Los jóvenes preguntan...
¿Cómo evitar jugar con la inmoralidad?
“Pensaba que estaba bien tocarse y acariciarse, que tan solo se trataba de una forma de expresar mis sentimientos y amor profundos. Creí que podría parar antes de cometer algo realmente grave, como fornicación. Pero ¡qué equivocada estaba!” Así se expresó Valerie, una joven que cometió inmoralidad sexual.a
LOS jóvenes cristianos saben que la Biblia condena las relaciones sexuales premaritales. (1 Corintios 6:9, 10.) Sin embargo, algunos quizás no se den cuenta de que la Biblia también censura jugar con la inmoralidad sexual: permitirse intimidades a las que solo tienen derecho las parejas casadas.b (Gálatas 5:19.) ¿Quiere eso decir que es incorrecto expresar afecto? En absoluto.
La Biblia nos relata la historia de una muchacha sulamita y del pastor con el que estaba comprometida. Su noviazgo fue de una castidad y moralidad impecables. No obstante, está claro que intercambiaron algunas expresiones de cariño antes de casarse. (Cantar de los Cantares 1:2; 2:6; 8:5.) En la actualidad, algunas parejas de novios consideran que ir de la mano y abrazarse son expresiones de cariño apropiadas cuando el matrimonio es inminente.c
Resulta fácil que incluso una pareja con buenas intenciones se deje llevar y empiece a jugar con la inmoralidad sexual. ¿Cómo pueden evitarlo?
Hay que ‘mantenerse alerta’
En Salmo 119:9, el salmista preguntó: “¿Cómo limpiará un joven su senda? Manteniéndose alerta conforme a tu palabra”. Una forma de mantenerse alerta consiste en ser selectivo al escoger las amistades. “Mis amigos siempre me están presionando para que tenga relaciones sexuales”, dice un muchacho estadounidense llamado Nakia. La Biblia advierte: “Al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal”. (Proverbios 13:20.) Una revista juvenil da el siguiente buen consejo: “Esfuérzate por encontrar otros amigos que compartan tus valores”.
Otra forma de mantenerse en guardia es huir de las situaciones comprometedoras. Considera lo que ocurrió cuando el amado pastor de la muchacha sulamita la invitó a dar un paseo romántico. Sus motivos eran totalmente inocentes; tan solo quería disfrutar de la belleza de la primavera con ella. Aun así, los hermanos mayores de la sulamita ‘se encolerizaron con ella’. No es que desconfiaran de la pareja, pero conocían muy bien las tentaciones que podían presentarse si permitían que estuvieran a solas en un entorno romántico. ¿Cuál fue la solución? Los hermanos mayores impidieron el paseo romántico de la pareja y le dieron a su hermana trabajo duro que la mantuviera ocupada. (Cantar de los Cantares 1:6; 2:8-15.)
Estar a solas en un lugar romántico sigue siendo peligroso en la actualidad. Una adolescente a la que llamaremos Mary recuerda: “Cuando salíamos, normalmente llevábamos un acompañante”. Sin embargo, en cierta ocasión se encontraron a solas en un apartamento. “Nos dejamos llevar. Fue una estupidez por nuestra parte permitir que ocurriera. Teníamos la actitud de que ‘no nos pasaría a nosotros’. Pero ahora sé que hay que tener compañía todo el tiempo, sean cuales sean las circunstancias. Si no puedes encontrar a nadie para que te acompañe, haz otros planes. Nosotros bajamos la guardia.”
Tú no bajes la guardia. Si sales con alguien en particular, planea tus citas con cuidado. De ser posible, sal en grupo o insiste en llevar un acompañante. Rehúye las situaciones peligrosas, como estar a solas en un automóvil estacionado o en un apartamento. Disfrutar de la compañía mutua en visitas a museos, restaurantes, pistas de patinaje y lugares similares suele ser más seguro. De igual modo, recuerda también las palabras de Oseas 4:11: “Vino y vino dulce son lo que quitan el buen motivo”. El alcohol suele reducir las inhibiciones, por lo que sería sensato que tuvieras cuidado con él aunque estés en edad legal para beber.
Pon límites
Proverbios 13:10 nos da otro consejo importante: “Con los que consultan juntos hay sabiduría”. No esperes a estar en una situación romántica cargada de tensión emocional para poner los límites. Una pareja de novios hace bien en fijar los límites antes, comentando abiertamente qué expresiones de afecto son las apropiadas. Sin embargo, ambos deben seguir el principio de Efesios 4:25: “Hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo”.
