Salvación de la vida mediante sangre... ¿cómo?
‘Escoge la vida por medio de escuchar la voz de Dios, porque él es tu vida y la longitud de tus días.’ (DEUTERONOMIO 30:19, 20.)
1. ¿De qué manera son singulares los cristianos verdaderos por su respeto a la vida?
MUCHAS personas dicen que respetan la vida, y para probarlo expresan su opinión sobre la pena capital, el aborto o la caza. Sin embargo, los cristianos verdaderos tienen una manera especial de mostrar respeto a la vida. Salmo 36:9 dice: “Contigo [Dios] está la fuente de la vida”. Puesto que la vida es una dádiva de Dios, los cristianos adoptan Su punto de vista sobre la sangre vital.
2, 3. ¿Por qué debemos tomar en cuenta a Dios con respecto a la sangre? (Hechos 17:25, 28.)
2 Nuestra vida depende de la sangre, que transporta oxígeno por todo nuestro cuerpo, elimina el anhídrido carbónico, nos permite adaptarnos a cambios de temperatura y nos ayuda a combatir enfermedades. Aquel que nos dio la vida también diseñó y suministró el maravilloso tejido líquido sustentador de la vida llamado la sangre. Esto refleja su interés continuo en conservar la vida humana. (Génesis 45:5; Deuteronomio 28:66; 30:15, 16.)
3 Tanto los cristianos como la gente en general deberían preguntarse: ‘¿Puede la sangre salvarme la vida únicamente mediante sus funciones naturales, o pudiera la sangre salvar la vida de modo más trascendental?’. Aunque la mayoría de la gente reconoce el enlace que existe entre la vida y las funciones normales de la sangre, en realidad hay mucho más que eso implicado. Tanto la ética de los cristianos como la de los musulmanes y los judíos gira en torno a un Dador de Vida que se expresó en cuanto a la vida y la sangre. Sí, nuestro Creador dice mucho acerca de la sangre.
Firme postura divina sobre la sangre
4. Temprano en la historia humana, ¿qué dijo Dios acerca de la sangre?
4 En la Palabra de Dios, la Biblia, hay más de 400 referencias a la sangre. Entre las primeras está este decreto de Jehová: “Todo cuanto se mueve y tiene vida sobre la tierra os servirá de alimento. [...] Solamente os abstendréis de comer carne que tenga todavía su vida, esto es, su sangre”. Dios añadió: “De la sangre que sostiene la vida de cada uno de vosotros ciertamente exigiré satisfacción”. (Génesis 9:3-5, La Santa Biblia, versión de E. M. Nieto.) Jehová dijo eso a Noé, progenitor de la familia humana. Por lo tanto, se notificó a toda la humanidad que para el Creador la sangre representa la vida. Todo el que afirma que reconoce a Dios como Dador de Vida debe reconocer, pues, que Él adopta una postura firme respecto al uso de la sangre vital.
5. ¿Qué razón primordial tenían los israelitas para no ingerir sangre?
5 Dios mencionó de nuevo la sangre cuando dio a Israel el código de la Ley. Levítico 17:10, 11, según la versión judía de Editorial Sigal, dice: “Cualquier hombre de la casa de Isra-e-l, o de los extranjeros que moran entre ellos, que comiere cualquier clase de sangre, Yo Me volveré contra el que come la sangre, y le exterminaré de entre su pueblo; porque la vida de la carne está en la sangre”. Esa ley podía beneficiar la salud, pero había mucho más que eso implicado. Por tratar como cosa especial la sangre, los israelitas habían de mostrar que dependían de Dios para la vida. (Deuteronomio 30:19, 20.) Sí, la razón dominante por la cual no habían de ingerir sangre no era que hacer aquello podía perjudicarles la salud, sino que la sangre tenía significado especial para Dios.
6. ¿Por qué podemos estar seguros de que Jesús sostuvo la postura divina sobre la sangre?
6 ¿Cuál es la postura del cristianismo respecto a salvar la vida humana por medio de sangre? Jesús sabía lo que su Padre había dicho en cuanto al uso de la sangre. Jesús “no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño”. Eso significa que observó la Ley perfectamente, incluso la ley sobre la sangre. (1 Pedro 2:22.) De ese modo fijó un modelo para sus seguidores, incluso un modelo o dechado de respeto a la vida y la sangre.
7, 8. ¿Cómo quedó claro que la ley de Dios sobre la sangre aplica a los cristianos?
