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La mujer estéril se regocijaLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Se identifica a la “mujer”
3. ¿Por qué tendrá motivos para regocijarse la “mujer” estéril?
3 El capítulo 54 se inicia con una nota alegre: “¡Clama gozosamente, mujer estéril que no diste a luz! Alégrate con clamor gozoso y grita agudamente, tú que no tuviste dolores de parto, porque los hijos de la desolada son más numerosos que los hijos de la mujer que tiene dueño marital —ha dicho Jehová—” (Isaías 54:1). Podemos imaginar la emoción de Isaías al pronunciar estas palabras y cuánto consolará su cumplimiento a los judíos desterrados en Babilonia. En esos momentos, Jerusalén aún yacerá desolada. Desde una óptica humana, no parecerá que vayan a repoblarla, tal como no es de esperar que una mujer estéril tenga hijos en la vejez. Pero a esta “mujer” le aguarda una gran bendición: será fructífera. Jerusalén saltará de gozo, ya que de nuevo rebosará de “hijos”, o sea, de habitantes.
4. a) ¿Cómo nos hace ver el apóstol Pablo que el capítulo 54 de Isaías debe tener un cumplimiento mayor que el del año 537 a.E.C.? b) ¿Qué es “la Jerusalén de arriba”?
4 Si bien es posible que Isaías no lo sepa, su profecía tendrá más de un cumplimiento. El apóstol Pablo cita del capítulo 54 de Isaías y explica que la “mujer” significa algo mucho más importante que la ciudad terrestre de Jerusalén. Escribe: “La Jerusalén de arriba es libre, y ella es nuestra madre” (Gálatas 4:26). ¿Qué es esta “Jerusalén de arriba”? Es patente que no se trata de la ciudad con ese nombre situada en la Tierra Prometida, pues tal población está sobre este planeta, no “arriba” en los cielos. “La Jerusalén de arriba” es la “mujer” celestial de Dios, su organización de poderosas criaturas espirituales.
5. En el drama simbólico expuesto en Gálatas 4:22-31, ¿a quiénes representan a) Abrahán? b) Sara? c) Isaac? d) Agar? e) Ismael?
5 Pero ¿cómo puede tener Jehová dos mujeres simbólicas, una celestial y otra terrestre? ¿Es una contradicción? En absoluto. Según Pablo, la respuesta estriba en el cuadro profético que la familia de Abrahán protagonizó (Gálatas 4:22-31; véase “La familia de Abrahán, un cuadro profético”, pág. 218). Sara, “la mujer libre” esposa de Abrahán, representa la organización de seres espirituales, que es como una esposa para Jehová. Agar, esclava y concubina (esposa secundaria) de Abrahán, simboliza la Jerusalén terrestre.
6. ¿En qué sentido atravesó un largo período de esterilidad la organización celestial de Dios?
6 Con este trasfondo empezamos a percibir el hondo significado de Isaías 54:1. Tras décadas de esterilidad, Sara dio a luz a Isaac a los 90 años. Así también, la organización celestial de Jehová atravesó un largo período de esterilidad. Allá en Edén, Dios prometió que su “mujer” daría a luz a “la descendencia” (Génesis 3:15). Más de dos mil años después, Jehová estableció un pacto con Abrahán respecto a dicha Descendencia de la promesa, pero la “mujer” celestial de Dios todavía tendría que esperar muchos siglos más para engendrarla. Aun así, llegaría el día en que los hijos de esta “mujer” antes “estéril” serían más numerosos que los del Israel carnal. La ilustración de la mujer estéril nos ayuda a comprender por qué anhelaban tanto los ángeles presenciar la llegada de la predicha Descendencia (1 Pedro 1:12). ¿Cuándo ocurrió por fin este acontecimiento?
7. ¿Cuándo tuvo ocasión de regocijarse “la Jerusalén de arriba”, tal como se predijo en Isaías 54:1, y por qué?
7 El nacimiento humano de Jesús sin duda regocijó a los ángeles (Lucas 2:9-14). Sin embargo, aquel no fue el suceso profetizado en Isaías 54:1. Solo cuando se le ungió con espíritu santo, en el año 29 E.C., y Dios lo reconoció públicamente como su “Hijo, el amado”, llegó a ser Jesús un hijo espiritual de “la Jerusalén de arriba” (Marcos 1:10,11; Hebreos 1:5; 5:4, 5). Fue entonces cuando la “mujer” celestial de Dios tuvo motivos para regocijarse, en cumplimiento de Isaías 54:1. Por fin había dado a luz a la Descendencia prometida, es decir, al Mesías. Los siglos de su esterilidad quedaron atrás. Pero no así su regocijo.
Los numerosos hijos de la mujer estéril
8. ¿Por qué tuvo razón para regocijarse la “mujer” celestial de Dios tras producir la Descendencia prometida?
8 Tras la muerte y resurrección de Jesús, la “mujer” celestial de Dios se alegró con la vuelta de su favorecido Hijo como “el primogénito de entre los muertos” (Colosenses 1:18). A continuación, comenzó a producir más hijos espirituales. En Pentecostés de 33 E.C., unos ciento veinte discípulos de Jesús fueron ungidos con espíritu santo, y así se les adoptó en calidad de coherederos de Cristo. Más tarde en aquel día se ‘añadió’ a otras 3.000 personas (Juan 1:12; Hechos 1:13-15; 2:1-4, 41; Romanos 8:14-16). Este grupo de hijos siguió incrementándose. Durante los primeros siglos de la apostasía de la cristiandad, el crecimiento fue muy lento, pero en el siglo XX el panorama iba a cambiar.
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La mujer estéril se regocijaLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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[Ilustración de la página 220]
El cumplimiento más importante de Isaías 54:1 comenzó cuando se ungió a Jesús con espíritu santo tras su bautismo
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