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“Mi escogido, a quien mi alma ha aprobado”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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3. ¿Qué profetiza Jehová mediante Isaías respecto a ‘su siervo’?
3 Mediante Isaías, Jehová profetiza la llegada de un siervo a quien escogerá él mismo: “¡Mira! ¡Mi siervo, a quien tengo firmemente asido! ¡Mi escogido, a quien mi alma ha aprobado! He puesto mi espíritu en él. Justicia para las naciones es lo que él sacará. No clamará ni levantará la voz, y en la calle no dejará oír su voz. No romperá ninguna caña quebrantada; y en cuanto a una mecha de lino de disminuido resplandor, no la extinguirá. En apego a la verdad sacará la justicia. Él no disminuirá en resplandor ni será quebrantado hasta que establezca la justicia en la tierra misma; y las islas mismas seguirán esperando su ley” (Isaías 42:1-4).
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“Mi escogido, a quien mi alma ha aprobado”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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6. ¿Cómo dio a conocer Jesús la justicia verdadera?
6 Jesús, en cambio, reveló el criterio divino sobre la justicia. Con sus enseñanzas y su modo de vivir demostró que la justicia verdadera es compasiva y misericordiosa. Pensemos tan solo en su famoso Sermón del Monte, en el que dio una explicación magistral de cómo debe practicarse esta cualidad (Mateo, capítulos 5-7). Cuando leemos los Evangelios, ¿no nos emociona la compasión de Jesús por los pobres y los afligidos? (Mateo 20:34; Marcos 1:41; 6:34; Lucas 7:13.) Él llevó su mensaje consolador a muchas personas que se asemejaban a cañas cascadas, pues estaban abatidas y maltratadas, y a mechas de lino humeantes, ya que su última chispa de vida casi se había apagado. Jesús no rompió ninguna “caña quebrantada” ni extinguió ninguna “mecha de lino de disminuido resplandor”. Por el contrario, con sus palabras y obras tiernas y compasivas levantó el ánimo de la gente mansa (Mateo 11:28-30).
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