Comunicación en el ministerio cristiano
“Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones.” (MATEO 28:19.)
1. ¿Qué comisión dio Cristo que implica comunicación?
LA COMISIÓN que dio Jesús, citada arriba, nos presenta el desafío de comunicarnos con la gente en nuestro ministerio mientras vamos de casa en casa, hacemos revisitas y participamos en los demás rasgos de la predicación del Reino. Esa comisión incluye la responsabilidad de dar a conocer la verdad acerca de Jehová Dios, Jesucristo y el Reino Mesiánico en que Jesús gobierna ahora. (Mateo 25:31-33.)
2. ¿Qué necesitamos para comunicarnos eficazmente?
2 ¿Cómo podemos comunicarnos eficazmente? Primero, tenemos que creer en la información que comunicamos. En otras palabras, tenemos que tener una fe firme en que Jehová es el único Dios verdadero, creer que la Biblia es realmente la Palabra de Dios y que el Reino de Dios es la única esperanza para la humanidad. Así, lo que enseñemos provendrá del corazón y prestaremos atención al siguiente consejo de Pablo a Timoteo: “Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que maneja la palabra de la verdad correctamente”. (2 Timoteo 2:15.)
Comunicación sin palabras
3-5. a) ¿Cómo podemos comunicarnos sin decir una palabra? b) ¿Qué experiencias muestran eso?
3 Por lo general se requieren palabras para la comunicación. Pero en realidad nos comunicamos con la gente aun antes de hablar con ella. ¿Cómo? Por nuestro porte, modo de vestir y arreglo personal. Hace años un misionero graduado de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower iba rumbo a su asignación en el extranjero en un transatlántico. Después de varios días en el mar, un desconocido le preguntó a qué se debía que fuera tan diferente de los demás pasajeros. El misionero estaba comunicando algo que era notable —que tenía normas diferentes y era abordable— tan solo por su apariencia y comportamiento. Esto le dio al misionero una excelente oportunidad para dar un testimonio.
4 En otra ocasión una hermana que estaba ofreciendo literatura bíblica a los transeúntes en la calle sonrió amigablemente a una señora que pasó cerca de ella. La señora empezó a bajar las escaleras para entrar en una estación del tren subterráneo. Entonces cambió de parecer, regresó a donde estaba la hermana y le pidió que fuera a su hogar y le diera lecciones bíblicas. ¿Qué la había impresionado? Aunque la Testigo no le ofreció literatura bíblica, le había sonreído amigablemente.
5 Un tercer ejemplo: unos Testigos jóvenes fueron a un restaurante a comer y se sorprendieron cuando un desconocido se acercó a su mesa y les pagó la cuenta. ¿Por qué hizo aquello? Le había impresionado el comportamiento de los jóvenes. Sin decir una palabra al extraño, estos jóvenes cristianos habían comunicado que temían a Dios. Está claro que por nuestra conducta, apariencia y amabilidad nos comunicamos aun antes de decir una palabra. (Compárese con 1 Pedro 3:1, 2.)
El razonar es vital para la comunicación
6. Ilustre lo valioso que es el razonamiento para la comunicación.
6 Se requiere preparación para comunicar verbalmente las buenas nuevas a la gente; así no le hablaremos dogmáticamente, sino que razonaremos con ella. A menudo leemos que Pablo razonó con aquellos a quienes quería dar a conocer las buenas nuevas. (Hechos 17:2, 17; 18:19.) ¿Cómo podemos imitar su ejemplo? Pues bien, puede que las condiciones mundiales, que van empeorando, hayan hecho que algunos duden que exista un Dios Todopoderoso y amoroso que se interese en la humanidad. No obstante, pudiéramos razonar con ellos y mostrarles que Dios tiene un tiempo para todo. (Eclesiastés 3:1-8.) Por eso Gálatas 4:4 dice que, cuando llegó el tiempo debido de Dios, él envió su Hijo a la Tierra. Eso sucedió miles de años después de la primera vez que Dios prometió que lo haría. De igual manera, Dios pondrá fin al sufrimiento y a la iniquidad al tiempo debido. Además, la Palabra de Dios muestra que Él tiene razones muy importantes para haber permitido que la iniquidad continúe por tanto tiempo. (Compárese con Éxodo 9:16.) El emplear tal razonamiento, y el apoyarlo con ilustraciones y prueba bíblica sólida, ayudará a las personas sinceras a comprender que el que la iniquidad sea común no es buen argumento para probar que Jehová no exista o que no se interese en la gente. (Romanos 9:14-18.)
