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“A donde tú vayas yo iré”La Atalaya 2012 | 1 de julio
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Su corazón rebosa de amor por Noemí y por su Dios. Así que no tiene ni la más mínima duda de lo que quiere hacer. Sola con Noemí en el camino, la mira a los ojos y le dice: “No me instes con ruegos a que te abandone, a que me vuelva de acompañarte; porque a donde tú vayas yo iré, y donde tú pases la noche yo pasaré la noche. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde mueras tú, yo moriré, y allí es donde seré enterrada. Que Jehová me haga así y añada a ello si cosa alguna aparte de la muerte hiciera una separación entre tú y yo” (Rut 1:16, 17).
¡Qué palabras tan memorables! Tanto es así que, unos tres mil años después de que Rut las pronunciara, siguen recordándose. Resaltan una hermosa cualidad: el amor leal. Este amor que Rut siente por Noemí es tan grande que no le importa ir con su suegra a otro lugar. Solo la muerte podría separarlas. Rut está lista para formar parte del pueblo de Noemí y dejar atrás todo lo que conoce en Moab, incluidos sus dioses. A diferencia de Orpá, ella desea de corazón servir al Dios de Noemí, Jehová.b
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“A donde tú vayas yo iré”La Atalaya 2012 | 1 de julio
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b Es digno de mención que Rut no solo empleó el título “Dios”, como otros extranjeros podrían haber hecho, sino que también utilizó su nombre: Jehová. En La Biblia, de Salvatore Garofalo, se comenta: “Al emplear el nombre [Jehová] para el juramento de fidelidad, Rut muestra que pertenece ya al pueblo de Israel”.
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