BALANZA
Utensilio que sirve para pesar. En la antigüedad la gente solía emplear una balanza que consistía en una barra horizontal sostenida en su punto medio por un eje o cuerda y de cuyos extremos pendían dos platillos o ganchos. El objeto que se debía pesar se colocaba en un platillo (o se colgaba en un gancho, como en el caso de una pequeña bolsa de dinero) y las pesas conocidas se colocaban en el otro. (Jer 32:10; Isa 46:6; Gé 23:15, 16; Eze 5:1; véase DINERO.) En tiempo de hambre, hasta el alimento podía tener que pesarse con cuidado en una balanza. El jinete del caballo negro del que se habla en Revelación 6:5 sostenía una balanza. La Biblia Comentada (B.A.C., Madrid, 1965, vol. 7, pág. 380) explica que “la balanza de la cual se habla aquí sirve para pesar el pan” y que su significado “no es otro sino el de la carestía y del hambre”.
Jehová mandó a los israelitas que fuesen honrados y usaran balanzas exactas (Le 19:35, 36), pues para Él una balanza defraudadora es algo detestable. (Pr 11:1; 16:11; Eze 45:10.) Las balanzas eran inexactas si los brazos no tenían la misma longitud, y también perdían su precisión si los brazos eran relativamente cortos o gruesos y pesados. En algunas épocas los israelitas usaron tales balanzas fraudulentas (Os 12:7; Am 8:5), y agravaron el engaño usando pesas inexactas: un juego para comprar y otro para vender. (Pr 20:23.)
También se habla de las balanzas en sentido figurado, como cuando Job dijo que ‘pesaran su adversidad en la balanza’. (Job 6:2.) Se enfatiza la pequeñez del hombre terrestre diciendo que la humanidad es más leve en la balanza que una exhalación (Sl 62:9), y se compara a las naciones a una insignificante capa de polvo en la balanza desde el punto de vista de Jehová, de quien se dice que pesa las montañas y las colinas en la balanza. (Isa 40:12, 15.) En ocasiones se utilizó la balanza para representar el juicio justo y ponderado. (Job 31:6; Da 5:27.)