7, 8. ¿Cómo puede sernos útil el razonar al comunicarnos con un judío ortodoxo?
7 Suponga que mientras va de casa en casa alguien le dice: “Soy judío. No me interesa”. ¿Qué podría decir usted? Un hermano informa que tuvo éxito al decir: ‘Estoy seguro de que usted concordará conmigo en que Moisés fue uno de los más grandes profetas de Dios. ¿Y sabe usted que, según Deuteronomio 31:29, él dijo lo siguiente: “Porque bien sé yo que después de mi muerte ustedes [...] se desviarán del camino acerca del cual les he mandado; y la calamidad de seguro les sobrevendrá”? Moisés fue profeta verdadero, de modo que sus palabras tenían que cumplirse. ¿Pudiera ser que se estuvieran cumpliendo cuando Dios envió el Mesías a los judíos, y por eso ellos no lo aceptaron? Puede que haya sido así. Ahora bien, si eso fue así y ellos cometieron un error, ¿tenemos que cometer usted y yo el mismo error?’.
8 Recuerde, también, que los judíos han sufrido mucho a manos de la cristiandad, particularmente durante este siglo. Por lo tanto, usted quizás quiera decir al amo de casa que nosotros no tuvimos nada que ver con eso. Por ejemplo, pudiera decir: ‘¿Sabe usted que cuando Hitler estaba en el poder los testigos de Jehová desafiaron su boicoteo de los judíos? También rehusaron dar el saludo de “Heil Hitler” y se negaron a servir en su ejército’a.
9, 10. ¿Qué razonamiento se puede usar para ayudar a alguien que crea en el infierno de fuego?
9 Al tratar de comunicarse con alguien que crea en un infierno de fuego, usted pudiera razonar que para que una persona sufriera eternamente en el infierno tendría que tener un alma inmortal. El que cree en el infierno de fuego concordará con eso enseguida. Entonces puede mencionarle el relato de la creación de Adán y Eva, y preguntarle bondadosamente si ha notado en ese relato alguna mención de tal alma inmortal. Al proseguir con su razonamiento, pudiera entonces mostrarle Génesis 2:7, donde la Biblia dice que Adán vino a ser un alma. Y note lo que Dios dijo que sería el resultado del pecado de Adán: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás”. (Génesis 3:19.) Por lo tanto, Adán el alma regresó al polvo.
10 Usted también pudiera señalar al hecho de que en ningún lugar en el relato de Génesis habla Dios de un sufrimiento eterno en el infierno de fuego. Cuando Dios le advirtió a Adán que no comiera del fruto prohibido, dijo: “En el día que comas de él, positivamente morirás”. (Génesis 2:17.) ¡No se menciona ningún infierno de fuego! Si el verdadero resultado para Adán por haber pecado había de ser, no la muerte —‘volver al polvo’— sino el sufrimiento eterno, ¿no debió Dios, con toda justicia, haber explicado eso claramente? Por eso, el razonar con prudencia y bondad puede ayudar a la persona sincera a notar las inconsecuencias de su creencia. Que nunca pasemos por alto la importancia de apelar a la razón al compartir con otros la verdad de la Palabra de Dios. (Compárese con 2 Timoteo 2:24-26; 1 Juan 4:8, 16.)
Cualidades necesarias para comunicación eficaz
11-13. ¿Qué cualidades cristianas nos ayudan a comunicarnos con eficacia?
11 Ahora bien, ¿qué cualidades debemos cultivar para comunicar las verdades del Reino del modo más eficaz? Pues ¿qué aprendemos del ejemplo de Jesús? En Mateo 11:28-30 leemos sus palabras: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga es ligera”. Aquí vemos una clave del éxito de Jesús como comunicante. Era de genio apacible y humilde de corazón. Las personas de corazón recto lo hallaban refrescante. El apóstol Pablo también dio un ejemplo excelente, pues, como dijo a los ancianos de Éfeso, desde el primer día que estuvo con ellos sirvió como esclavo al Señor “con la mayor humildad mental”. (Hechos 20:19.)
