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Poder sobre el viento y las olasEscuchando al Gran Maestro
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Jesús todavía estaba solo en la montaña. Había estado allí mucho rato. Pero ahora pudo ver que sus discípulos estaban en peligro en medio de las grandes olas. Por eso bajó de la montaña a la orilla del mar. No se lanzó al agua y empezó a nadar, ni se metió caminando dentro del agua. No; ¡en vez de eso Jesús empezó a andar por encima del mar agitado tal como nosotros andaríamos sobre la hierba verde!
¿Qué pasaría si tú trataras de andar sobre el agua? ¿Sabes?—Te hundirías, y podrías ahogarte. Pero Jesús era diferente. Él tenía poderes especiales.
Jesús tuvo que hacer una larga caminata de unos cinco o seis kilómetros para llegar a la barca. Por eso ya amanecía cuando los discípulos vieron a Jesús venir hacia ellos por encima del agua. Pero no podían creer lo que veían. Se asustaron mucho, y gritaron de temor.
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Poder sobre el viento y las olasEscuchando al Gran Maestro
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Tan pronto como Jesús se subió en la barca, la tormenta cesó. Los discípulos quedaron asombrados de nuevo. Cayeron delante de Jesús, y dijeron: “Verdaderamente eres Hijo de Dios.”—Mateo 14:23-33; Juan 6:16-21.
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