El único camino que lleva a la vida eterna
“Yo soy el camino y la verdad y la vida.” (JUAN 14:6.)
1, 2. ¿A qué comparó Jesús el camino que conduce a la vida eterna, y qué significado tiene esa ilustración?
EN SU famoso Sermón del Monte, Jesús comparó el camino que conduce a la vida con una senda a la que se entra por una puerta. Observe que Jesús puso de relieve que este camino que lleva a la vida no es fácil. Dijo: “Entren por la puerta angosta; porque ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él; mientras que angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida [eterna], y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13, 14).
2 ¿Entiende el significado de esa ilustración? ¿No indica que solo hay un camino que conduce a la vida y que requerirá cuidadosa atención de nuestra parte para no desviarnos de él? ¿Cuál es, entonces, el único camino que conduce a la vida eterna?
El papel de Jesucristo
3, 4. a) ¿Cómo indica la Biblia el papel fundamental que Jesús desempeña en nuestra salvación? b) ¿Cuándo reveló Dios por primera vez que la humanidad podría conseguir la vida eterna?
3 Es evidente que Jesús desempeña un papel importante al respecto, como expuso el apóstol Pedro: “No hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre [que el de Jesús] debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos” (Hechos 4:12). De igual modo, el apóstol Pablo declaró: “El don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23). Jesús mismo reveló que el único camino que conduce a la vida eterna pasa por él, pues dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida” (Juan 14:6).
4 De modo que es fundamental que reconozcamos el papel que Jesús desempeña en hacer posible la vida eterna. Examinemos, pues, este papel con más detenimiento. ¿Sabe cuándo dio a conocer por primera vez Jehová Dios que la humanidad podía recuperar la vida eterna? Fue inmediatamente después del pecado de Adán. Examinemos a continuación la primera vez que se predijo la provisión de Jesucristo como Salvador de la humanidad.
La Descendencia prometida
5. ¿Cómo podemos identificar a la serpiente que sedujo a Eva?
5 Jehová Dios identificó al prometido Salvador con lenguaje simbólico. Lo hizo al pronunciar su sentencia contra “la serpiente” que habló a Eva y la tentó para que desobedeciera a Dios comiendo del fruto prohibido (Génesis 3:1-5). Por supuesto, aquella serpiente no era una culebra literal. Era un poderoso ser espiritual al que la Biblia identifica como “la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás” (Revelación 12:9). Satanás usó a un bajo animal como vocero para seducir a Eva. Por ello, cuando Dios lo sentenció, le dijo: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él [la descendencia de la mujer] te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón” (Génesis 3:15).
6, 7. a) ¿Quién es la mujer que produce la “descendencia”? b) ¿Quién es la Descendencia prometida, y qué logra?
6 ¿Quién es esta “mujer” con quien Satanás está enemistado? El capítulo 12 de Revelación no solo identifica a “la serpiente original”, sino también a la mujer que Satanás odia. Observe que el Rev 12 versículo 1 dice que está “vestida del sol, y la luna estaba debajo de sus pies, y sobre su cabeza había una corona de doce estrellas”. Esta mujer representa a la organización celestial de ángeles fieles de Dios, y el “hijo varón” al que da a luz representa al Reino de Dios con Jesucristo como Rey (Revelación 12:1-5, Biblia de América).
7 ¿Quién, entonces, es la “descendencia” o prole de la mujer de Génesis 3:15, que magullará a Satanás “en la cabeza”, infligiéndole así un golpe mortal? Es aquel que Dios envió del cielo para que naciera milagrosamente de una virgen, sí, el hombre Jesús (Mateo 1:18-23; Juan 6:38). El capítulo 12 de Revelación muestra que esta Descendencia, Jesucristo, como gobernante celestial resucitado, encabezaría la victoria sobre Satanás y, como dice Revelación 12:10, establecería “el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo”.
8. a) ¿Qué elemento nuevo proveyó Dios con relación a su propósito original? b) ¿Quién constituye el nuevo gobierno de Dios?
