Ayudemos a la gente a acercarse a Jehová
“Nadie viene al Padre sino por mí.” (JUAN 14:6.)
1. ¿Qué mandamiento dio Jesús después de su resurrección a los discípulos, y en qué ha resultado el que los testigos de Jehová lo hayan obedecido?
JESUCRISTO mandó a sus seguidores que “[hicieran] discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo” (Mateo 28:19). En los últimos diez años los testigos de Jehová han ayudado a más de tres millones de personas a acercarse a Dios y, con el tiempo, las han bautizado en símbolo de su dedicación a él para hacer Su voluntad. Nos alegra mucho haber asistido a todas estas personas a aproximarse a Dios (Santiago 4:8).
2. ¿Qué ha ocurrido pese a que se han bautizado muchos nuevos discípulos?
2 Sin embargo, en algunos países en los que se han bautizado muchos nuevos discípulos no se ha producido un aumento correspondiente en el número de publicadores del Reino. Por supuesto, hay que contar con los que fallecen, aproximadamente el uno por ciento anual. De todos modos, en los últimos años se han apartado bastantes hermanos por una u otra razón. ¿Cuál es la causa? Este artículo y el siguiente examinarán cómo se acercan las personas a Jehová y posibles razones por las que algunas se apartan.
El propósito de la predicación
3. a) ¿En qué coincide la misión que se confió a los discípulos de Jesús con la del ángel que se menciona en Revelación 14:6? b) ¿De qué manera eficaz se ha despertado el interés de la gente en el mensaje del Reino, pero qué problema existe?
3 En este “tiempo del fin” los discípulos de Jesús tienen la comisión de difundir “el verdadero conocimiento” acerca de “estas buenas nuevas del reino” (Daniel 12:4; Mateo 24:14). Su misión coincide con la del ángel que “tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo” (Revelación [Apocalipsis] 14:6). En esta sociedad tan preocupada por las cuestiones mundanas, la manera más eficaz de interesar a la gente en el Reino de Dios y ayudarla a acercarse a Jehová es hablándole de la esperanza de la vida eterna en una Tierra paradisíaca. Aunque esto resulta comprensible, los que se unen al pueblo de Dios solo para entrar en el Paraíso no tienen los pies bien asentados en el camino estrecho que lleva a la vida (Mateo 7:13, 14).
4. ¿Cuál es el objetivo de la predicación, según Jesús y el ángel que vuela en medio del cielo?
4 Jesús dijo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). El ángel que vuela en medio del cielo declara “buenas nuevas eternas” y dice a los que moran en la Tierra: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas” (Revelación 14:7). Por lo tanto, el objetivo de la predicación de las buenas nuevas es ayudar a las personas a acercarse a Jehová mediante Cristo Jesús.
Nuestro papel en la obra de Jehová
5. ¿Qué declaraciones de Pablo y de Jesús muestran que la obra que efectuamos es de Jehová y no nuestra?
5 Cuando el apóstol Pablo escribe a sus compañeros cristianos ungidos les habla del “ministerio de la reconciliación” y les explica que Dios reconcilia a la gente consigo mediante el sacrificio redentor de Jesucristo. También les dice que es “como si Dios estuviera suplicando mediante nosotros”, y que “como sustitutos por Cristo rogamos: ‘Reconcíliense con Dios’”. ¡Qué idea más reconfortante! Tanto si somos “embajadores en sustitución de Cristo” ungidos como si somos enviados con esperanza terrenal, nunca olvidemos que esta obra es de Jehová, no nuestra (2 Corintios 5:18-20). Es Dios realmente quien atrae a las personas y enseña a quienes vienen a Cristo. Jesús dijo: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los Profetas: ‘Y todos ellos serán enseñados por Jehová’. Todo el que ha oído de parte del Padre, y ha aprendido, viene a mí” (Juan 6:44, 45).
6. ¿Cómo está meciendo Jehová a las naciones de manera preliminar, y al mismo tiempo quiénes están hallando seguridad en Su “casa” de adoración?
6 ¿Cómo atrae Jehová a la gente y le abre “la puerta de la fe” en estos últimos días? (Hechos 14:27, nota; 2 Timoteo 3:1.) Una manera fundamental es haciendo que sus Testigos proclamen Sus mensajes de salvación y juicio contra este inicuo sistema de cosas (Isaías 43:12; 61:1, 2). Esta proclamación mundial ocasiona un temblor en las naciones, el cual es preludio del juicio de destrucción que se avecina. Al mismo tiempo, las personas que son ‘preciosas’ a la vista de Dios están saliendo de este sistema y hallando seguridad en Su “casa” de adoración verdadera. De este modo Jehová cumple sus palabras proféticas recogidas en Ageo: “Meceré todas las naciones, y las cosas deseables de todas las naciones tienen que entrar; y ciertamente llenaré de gloria esta casa” (Ageo 2:6, 7, nota; Revelación 7:9, 15).
