Se difunde la verdad bíblica en Portugal
DESDE la localidad de Caminha, al norte, hasta la ciudad de Vila Real de Santo Antônio, al sur, miles de barcos pesqueros multicolores salpican los 800 kilómetros del litoral atlántico portugués. Los pescadores han ‘bajado al mar en sus naves’ durante siglos y han hecho del pescado la base de la alimentación popular. (Salmo 107:23.)
En los últimos setenta años se ha estado practicando otro tipo de pesca, pues los testigos de Jehová andan ocupados llevando las buenas nuevas a decenas de millares de peces simbólicos. (Mateo 4:19.) En el mes de mayo de 1995 se registró un máximo de 44.650 publicadores del Reino, lo que equivale aproximadamente a 1 por cada 210 habitantes; en algunas ciudades la proporción es de 1 por cada 105.
Debido a este gran número de predicadores, en muchas zonas los territorios se abarcan más o menos cada semana. Por lo tanto, los Testigos buscan con empeño diversas maneras de comunicar a otros su esperanza fundada en la Biblia. En efecto, valoran la importancia de difundir la verdad bíblica por todos los medios posibles. (1 Corintios 9:20-23.)
Ayudan a personas religiosas
Según un censo efectuado en 1991, el 70% de los portugueses mayores de 18 años profesan el catolicismo. Pese a ello, el conocimiento que la población tiene de la Biblia es muy exiguo. “La ignorancia de la Biblia es una de las mayores tragedias del mundo católico”, comentó el periódico Jornal de Notícias. ¿A qué se debe tal ignorancia? El periódico Expresso señala la respuesta. Al informar sobre un congreso de 500 eclesiásticos celebrado en Fátima, dijo: “De acuerdo con el prelado, es menester que el sacerdote se libere de un sinfín de actividades y reasuma su papel exclusivo de ‘heraldo’. [...] Si el sacerdote se consagra de toda alma a predicar el Evangelio, no tendrá tiempo para otras actividades”.
Por otra parte, los testigos de Jehová de Portugal están muy ocupados propagando la verdad bíblica por todos los medios. Como resultado, un buen número de católicos sinceros aumentan su conocimiento de la Biblia.
Carlota era muy católica y formaba parte del grupo juvenil de una orden religiosa; también era maestra en el jardín infantil donde trabajaba Antônio, un testigo de Jehová. Como precursor regular, o ministro de tiempo completo, Antônio siempre se esforzaba por hablar de la Biblia con sus compañeros de trabajo a la hora del almuerzo. Cierto día, Carlota le preguntó qué creía sobre el infierno y la devoción a María. Él le mostró lo que la Biblia enseña al respecto, y aquella fue la primera de muchas conversaciones bíblicas. Cuando Carlota asistió por primera vez al Salón del Reino, quedó muy impresionada. No obstante, puesto que el horario de las reuniones coincidía con el de la orden a la que pertenecía, se vio obligada a tomar una decisión. ¿Qué haría?
Congregó al grupo juvenil y, citando de la Biblia, explicó el motivo de su renuncia. Todos criticaron su decisión, salvo una joven llamada Stela, que escuchó muy atentamente. Más tarde, esta le hizo una multitud de preguntas sobre el origen y el propósito de la vida. Carlota le dio el libro La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación?,a y comenzó un estudio bíblico con ella.
Entretanto, Carlota adelantó en sentido espiritual, se bautizó en el mes de junio de 1991 e inició el precursorado regular seis meses después. En mayo de 1992, ella y Antônio contrajeron matrimonio y fueron a servir de precursores a una congregación vecina donde había gran necesidad. ¿Qué fue de Stela? Se bautizó en mayo de 1993 y ahora es precursora regular.
Un joven de nombre Francisco era muy devoto. Todos los domingos iba a misa por la mañana y a rezar el rosario por la tarde. Era sacristán y hasta le pedía a Dios que lo hiciera “santo” un día.
Francisco anhelaba tener una Biblia, y cierto día un amigo suyo le prestó una. ¡Qué sorpresa se llevó al ver que Dios tiene nombre: Jehová! (Éxodo 6:3; Salmo 83:18.) Y más sorprendido se quedó aún al leer en Éxodo 20:4, 5 que Dios prohíbe las imágenes en el culto. Viendo que la iglesia estaba llena de ídolos, pidió fervorosamente a Dios que lo ayudara a salir de aquella confusión. Varios días después se encontró con un ex compañero de clase, al que preguntó por qué había abandonado la escuela nocturna.
—Voy a una escuela mejor —replicó su amigo.
—¿A cuál, y qué estás estudiando? —preguntó Francisco totalmente desconcertado.
—Estoy estudiando la Biblia en el Salón del Reino de los testigos de Jehová —respondió su compañero—. ¿Te gustaría ir conmigo?
Durante la primera reunión a la que asistió, Francisco apenas podía creer lo que veía: rostros sonrientes que irradiaban felicidad, personas que conversaban afectuosamente unas con otras, niños sentados con sus padres y prestando atención a lo que se decía.
“Y yo, aunque era un perfecto desconocido, me sentí parte de la familia”, exclamó Francisco. Desde entonces no falta a las reuniones. Ahora es anciano de congregación, y junto a su esposa y sus dos hijos se regocija en las grandiosas promesas del Reino consignadas en la Palabra de Dios.
