A los dadores piadosos les espera felicidad eterna
“Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (JUAN 3:16.)
1, 2. a) ¿Quién es el más grande Dador, y cuál es su mayor dádiva a la humanidad? b) ¿Qué cualidad manifestó Dios cuando hizo su mayor dádiva?
NO HAY más grande Dador que Jehová Dios. Respecto a él, el Creador del cielo y la Tierra, el discípulo cristiano Santiago escribió: “Toda dádiva buena y todo don perfecto es de arriba, porque desciende del Padre de las luces celestes, y con él no hay la variación del giro de la sombra”. (Santiago 1:17.) Jehová es también el Dador de la mayor dádiva que se pudiera hacer. Respecto a su mayor dádiva a la humanidad, se dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. (Juan 3:16.)
2 Fue nada menos que ese mismo Hijo unigénito de Dios quien dijo esas palabras. Desde luego, el hijo unigénito de un padre apreciaría y amaría a ese padre como la fuente de su vida y de todas las cosas buenas que se le proveyeran para su disfrute de la vida. Pero el amor de Dios no se limitó tan solo a aquel Hijo. El que Dios extendiera una dádiva como aquella a otras criaturas suyas manifestaría el ejercicio del amor de Dios a un grado extraordinario. (Compárese con Romanos 5:8-10.) Esto queda más patente aún cuando examinamos lo que en realidad significa la palabra “dio” en su contexto.
La dádiva divina “del Hijo de su amor”
3. Además “del Hijo de su amor”, ¿quiénes han disfrutado del amor del Padre celestial?
3 Por un espacio de tiempo que no se revela, Dios había disfrutado de asociación personal con su Hijo unigénito —el “Hijo de su amor”— en la región celestial. (Colosenses 1:13.) Durante todo ese tiempo el amor y el cariño entre el Padre y el Hijo se habían desarrollado tanto que no ha llegado a existir ningún otro amor mutuo como el de ellos. Las demás criaturas que Dios trajo a la existencia mediante su Hijo unigénito también fueron amadas como miembros de la familia divina de Jehová. Así, el amor reinaba sobre la entera familia de Dios. Es correcta la declaración de las sagradas Escrituras de que “Dios es amor”. (1 Juan 4:8.) La familia divina estaría compuesta, pues, de personas amadas por el Padre, Jehová Dios.
4. ¿Cómo implicó más que la pérdida de asociación personal el que Dios diera a su Hijo, y a favor de quiénes?
4 Tan estrechos eran los lazos entre Jehová y su Hijo primogénito que el que estos se privaran a sí mismos de tal asociación íntima sería de por sí una gran pérdida. (Colosenses 1:15.) Pero el ‘dar’ a este Hijo unigénito significó más que el que Dios se privara de asociación personal con el “Hijo de su amor”. Llegó hasta el mismo punto de que Jehová permitiera que su Hijo experimentara la muerte y así cesara de existir temporalmente como miembro de la familia universal de Dios. Esta fue una muerte a favor de personas que nunca habían sido miembros de la familia de Dios. Jehová no pudo haber dado a la humanidad necesitada mayor dádiva que la de su Hijo unigénito, a quien las Escrituras también identifican como “el principio de la creación por Dios”. (Revelación 3:14.)
5. a) ¿En qué aprieto se halló la prole de Adán, y qué requería de uno de los hijos fieles de Dios Su justicia? b) ¿Qué requeriría de Dios mismo su mayor dádiva?
5 La primera pareja humana, Adán y Eva, no se mantuvieron en su lugar como miembros de la familia de Dios. En tal condición enajenada se hallaron después de ser echados del jardín de Edén por haber pecado contra Dios. No solo dejaron de ser miembros de la familia de Dios, sino que también cayeron bajo sentencia de muerte. Por lo tanto, el problema no consistía sencillamente en restaurar al favor de Dios como miembros de Su familia a la prole de ellos, sino también sacarlos de estar bajo la sentencia divina de muerte. Según funciona la justicia divina, esto requeriría que uno de los fieles hijos de Jehová Dios experimentara la muerte como sustituto o rescate. Por eso, la gran cuestión era: ¿Estaría dispuesto a experimentar tal muerte como sustituto a favor de los pecadores humanos el que fuera escogido? Además, el realizar eso requeriría que el Dios Todopoderoso ejecutara un milagro. También se requeriría que el amor divino se expresara a un grado sin paralelo. (Romanos 8:32.)
