Libro bíblico número 6: Josué
Escritor: Josué
Dónde se escribió: Canaán
Cuándo se completó: c. 1450 a.E.C.
Tiempo que abarca: 1473–c. 1450 a.E.C.
1. ¿En qué situación se halla Israel en 1473 a.E.C.?
EL AÑO es 1473 a.E.C. La escena es muy dramática y emocionante. Los israelitas, acampados en las llanuras de Moab, están listos para entrar en Canaán, la Tierra Prometida. Ese territorio al otro lado del Jordán está habitado por numerosos reinos pequeños, y cada uno tiene su propio ejército particular. Están divididos entre sí y debilitados a causa de muchos años de dominación corrupta por Egipto. Sin embargo, para la nación de Israel la oposición es formidable. Tienen que tomar las muchas ciudades amuralladas y fortificadas, como Jericó, Hai, Hazor y Lakís, para poder sojuzgar esa tierra. Les espera un tiempo crítico. Tienen que pelear y ganar batallas decisivas, en las que Jehová mismo va a intervenir con milagros poderosos en favor de su pueblo a fin de cumplir su promesa de establecerlos en esa tierra. Indudablemente alguien tendrá que llevar un registro de estos sucesos excitantes, tan sobresalientes en los tratos de Jehová con su pueblo, y esto lo hará un testigo ocular. ¡Quién podría hacer esto mejor que Josué mismo, aquel nombrado por Jehová como sucesor de Moisés! (Núm. 27:15-23.)
2. ¿Por qué es apropiada la elección de Josué como caudillo y como escritor del registro?
2 La elección de Josué, tanto para caudillo como para poner por escrito los sucesos que estaban por tener lugar, es muy apropiada. Él ha sido un compañero muy allegado de Moisés durante los 40 años anteriores en el desierto. Ha sido “el ministro de Moisés desde su mocedad en adelante”, lo que indica que está capacitado como caudillo espiritual y militar. (Núm. 11:28; Éxo. 24:13; 33:11; Jos. 1:1.) En el año que Israel salió de Egipto, 1513 a.E.C., él fue capitán de los ejércitos de Israel en la derrota de los amalequitas. (Éxo. 17:9-14.) Como el compañero leal de Moisés e intrépido comandante del ejército, fue la elección natural para representar a la tribu de Efraín cuando se escogió a un hombre de cada tribu para la peligrosa misión de espiar Canaán. Su valor y fidelidad en aquella ocasión le aseguró la entrada en la Tierra Prometida. (Núm. 13:8; 14:6-9, 30, 38.) Sí, este hombre llamado Josué, el hijo de Nun, es “un hombre en quien hay espíritu”, un hombre que ha “seguido a Jehová íntegramente”, un hombre “lleno del espíritu de sabiduría”. No es de extrañar que ‘Israel siguiera sirviendo a Jehová todos los días de Josué’. (Núm. 27:18; 32:12; Deu. 34:9; Jos. 24:31.)
3. ¿Qué prueba que Josué existió como siervo de Jehová, y que fue el escritor del libro que lleva su nombre?
3 Desde el punto de vista de su experiencia, adiestramiento y sus cualidades probadas como adorador verdadero de Jehová, Josué ciertamente podía ser utilizado como uno de los escritores de las ‘Escrituras inspiradas por Dios’. Josué no es una simple figura legendaria, sino un siervo de Jehová de la vida real. Las Escrituras Griegas Cristianas lo mencionan por nombre. (Hech. 7:45; Heb. 4:8.) Es lógico que tal como se utilizó a Moisés para escribir sobre los sucesos que tuvieron lugar durante su vida, también se utilizara a su sucesor, Josué, para escribir sobre los sucesos que él mismo presenció. El hecho de que el libro fue escrito por alguien que presenció los sucesos lo muestra Josué 6:25. La tradición judía reconoce a Josué como el escritor, y el libro mismo declara: “Entonces Josué escribió estas palabras en el libro de la ley de Dios”. (Jos. 24:26.)
4. ¿Cómo se ha probado la autenticidad del libro de Josué tanto mediante el cumplimiento de su profecía como por el testimonio de escritores posteriores de la Biblia?
