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Jehová odia las injusticiasLa Atalaya 2012 | 1 de agosto
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“EL HOMBRE domina sobre el hombre para su mal” (Eclesiastés 8:9, Serafín de Ausejo, 1975). Estas palabras, que se registraron hace unos tres mil años, son un vivo reflejo del mundo actual. Por lo general, basta que el ser humano tenga un poco de poder para que abuse de él. Esto se cumple sin importar de quién se trate ni dónde viva. Por desgracia, las víctimas suelen ser los más débiles y desfavorecidos. ¿Qué siente Jehová al respecto? El profeta Ezequiel nos da la respuesta. (Lea Ezequiel 22:6, 7, 31.)
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Jehová odia las injusticiasLa Atalaya 2012 | 1 de agosto
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Parece que el profeta no solo denuncia a los líderes de la nación, sino también a cuantos se unieron a ellos en su conducta desobediente, pues continúa diciendo: “A padre y madre los han tratado con desprecio” (versículo 7). Al no mostrar el debido respeto a los padres, el pueblo estaba haciendo trizas la unidad básica de la nación: la familia (Éxodo 20:12).
Esos israelitas explotaban a los más vulnerables. Cada vez que desobedecían a Dios, menospreciaban el verdadero espíritu de la Ley: tratar a los demás con amor. Por ejemplo, la Ley exigía que debían ser considerados con los inmigrantes (Éxodo 22:21; 23:9; Levítico 19:33, 34). Pero hacían todo lo contrario; los trataban mal, “con defraudación” (versículo 7).
También maltrataban “al huérfano de padre y a la viuda” (versículo 7). Jehová está muy pendiente de quienes sufren la pérdida de un padre o un cónyuge. Por eso había prometido darles su merecido a los que les causaran aflicción (Éxodo 22:22-24).
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