6. ¿Cómo satisfizo el Hijo de Dios las necesidades que imponía la situación en que se hallaba la humanidad pecaminosa, y qué dijo al respecto?
6 Solo el Hijo primogénito de Jehová satisfaría las necesidades especiales que imponía la situación en que se hallaba la humanidad pecaminosa. Él es tan clara imagen de su Padre celestial en mostrar cariño a los miembros de la familia que Dios ha producido que no tiene igual entre los hijos de Dios. Puesto que toda otra criatura inteligente llegó a existir mediante él, su cariño a esas criaturas ciertamente sería abundante. Además, el amor es una cualidad dominante del Hijo unigénito de Jehová, Jesucristo, porque “él es el reflejo de su gloria [la de Dios] y la representación exacta de su mismo ser”. (Hebreos 1:3.) Para mostrar que estaba dispuesto a expresar ese amor al mayor grado mediante dar su vida a favor de la humanidad pecaminosa, Jesús dijo a sus 12 apóstoles: “El Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”. (Marcos 10:45; véase también Juan 15:13.)
7, 8. a) ¿Con qué motivo envió Jehová a Jesucristo al mundo de la humanidad? b) ¿En qué clase de misión envió Dios a su Hijo unigénito?
7 Jehová Dios tenía una razón especial para enviar a Jesús a este empobrecido mundo de la humanidad. El amor divino fue el motivo de esto, pues Jesús mismo dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para que juzgara al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de él”. (Juan 3:16, 17.)
8 Por su amor Jehová envió a su Hijo unigénito en una misión de salvar a otros. Dios no envió aquí a su Hijo para juzgar al mundo. Si al Hijo de Dios se le hubiera enviado en una misión judicial como esa, no habría habido buenas perspectivas para ningún ser humano. La sentencia de juicio adverso de Jesucristo contra la familia humana habría sido la de condenación a muerte. (Romanos 5:12.) Por eso, mediante esa expresión singular del amor divino Dios contrapesó la sentencia de muerte que la justicia absoluta hubiera requerido.
9. ¿Qué pensó el salmista David del dar de Jehová?
9 En todo cuanto hace, Jehová Dios expresa y demuestra que el amor es el rasgo superlativo de su personalidad. Y es correcto decir que por su amor Dios da a sus adoradores fieles en la Tierra más que suficiente en lo que se refiere a cosas buenas. Eso pensó el salmista David cuando dijo a Dios: “¡Cuán abundante es tu bondad, que has guardado cual tesoro para los que te temen!, que has proporcionado a los que se refugian en ti, enfrente de los hijos de los hombres”. (Salmo 31:19.) Durante el reinado de David sobre la nación de Israel —sí, por toda su vida como miembro de aquella nación especialmente escogida por Dios— él experimentó a menudo la bondad de Jehová. Y David halló que era abundante.
Israel pierde una gran dádiva de Dios
10. ¿Cómo se distinguió el Israel de la antigüedad de toda otra nación en la Tierra?
10 Por tener a Jehová como su Dios, el Israel de la antigüedad se distinguió de toda otra nación de la Tierra. Mediante el profeta Moisés como mediador Jehová introdujo a los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob en una relación de pacto consigo. Dios no había tratado de esa forma con ninguna otra nación. Por lo tanto, el salmista inspirado pudo exclamar: “Está anunciando su palabra a Jacob, sus disposiciones reglamentarias y sus decisiones judiciales a Israel. No ha hecho así a ninguna otra nación; y en cuanto a sus decisiones judiciales, no las han conocido. ¡Alaben a Jah!”. (Salmo 147:19, 20.)
11. ¿Hasta cuándo disfrutó Israel de su posición favorecida con Dios, y cómo expresó Jesús el cambio que hubo en la relación de ellos?
11 La nación del Israel natural continuó en aquella relación favorecida con Dios hasta que rechazó a Jesucristo como el Mesías en el año 33 de nuestra era común. Ciertamente fue un día lóbrego para Israel aquel en que Jesús se lamentó así: “Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella..., ¡cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne sus pollitos debajo de sus alas! Pero ustedes no lo quisieron. ¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes”. (Mateo 23:37, 38.) Las palabras de Jesús indicaban que la nación de Israel, aunque antes había sido favorecida por Jehová, se había quedado sin recibir una dádiva especial de Dios. ¿Cómo?