7 La historia nos muestra lo que sucedió más tarde, cuando un concilio del cuerpo gobernante cristiano decidió sobre si los cristianos tenían que observar todas las leyes de Israel o no. Bajo guía divina, aquel cuerpo dijo que los cristianos no están obligados a observar el código de Moisés, pero que es ‘necesario’ que “sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas [carne no desangrada], y de fornicación”. (Hechos 15:22-29.) Así aclararon que el abstenerse de sangre es moralmente tan importante como evitar la idolatría y la crasa inmoralidada.
8 Los cristianos primitivos sostuvieron aquella prohibición divina. Comentando sobre esto, el erudito británico Joseph Benson dijo: “La prohibición de comer sangre, dada a Noé y a toda su posteridad, y repetida a los israelitas [...] nunca ha sido revocada, sino que, al contrario, ha sido confirmada bajo el Nuevo Testamento, Hechos xv.; y así ha sido hecha obligación perpetua”. Con todo, ¿se descartarían debido a lo que dice la Biblia sobre la sangre usos médicos modernos, como las transfusiones, que obviamente no se efectuaban en los días de Noé ni en el tiempo de los apóstoles?
La sangre en la medicina o como medicamento
9. ¿Qué uso medicinal se dio a la sangre en la antigüedad, en contraste con qué postura cristiana?
9 El uso medicinal de la sangre no es nada moderno. El libro Flesh and Blood (Carne y sangre), de Reay Tannahill, señala que por casi 2.000 años en Egipto y otros lugares “se creyó que la sangre era el mejor remedio para la lepra”. Los romanos creían que se podía curar la epilepsia ingiriendo sangre humana. Tertuliano escribió acerca de aquel uso “médico” de la sangre: “Algunos, para remedio [de la epilepsia], bebieron con ardiente anhelo la sangre caliente del degüello de los gladiadores”. Esto estaba en contraste marcado con lo que hacían los cristianos: “No comemos sangre de animales [...] Entre las invenciones con que tentáis la observancia de nuestra ley, una es darnos una morcilla de sangre, porque os persuadís con certeza de que el cristiano que come sangre se desvía de su ley”. Considere lo que estaba implicado: Antes que ingerir sangre, que representaba la vida, los cristianos primitivos estaban dispuestos a arriesgarse a morir. (Compárese con 2 Samuel 23:15-17.)
10, 11. ¿Por qué puede afirmarse que la norma divina sobre la sangre descarta el aceptar transfusiones de sangre?
10 Desde luego, en aquel tiempo no había transfusiones de sangre, pues los experimentos con transfusiones empezaron solo alrededor del siglo XVI. No obstante, en el siglo XVII un profesor de anatomía de la Universidad de Copenhague objetó: ‘Parece que los que imponen el uso de la sangre humana para remedios internos de enfermedades están usándola mal y pecando gravemente. Se condena a los caníbales. ¿Por qué no aborrecemos a los que se manchan la garganta con sangre humana? Es similar recibir sangre ajena de una vena cortada, sea por la boca o mediante instrumentos de transfusión. Los autores de esta operación se hallan bajo terror debido a la ley divina’.
11 Sí, hasta en siglos pasados la gente entendió que la ley de Dios descartaba tanto el introducir sangre en el cuerpo por las venas como introducirla por la boca. El que la gente se dé cuenta de esto quizás le ayude a entender hoy día la posición que adoptan los testigos de Jehová, una que armoniza con la postura de Dios. Aunque los cristianos verdaderos consideran muy valiosa la vida y aprecian la atención médica, respetan la vida como dádiva del Creador, así que no tratan de mantenerse vivos mediante ingerir sangre. (1 Samuel 25:29.)
¿Salva vidas en sentido médico?
12. En cuanto a las transfusiones de sangre, ¿qué pueden considerar razonablemente las personas pensadoras?
12 Por años los peritos han alegado que la sangre salva vidas. Puede ser que unos médicos relaten que alguien que perdió muchísima sangre recibió transfusiones y mejoró. De modo que la gente tal vez se pregunte: ‘En sentido médico, ¿cuán prudente o imprudente es la postura cristiana?’. Antes de considerar algún procedimiento médico importante, la persona pensadora determina tanto los posibles beneficios como los posibles riesgos. ¿Qué se puede decir de las transfusiones de sangre? La realidad es que las transfusiones de sangre encierran muchos riesgos. Hasta pueden ser mortíferas.
13, 14. a) Describa maneras como las transfusiones de sangre han resultado peligrosas. b) ¿Cómo ilustra la experiencia del papa los riesgos que representa para la salud un tratamiento con sangre?
