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“El que me ha visto ha visto al Padre”... ¿en qué sentido?¡Despertad! 1979 | 22 de julio
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Repetidas veces las Escrituras se refieren a Jesucristo como aquel a quien Dios “envió” como su representante principal. (Vea, por ejemplo, Juan 3:17, 28, 34; 5:23, 24, 30, 37.) Es interesante el hecho de que la Biblia a menudo describe a personas que representan a otras personas como si ellas fueran las personas representadas. Considere dos ejemplos:
(1) El Evangelio de Mateo relata que, después de pronunciar el Sermón del Monte, Jesús entró en Capernaum, donde “un centurión se presentó ante él, rogándole” que sanara a su esclavo. (Mat. 8:5-13) No obstante del relato paralelo en Lucas 7:1-10 nos enteramos de que el centurión “envió a los ancianos de los judíos [a Jesús] para pedirle que fuera y sanara a su esclavo.”
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“El que me ha visto ha visto al Padre”... ¿en qué sentido?¡Despertad! 1979 | 22 de julio
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Por supuesto, de estos relatos bíblicos nadie llegaría a la conclusión de que aquellos ancianos judíos y el centurión eran coiguales, o que la madre y sus hijos, Santiago y Juan, eran coiguales. Semejantemente, nadie debería llegar a la conclusión de que Jesús y Dios son coiguales sencillamente porque cosas declaradas acerca de Jehová Dios en ciertas partes de la Biblia se aplican a Jesucristo en otras partes. La verdadera razón de esto es que Jesús representa a Dios.b
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