12. ¿Quiénes eran los ‘hijos de Jerusalén’, y qué habría significado el que Jesús los hubiera reunido?
12 Al usar el término “hijos” Jesús se refirió solo a los judíos naturales circuncisos que vivían en Jerusalén y representaban a la entera nación judía. El que Jesús reuniera a los ‘hijos de Jerusalén’ habría significado que él introdujera a aquellos “hijos” en un nuevo pacto con Dios, mientras él mismo servía de Mediador entre Jehová y aquellos judíos naturales. (Jeremías 31:31-34.) Eso les habría traído el perdón de pecados, pues a ese grado llegaba el amor de Dios. (Compárese con Malaquías 1:2.) Esto ciertamente habría sido una gran dádiva.
13. ¿Qué pérdida experimentó Israel por rechazar al Hijo de Dios, pero por qué no disminuyó el gozo de Jehová?
13 En conformidad con su Palabra profética, Jehová esperó todo el tiempo que fue razonable antes de extender a los no judíos la dádiva de llegar a ser partícipes del nuevo pacto. Pero la nación del Israel natural perdió aquella gran dádiva por rechazar al propio Hijo de Dios, el Mesías. Por consiguiente, Jehová contrapesó el rechazamiento de su Hijo al extender aquella dádiva a personas que no eran parte de la nación judía. Así, el gozo de Jehová como Gran Dador no disminuyó.
La felicidad de dar
14. ¿Por qué es Jesucristo la criatura más feliz de todo el universo?
14 Jehová es el “Dios feliz”. (1 Timoteo 1:11.) El dar a otros es algo que lo hace feliz. Y en el siglo I E.C. su Hijo unigénito dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir”. (Hechos 20:35.) Según este principio, Jesús ha llegado a ser la criatura más feliz del Creador de todo el universo. ¿De qué manera? Pues, después de Jehová Dios mismo, Jesucristo ha hecho la mayor dádiva al entregar su vida en beneficio de la humanidad. De hecho, es ‘el feliz Potentado’. (1 Timoteo 6:15.) Así Jesús ejemplifica lo que dijo acerca de la mayor felicidad de dar.
15. ¿De qué nunca dejará de ser un dechado Jehová, y cómo pueden sus criaturas inteligentes experimentar una medida de Su felicidad?
15 Por medio de Jesucristo, Jehová Dios nunca dejará de ser un Dador generoso a todas sus criaturas inteligentes y siempre será para ellas el mejor ejemplo de dar. Tal como Dios se complace en hacer buenas dádivas a otras personas, así ha puesto el espíritu de generosidad en el corazón de sus criaturas inteligentes en la Tierra. Por eso ellas pueden reflejar e imitar Su personalidad y experimentar una medida de Su felicidad. (Génesis 1:26; Efesios 5:1.) Fue apropiado que Jesús dijera a sus seguidores: “Practiquen el dar, y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá en cambio”. (Lucas 6:38.)
16. ¿A qué dar se refirió Jesús en Lucas 6:38?
16 Jesús dio un excelente ejemplo para sus discípulos al tener como práctica el dar. Dijo que los que recibieran responderían de manera excelente a tal dar. En Lucas 6:38 Jesús no se refería exclusivamente a hacer dádivas materiales. No estaba indicando a sus discípulos que siguieran un derrotero que los empobreciera en sentido material. Más bien, estaba dirigiéndolos a un derrotero que les daría un sentido de satisfacción espiritual.
Se asegura la felicidad eterna
17. ¿Qué dádiva maravillosa ha concedido Dios a sus Testigos en estos últimos días?
17 ¡Qué maravillosa dádiva ha concedido a sus Testigos en estos últimos días Jehová, el Cabeza de toda la creación! Nos ha dado las buenas nuevas de su Reino. Tenemos el gran privilegio de ser proclamadores del Reino establecido de Dios en manos de su Rey en funciones, Jesucristo. (Mateo 24:14; Marcos 13:10.) El que se nos haya hecho Testigos verbales del Dios Altísimo es una dádiva incomparable, y la mejor manera de practicar el dar a imitación de Dios es compartiendo el mensaje del Reino con otras personas antes de que llegue el fin de este inicuo sistema de cosas.