13 Recientemente los doctores L. T. Goodnough y J. M. Shuck comentaron: “Desde hace mucho la comunidad médica ha estado al tanto de que aunque el suministro de sangre es seguro hasta el grado que sabemos hacerlo así, la transfusión de sangre siempre ha encerrado riesgos. La complicación más frecuente de la transfusión sanguínea sigue siendo la hepatitis no A y no B (NANBH [siglas en inglés]); entre otras posibles complicaciones están la hepatitis B, la isoinmunización, reacciones a la transfusión, la supresión inmunológica y una sobrecarga de hierro”. El informe añadió lo siguiente al calcular ‘moderadamente’ uno solo de esos graves peligros: “Se prevé que unas 40.000 personas [tan solo en los Estados Unidos] van a desarrollar NANBH cada año, y que hasta 10% de ellas van a desarrollar cirrosis y/o hepatoma [cáncer del hígado]” (The American Journal of Surgery [Boletín estadounidense de cirugía], junio de 1990).
14 Una más extensa comprensión del riesgo de contraer enfermedades portadas por la sangre en transfusiones ha hecho que la gente revise su parecer sobre la transfusión. Por ejemplo, después del atentado contra el papa en 1981, él fue atendido en un hospital y luego dado de alta. Más tarde tuvo que regresar al hospital por dos meses, y su condición empeoró tanto que parecía que tendría que retirarse como inválido. ¿Por qué? Porque contrajo una infección por citomegalovirus de la sangre que recibió. Algunos quizás se pregunten: ‘Si ni siquiera la sangre que se da al papa es segura, ¿qué hay de las transfusiones que recibimos nosotros, las personas de término medio?’.
15, 16. ¿Por qué no son seguras las transfusiones de sangre aunque la sangre haya sido examinada para detectar si porta o no enfermedades?
15 ‘Pero ¿no hay maneras de examinar la sangre para detectar si porta enfermedades?’, quizás pregunte alguien. Pues bien, considere como ejemplo el examen para detectar la hepatitis B. El boletín Patient Care (Cuidado del paciente), del 28 de febrero de 1990, señaló: “Hubo menos casos de hepatitis tras las transfusiones después del examen universal de la sangre para detectar[la], pero todavía del 5 al 10% de los casos de hepatitis tras las transfusiones son ocasionados por la hepatitis B”.
16 La posibilidad de que esa clase de exámenes falle se ve también en el caso de otro riesgo debido a la transfusión de sangre... el SIDA. La pandemia del SIDA ha puesto en muchos, y vigorosamente, mayor conciencia del peligro que representa la sangre infectada. Es verdad que ahora hay maneras de examinar la sangre para ver si está contaminada o no con el virus. Sin embargo, no en todo lugar se somete la sangre a esos exámenes, y parece que la gente puede portar el virus del SIDA en la sangre por años sin que los exámenes actuales lo detecten. ¡De modo que los pacientes pueden contraer el SIDA —y lo han contraído— de sangre que fue examinada y pasó la prueba!
17. ¿Cómo pueden causar daño que tal vez no se manifieste de inmediato las transfusiones de sangre?
17 Los doctores Goodnough y Shuck también mencionaron “la supresión inmunológica”. Sí, aumenta la evidencia de que hasta la sangre que se ha sometido debidamente a prueba cruzada puede causar daño al sistema inmunológico de un paciente y dar paso al cáncer y la muerte. Así, un estudio canadiense de “pacientes de cáncer en la cabeza y el cuello indicó que los que recibieron una transfusión de sangre durante la extirpación de [un] tumor experimentaron después una disminución significativa en su inmunidad” (The Medical Post, 10 de julio de 1990). Doctores de la Universidad de California del Sur habían informado: “La tasa de reaparición de todo cáncer de la laringe fue de 14% para los que no habían recibido sangre y 65% para los que la habían recibido. Para el cáncer de la boca, la faringe y la nariz o los senos frontales, la tasa de reaparición fue de 31% sin transfusiones y 71% con transfusiones” (Annals of Otology, Rhinology & Laryngology [Anales de otología, rinología y laringología], marzo de 1989). Parece que la supresión inmunológica se halla también tras el hecho de que es mucho más probable que los que reciben sangre en una intervención quirúrgica desarrollen infecciones. (Véase el recuadro de la página 10.)
¿Hay opciones al uso de sangre?
18. a) ¿A qué están recurriendo los médicos debido a los riesgos de las transfusiones de sangre? b) ¿Qué información sobre las opciones que hay pudiera compartir usted con su médico?
