“La esposa de tu juventud”
EL ADULTERIO parece estar en boga.” Eso dicen muchos expertos según el periódico Los Angeles Times. ¿Le sorprende ese comentario? Sin embargo, el siquiatra Frank Pittman calcula que aproximadamente el 50% de los esposos y del 30 al 40% de las esposas han sido infieles a su cónyuge. Si eso es cierto, ¡significa que casi la mitad de las personas casadas cometen adulterio!
¿Quiere decir esto que no es incorrecto cometer inmoralidad? ¡En absoluto! El aumento de la infidelidad matrimonial no la justifica, tal como el incremento del delito en las calles no hace que sea apropiado el atraco. La inmoralidad es perjudicial. Por ejemplo, la humanidad hoy día está plagada por la pandemia de peligrosas enfermedades de transmisión sexual que pudieran controlarse fácilmente si la gente llevara una vida moral. La mortífera enfermedad del SIDA nunca se habría propagado tanto si la gente no hubiera sido tan permisiva en sus relaciones sexuales.
Además, hasta las personas más inteligentes e “iluminadas” sienten gran dolor cuando su cónyuge es infiel. Un solo acto de infidelidad puede causar heridas que tardarán muchísimos años en sanar.
Sin embargo, el punto clave es que el no tomar en serio los votos matrimoniales es muestra de gran falta de respeto a Dios, dado que él es el Autor del matrimonio. La Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos”. También se nos advierte: “Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros”. (Hebreos 13:4.)
Por lo tanto, los que son sensatos prestan atención a las siguientes palabras inspiradas: “Regocíjate con la esposa de tu juventud”. (Proverbios 5:18.) Buscan satisfacción y felicidad con su propio cónyuge. Así protegen su salud física y emocional y, más importante, honran al magnífico Autor del matrimonio, Jehová Dios.