18. Como testigos de Jehová, ¿qué tenemos que dar a otros?
18 El apóstol Pablo se refirió a las dificultades que tuvo que aguantar mientras declaraba el mensaje del Reino a otros. (2 Corintios 11:23-27.) Los testigos de Jehová de nuestro tiempo también tienen que aguantar dificultades y dejar a un lado preferencias personales mientras se esfuerzan por dar a otros la esperanza del Reino. Quizás no nos sintamos inclinados a ir a los hogares de la gente, especialmente si somos tímidos. Pero como seguidores de Cristo no podemos evitar o eludir el privilegio de dar cosas espirituales a otros mediante predicar “estas buenas nuevas del reino”. (Mateo 24:14.) Es preciso que tengamos la misma actitud que tuvo Jesús. Al encararse con la muerte, oró: “Padre mío, [...] no como yo quiero, sino como tú quieres”. (Mateo 26:39.) En el asunto de dar a otros las buenas nuevas del Reino, los siervos de Jehová tienen que hacer la voluntad de Dios, no la suya... hacer lo que él quiere, no lo que ellos tal vez quieran.
19. ¿Quiénes son los Poseedores de “los lugares de habitación eternos”, y cómo podemos hacernos amigos de ellos?
19 Tal dar va a exigir que demos de nuestro tiempo y nuestros recursos, pero al ser dadores piadosos nos aseguramos de que nuestra felicidad sea eterna. ¿Por qué? Porque Jesús dijo: “Háganse amigos por medio de las riquezas injustas [“riquezas de este mundo”, Versión Popular], para que, cuando las tales fallen, se los reciba en los lugares de habitación eternos”. (Lucas 16:9.) Debemos tener como objetivo usar las “riquezas injustas” para tener como amigos a los Poseedores de “los lugares de habitación eternos”. Jehová, como Creador, es dueño de todo, y su Hijo primogénito también es dueño como Heredero de todas las cosas. (Salmo 50:10-12; Hebreos 1:1, 2.) Para hacernos amigos de ellos tenemos que usar las riquezas de tal manera que obtengamos Su aprobación. Esto incluye tener la actitud apropiada en cuanto a usar nuestras posesiones materiales para beneficiar a otros. (Compárese con Mateo 6:3, 4; 2 Corintios 9:7.) Podemos usar el dinero de manera correcta para fortalecer nuestra amistad con Jehová Dios y Jesucristo. Por ejemplo, hacemos eso al usar alegremente lo que tenemos para ayudar a los que verdaderamente estén necesitados y al gastar nuestros recursos en el adelanto de los intereses del Reino de Dios. (Proverbios 19:17; Mateo 6:33.)
20. a) ¿Por qué pueden Jehová y Jesús introducirnos en “lugares de habitación eternos”, y dónde pueden estar esos lugares? b) ¿Qué privilegio tendremos por toda la eternidad?
20 Debido a su inmortalidad, Jehová Dios y Jesucristo pueden ser nuestros Amigos para siempre y pueden introducirnos en “lugares de habitación eternos”. Eso es así sea que se trate del cielo con todos los santos ángeles, o de la Tierra en el Paraíso restaurado. (Lucas 23:43.) El que Dios hiciera de Jesucristo su dádiva amorosa hizo posible todo esto. (Juan 3:16.) Y Jehová Dios utilizará a Jesús para seguir haciendo dádivas a toda la creación, para Su propia felicidad incomparable. De hecho, por toda la eternidad nosotros mismos tendremos el privilegio de dar bajo la soberanía universal de Jehová Dios y el reinado de su Hijo unigénito, nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Esto traerá felicidad eterna a todos los dadores piadosos.
¿Recuerda usted?
◻ ¿Qué requeriría de Dios su mayor dádiva?
◻ ¿En qué clase de misión envió Dios a su Hijo?
◻ ¿Quién es la criatura más feliz de todo el universo, y por qué?
◻ ¿Cómo experimentarán felicidad eterna los dadores piadosos?
[Fotografía en la página 12]
¿Busca usted primero el Reino de Dios mediante predicar las buenas nuevas y apoyar esa obra con sus recursos?
[Ilustración en la página 10]
¿Aprecia usted que Dios diera a su Hijo como sacrificio de rescate?