12 Si siempre manifestamos modestia y humildad mental, otros verán que también somos refrescantes, lo cual facilitará el que podamos comunicarnos con ellos. Es muy probable que cualquier otra actitud que manifestemos cree una barrera entre nosotros y la gente con la cual tratamos de comunicarnos. Verdaderamente, “la sabiduría está con los modestos”. (Proverbios 11:2.)
13 Para impartir información con eficacia, también tenemos que ser pacientes y prudentes. El apóstol Pablo ciertamente ejerció prudencia al testificar a los filósofos que se reunieron ante él en la colina de Marte. Presentó las buenas nuevas de modo que ellos las pudieran entender. (Hechos 17:18, 22-31.) Si queremos comunicarnos eficazmente con nuestros oyentes, tenemos que seguir el consejo que el apóstol Pablo dio a los colosenses cuando dijo: “Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno”. (Colosenses 4:6, Versión Popular.) Nuestra habla siempre debe ser de buen gusto. Tal habla tiende a abrir la mente de los que nos escuchan, mientras que los comentarios imprudentes los harán poco receptivos.
14. ¿Cómo nos ayuda a comunicarnos con otros una presentación calmada y a modo de conversación?
14 Queremos mantenernos calmados siempre. Esto ayuda a tranquilizar a nuestros oyentes. El mostrar calma incluye no pensar que solo nosotros debemos hablar. Más bien, sin prisa y con preguntas hechas con amabilidad, permitimos que ellos se expresen. En particular cuando testificamos informalmente es sabio animar a la otra persona a expresarse. Por ejemplo, en cierta ocasión a un Testigo le tocó sentarse al lado de un sacerdote católico romano mientras viajaba en avión. Por más de una hora el Testigo le hizo preguntas con prudencia, y el sacerdote, al contestar, fue quien habló la mayor parte del tiempo. Pero para cuando se despidieron, el sacerdote había obtenido varias publicaciones bíblicas. El abordar a otros con paciencia nos ayudará a ejercer otra cualidad necesaria, a saber, empatía.
15, 16. ¿Cómo puede ayudarnos la empatía en la comunicación?
15 Empatía significa ponernos en el lugar de otros, por decirlo así. El apóstol Pablo comprendía cabalmente que es necesario mostrar empatía, según lo indicó al escribir a los corintios: “Aunque soy libre respecto de toda persona, me he hecho el esclavo de todos, para ganar el mayor número de personas. Y por eso a los judíos me hice como judío, para ganar a judíos; a los que están bajo ley me hice como bajo ley, aunque yo mismo no estoy bajo ley, para ganar a los que están bajo ley. A los que están sin ley me hice como sin ley, aunque yo no estoy sin ley para con Dios, sino bajo ley para con Cristo, para ganar a los que están sin ley. A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos”. (1 Corintios 9:19-22.)
16 Para imitar al apóstol Pablo en estos aspectos, tenemos que ser prudentes, discernidores y observadores. La empatía nos ayudará a comunicar la verdad a nuestros oyentes según su modo de pensar y sentir. La publicación Razonamiento a partir de las Escrituras es muy útil al respecto. Téngala siempre consigo en el ministerio.
El amor contribuye a la comunicación
17. De todas las cualidades cristianas, ¿cuál es la más valiosa para comunicar eficazmente la verdad, y cómo se muestra?
17 La modestia, la humildad mental, la paciencia y la empatía son esenciales para comunicar información eficazmente. Pero, sobre todo, el amor altruista nos ayudará a llegar con éxito al corazón de otros. Jesús se compadeció de las personas porque estaban “desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor”. El amor lo impelió a decir: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré”. (Mateo 9:36; 11:28.) El amor que le tenemos a la gente nos mueve, también, a refrescarla y a ayudarla a hallar el camino que conduce a la vida. Predicamos un mensaje de amor; por eso, sigamos presentándolo de manera amorosa. Este amor lo manifestamos al sonreír amigablemente, ser bondadosos y amables, mostrar alegría y afecto.
