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Cómo satisface Dios las necesidades del hombre¡Despertad! 1973 | 22 de enero
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La Biblia muestra que los ha estado haciendo. Fue el propósito original de Dios que los humanos vivieran en perfecta salud y felicidad en una Tierra paradisíaca, y él nunca ha cambiado este propósito. Así es que inmediatamente después que Satanás apartó a Adán y Eva de Dios, Dios prometió levantar a un libertador o descendencia para aniquilar a Satanás y establecer un justo nuevo orden de paz para el beneficio de toda la prole de Adán y Eva que escogerían ser leales a Dios. Dios explicó en lenguaje profético cómo este Libertador destruiría a Satanás, diciendo: “Él [la descendencia] te magullará [a Satanás] en la cabeza.”—Gén. 3:15.
Con el tiempo Dios reveló por medio de qué línea familiar vendría la “descendencia,” diciendo a su fiel siervo Abrahán: “Por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.” (Gén. 22:18) Más tarde, Dios prometió con respecto al rey David de Israel: “Ciertamente estableceré su descendencia para siempre y su trono como los días del cielo. Su descendencia misma resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y su trono como el sol enfrente de mí.”—Sal. 89:29, 36.
A través de los siglos Dios también indicó en su Palabra muchas de las bendiciones que el justo gobierno de esta “descendencia” prometida le traería a la humanidad. Por ejemplo, predijo que todos los inicuos serían exterminados, que solo lo justos lograrían vivir para siempre en la Tierra, y que los humanos disfrutarían de salud y paz perfectas en el restaurado paraíso terrenal. (Sal. 37:9-11, 29; Isa. 11:1-9; 25:6-8) Así en vez de olvidar al hombre, Dios ha estado haciendo preparativos durante todos estos años para la bendición eterna de la humanidad.
No obstante, un paso necesario en el desarrollo de los propósitos de Dios fue el mandar a la Tierra al Libertador y Gobernante que él había prometido. ¿Por qué?
Cuando llegó el prometido, fue propiamente identificado como la “‘descendencia,’ que es Cristo.” (Gál. 3:16; 4:4) Al tiempo de nacer se hizo el siguiente anuncio: “Éste será grande y será llamado Hijo del Altísimo . . . y gobernará como rey . . . y de su reino no habrá fin.”—Luc. 1:30-33.
Sin embargo éste, Jesucristo, no asumió su gobernación mientras estuvo en la Tierra. ¿Debería haberlo hecho? No, no en ese entonces. Lo que él hizo fue demostrar lo deseable que él sería como gobernante proveyendo las necesidades de la gente de maneras milagrosas. Por ejemplo, en dos ocasiones él alimentó a miles de personas hambrientas con solo unos pocos panes y algunos pescados.—Mat. 14:19-21; 15:34-37.
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Cómo satisface Dios las necesidades del hombre¡Despertad! 1973 | 22 de enero
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Bueno, los humanos mueren porque heredan el pecado y la muerte de su antepasado Adán. (Rom. 5:12) Sin embargo, Jesús no recibió su vida del pecador Adán, pues Jesús había sido un ángel en el cielo, y su fuerza de vida fue transferida desde allí a la Tierra. Así la vida perfecta de Jesús podía ser dada como un rescate para comprar el derecho de vida que se perdió para todos los descendientes de Adán por su pecado.—Mat. 20:28; Juan 3:16.
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Cómo satisface Dios las necesidades del hombre¡Despertad! 1973 | 22 de enero
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Su significado en la actualidad
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Cómo satisface Dios las necesidades del hombre¡Despertad! 1973 | 22 de enero
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Por una razón, porque Jesús predijo que las condiciones de extraordinaria agitación que ahora existen marcarían la ‘conclusión del sistema de cosas.’ Dijo que habría ampliamente esparcidas escaseces de alimento, pestilencias, guerras, desafuero y otras condiciones que ahora claramente están en evidencia.—Mat. 24:3-14.
Y por otra razón, ya se ha permitido suficiente tiempo para resolver todas las cuestiones que surgieron debido a la rebelión. Claramente se ha mostrado que Satanás no ha podido apartar a toda la humanidad de Dios, como evidentemente él afirmó que podía hacer. (Job capítulos 1 y 2) Los pasados 6.000 años de historia también han mostrado que los humanos, independientes de Dios, han sido completamente incapaces de establecer un gobierno que traiga paz y felicidad a sus súbditos.
El tiempo para satisfacer las necesidades del hombre
Por lo tanto ha llegado el tiempo para que la “descendencia” prometida por Dios descargue el golpe fatal a la “cabeza” de Satanás, y saque del medio a este corrupto sistema de cosas. (Gén. 3:15) ¿No es un mundo libre de corrupción algo que la humanidad necesita mucho? Sin embargo ahora se reconoce en general que el hombre no puede crear semejante gobierno. El escritor editorial David Lawrence dijo: “Mientras más buscamos una coartada, más descubrimos que la infelicidad que existe en la Tierra es hechura del hombre. Nuestra debilidad clave es que no hemos resuelto el problema de gobernarnos nosotros mismos.”
¿No deberíamos, entonces, regocijarnos de que Dios satisfará esta necesidad que el hombre tiene de un gobierno deseable? Bajo el gobierno de Su Rey nombrado, Cristo Jesús, la entera Tierra realmente disfrutará de una justa administración de sus asuntos. Dice una profecía acerca de la “descendencia” prometida:
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