8 El Reino en las manos de Jesucristo es algo nuevo que Dios proporcionó en relación con su propósito original de que el hombre disfrutara de vida eterna en la Tierra. Después de la rebelión de Satanás, Jehová se dispuso inmediatamente a deshacer todas las consecuencias de la iniquidad mediante este nuevo gobierno del Reino. Cuando Jesús estuvo en la Tierra reveló que no gobernaría solo (Lucas 22:28-30). Se seleccionaría a otras personas de la humanidad para que gobernaran con él en el cielo y constituyeran la parte subsidiaria de la descendencia de la mujer (Gálatas 3:16, 29). En la Biblia se da el número de los que reinarán con Jesús —todos tomados de entre la humanidad sujeta al pecado— a saber, 144.000 (Revelación 14:1-3).
9. a) ¿Por qué tenía Jesús que venir a la Tierra como ser humano? b) ¿Cómo deshizo Jesús las obras del Diablo?
9 Sin embargo, antes de que este Reino pudiera empezar a gobernar, era necesario que apareciera en la Tierra la parte principal de la Descendencia, Jesucristo. ¿Por qué? Porque Jehová Dios lo nombró “para desbaratar [o deshacer] las obras del Diablo” (1 Juan 3:8). Las obras de Satanás incluían haber inducido a Adán al pecado, lo cual ocasionó la condenación al pecado y a la muerte de toda la prole de este (Romanos 5:12). Jesús deshizo esta obra del Diablo al dar Su vida como rescate. Así, proveyó la base para librar a la humanidad de la condenación al pecado y a la muerte, y abrió el camino a la vida eterna (Mateo 20:28; Romanos 3:24; Efesios 1:7).
Qué logra el rescate
10. ¿En qué sentido eran similares Jesús y Adán?
10 Puesto que la vida de Jesús fue transferida del cielo al vientre de una mujer, este nació como hombre perfecto, sin mácula del pecado de Adán. Por tanto, tenía la capacidad de vivir para siempre en la Tierra. Del mismo modo, Adán fue creado como hombre perfecto con la perspectiva de disfrutar de vida eterna en la Tierra. El apóstol Pablo tenía presente la semejanza entre estos dos hombres cuando escribió: “‘El primer hombre, Adán, llegó a ser alma viviente’. El último Adán [Jesucristo] llegó a ser un espíritu dador de vida. El primer hombre procede de la tierra y es hecho de polvo; el segundo hombre procede del cielo” (1 Corintios 15:45, 47).
11. a) ¿Qué efecto tuvieron Adán y Jesús en la humanidad? b) ¿Cómo debemos considerar el sacrificio de Jesús?
11 La similitud entre estos dos hombres, los dos únicos hombres perfectos de la historia, se reitera en la declaración bíblica de que Jesús “se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos” (1 Timoteo 2:6). ¿A quién correspondía Jesús? Pues a Adán cuando todavía era perfecto. El pecado del primer Adán resultó en la condenación a muerte de toda la familia humana. El sacrificio del “último Adán” coloca la base para la liberación del pecado y la muerte, de modo que podamos vivir para siempre. ¡Qué enorme valor tiene el sacrificio de Jesús! El apóstol Pedro hizo la siguiente observación: “No fue con cosas corruptibles, con plata u oro, con lo que fueron librados”, sino que “fue con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo” (1 Pedro 1:18, 19).
12. ¿Cómo explica la Biblia que se deshará nuestra condenación a muerte?
12 La Biblia explica muy bien cómo se deshará la condenación a muerte de la familia humana, al decir: “Mediante una sola ofensa [la de Adán] el resultado a toda clase de hombres fue la condenación, así mismo también mediante un solo acto de justificación [el proceder íntegro de Jesús que culminó en su muerte] el resultado a toda clase de hombres es el declararlos justos para vida. Porque así como mediante la desobediencia del solo hombre [Adán] muchos fueron constituidos pecadores, así mismo, también, mediante la obediencia de la sola persona [Jesús] muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:18, 19).
Una perspectiva gloriosa
13. ¿Por qué no les atrae a muchos la idea de vivir para siempre?
13 Esta provisión divina debería hacernos muy felices. ¿No le conmueve que se haya suministrado un Salvador? Cuando se formuló la pregunta “¿Le atrae la perspectiva de vivir para siempre?” en una encuesta que llevó a cabo un periódico de una de las principales ciudades de Estados Unidos, un sorprendente 67,4% de los encuestados respondieron: “No”. ¿Por qué dijeron que no querían vivir para siempre? Evidentemente porque la vida en la Tierra ahora está plagada de problemas. Una persona dijo: “No me agrada pensar en el aspecto que tendría con 200 años”.