7. ¿Cómo abre Jehová el corazón de las personas y las atrae hacia él y hacia su Hijo?
7 Jehová abre el corazón de estas personas que le temen —“las cosas más selectas de todas las naciones”— para que ‘presten atención a lo que están hablando’ sus Testigos (Ageo 2:7, Bover-Cantera, 1961; Hechos 16:14). Al igual que en el siglo primero, Jehová a veces utiliza a sus ángeles para dirigir a sus Testigos a la gente sincera que clama por ayuda (Hechos 8:26-31). Cuando las personas conocen las maravillosas provisiones que Dios ha hecho para ellas mediante su Hijo Jesucristo, se sienten atraídas a él debido a su amor (1 Juan 4:9, 10). En efecto, Dios atrae a las personas hacia Él y hacia su Hijo mediante su “bondad amorosa” o “amor leal” (Jeremías 31:3, nota).
¿A quiénes atrae Jehová?
8. ¿A qué clase de personas atrae Jehová?
8 Jehová atrae hacia sí y hacia su Hijo a las personas que lo buscan (Hechos 17:27). Entre ellas se cuentan aquellas que “están suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo” en la cristiandad y, de hecho, en todo el mundo (Ezequiel 9:4). Son personas que “tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). En realidad, son los “mansos [“humildes”, nota] de la tierra”, quienes residirán en la Tierra paradisíaca para siempre (Sofonías 2:3).
9. ¿Cómo ve Jehová si las personas están ‘correctamente dispuestas para vida eterna’, y cómo las atrae?
9 Jehová puede leer el corazón. El rey David dijo a su hijo Salomón: “Todos los corazones Jehová los está escudriñando, y toda inclinación de los pensamientos la está discerniendo. Si tú lo buscas, él se dejará hallar de ti” (1 Crónicas 28:9). Jehová puede ver por la condición de corazón de la persona y su espíritu, o actitud dominante, si es probable que responda a sus provisiones para el perdón de pecados y la esperanza de vida eterna en su justo nuevo sistema (2 Pedro 3:13). Mediante su Palabra, que sus Testigos predican y enseñan, Jehová atrae hacia sí y hacia su Hijo a ‘todos los que están correctamente dispuestos para vida eterna’, los cuales ‘se hacen creyentes’ (Hechos 13:48).
10. ¿Por qué el hecho de que Jehová atraiga a unos y no a otros no es ninguna forma de predestinación?
10 ¿Supone alguna forma de predestinación el que Jehová atraiga a unos y no a otros? De ninguna manera. Dios atrae a las personas en función de sus propias aspiraciones. Él respeta su libre albedrío. Coloca ante los habitantes de la Tierra hoy la misma disyuntiva que colocó ante los israelitas hace más de tres mil años, cuando Moisés dijo: “Pongo delante de ti hoy la vida y lo bueno, y la muerte y lo malo. [...] De veras tomo los cielos y la tierra como testigos contra ustedes hoy, de que he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole, amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y adhiriéndote a él; porque él es tu vida y la longitud de tus días” (Deuteronomio 30:15-20).
11. ¿Cómo podían escoger la vida los israelitas?
11 Observemos que los israelitas tenían que escoger la vida ‘amando a Jehová, escuchando su voz y adhiriéndose a él’. Cuando se pronunciaron estas palabras, el pueblo de Israel aún no había tomado posesión de la Tierra Prometida. Se hallaba en las llanuras de Moab preparándose para cruzar el río Jordán y entrar en Canaán. Aunque era natural que los israelitas pensaran en la tierra “buena y espaciosa” que ‘manaba leche y miel’, la cual pronto iban a recibir, el cumplimiento de sus sueños dependía de amar a Jehová, escuchar su voz y adherirse a él (Éxodo 3:8). Moisés lo explicó con claridad cuando dijo: “Si escuchas los mandamientos de Jehová tu Dios, que te estoy mandando hoy, para amar a Jehová tu Dios, andar en sus caminos y guardar sus mandamientos y sus estatutos y sus decisiones judiciales, entonces de seguro te mantendrás vivo y te multiplicarás, y Jehová tu Dios tendrá que bendecirte en la tierra a la cual vas para tomar posesión de ella” (Deuteronomio 30:16).