4 Al tiempo de la destrucción de Jericó, Josué pronunció una maldición profética sobre la reedificación de la ciudad, y su cumplimiento extraordinario se vio en los días de Acab el rey de Israel, unos 500 años después. (Jos. 6:26; 1 Rey. 16:33, 34.) Las muchas referencias que hacen escritores posteriores de la Biblia a sucesos registrados en Josué establecen aun más la autenticidad del libro. Vez tras vez los salmistas se refieren a tales sucesos (Sal. 44:1-3; 78:54, 55; 105:42-45; 135:10-12; 136:17-22), al igual que lo hacen Nehemías (Neh. 9:22-25), Isaías (Isa. 28:21), el apóstol Pablo (Hech. 13:19; Heb. 11:30, 31) y el discípulo Santiago (Sant. 2:25).
5. a) ¿Qué período abarca el libro de Josué? b) ¿Por qué es apropiado el nombre Josué?
5 El libro de Josué abarca un período de más de 20 años, desde la entrada en Canaán en 1473 a.E.C. hasta aproximadamente 1450 a.E.C., probablemente el año en que Josué murió. El mismísimo nombre Josué (hebreo: Yehoh·schú·aʽ), que significa: “Jehová Es Salvación”, es muy apropiado en vista del papel que Josué desempeñó como caudillo visible en Israel durante la conquista del país. Él dio toda la gloria a Jehová como Libertador. En la Septuaginta se da al libro el nombre de I·e·sóus (el equivalente griego de Yehoh·schú·aʽ), y de este se ha derivado el nombre Jesús. En cuanto a sus excelentes cualidades de valor, obediencia e integridad, Josué fue verdaderamente un espléndido tipo profético de “nuestro Señor Jesucristo”. (Rom. 5:1.)
CONTENIDO DE JOSUÉ
6. ¿En qué secciones naturales se divide el libro de Josué?
6 El libro se divide en cuatro secciones naturales: 1) el cruce a la Tierra Prometida, 2) la conquista de Canaán, 3) la repartición de la tierra, y 4) las exhortaciones de despedida de Josué. Todo el relato se cuenta vívidamente y está repleto de sucesos dramáticos y emocionantes.
7. ¿Qué estímulo y consejo da Jehová a Josué?
7 El cruce a la Tierra Prometida (1:1–5:12). Porque conoce las pruebas que vienen, Jehová da seguridad y consejo sólido a Josué al principio: “Sólo sé animoso y muy fuerte [...] Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente. ¿No te he dado orden yo? Sé animoso y fuerte [...] porque Jehová tu Dios está contigo adondequiera que vayas” (1:7-9). Josué da crédito a Jehová como el verdadero Caudillo y Comandante, e inmediatamente se pone a hacer los preparativos para cruzar el Jordán como se le ha mandado. Los israelitas lo aceptan como el sucesor de Moisés y le juran lealtad. ¡Adelante, pues, a la conquista de Canaán!
8. a) ¿Cómo demuestra fe Rahab? b) ¿Cómo muestra Jehová que es “un Dios vivo” en medio de Israel?
8 Se hace que dos hombres vayan a espiar Jericó. La ramera Rahab aprovecha la oportunidad para demostrar su fe en Jehová por medio de esconder a los espías a riesgo de su vida. A cambio de eso, los espías juran que a ella se le perdonará la vida cuando Jericó sea destruida. Los espías regresan con el informe de que todos los habitantes del país se han desalentado debido a los israelitas. Como el informe es favorable, Josué adelanta inmediatamente hacia el río Jordán, que está crecido. Jehová da ahora prueba tangible de que está apoyando a Josué y de que, tal como en el tiempo de Moisés, hay “un Dios vivo” en medio de Israel (3:10). Cuando los sacerdotes que llevan el arca del pacto ponen los pies en el Jordán, las aguas en bajada se acumulan en un lugar, y esto permite que los israelitas crucen por suelo seco. Josué toma 12 piedras de en medio del río como memoria y coloca otras 12 piedras en el río, donde están de pie los sacerdotes, después de lo cual los sacerdotes cruzan y las aguas vuelven a su curso y crecen.
9. ¿Qué sucede después en Guilgal?