14. ¿Por qué será un completo placer vivir para siempre?
14 Sin embargo, la Biblia no habla de vivir para siempre en un mundo en el que la gente enferme, envejezca y sufra otras calamidades. No, porque como gobernante del Reino de Dios, Jesús deshará todas las dificultades que Satanás provocó. Según dice la Biblia, el Reino de Dios “triturará y pondrá fin a todos” los gobiernos opresivos de este mundo (Daniel 2:44). En aquel tiempo, en respuesta a la oración que Jesús enseñó a sus seguidores, la “voluntad” de Dios se hará “en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:9, 10, Biblia de América). En el nuevo mundo de Dios se eliminará por completo la maldad de la Tierra y se aplicarán todos los beneficios del rescate de Jesús. En efecto, todo el que satisfaga los requisitos recobrará la salud perfecta.
15, 16. ¿Qué condiciones existirán en el nuevo mundo de Dios?
15 El siguiente pasaje bíblico será aplicable a quienes vivan en el nuevo mundo de Dios: “Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil” (Job 33:25). También se cumplirá otra promesa bíblica: “Los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos mismos de los sordos serán destapados. En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo, y la lengua del mudo clamará con alegría” (Isaías 35:5, 6).
16 ¡Imagínese! Sin importar la edad que tengamos, ya sea 80, 800 o más años, nuestros cuerpos gozarán de salud radiante. Será como la Biblia promete: “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”. En aquel tiempo también se cumplirá esta promesa: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Isaías 33:24; Revelación 21:3, 4).
17. ¿Qué podemos esperar que logre la gente en el nuevo mundo de Dios?
17 En ese nuevo mundo podremos utilizar nuestro maravilloso cerebro de la manera que nuestro Creador se propuso cuando lo concibió con una ilimitada capacidad de aprendizaje. Imagínese las cosas maravillosas que podremos lograr. Incluso los hombres imperfectos han producido del almacén de elementos de la Tierra todo lo que vemos a nuestro alrededor: teléfonos celulares, micrófonos, relojes, localizadores, computadoras, aviones, sí, todo tipo de artículos. Ninguno de ellos se hizo con materiales traídos de algún lugar distante del universo. Con una vida sin fin ante nosotros, el potencial creativo en el venidero Paraíso terrestre será ilimitado (Isaías 65:21-25).
18. ¿Por qué nunca será aburrida la vida en el nuevo mundo de Dios?
18 Y la vida no será aburrida. Aun ahora esperamos con ansia la próxima comida, aunque quizá hayamos comido decenas de miles de veces. Cuando el hombre alcance la perfección disfrutará todavía más del delicioso producto de la Tierra paradisíaca (Isaías 25:6). También tendremos el eterno placer de cuidar de la amplia fauna de la Tierra y disfrutar de sus espectaculares puestas de sol, montañas, ríos y valles. Con seguridad, la vida nunca se hará monótona en el nuevo mundo de Dios (Salmo 145:16).
Debemos satisfacer los requisitos divinos
19. ¿Por qué es razonable creer que hay que satisfacer ciertos requisitos para recibir de Dios el don de la vida?
19 ¿Esperaría usted recibir de Dios el grandioso regalo de la vida eterna en un paraíso como el ya descrito sin hacer nada para conseguirlo? ¿No es razonable que Dios pida algo de nosotros? Claro que lo es. Dios no nos arroja el regalo, por decirlo así. Nos lo ofrece, pero tenemos que alargar la mano y alcanzarlo. Se requiere esfuerzo. Puede que usted se haga la misma pregunta que le hizo el joven gobernante rico a Jesús: “¿Qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?”. O quizá plantee la pregunta como lo hizo un carcelero filipense dirigiéndose al apóstol Pablo: “¿Qué tengo que hacer para salvarme?” (Mateo 19:16; Hechos 16:30).
20. ¿Cuál es un requisito fundamental para conseguir vida eterna?
20 La noche antes de su muerte, Jesús mencionó un requisito en oración a su Padre celestial: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). ¿No es un requisito razonable adquirir conocimiento de Jehová, quien hizo posible la vida eterna, y de aquel que murió por nosotros, Jesucristo? Sin embargo, se requiere más que solo conseguir ese conocimiento.
21. ¿Cómo demostramos que cumplimos con el requisito de ejercer fe?