Supón, por ejemplo, que una joven piensa que su relación con el muchacho ha llegado a un punto en el que parecería apropiado un beso de despedida. Sin embargo, puesto que él conoce su propia naturaleza emocional, quizás considere que un beso sería una tentación demasiado fuerte. Ante el temor al rechazo o quizás al verse en la obligación de agradarla, puede que el muchacho vaya en contra de su buen juicio. Pero por muy desagradable que le resulte, tiene que decirle la verdad y expresar sus verdaderos sentimientos al respecto. Como el amor cristiano “no busca sus propios intereses”, cada uno debe respetar los sentimientos y la conciencia del otro en este asunto. (1 Corintios 13:5; 1 Pedro 3:16.) Por supuesto, hablar de algo tan delicado quizás resulte difícil e incómodo, en especial durante las primeras etapas del noviazgo. Pero puede ser muy útil para evitar que surjan problemas después. Además, el que te comuniques y hables de ello puede indicar qué posibilidades tiene dicha relación de convertirse en un matrimonio sólido.
‘Lo harías si me amaras’
Sin embargo, aun teniendo las mejores intenciones, a veces la situación se vuelve demasiado apasionada. Es el momento de decir lo que piensas. Con firmeza pero con amabilidad pon el freno, por decirlo así. Márchate si es necesario. (Compara con Proverbios 23:2.) ¿Qué hacer si la persona con la que sales se niega a respetar los límites razonables y sigue presionando para que vayas demasiado lejos? Es triste decirlo, pero muchos jóvenes se han dejado engañar por razonamientos tan simples como ‘Lo harías si me amaras’, o: ‘Todo el mundo lo hace’, o incluso: ‘Nos vamos a casar pronto, ¿por qué no hacerlo ahora?’. Al igual que en tiempos bíblicos, hay quienes intentan seducir ‘por la suavidad de sus labios’. (Proverbios 7:21; compara con Salmo 5:9.) No cedas a la intimidación verbal.
En primer lugar, alguien que te quiere de verdad no te presionará nunca para que hagas algo que viole tu conciencia cristiana o te haga sentir incómodo. (1 Corintios 13:5.) En segundo lugar, no es cierto que ‘todo el mundo lo haga’. Y aunque así fuera, eso no significaría que tú debas hacerlo. Recuerda el principio que aparece en Éxodo 23:2: “No debes seguir tras la muchedumbre para fines malos”.
En cuanto a las promesas de matrimonio, las Escrituras no autorizan en ningún lugar a las parejas de novios a comportarse como si estuvieran casados. Además, fíjate en las tristes estadísticas que se informan en el libro The Compleat Courtship (El noviazgo completo), de Nancy Van Pelt: “Más del 33% de las jóvenes con experiencia sexual pensaron que se casarían con el muchacho cuando tuvieron su primera relación sexual, pero pocas lo hicieron. Sin embargo, solo el 7% de los muchachos sexualmente activos a los que se entrevistó pensaban que se casarían con la joven. Una de dos: o la muchacha se estaba engañando o él no dijo la verdad; escoge la que creas que es correcta”. Un proverbio sabio dice: “Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos”. (Proverbios 14:15.)
Si te has dejado llevar
Un joven alemán llamado Thomas confiesa: “Tenía novia formal, y llegábamos bastante lejos. Pero parecía que siempre nos deteníamos a tiempo. Llegué a creer que podía controlarme”. Ese espejismo lo llevó a participar en inmoralidad sexual. Recuerda la advertencia de la Biblia: “Por consiguiente, el que piensa que está en pie, cuídese de no caer”. (1 Corintios 10:12.)
¿Qué hacer si una pareja incurre en conducta impropia? Un joven llamado John dice: “Cuando mi novia y yo empezamos a salir, nuestra conducta era limpia y se mantenía en un nivel alto. Pero en cierta ocasión comenzamos a besarnos y a tocarnos, casi hasta el punto de cometer fornicación. Fue entonces cuando decidí hablar con uno de los ancianos de la congregación”. Sí, cuando una pareja permite que las cosas lleguen tan lejos, ambos necesitan ayuda. No te engañes pensando que puedes salir de la situación solo. Una joven confiesa: “Yo oraba: ‘Por favor, ayúdanos a no hacerlo otra vez’. A veces funcionaba, pero otras veces no”. La Biblia da un buen consejo cuando dice: “Que llame a sí a los ancianos de la congregación”. (Santiago 5:14.) Los superintendentes cristianos pueden darte el consejo, la advertencia o la reprensión necesarios para volver a encauzar la relación de ambos y, lo que es más importante, la buena relación con Jehová.
Sin embargo, es mucho mejor tomar medidas adecuadas, poner los límites por adelantado y estar decidido a permanecer limpio a los ojos de Jehová. De esta forma, se puede evitar la calamidad.
[Notas a pie de página]
a Se han cambiado algunos nombres.
b Consulta el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Qué es ‘ir demasiado lejos’?”, del número del 22 de octubre de 1993 de ¡Despertad!
c En algunos lugares del mundo, las manifestaciones públicas de afecto entre personas que no están casadas se consideran impropias y ofensivas. Los cristianos han de tener cuidado para no comportarse de forma que pudiera hacer tropezar a otros. (2 Corintios 6:3.)
[Fotografía en la página 17]
Una pareja sensata rechazará las muestras impropias de afecto