Año 32: Jesús predice que edificará su iglesia, o congregación, sobre sí mismo; no le otorga ninguna primacía al apóstol Pedro.
55-64: Los apóstoles Pablo y Pedro escriben varias cartas en las que exponen que Jesús es el único fundamento de la congregación cristiana.
254-257: Esteban, obispo de Roma, promueve la idea de que tiene autoridad sobre los demás obispos por ser sucesor de Pedro. Sin embargo, otros obispos, como Firmiliano de Cesarea y Cipriano de Cartago rechazan sus pretensiones.
296-304: Primer registro conocido que confirma el uso del título “papa” para referirse al obispo de Roma.
Siglo quinto: León I, obispo de Roma, usa Mateo 16:18 para defender su superioridad sobre el resto de los obispos.
Siglo sexto: Aumenta el uso del título “papa” para hacer referencia al obispo de Roma; pero los obispos fuera de Roma continúan empleándolo para ellos mismos hasta el siglo noveno.
1075: El papa Gregorio VII anuncia que el título “papa” es exclusivo para el obispo de Roma. Según cierto historiador, el Dictatus Papae (Dictados del papa) de Gregorio VII hace que el papado “parezca reemplazar a Cristo”.
1870: El primer Concilio Vaticano establece que el “Romano Pontífice es sucesor del bienaventurado Pedro, príncipe de los apóstoles, y verdadero vicario de Cristo, cabeza de toda la Iglesia”.