21 La Biblia también dice: “El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna”. Y luego añade: “El que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él” (Juan 3:36). Podemos demostrar que ejercemos fe en el Hijo realizando cambios en nuestra vida para armonizarla con la voluntad de Dios. Tenemos que rechazar cualquier proceder erróneo que hayamos seguido y entonces hacer lo que agrada a Dios. Es necesario efectuar lo que el apóstol Pedro mandó: “Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová” (Hechos 3:19).
22. ¿Qué acciones implica seguir los pasos de Jesús?
22 Nunca olvidemos que solo podremos disfrutar de vida eterna ejerciendo fe en Jesús (Juan 6:40; 14:6). Demostramos que ejercemos fe en él ‘siguiendo sus pasos con sumo cuidado y atención’ (1 Pedro 2:21). ¿Qué implican estas palabras? Pues bien, en oración a Dios Jesús exclamó: “¡Mira! He venido [...] para hacer tu voluntad, oh Dios” (Hebreos 10:7). Es vital que imitemos a Jesús estando dispuestos a hacer la voluntad de Dios y luego dedicando nuestra vida a Jehová. Posteriormente, tenemos que simbolizar esa dedicación por bautismo en agua, tal como Jesús se presentó para ser bautizado (Lucas 3:21, 22). Esos pasos son muy razonables. El apóstol Pablo dijo que “el amor que el Cristo tiene nos obliga” (2 Corintios 5:14, 15). ¿De qué manera? Pues bien, el amor motivó a Jesús a dar su vida en favor nuestro. ¿No debería eso obligarnos a corresponderle ejerciendo fe en él? Sí, debería obligarnos a seguir su ejemplo de amor al dar de sí mismo para ayudar a los demás. Cristo vivió para hacer la voluntad de Dios; nosotros debemos hacer lo mismo, y no vivir ya para nuestra persona.
23. a) ¿A qué son añadidos los que reciben la vida? b) ¿Qué se requiere de los miembros de la congregación cristiana?
23 Pero eso no es todo. La Biblia dice que cuando se bautizaron 3.000 personas en el Pentecostés del año 33 E.C., “fueron añadidas”. ¿Añadidas a qué? “Continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y a compartir unos con otros”, explica Lucas (Hechos 2:41, 42). También se reunían para estudiar la Biblia y disfrutar de compañerismo, y así fueron añadidas a la congregación cristiana, llegaron a ser parte de ella. Los primeros cristianos asistían a las reuniones para ser instruidos en sentido espiritual (Hebreos 10:25). Los testigos de Jehová siguen hoy este precedente bíblico y le animan a asistir a estas reuniones con ellos.
24. ¿A qué se refiere la expresión “la vida que realmente lo es”, y cómo y cuándo vendrá?
24 Millones de personas siguen ahora el camino estrecho que lleva a la vida. Mantenerse en ese camino requiere verdadero esfuerzo (Mateo 7:13, 14). Pablo lo indicó en esta afectuosa exhortación: “Pelea la excelente pelea de la fe, logra asirte firmemente de la vida eterna para la cual fuiste llamado”. Es necesario librar esa batalla para lograr “asirse firmemente de la vida que realmente lo es” (1 Timoteo 6:12, 19). Esa vida no es la vida actual de achaques, dolores y sufrimiento, legado del pecado de Adán. Es la vida en el nuevo mundo de Dios, que pronto será una realidad cuando se aplique el sacrificio redentor de Cristo en favor de todos los que aman a Jehová Dios y a su Hijo, después de la eliminación de este sistema de cosas. Que todos optemos por la vida, “la vida que realmente lo es”: vida eterna en el glorioso nuevo mundo de Dios.
¿Qué contestaría usted?
◻ ¿Quiénes son la serpiente, la mujer y la descendencia de Génesis 3:15?
◻ ¿En qué sentido fue Jesús correspondiente a Adán, y qué posibilitó el rescate?
◻ ¿Qué podemos esperar que hará tan placentero el nuevo mundo de Dios?
◻ ¿Qué requisitos tenemos que satisfacer para vivir en el nuevo mundo de Dios?
[Ilustración de la página 10]
Jesús es el único camino que conduce a la vida sin fin, tanto para los jóvenes como para los adultos
[Ilustración de la página 11]
Al debido tiempo de Dios, las personas mayores recobrarán el vigor juvenil