18. ¿Cómo podemos imitar a Pablo, tal como él imitó al Amo?
18 En esto el apóstol Pablo fue un excelente imitador de su Amo, Jesucristo. ¿Cómo pudo establecer una congregación tras otra? ¿Fue debido a su celo? Sí. Pero también fue por el amor que manifestó. Note sus expresiones afectuosas respecto a la nueva congregación de Tesalónica: “Nos hicimos amables en medio de ustedes, como cuando una madre que cría acaricia a sus propios hijos. Así, teniéndoles tierno cariño, nos fue de mucho agrado impartirles, no solo las buenas nuevas de Dios, sino también nuestras propias almas, porque ustedes llegaron a sernos amados”. El imitar a Pablo nos ayudará en nuestros esfuerzos por comunicarnos con otros. (1 Tesalonicenses 2:7, 8.)
19. ¿Por qué no debemos desanimarnos cuando trabajamos territorios donde la gente no responde favorablemente a nuestro mensaje?
19 ¿Debemos desanimarnos si no obtenemos buenos resultados aunque nos hayamos esforzado al máximo? De ningún modo. Los Estudiantes de la Biblia (como se conocía a los testigos de Jehová antes) solían decir que para aceptar la verdad las personas tenían que tener las tres haches. Tenían que ser honradas, humildes y estar hambrientas. No podemos esperar que las personas insinceras, poco honradas, respondan favorablemente a la verdad; tampoco podemos esperar que los arrogantes u orgullosos quieran escuchar las buenas nuevas. Además, aunque alguien sea honrado y humilde hasta cierto grado, no es probable que acepte la verdad si no tiene hambre espiritual.
20. ¿Por qué podemos decir siempre que nuestro esfuerzo no ha sido en vano?
20 Sin duda, muchos a quienes usted visita en su territorio carecen de una o más de las tres haches. El profeta Jeremías experimentó la misma situación. (Jeremías 1:17-19; compárese con Mateo 5:3.) Con todo, nuestro esfuerzo nunca es en vano. ¿Por qué no? Porque estamos anunciando el nombre de Jehová y su Reino. Mediante nuestra predicación y por nuestra presencia misma en el territorio, damos advertencia a los inicuos. (Ezequiel 33:33.) Y nunca olvidemos que al esforzarnos por comunicar la verdad a otros nosotros mismos nos beneficiamos. (1 Timoteo 4:16.) Conservamos una fe firme y una brillante esperanza del Reino. Además, mantenemos nuestra integridad y así participamos en la santificación del nombre de Jehová Dios, lo cual regocija Su corazón. (Proverbios 27:11.)
21. ¿Qué se puede decir en resumen?
21 En resumen: comunicación es impartir información eficazmente. El arte de comunicarse es muy importante, y causa mucho daño el que la comunicación cese. Hemos visto que Jehová Dios y Jesucristo son primeros entre los comunicantes, y que Jesucristo comisionó un conducto de comunicación para nuestro día. También hemos visto que nos comunicamos —enviamos mensajes a otros— por nuestro arreglo personal y nuestra conducta. Hemos aprendido que el razonar desempeña un papel importante cuando tratamos de comunicarnos con la gente, y que para comunicarnos eficazmente tenemos que ser modestos y humildes, mostrar empatía, ejercer paciencia y, sobre todo, ser impulsados por un corazón lleno de amor. Si cultivamos estas cualidades y seguimos los ejemplos bíblicos, tendremos éxito como comunicantes cristianos. (Romanos 12:8-11.)
[Nota a pie de página]
a Para más sugerencias en cuanto a cómo comunicarse con judíos creyentes y otros, véase Razonamiento a partir de las Escrituras, páginas 21-24.
¿Cómo contestaría usted?
◻ ¿En qué sentido nos comunicamos aun antes de decir una palabra?
◻ Mencione algunos ejemplos de cómo comunicarnos mediante razonamiento eficaz.
◻ ¿Qué cualidades ayudaron a Jesucristo y a Pablo a comunicarse eficazmente?
◻ ¿Por qué no debemos desanimarnos si no obtenemos buenos resultados enseguida?