9 Una vez está al otro lado, el pueblo acampa en Guilgal, entre el Jordán y Jericó, y allí Josué coloca las piedras conmemorativas como testimonio para las generaciones venideras y “para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehová, que esta es fuerte; a fin de que ustedes verdaderamente teman a Jehová su Dios siempre” (4:24). (Josué 10:15 indica que puede que desde entonces en adelante se usara a Guilgal como campamento-base por algún tiempo.) Allí es donde se circuncida a los hijos de Israel, dado que no se había circuncidado a nadie durante el viaje por el desierto. Se celebra la Pascua, cesa el maná, y por fin los israelitas empiezan a comer del producto de la tierra.
10. ¿Qué instrucciones da Jehová a Josué sobre la captura de Jericó, y qué acción dramática viene después?
10 La conquista de Canaán (5:13–12:24). Ahora el primer objetivo está al alcance. Pero ¿cómo van a tomar esta ciudad amurallada y “bien cerrada” de Jericó (6:1)? Jehová mismo detalla el procedimiento y envía al “príncipe del ejército de Jehová” para instruir a Josué (5:14). Una vez al día por seis días, los ejércitos de Israel tienen que marchar alrededor de la ciudad, con los hombres de guerra a la cabeza, seguidos en procesión por unos sacerdotes que toquen cuernos de carnero y otros que lleven el arca del pacto. Al séptimo día hay que darle la vuelta siete veces. Josué transmite fielmente las órdenes al pueblo. Tal como se mandó, los ejércitos marchan alrededor de Jericó. No se dice ni una sola palabra. No hay sonido alguno, excepto el ruido fuerte de pisadas y de los cuernos que tocan los sacerdotes. Entonces, el último día, después de completar la séptima vuelta, Josué les da la señal de gritar. Eso hacen: dan “un fuerte grito de guerra”, ¡y el muro de Jericó se desploma (6:20)! Como un solo hombre los israelitas se lanzan contra la ciudad, la capturan y la dan por entero a la destrucción ardiente. Solo la fiel Rahab y su casa obtienen liberación.
11. ¿Cómo se remedia la derrota inicial en Hai?
11 Después, ¡al oeste hacia Hai! La confianza en otra victoria fácil se convierte en desánimo cuando los hombres de Hai ponen en fuga a los 3.000 soldados israelitas enviados a capturar la ciudad. ¿Qué ha sucedido? ¿Los ha abandonado Jehová? Josué pregunta a Jehová ansiosamente. En respuesta Jehová revela que, contrario a su mandato de que se diera por entero a la destrucción cuanto había en Jericó, en el campamento alguien ha desobedecido: ha hurtado algo y lo ha escondido. Esta impureza tiene que eliminarse del campamento antes de que Israel pueda seguir prosperando con la bendición de Jehová. Por dirección divina se descubre a Acán el malhechor, y él y su casa son lapidados. Ya que han recobrado el favor de Jehová, los israelitas avanzan ahora contra Hai. Una vez más Jehová mismo revela la estrategia que se ha de emplear. Se atrae a los hombres de Hai hacia fuera de la ciudad amurallada, y entonces se les atrapa en una emboscada. La ciudad, capturada, es dada por entero a la destrucción junto con todos sus habitantes (8:26-28). ¡No se hace ninguna componenda con el enemigo!
12. ¿Qué mandato divino cumple después Josué?
12 En obediencia al mandato de Jehová mediante Moisés, Josué edifica entonces un altar en el monte Ebal y escribe sobre él “una copia de la ley” (8:32). Luego lee las palabras de la Ley, junto con la bendición y la maldición, a la asamblea de toda la nación puesta de pie, la mitad de ella frente al monte Guerizim y la otra mitad frente al monte Ebal. (Deu. 11:29; 27:1-13.)
13. ¿Cuál es el resultado de que los gabaonitas actúen “con sagacidad”?
