¿Satisface la religión sus necesidades?
AIRE, agua, alimento, abrigo: estas son necesidades humanas reconocidas universalmente. Sin ellas la vida es imposible. No obstante, hace mucho tiempo el caudillo israelita Moisés habló de otra necesidad humana, más importante incluso que el alimento o el agua. Dijo: “No solo de pan vive el hombre, sino que de toda expresión de la boca de Jehová vive el hombre”. (Deuteronomio 8:3.)
Estas profundas palabras de Moisés muestran la importancia de satisfacer nuestras necesidades religiosas o espirituales. Indicó que nuestra misma vida depende de satisfacerlas. Durante los cuarenta años en que vagaron por el desierto, los israelitas vivieron literalmente de las ‘expresiones de la boca de Jehová’. Sobrevivieron a una experiencia que de otro modo hubiera sido mortal. Por mandato de Dios cayó del cielo un alimento milagroso llamado maná, y el agua brotó de las rocas para apagar su sed. Pero Dios hizo más que encargarse de sus necesidades físicas. Moisés dijo: “Tal como un hombre corrige a su hijo, Jehová tu Dios iba corrigiéndote”. (Deuteronomio 8:4, 5; Éxodo 16:31, 32; 17:5, 6.)
No se dejó a los israelitas sin ayuda para determinar lo que era propio o impropio en sentido moral o religioso. Recibieron la instrucción directamente de Dios. Les dio la Ley mosaica, un notable código legal que incluía una dieta saludable, un estricto código sanitario y sanos principios morales y religiosos. De este modo, Dios promovió el bienestar físico y espiritual de los israelitas. Vivieron de ‘las expresiones de la boca de Jehová’.
Israel fue muy diferente de las demás naciones. En tiempo de Moisés, Egipto era la primera potencia mundial. Era una nación muy religiosa. La World Book Encyclopedia dice: “Los antiguos egipcios creían que diferentes deidades (dioses y diosas) influían en todo aspecto de la naturaleza y toda actividad humana. Por esta razón adoraban a muchas deidades. [...] En toda ciudad y pueblo egipcio la gente adoraba a su propio dios local además de a las deidades principales”.
¿Satisfizo esta adoración politeísta las necesidades espirituales de los egipcios? No. Egipto se convirtió en un país de superstición y degradantes costumbres sexuales. No solo no mejoró su calidad de vida, sino que el modo de vivir egipcio provocó “malas dolencias” en el pueblo. (Deuteronomio 7:15.) No extraña, pues, que la Biblia hable con desprecio de los dioses de Egipto, llamándolos “ídolos estercolizos”. (Ezequiel 20:7, 8.)
Hoy existe una situación similar. La mayoría de las personas tienen al menos algún tipo de fe religiosa; pocos dicen no creer en Dios. No obstante, está claro que la religión en general no ha satisfecho las necesidades espirituales de la humanidad. ¿Existirían hoy los problemas de la guerra, el racismo, el hambre y la implacable pobreza si la gente viviera verdaderamente “de toda expresión de la boca de Jehová”? Por supuesto que no. De todos modos, poca gente piensa en cambiar de religión. Algunos ni siquiera están dispuestos a hablar de religión o prestar atención a ideas religiosas nuevas.
Por ejemplo, en Ghana (África occidental), un hombre le dijo a un ministro cristiano: “Creo que Dios se nos ha revelado a los africanos mediante nuestros poderosos sacerdotes y sacerdotisas, tal como se reveló a los judíos mediante sus profetas. Es una pena que algunos africanos no reconozcamos a nuestros propios sacerdotes y hablemos en cambio de Jesús, Mahoma y otros profetas”.
En muchas sociedades africanas tradicionales, el cristianismo se ve como la religión del hombre blanco, un sistema importado que ha hecho mucho más daño que bien. Pero ¿nos va a ayudar a satisfacer nuestras necesidades espirituales una actitud cerrada a nuevas ideas? Un proverbio africano dice: “No metas ambas manos en el plato de la comida solo porque tienes hambre”. Tal modo de comer es desatento y peligroso, especialmente si no se sabe lo que hay en el plato. Sin embargo, muchas personas no escogen su religión después de un examen cuidadoso, sino que lo hacen por sentimentalismo o tradición familiar.
La adoración que satisface sus necesidades espirituales debe ser “un servicio sagrado con su facultad de raciocinio”. (Romanos 12:1.) Debe ser una elección informada e inteligente. Examine, pues, el tema de escoger la religión que profesamos desde una perspectiva africana. Sin embargo, la información será de interés también para cualquier lector.
[Ilustración en la página 3]
Moisés mostró la importancia de satisfacer nuestras necesidades espirituales
[Ilustración en la página 4]
La experiencia de África con los misioneros de la cristiandad ha cerrado la mente de algunas personas a la Biblia