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La mano en las EscriturasLa Atalaya 1963 | 1 de marzo
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En las Escrituras Cristianas Griegas leemos que se usaban las manos cuando se efectuaban curaciones milagrosas: “Cuando estaba poniéndose el sol, todos los que tenían personas enfermas de distintas dolencias las traían a él. Mediante el poner las manos sobre cada una de ellas él las curaba.” También había una imposición de manos cuando se impartía el espíritu santo: “Impusieron las manos sobre ellos, y comenzaron. a recibir espíritu santo.” Y cuando el espíritu santo dio a saber a la congregación de Antioquía que era la voluntad de Dios que Pablo y Bernabé fuesen separados para obra especial, “ayunaron y oraron y les impusieron las manos y los dejaron ir.” Incidentemente, a causa de esta comisión a Bernabé se le llamó apóstol, no uno de los doce enviados por Jesús, sino uno de los dos enviados por la congregación de Antioquía.—Luc. 4:40; Hech. 8:17; 13:1-3; 14:14.
En sentido figurado la mano se usa a menudo en las Escrituras para referirse a poder aplicado, tanto el de Jehová como el del hombre. “La mano [poder aplicado] de Jehová vino a ser pesada sobre los de Asdod.” Se le prometió a Judá: “Tu mano estará en la cerviz de tus enemigos.”—1 Sam. 5:6; Gén. 49:8. Véase también Éxodo 6:1; 9:3.
Las manos también representan actividad y cooperación. Así, el profeta Oded le dijo al fiel rey Asa: ‘Tú, sé valeroso y no dejes caer las manos, porque existe una recompensa para tu actividad.’ Por otra parte, el rey Saúl mató a ciertos sacerdotes debido a que habían cooperado con David, “porque su mano también [había sido] con David.”—2 Cró. 15:7; 1 Sam. 22:17.
Puesto que un asesino le quita la vida a otro mediante sus manos, se dice de éstas que están ‘llenas de sangre derramada.’ Pilato trató en vano de desembarazarse de esta responsabilidad por medio de literalmente lavarse las manos.—Isa. 1:15; Mat. 27:24.
Todos los que aprecian los dones de Dios, incluyendo las manos, harán caso del consejo: “Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismísimo poder.” Sí, cualquier actividad en que participemos ha de hacerse con nuestro mismísimo poder, es decir, de toda alma.—Ecl. 9:10; Col. 3:23.
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Perseverancia ministerial recompensadaLa Atalaya 1962 | 15 de diciembre
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Perseverancia ministerial recompensada
SE LES aconseja a los ministros cristianos que perseveren: “No desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos rendimos de cansancio.” (Gál. 6:9) Las siguientes experiencias prueban que Dios es veraz en este asunto.
● Desde Argentina un Testigo informó: ‘Yendo de casa en casa, fui a una casa donde no había nadie. Anoté esto y regresé vez tras vez sin hallar a nadie. Un día hice otro esfuerzo y llegué precisamente cuando los que vivían allí estaban a punto de salir. Pronuncié un sermón breve y noté que se manifestó interés; me pidieron que volviese el día siguiente. Esto lo hice, colocando con ellos la ayuda para estudio bíblico De paraíso perdido a paraíso recobrado y comencé un estudio bíblico con ellos en la misma ocasión. Esto fue en septiembre de 1960. Progresaron rápidamente, comenzaron a contar a otros acerca de las cosas que habían aprendido, y siete meses más tarde comenzaron a acompañarme en el ministerio cristiano del campo.’
● En el pueblo muy religioso de A——, Francia, un ministro de Jehová de tiempo cabal volvió cinco veces en distintos días a cierta puerta antes de hallar en casa al ama de casa. La persona con quien se encontró tenía tanto interés en la verdad acerca de Jehová y su Reino que en solamente dos meses comenzó ella misma a contar a otros acerca de ello.
● En Luxemburgo un matrimonio arrendó su salón a los testigos de Jehová para una asamblea. Este matrimonio quedó tan impresionado acerca de los Testigos que no solo contó a otros acerca de los Testigos sino que la esposa comenzó a distribuir ejemplares de la Biblia entre las personas con quienes hablaba. Sin embargo, durante varios años después de eso, siempre que los Testigos trataban de hacer arreglos para un estudio bíblico regular la excusa era que estaban demasiado ocupados. Entonces un día los Testigos supieron que la pareja había vendido su negocio, un restaurante, así que hicieron otro esfuerzo. Esta vez se comenzó un estudio bíblico y el progreso fue rápido. El marido, la esposa y la hija mayor han emprendido la actividad de predicación.
● En Kenya, África, un Testigo había colocado dos revistas bíblicas e hizo arreglos para una revisita. En la primera revisita se comenzó un estudio bíblico, pero entonces fue necesario hacer doce visitas antes de volver a hallar a la persona de la casa para poder renovar el estudio bíblico. En poco tiempo esta pareja joven comenzó a asistir a las reuniones de congregación y a participar en el ministerio cristiano. Doce meses después de su primer estudio bíblico estas personas se bautizaron. Desde entonces han continuado celosos, aunque un cambio en el empleo del marido hizo que tuviera que trasladarse adonde no hay ninguna congregación de testigos de Jehová.
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