13 Alarmados por el progreso veloz de la invasión, varios reinos pequeños de Canaán se unen en un esfuerzo por detener el avance de Josué. No obstante, cuando ‘los gabaonitas oyen lo que Josué ha hecho a Jericó y a Hai, actúan con sagacidad’. (Jos. 9:3, 4.) Con el pretexto de que son de una tierra muy distante de Canaán, entran en un pacto con Josué “para dejarlos vivir”. Cuando se descubre la treta, los israelitas cumplen con el pacto, pero hacen de los gabaonitas “recogedores de leña y sacadores de agua”, como los ‘esclavos más bajos’, y así se cumple en parte la maldición inspirada de Noé sobre Canaán, el hijo de Cam. (Jos. 9:15, 27; Gén. 9:25.)
14. ¿Cómo demuestra Jehová en Gabaón que está peleando por Israel?
14 Esta deserción de los gabaonitas no es un asunto insignificante, pues “Gabaón era una ciudad grande [...] mayor que Hai, y todos sus hombres eran poderosos”. (Jos. 10:2.) Adoni-zédeq, rey de Jerusalén, considera esto una amenaza para sí mismo y los demás reinos de Canaán. Hay que dar un castigo ejemplar para detener deserciones futuras al enemigo. Por lo tanto, Adoni-zédeq y otros cuatro reyes (los de las ciudades-reinos de Hebrón, Jarmut, Lakís y Eglón) se organizan y guerrean contra Gabaón. Para honrar su pacto con los gabaonitas, Josué marcha durante toda la noche para ayudarlos y derrota a los ejércitos de los cinco reyes. Una vez más Jehová entra en la pelea y utiliza poderes y señales sobrehumanos, con resultados devastadores. Un granizo poderoso cae del cielo y mata a más de los enemigos que las espadas del ejército israelita. Y luego, maravilla de maravillas, ‘el sol se queda parado en medio de los cielos y no se apresura a ponerse por más o menos un día entero’ (10:13). Esto permite una victoria completa sobre el enemigo. Los sabios mundanos quizás traten de descartar ese suceso milagroso, pero los hombres de fe aceptan el registro divino, muy conscientes del poder que tiene Jehová para controlar las fuerzas del universo y dirigirlas según Su voluntad. De hecho, “Jehová mismo estaba peleando por Israel” (10:14).
15. Describa el curso de la invasión y su punto culminante en Hazor.
15 Después de dar muerte a los cinco reyes, Josué hace que Maquedá sea enteramente destruida. Pasando rápidamente al sur, destruye totalmente las ciudades de Libná, Lakís, Eglón, Hebrón y Debir... ubicadas en las colinas entre el mar Salado y el mar Grande. Para entonces las noticias de la invasión se han esparcido por todo Canaán. Arriba en el norte, Jabín, rey de Hazor, da la alarma. Por todas partes, a ambos lados del Jordán, emite el llamado para acción unida contra los israelitas. Las fuerzas congregadas del enemigo que acampan junto a las aguas de Merom, al pie del monte Hermón, son “como los granos de arena que están a la orilla del mar por multitud” (11:4). De nuevo Jehová le asegura a Josué que logrará la victoria, y describe la estrategia de batalla. ¿Cuál es el resultado? ¡Otra derrota aplastante para los enemigos del pueblo de Jehová! Se quema a Hazor en el fuego, y sus ciudades aliadas y sus reyes son dados por entero a la destrucción. Así Josué extiende la zona de la dominación de Israel por todo Canaán. Se ha derrotado a 31 reyes.
16. ¿Qué asignaciones de tierra se hacen?
16 La repartición de la tierra (13:1–22:34). A pesar de esas muchas victorias, la destrucción de muchas ciudades fortificadas clave y el quebrantamiento de la resistencia organizada por el momento, “todavía queda gran parte de la tierra por ser tomada en posesión” (13:1). Sin embargo, Josué tiene ahora casi 80 años de edad, y también hay otro trabajo grande que hacer... el de repartir la tierra en herencias para nueve tribus completas y la media tribu de Manasés. Rubén, Gad y mitad de la tribu de Manasés ya han recibido su herencia de tierra al este del Jordán, y la tribu de Leví no va a recibir ninguna, pues “Jehová el Dios de Israel” es su herencia (13:33). Con la ayuda del sacerdote Eleazar, Josué hace ahora las asignaciones al oeste del Jordán. Caleb, de 85 años de edad y ansioso por luchar hasta el fin contra los enemigos de Jehová, pide, y se le asigna, la región de Hebrón, plagada de anaquim (14:12-15). Después que las tribus reciben sus herencias por sorteo, Josué pide la ciudad de Timnat-sérah en las montañas de Efraín, y se le da “por orden de Jehová” (19:50). La tienda de reunión se levanta en Siló, que también está en la región montañosa de Efraín.