18 Algunos tal vez opinen: ‘Las transfusiones son peligrosas, pero ¿acaso se puede optar por otra cosa?’. Ciertamente deseamos atención médica eficaz de alta calidad, así que ¿hay maneras válidas y eficaces de atender graves problemas médicos sin usar sangre? Felizmente, sí. La publicación The New England Journal of Medicine (Boletín médico de Nueva Inglaterra), del 7 de junio de 1990, informó: “Los médicos, cada vez más conscientes de los riesgos del [SIDA] y otras infecciones transmitidas por las transfusiones, están reexaminando los riesgos y beneficios de las transfusiones y recurriendo a opciones, incluso la de evitar por completo las transfusiones”b.
19. ¿Por qué puede usted confiar en que puede rehusar un tratamiento con sangre y todavía recibir atención médica de éxito?
19 Por mucho tiempo los testigos de Jehová han rehusado las transfusiones de sangre, no principalmente por los peligros para la salud, sino porque obedecen la ley de Dios sobre la sangre. (Hechos 15:28, 29.) No obstante, médicos hábiles han atendido con éxito a pacientes Testigos sin usar sangre, con sus riesgos acompañantes. Como tan solo uno de muchos ejemplos que se informan en la literatura médica, Archives of Surgery (Archivos de cirugía) de noviembre de 1990 consideró el transplante de corazón en pacientes Testigos cuya conciencia les permitió tal procedimiento sin que se administrara sangre. El informe dijo: “Más de 25 años de experiencia en operaciones cardíacas en testigos de Jehová han culminado en el transplante cardíaco con éxito sin administrar productos sanguíneos [...] No hubo ninguna muerte perioperatoria, y estudios complementarios tempranos han mostrado que estos pacientes no han sido más propensos a tener proporciones más altas de rechazo del tejido transplantado”.
La sangre más valiosa
20, 21. ¿Por qué deben los cristianos cuidarse de desarrollar la actitud del que dice: “La sangre es mala medicina”?
20 Con todo, hay una pregunta escrutadora que cada uno de nosotros tiene que hacerse. ‘Si he decidido no aceptar transfusiones de sangre, ¿por qué adopto ese proceder? Sinceramente, ¿cuál es la razón principal, fundamental, por la que actúo así?’
21 Se ha mencionado que hay opciones eficaces al uso de sangre que no exponen a uno a muchos de los peligros enlazados con las transfusiones. Peligros como los de contraer hepatitis o el SIDA hasta han impulsado a muchas personas a negarse a recibir sangre por razones no religiosas. Algunas se expresan vigorosamente al respecto, casi como si participaran en una marcha con una pancarta que dijera: “La sangre es mala medicina”. Es posible que el cristiano se sintiera atraído a participar en tal marcha. Pero ese tipo de marcha no lleva a nada. ¿Por qué?
22. ¿Qué punto de vista apegado a la realidad sobre la vida y la muerte debemos adoptar? (Eclesiastés 7:2.)
22 Los cristianos verdaderos comprendemos que, hasta cuando a la gente se le da la mejor atención médica en los mejores hospitales, llega el tiempo en que muere. Con transfusiones de sangre o sin ellas, la gente muere. Esto no se dice por fatalismo. Se dice por apego a la realidad. La muerte es una realidad de la vida hoy. Por lo general los que pasan por alto la ley de Dios sobre la sangre experimentan daño, sea de inmediato o posteriormente, debido a la sangre que se les ha administrado. Algunos hasta mueren por la sangre que reciben. No obstante, como todos tenemos que comprender, los que sobreviven a las transfusiones no han alcanzado vida eterna, así que no ha resultado que la sangre les haya salvado la vida permanentemente. Por otro lado, la mayoría de los que rehúsan sangre, por razones religiosas y/o médicas, pero que aceptan otro tipo de tratamiento, siguen muy bien en sentido médico. Puede que así vivan muchos años más... pero no para siempre.
23. ¿Qué relación tienen las leyes de Dios sobre la sangre con el que seamos pecaminosos y necesitemos un rescate?
