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Pronto estará completa la “señal” predichaEl reino de mil años de Dios se ha acercado
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SE INDICA LA CERCANÍA DE LA SEGUNDA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN
15. ¿Qué dijo Jesús que indicaría que estaría muy cerca la destrucción de Jerusalén y el sistema judío, y qué dijo que debería hacerse desde entonces?
15 Habiendo mostrado de manera considerablemente detallada las cosas preliminares que precederían “el fin,” Jesús ahora especificó la cosa particular que indicaría que el fin de Jerusalén y del sistema de cosas que tenía como centro a aquella ciudad y su templo estaba muy cerca: Dijo: “Por lo tanto, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo, (use discernimiento el lector,) entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas. El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa; y el que esté en el campo no vuelva a la casa a tomar su prenda exterior de vestir. ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! Sigan orando que su huida no ocurra en tiempo de invierno, ni en día de sábado.”
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Pronto estará completa la “señal” predichaEl reino de mil años de Dios se ha acercado
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17. (a) ¿Por qué no habían de pasar por alto este consejo de Jesús sus apóstoles y los compañeros cristianos de éstos? (b) Por eso, ¿qué pregunta vital se presenta ahora?
17 Este consejo de Jesús no debía ser olvidado ni pasado por alto por los apóstoles y otros discípulos. Si algunos de ellos se demoraban en cuanto a huir de Judea después de ver la cosa repugnante de pie en un lugar santo, aquello pudiera costarles la vida; pudiera ser que no estuvieran entre los comparativamente pocos a quienes se alude como “carne” que se salva solo debido a que los días de tribulación son acortados. Pero, ¿qué es esta “cosa repugnante” que al ser vista de pie en el lugar santo certificaría que ahora no faltaba mucho tiempo para que la devastadora “grande tribulación” estuviera al llegar?
18, 19. (a) ¿Quién había predicho ya esta cosa repugnante que causa desolación, y dónde? (b) ¿Cómo mostró Jesús, según el relato de Lucas de su profecía, lo que sería aquella cosa repugnante?
18 Jesús no dejó duda en cuanto a lo que era. Dijo que era la cosa repugnante “como se habló de ella por medio de Daniel el profeta.” (Mateo 24:15) La “cosa repugnante” que predice el profeta Daniel con relación a la segunda destrucción de Jerusalén es la que se describe en Daniel 9:26, 27 (especialmente según la Versión de los Setenta griega del texto de la Biblia Hebrea).a La historia seglar revela que esa “cosa repugnante” fue los ejércitos romanos paganos bajo su “caudillo.” El hecho de que ésta es la explicación correcta de la profecía queda visto cuando se hace una comparación entre el relato de Mateo acerca de la profecía de Jesús en este lugar y el relato de Lucas en el lugar correspondiente en la profecía de Jesús. Lucas 21:20-24 dice:
19 “Además, cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado. Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de Jerusalén retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella; porque éstos son días para hacer justicia [o días de venganza], para que se cumplan todas las cosas que están escritas [entre ellas Daniel 9:26, 27]. ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! Porque habrá gran necesidad sobre la tierra e ira sobre este pueblo; y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.”—Compare también con Marcos 13:14-20.
20, 21. (a) ¿Cuándo fue que los judíos cristianos que estaban en Judea vieron la cosa repugnante plantada en un “lugar santo”? (b) ¿Por cuánto tiempo estuvo así plantada aquella cosa repugnante?
20 Fue en el año 66 E.C. que los judíos cristianos de Jerusalén y Judea empezaron a ver la “cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta,” plantarse en un “lugar santo,” a saber, Jerusalén y sus alrededores. Fue en ese año que los judíos no convertidos al cristianismo se rebelaron con aspiraciones mesiánicas contra el que el Imperio Romano los siguiera gobernando. En reacción a esto, el general romano Cestio Galo bajó desde Siria y rodeó a Jerusalén con “ejércitos acampados.” Esto fue cuando los judíos celebraban la Fiesta de las Cabañas (o Tabernáculos) desde el 15 hasta el 21 de Tisri, que en aquel año debe haber transcurrido en los siete días del 22 al 28 de octubre (calendario gregoriano). El general Cestio Galo llevó su ejército hasta dentro de “cincuenta estadios” de la ciudad en celebración. Los judíos, bien armados, lanzaron un ataque desde allí e infligieron algún daño a los romanos.
21 Ahora vino una “espera de tres días.” Entonces el general Galo, empujando a los judíos de vuelta a Jerusalén, puso sus tropas muy cerca de la ciudad. Pero fue por primera vez en el último día del mes de Tisri (para el 5 de noviembre) que hizo que sus tropas penetraran en la ciudad de Jerusalén. Ciertamente estaba ahora en un lugar que los judíos consideraban “santo.” Por cinco días los romanos atacaron la muralla del templo, y en el sexto día socavaron la muralla. Esto ciertamente era un asalto a lo que los judíos consideraban muy santo. Ahora se les pudiera haber hecho muy fácil a los romanos capturar la ciudad entera, pero entonces, súbitamente, sin razón válida para lo que hizo, el general Galo se apartó de la ciudad y se retiró. Regocijados, los judíos persiguieron de cerca y hostigaron a los romanos, que se retiraban, y les infligieron daño considerable, de modo que la retirada se convirtió en una fuga desordenada.b Esto fue una herida escocedora para el orgullo de los romanos, los conquistadores del mundo. ¡Jerusalén había sido liberada! Y en conmemoración de aquello los judíos acuñaron unos nuevos siclos de plata que ostentaron en un lado la inscripción “Jerusalén la Santa.”
22. ¿Por qué no engañó a los judíos convertidos al cristianismo aquel restablecimiento de la independencia de Jerusalén, y cómo se salvaguardaron?
22 ¿Engañó este restablecimiento de la independencia de este país de los judíos a los judíos de Jerusalén y de la provincia de Judea que se habían convertido al cristianismo? No a los que tomaron en serio la profecía de Jesús y su consejo. Ellos habían visto de hecho a la ciudad santa de Jerusalén rodeada por ejércitos acampados. Habían visto la “cosa repugnante que causa desolación,” con sus estandartes militares que eran idolatrados como dioses por los soldados, de pie “en un lugar santo,” “en pie donde no debe.” (Marcos 13:14) Por esto habían de ‘saber que la desolación de ella se había acercado.’ (Lucas 21:20) Era ya hora de, o salir de Jerusalén, o no entrar en ella, sino más bien huir de toda la provincia de Judea a las montañas de fuera; por ejemplo, hacia el este a través del río Jordán a la provincia de Perea. Allí, fuera del territorio condenado a desolación, estos judíos convertidos al cristianismo podían continuar predicando las buenas nuevas del verdadero reino mesiánico, en vez de perecer con los judíos incrédulos condenados a destrucción.
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