17. ¿Qué provisión se hace respecto a ciudades de refugio y ciudades de residencia para los levitas?
17 Se apartan seis ciudades de refugio para el homicida involuntario, tres a cada lado del Jordán. Las que están al oeste del Jordán son: Quedes en Galilea, Siquem en Efraín, y Hebrón en la zona de las colinas de Judá. Las que están al este son: Bézer en el territorio de Rubén, Ramot en Galaad, y Golán en Basán. A estas se les da “estado sagrado” (20:7). De las asignaciones tribuales se asignan por sorteo cuarenta y ocho ciudades con sus dehesas como ciudades de residencia para los levitas. Entre ellas están las seis ciudades de refugio. Así que Israel ‘procedió a tomar posesión de [la tierra] y a morar en ella’. Tal como Jehová había prometido, así “todo se realizó” (21:43, 45).
18. ¿Qué crisis se desarrolla entre las tribus orientales y las occidentales, pero cómo se resuelve?
18 Los hombres de guerra de las tribus de Rubén y Gad y de la media tribu de Manasés, quienes han continuado con Josué hasta este tiempo, regresan ahora a sus herencias al otro lado del Jordán y llevan consigo la exhortación de Josué a la fidelidad, junto con su bendición. En el camino, cuando se acercan al Jordán, erigen un altar grande. Esto provoca una crisis. Dado que el lugar señalado para la adoración de Jehová es la tienda de reunión en Siló, las tribus occidentales temen que se haya incurrido en traición y deslealtad, y se preparan para pelear contra los supuestos rebeldes. No obstante, se evita el derramamiento de sangre cuando se explica que el altar no es para sacrificio, sino solo para que sirva de “testigo, entre nosotros [Israel al este y al oeste del Jordán], de que Jehová es el Dios verdadero” (22:34).
19, 20. a) ¿Qué exhortaciones de despedida da Josué? b) ¿Qué cuestión pone delante de Israel, y cómo hace resaltar lo que, correctamente, debe elegir Israel?
19 Las exhortaciones de despedida de Josué (23:1–24:33). ‘Y acontece muchos días después de haber dado Jehová descanso a Israel de todos sus enemigos todo en derredor, cuando Josué era viejo y avanzado en días’, que él llama a todo Israel para que se reúna a fin de darle inspiradoras exhortaciones de despedida (23:1). Humilde hasta el final, él da a Jehová todo el crédito por las grandes victorias sobre las naciones. ¡Que todos ahora continúen fieles! “Tienen que ser muy animosos para guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés nunca apartándose de ello a la derecha ni a la izquierda” (23:6). Deben evitar los dioses falsos y “estar en guardia constante por sus almas amando a Jehová su Dios” (23:11). No debe haber componendas con los cananeos restantes, ni alianzas matrimoniales ni unión de fes con ellos, porque esto se acarrearía la cólera ardiente de Jehová.
20 Después de congregar a todas las tribus en Siquem y llamar a sus oficiales representativos delante de Jehová, Josué narra el relato personal de Jehová sobre Sus tratos con Su pueblo desde el tiempo en que llamó a Abrahán y lo trajo a Canaán hasta la conquista y ocupación de la Tierra de Promisión. De nuevo Josué advierte contra la religión falsa al pedir a Israel: “Teman a Jehová y sírvanle exentos de falta y en verdad”. Sí, ¡‘sirvan a Jehová’! Luego declara la cuestión con suma claridad: “Escójanse hoy a quién quieren servir, si a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados [...] o a los dioses de los amorreos en cuya tierra están morando. Pero en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová”. Con una convicción que hace pensar en Moisés, él recuerda a Israel que Jehová “es un Dios santo; es un Dios que exige devoción exclusiva”. Por lo tanto, ¡eliminen los dioses extranjeros! Así se mueve al pueblo a declarar como un solo hombre: “¡A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz prestaremos atención!” (24:14, 15, 19, 24). Antes de despedirlos, Josué hace un pacto con ellos, escribe estas palabras en el libro de la ley de Dios, y levanta una piedra grande como testigo. Luego Josué muere a la buena edad avanzada de 110 años, y lo entierran en Timnat-sérah.