23 El hecho de que todos los humanos vivos hoy son imperfectos y gradualmente mueren nos lleva al punto central de lo que la Biblia dice sobre la sangre. Dios mandó a toda la humanidad que no comiera sangre. ¿Por qué? Porque la sangre representa la vida. (Génesis 9:3-6.) Por lo expuesto en el código de la Ley, Dios consideró el hecho de que todos los humanos son pecaminosos. Dijo a los israelitas que mediante sacrificar animales podían mostrar que necesitaban la expiación de sus pecados. (Levítico 4:4-7, 13-18, 22-30.) Aunque eso no es lo que nos pide hoy día, es significativo ahora. Dios se proponía proveer un sacrificio que pudiera expiar por completo los pecados de todo creyente: el rescate. (Mateo 20:28.) Por eso necesitamos tener el punto de vista divino sobre la sangre.
24. a) ¿Por qué sería una equivocación tratar los riesgos para la salud como el punto central respecto a la sangre? b) ¿Cuál debe ser realmente la base para nuestro punto de vista sobre el uso de la sangre?
24 Sería una equivocación que nos concentráramos principalmente en los riesgos que representa para la salud un tratamiento con sangre, pues no fue así como Dios enfocó la cuestión. Puede que los israelitas hayan obtenido algunos beneficios para la salud por no ingerir sangre, tal como quizás se hayan beneficiado de no comer carne de cerdo ni de animales que se alimentaban de carroña. (Deuteronomio 12:15, 16; 14:7, 8, 11, 12.) Recuerde, sin embargo, que cuando Dios otorgó a Noé el derecho de comer carne no prohibió comer la carne de aquellos animales. Pero sí decretó que los humanos no debían comer sangre. Dios no estaba enfocando la atención principalmente en los posibles riesgos para la salud. Ese no era el punto esencial de su decreto sobre la sangre. No era que sus adoradores debían rechazar el sostenerse la vida con sangre principalmente porque el hacer aquello les perjudicaría la salud, sino porque no era santo. No rechazaban la sangre porque estuviera contaminada, sino porque era preciada. Únicamente por sangre derramada en sacrificio podían conseguir perdón.
25. ¿Cómo puede la sangre salvar de forma duradera la vida?
25 Lo mismo es cierto en nuestro caso. En Efesios 1:7 el apóstol Pablo explicó: “Por medio de él [Cristo] tenemos la liberación por rescate mediante la sangre de ese, sí, el perdón de nuestras ofensas, según las riquezas de su bondad inmerecida”. Si Dios perdona los pecados de una persona y la considera justa, ella tiene la perspectiva de alcanzar vida sin fin. De modo que la sangre del rescate de Jesús puede salvar la vida... de forma duradera, en realidad para siempre.
[Notas a pie de página]
a El decreto concluyó así: “Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán. ¡Buena salud a ustedes!”. (Hechos 15:29.) El comentario “buena salud a ustedes” no era una promesa en este sentido: ‘Si se abstienen de sangre o fornicación, tendrán mejor salud’. Era sencillamente la conclusión de la carta, como: ‘Que les vaya bien’.
b En el folleto ¿Cómo puede salvarle la vida la sangre?, publicado en 1990 por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., se repasan muchas opciones eficaces a la transfusión de sangre.
¿Puede usted explicar?
◻ ¿Cuál es, principalmente, la razón por la cual los testigos de Jehová rehúsan las transfusiones de sangre?
◻ ¿Qué evidencia confirma que la posición bíblica sobre la sangre no es irrazonable en sentido médico?
◻ ¿Qué enlace existe entre el rescate y la ley bíblica sobre la sangre?
◻ ¿Cuál es la única manera como la sangre puede salvar vidas permanentemente?
[Fotografía en la página 8]
Ampliación de glóbulos rojos. “Cada microlitro (0,00003 de onza) de sangre contiene de cuatro a seis millones de glóbulos rojos.”—“The World Book Encyclopedia”
[Reconocimiento]
Kunkel-CNRI/PHOTOTAKE NYC
[Recuadro en la página 10]
TRANSFUSIÓN E INFECCIÓN
Después de un análisis amplio para averiguar si las transfusiones de sangre pueden hacer al paciente más propenso a infecciones o no, el Dr. Neil Blumberg llegó a esta conclusión: “De 12 estudios clínicos [sobre el asunto], 10 descubrieron que la transfusión estaba relacionada de modo significativo e independiente con mayor riesgo de infección bacteriana [...] Además, la transfusión en algún tiempo lejano antes de una intervención quirúrgica puede afectar la resistencia del paciente a la infección si los efectos inmunológicos de la transfusión son tan duraderos como sugieren algunos estudios [...] Si estos datos pueden extenderse y confirmarse, parece que las infecciones postoperatorias graves podrían ser por sí solas la complicación significativa más común en la transfusión homóloga”.—Transfusion Medicine Reviews, octubre de 1990.