12. ¿Qué debe enseñarnos el ejemplo de los israelitas en cuanto a nuestra predicación y enseñanza?
12 ¿No debería lo antedicho enseñarnos algo sobre nuestra predicación y enseñanza en este tiempo del fin? Pensamos en la venidera Tierra paradisíaca y hablamos de ella en el ministerio. Pero ni nosotros ni los discípulos que hacemos veremos el cumplimiento de la promesa si servimos a Dios por razones egoístas. Al igual que los israelitas, tanto nosotros como las personas a las que enseñamos debemos aprender a ‘amar a Jehová, escuchar su voz y adherirnos a él’. Si tenemos presente este hecho cuando llevamos a cabo el ministerio, en realidad seremos colaboradores de Dios en la obra de atraer a la gente hacia él.
Colaboradores de Dios
13, 14. a) ¿Cómo nos convertimos en colaboradores de Dios, según 1 Corintios 3:5-9? b) ¿A quién debe atribuirse el mérito cuando se producen aumentos, y por qué?
13 Pablo ilustró la colaboración con Dios refiriéndose al cultivo de un campo. Él escribió: “Pues, ¿qué es Apolos? Sí, ¿qué es Pablo? Ministros mediante los cuales ustedes llegaron a ser creyentes, así como el Señor se lo concedió a cada uno. Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndolo crecer; de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer. Ahora bien, el que planta y el que riega uno son, pero cada persona recibirá su propio galardón según su propia labor. Porque somos colaboradores de Dios. Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios” (1 Corintios 3:5-9).
14 Como colaboradores de Dios debemos plantar fielmente “la palabra del reino” en el corazón de la gente, luego regar el interés que demuestran mediante revisitas bien preparadas y estudios bíblicos. Si el terreno —el corazón— es bueno, Jehová hará su parte fomentando el crecimiento de la semilla de la verdad bíblica hasta que esta se convierta en una planta productiva (Mateo 13:19, 23). Atraerá a la persona hacia sí y hacia su Hijo. En definitiva, los aumentos que se producen en el número de proclamadores del Reino se deben a la obra de Jehová en el corazón de las personas, mediante la cual hace crecer la semilla de la verdad y las atrae hacia sí y hacia su Hijo.
La edificación que permanece
15. ¿Qué ilustración utilizó Pablo para mostrar cómo ayudamos a nuestro prójimo a cultivar la fe?
15 Aunque nos alegramos por el aumento, lo que deseamos sinceramente es que las personas sigan amando a Jehová, escuchando su voz y adhiriéndose a él. Nos entristece ver que algunas se enfrían y se apartan. ¿Podemos hacer algo para impedirlo? En otra ilustración Pablo indica cómo ayudar al prójimo a cultivar la fe. Él escribe: “Nadie puede poner ningún otro fundamento sino lo que está puesto, que es Jesucristo. Ahora bien, si alguien edifica sobre el fundamento oro, plata, piedras preciosas, maderas, heno, rastrojo, la obra de cada uno se hará manifiesta, porque el día la pondrá al descubierto, por cuanto será revelada por medio de fuego; y el fuego mismo probará qué clase de obra es la de cada uno” (1 Corintios 3:11-13).
16. a) ¿Qué objetivos diferentes tienen las dos ilustraciones que Pablo utilizó? b) ¿Qué haría que nuestra edificación fuera insatisfactoria y no resistiera el fuego?
16 En la ilustración de Pablo sobre el campo, el crecimiento depende de sembrar bien, regar con frecuencia y de la bendición de Dios. La otra ilustración del apóstol destaca la responsabilidad del ministro cristiano en lo que respecta al resultado de su edificación. ¿Ha construido este sobre un fundamento seguro con materiales de calidad? Pablo advierte: “Siga vigilando cada uno cómo edifica” (1 Corintios 3:10). Cuando despertamos el interés de una persona al hablarle de la esperanza de la vida eterna en el Paraíso, ¿centramos nuestra enseñanza solo en el conocimiento bíblico básico y luego destacamos principalmente lo que debe hacer para conseguir la vida eterna? ¿Pudiera resumirse nuestra enseñanza en algo como “si quiere vivir para siempre en el Paraíso, debe estudiar, ir a las reuniones y participar en la predicación”? Si así es, no estamos edificando la fe de la persona sobre un fundamento sólido, y es posible que la edificación no resista el fuego de las pruebas ni el paso del tiempo. Intentar que la gente se acerque a Jehová solo por la esperanza de la vida en el Paraíso a cambio de unos cuantos años de servicio a Dios es como edificar con ‘madera, heno y rastrojo’.