POR QUÉ ES PROVECHOSO
21. ¿Qué consejo sabio del libro de Josué es notablemente de provecho hoy día?
21 A medida que usted lee las exhortaciones de despedida de Josué sobre el servicio fiel, ¿no se le conmueve el corazón? ¿No repite usted las palabras que Josué pronunció más de 3.400 años atrás: “En cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová”? O si acaso sirve a Jehová en medio de circunstancias que lo ponen a prueba o lo aíslan de otros fieles, ¿no le infunden ánimo las palabras que Jehová dijo a Josué al principio de la marcha para entrar en la Tierra de Promisión: “Sólo sé animoso y muy fuerte”? Además, ¿no obtiene provecho inestimable de seguir Su consejo de ‘leer [la Biblia] en voz baja, día y noche, para tener éxito en su camino’? Sin duda, todos los que sigan ese consejo sabio lo hallarán notablemente provechoso (24:15; 1:7-9).
22. ¿Qué cualidades esenciales de la adoración verdadera se recalcan?
22 Los sucesos tan vívidamente registrados en el libro de Josué son más que solo historia antigua. Recalcan principios piadosos... primordialmente que la fe absoluta en Jehová y la obediencia a Él son vitales para tener su bendición. El apóstol Pablo dice que por fe “los muros de Jericó cayeron después de haber sido rodeados por siete días”, y que por fe “Rahab la ramera no pereció con los que obraron desobedientemente”. (Heb. 11:30, 31.) También Santiago menciona a Rahab como un ejemplo provechoso para los cristianos respecto a efectuar obras de fe. (Sant. 2:24-26.)
23. ¿Qué recordatorios vigorosos contiene Josué?
23 Los extraordinarios sucesos sobrenaturales que se registraron en Josué 10:10-14 —cuando el Sol se quedó inmóvil y la Luna se detuvo, así como los muchos otros milagros que Jehová realizó en favor de su pueblo— son vigorosos recordatorios de la capacidad y el propósito de Jehová tocante a causar un exterminio final de todos los inicuos opositores de Dios. A Gabaón, escena de batalla tanto en el tiempo de Josué como en el de David, la relaciona Isaías con el hecho de que Jehová se levantará con agitación para este exterminio, “para hacer su hecho —su hecho es extraño— y para obrar su obra —su obra es extraordinaria—”. (Isa. 28:21, 22.)
24. ¿Qué relación hay entre el libro de Josué y las promesas del Reino, y qué seguridad da el libro de que ‘todas se realizarán’?
24 ¿Señalan al Reino de Dios los sucesos de Josué? ¡Por supuesto que sí! El hecho de que la conquista de la Tierra Prometida y el establecerse en ella han de enlazarse con algo mucho mayor lo indicó el apóstol Pablo: “Porque si Josué los hubiera conducido a un lugar de descanso, Dios no habría hablado después de otro día. De modo que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios”. (Heb. 4:1, 8, 9.) Ellos adelantan con firmeza para asegurarse de su “entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. (2 Ped. 1:10, 11.) Como muestra Mateo 1:5, Rahab llegó a ser antepasada de Jesucristo. Así el libro de Josué suministra otro eslabón vital en el registro que conduce a la producción de la Descendencia relacionada con el Reino. Provee una garantía firme de que el cumplimiento de las promesas del Reino de Jehová es seguro. Al hablar de la promesa que Dios les hizo a Abrahán, Isaac y Jacob, y que se repitió a los israelitas, sus descendientes, el registro declara en cuanto al tiempo de Josué: “No falló ni una promesa de toda la buena promesa que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se realizó”. (Jos. 21:45; Gén. 13:14-17.) Lo mismo sucederá con “la buena promesa” de Jehová sobre el justo Reino del cielo... ¡todo se realizará!