Enseñan la verdad a parientes
Manuela, precursora regular de Lisboa, ha conseguido muy buenos resultados en la pesca espiritual gracias a su perseverancia en predicar bondadosamente a toda persona, incluidos sus familiares. Su hermano, José Eduardo, practicaba artes marciales y era experto en el manejo de armas. Con el tiempo, debido a su conducta delictiva, fue sentenciado a veinte años de prisión tras haber sido declarado culpable de veintidós cargos. Hasta en la cárcel le temían por su carácter violento, razón por la que estaba confinado en una celda de alta seguridad.
Manuela lo visitó pacientemente durante siete años; pero él siempre rechazaba el mensaje de la Biblia. Por fin, cuando apareció el libro La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación?, aceptó un ejemplar y empezó a estudiar la Biblia. De inmediato se operaron cambios drásticos en su conducta. Una semana después predicó personalmente a 200 presos, y la semana siguiente a 600; incluso le permitieron visitar a los reclusos de otros pabellones. En virtud de los asombrosos cambios que se produjeron en su comportamiento, le rebajaron la pena a quince años. Tras cumplir diez, obtuvo la libertad condicional. Ya han pasado cinco años, y ahora José Eduardo es un testigo de Jehová bautizado y siervo ministerial de la congregación. ¡Un claro caso del ‘lobo que mora con el cordero’! (Isaías 11:6.)
Debido a su incesante esfuerzo por dar testimonio a sus parientes, Manuela ha experimentado la alegría de ayudar a su esposo y a otros cuatro familiares a hacerse activos en el servicio de Jehová. Su esposo es actualmente siervo ministerial.
“Los echaré a golpes y patadas”
Maria do Carmo residía en un barrio lisbonense cuando los Testigos la visitaron. Le gustó lo que oyó, de modo que preguntó a su esposo, Antônio, si podía tener un estudio bíblico en casa. “¡Ni se te ocurra! —respondió él—. Si alguna vez encuentro a los testigos de Jehová en casa, los echaré a golpes y patadas.” A propósito, Antônio era instructor de karate y cinturón negro de tercera categoría. Así que Maria do Carmo decidió estudiar en otro lugar.
Más tarde, cuando su esposo tuvo que viajar a Inglaterra con motivo de un curso de ocho días para karatecas, Maria le metió Mi libro de historias bíblicas en la maleta sin que él lo supiera.b Como tenía tiempo de sobra, Antônio lo leyó. De regreso, una tormenta sacudió violentamente el avión y el aterrizaje resultó difícil. Por primera vez en la vida Antônio oró a Jehová.
De vuelta en casa, el Testigo que le dirigía el estudio a su esposa lo invitó a una reunión. Antônio aceptó, y la gente le pareció muy amigable. Consintió en estudiar la Biblia, y al poco tiempo se dio cuenta de que debía tomar ciertas decisiones. El resultado fue que dejó de enseñar karate y empezó a enseñar a sus alumnos a vivir en paz ahora y para siempre. Uno de ellos, también cinturón negro, es en la actualidad un cristiano bautizado.
Antônio se bautizó en el mes de abril de 1991. El día después de bautizarse comenzó a servir de precursor auxiliar; a los seis meses emprendió el precursorado regular, y al poco tiempo ya dirigía doce estudios bíblicos. En julio de 1993 fue nombrado siervo ministerial.
En territorio que se trabaja con frecuencia
En muchas regiones del país el territorio se abarca casi todas las semanas. ¿Qué hacen los Testigos para que la “pesca” sea productiva?
João trata de comunicarse con cada una de las personas que viven en las casas. En cierta ocasión preguntó a una señora a quien visitaba si vivían con ella otras personas. Ella le respondió que vivía con su esposo y dos hijos, pero que no sería fácil hablar con ellos porque trabajaban de día y solo regresaban por la noche. João pasó a visitar a otros vecinos. Hora y media después, un hombre se le acercó y le dijo:
—Usted dijo que quería hablar conmigo. Por favor, dígame qué desea.
—Disculpe, pero no lo conozco —respondió João, sorprendido—. ¿Quién es usted?
—Me llamo Antônio, y vivo allí arriba. Usted le dijo a mi madre que quería hablar con el resto de la familia; por eso vine a ver qué quería.
João le predicó extensamente y comenzó un estudio bíblico con él. Después del segundo estudio, Antônio le preguntó si sería posible estudiar dos veces a la semana. A los cuatro meses empezó a predicar las buenas nuevas en la calle donde vivía acompañado de João, y tres meses más tarde se bautizó. Hace poco, su madre también comenzó a estudiar la Biblia. ¡Qué importante es esforzarse por hablar con todos los miembros de una misma familia en el ministerio!
Estas emocionantes experiencias muestran que todavía quedan muchos peces por sacar en las aguas portuguesas. Jehová ha bendecido a los laboriosos Testigos de este país con miles de estudiantes de la Biblia que siguen progresando. Mientras los Testigos buscan nuevas maneras de difundir la verdad bíblica a todos, estas palabras del apóstol Pablo a los cristianos de Filipos se cumplen hoy en Portugal: “De toda forma [...] se está dando publicidad a Cristo”. (Filipenses 1:18.)
[Notas]
a Editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
b Editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
[Ilustraciones de las páginas 24 y 25]
Los Testigos de Portugal aprovechan toda oportunidad para difundir la verdad bíblica
[Mapa de la página 23]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
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