Cultivemos amor a Dios y a Cristo
17, 18. a) ¿Qué es indispensable para que la fe aguante? b) ¿Cómo podemos ayudar a las personas a hacer que Cristo more en su corazón?
17 Para que la fe aguante debe basarse en una relación personal con Jehová Dios mediante Jesucristo. Como seres humanos imperfectos, solo podemos conseguir esta relación pacífica con Dios a través de su Hijo (Romanos 5:10). Recordemos que Jesús dijo: “Nadie viene al Padre sino por mí”. Para ayudar al prójimo a cultivar la fe, “nadie puede poner ningún otro fundamento sino lo que está puesto, que es Jesucristo”. ¿Qué implican estas palabras? (Juan 14:6; 1 Corintios 3:11.)
18 Edificar sobre Cristo como fundamento significa enseñar de tal modo que los estudiantes de la Biblia cultiven un profundo amor a Jesús basado en el conocimiento pleno de Su papel como Redentor, Cabeza de la congregación, Sumo Sacerdote amoroso y Rey entronizado (Daniel 7:13, 14; Mateo 20:28; Colosenses 1:18-20; Hebreos 4:14-16). Significa hacer a Jesús tan real para ellos que pueda decirse que mora en su corazón. Debemos pedir lo mismo que el apóstol Pablo pidió en favor de los cristianos efesios: “Doblo mis rodillas ante el Padre, [...] a fin de que les conceda [...] [que] Cristo more en sus corazones con amor; para que estén arraigados y establecidos sobre el fundamento” (Efesios 3:14-17).
19. ¿Cuál será el resultado de cultivar amor a Cristo en el corazón de nuestros estudiantes de la Biblia, pero qué debemos enseñarles?
19 Si edificamos de tal modo que se desarrolle amor a Cristo en el corazón de nuestros estudiantes, estos, por lógica, también llegarán a amar a Jehová Dios. El amor, sentimientos y compasión de Jesús son un fiel reflejo de las cualidades de Jehová (Mateo 11:28-30; Marcos 6:30-34; Juan 15:13, 14; Colosenses 1:15; Hebreos 1:3). De modo que cuando la gente llega a conocer y amar a Jesús, también conoce y ama a Jehováa (1 Juan 4:14, 16, 19). Tenemos que enseñar a los estudiantes de la Biblia que Jehová está detrás de todo lo que Cristo ha hecho por la humanidad y que, por lo tanto, debemos darle gracias, alabarle y adorarle como el “Dios verdadero de nuestra salvación” (Salmo 68:19, 20; Isaías 12:2-5; Juan 3:16; 5:19).
20. a) ¿Cómo podemos ayudar a la gente a acercarse a Dios y a su Hijo? b) ¿Qué estudiaremos en el próximo artículo?
20 Como colaboradores de Dios, ayudemos a las personas a acercarse a él y a su Hijo, procurando que cultiven amor y fe en su corazón. De este modo Jehová llegará a ser real para ellas (Juan 7:28). Mediante Cristo conseguirán una relación íntima con Dios, lo amarán y se adherirán a él. No pondrán ningún límite temporal a su servicio amoroso y tendrán fe en que las maravillosas promesas de Jehová se cumplirán a su debido tiempo (Lamentaciones 3:24-26; Hebreos 11:6). Ahora bien, al tiempo que ayudamos a nuestro prójimo a cultivar fe, esperanza y amor, debemos construir nuestra propia fe para que sea como una sólida embarcación capaz de resistir fuertes tormentas. Sobre ello tratará el próximo artículo.
[Nota]
a El libro El hombre más grande de todos los tiempos, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., es una excelente ayuda para conocer mejor a Jesús, y mediante él, a su Padre, Jehová.
A modo de repaso
◻ ¿Cómo solemos despertar el interés de la gente en el mensaje del Reino, pero qué peligro existe?
◻ ¿A qué clase de gente atrae Jehová hacia sí y hacia su Hijo?
◻ ¿De qué dependía el que Israel entrara en la Tierra Prometida, y qué aprendemos de ello?
◻ ¿Cómo ayudamos a la gente a acercarse a Jehová y a su Hijo?
[Ilustración de la página 10]
Aunque brindamos a la gente la esperanza de vida eterna en el Paraíso, nuestro objetivo principal es acercarla a Jehová
[Ilustraciones de la página 13]
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