerán”.
Aunque la ingestión de una cantidad suficiente de alimentos adecuados previene la desnutrición, algunas personas se crean problemas por comer en exceso. Un aporte calórico que sobrepase las necesidades del organismo puede producir obesidad, y esta aumenta el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardíacas.a Puesto que ni los medicamentos ni la actividad física pueden reemplazar a los buenos hábitos alimentarios, es aconsejable disminuir el consumo de grasa, azúcares, sal y alcohol. De igual modo, según una enciclopedia, “deben tomarse medidas para reducir al mínimo el hambre, la soledad, la depresión, el aburrimiento, la cólera y la fatiga, puesto que cada uno de estos factores puede provocar episodios de apetito voraz”.
Actitud equilibrada sobre la alimentación y la salud
La Biblia no es un manual de nutrición; no obstante, nos ayuda a ser equilibrados en materia de salud. El apóstol Pablo previno contra los que mandan a otros “abstenerse de alimentos que Dios creó para que participen de ellos con acción de gracias los que tienen fe y conocen la verdad con exactitud”. (1 Timoteo 4:3.) Dios quiere que estemos contentos y que aprovechemos lo que está a nuestra disposición. “Mejor es un poco en el temor de Jehová que una abundante provisión y, junto con ella, confusión.” (Proverbios 15:16.)
Hoy en día nadie goza de salud perfecta. ¿Por qué no ser razonables, entonces, evitando desentenderse del tema, pero tampoco preocupándose demasiado? Un interés desmesurado o fanático en las cuestiones de nutrición y salud puede desequilibrarnos.
Por mucho que nos esforcemos por cuidar nuestra salud, en las circunstancias presentes todos finalmente envejecemos y morimos. Pero para nuestra felicidad, la Biblia nos asegura que el Reino de Dios acabará con la desnutrición y la enfermedad. A pesar de que los planes humanos para eliminar el hambre han fracasado, podemos esperar con anhelo un mundo en el que abunde el alimento nutritivo para todos. (Salmo 72:16; 85:12.)
[Nota a pie de página]
a “Algunos médicos opinan que es obeso aquel que sobrepasa en más de un 20% el peso ‘ideal’ [...] para su altura, complexión y edad.” (The American Medical Association Family Medical Guide, página 501. Véanse también los artículos de ¡Despertad! “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo puedo perder peso?” [8 de mayo de 1994] y “¿Es el perder peso una batalla perdida?” [22 de mayo de 1989].)
[Recuadro en la página 7]
Consejos para inculcar buenos hábitos alimentarios en los niños
◻ Darles un buen ejemplo.
◻ No permitirles que coman solo lo que les gusta.
◻ No tener “comida basura” ni dulces en casa.
◻ Enseñarles a valorar los diferentes tipos de comida.
◻ Tener un horario fijo para las comidas, incluido el desayuno.
◻ No consentir que la publicidad televisiva influya en la dieta.
◻ No dejarles que tomen comida directamente de la nevera.
◻ Enseñarles a que ayuden a preparar la comida.
◻ Inculcar gratitud por las provisiones diarias.
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