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¿Qué es su alma?La Atalaya 1974 | 15 de abril
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El primer libro de las Santas Escrituras, Génesis, revela la naturaleza del alma humana. Describiendo la creación del primer hombre, Génesis 2:7 declara: “Procedió Jehová Dios a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente [hebreo, néphesh].” Note que la Biblia no dice que el ‘hombre recibió un alma,’ sino que “el hombre vino a ser alma viviente.”
En su carta inspirada a los corintios, el apóstol Pablo muestra que la enseñanza cristiana acerca del alma no difería de lo que se manifiesta en Génesis. Citó Génesis 2:7 al decir: “Así también está escrito: ‘El primer hombre Adán vino a ser alma viviente.’” (1 Cor. 15:45) Puesto que Pablo usó la palabra griega para alma, psykhé, esto demuestra que, como la palabra hebrea néphesh, psykhé puede designar al hombre mismo.
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Cómo beneficia la resurrección a todos los muertos que están en el infiernoLa Atalaya 1973 | 15 de abril
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17. (a) ¿Qué debemos notar que Dios dijo o no dijo cuando advirtió a Adán contra desobedecer? (b) ¿Cómo armonizan las palabras de Dios al sentenciar a Adán a la muerte con el relato de la creación, y por eso qué no podía suceder al morir Adán?
17 No vayamos a pasar por alto este punto importante: el Señor Dios, notemos, no le dijo a Adán que, en cualquier día que comiera del fruto prohibido, iría a un “infierno” para sufrir conscientemente para siempre en tormentos de fuego. Advirtió a Adán que moriría la muerte por la desobediencia. Aun después que Adán siguió el ejemplo de su esposa y comió el fruto prohibido, Dios le dijo a Adán en la sentencia de muerte: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas a la tierra, de la cual fuiste tomado: porque polvo eres, y en polvo tornarás.” (Gén. 3:19, Douay) Esto armonizaba con la descripción de la creación del hombre, que dice: “Y el Señor Dios formó al hombre del fango de la tierra: e inspiró en su rostro el aliento de vida, y el hombre llegó a ser alma viviente.” (Gén. 2:7, Douay) El hombre llegó a ser alma humana viviente al tiempo de ser creado. Por eso al morir dejaría de ser alma viviente, de modo que no había alma que sobreviviera y que pudiera ser atormentada conscientemente en fuego y azufre para siempre.
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