Nacer de nuevo: ¿cuál es su función?
MUCHAS personas creen que hay que nacer de nuevo para recibir la salvación eterna. Sin embargo, ¿recuerda por qué dijo Jesús que había que nacer de nuevo? Porque “a menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). En efecto, no dijo que fuera para ser salvo, sino para entrar en el Reino de Dios. “Pero ¿es que no es lo mismo entrar en el Reino que ser salvo?”, puede preguntar alguien. La verdad es que no. Para entender la diferencia, veamos primero qué significa la expresión “reino de Dios”.
Puesto que un reino es una forma de gobierno, al hablar del “reino de Dios”, en realidad se está aludiendo a un gobierno establecido por Dios. Según la Biblia, Jesucristo —el “hijo del hombre”— es el Rey de este reino y cuenta con el apoyo de otros gobernantes (Daniel 7:1, 13, 14; Mateo 26:63, 64). Una visión del apóstol Juan revela que estos compañeros de Cristo son personas elegidas de entre “toda tribu y lengua y pueblo y nación” y que “han de reinar sobre la tierra” (Revelación [Apocalipsis] 5:9, 10; 20:6). La Palabra de Dios también indica que estos reyes constituyen un “rebaño pequeño” formado por 144.000 miembros “comprados de la tierra” (Lucas 12:32; Revelación 14:1, 3).
Pues bien, ¿dónde está la sede del Reino de Dios? El hecho de que al “reino de Dios” también se lo llame “reino de los cielos” indica que Jesús y quienes reinan con él gobiernan desde el cielo (Lucas 8:10; Mateo 13:11). Por tanto, el Reino de Dios es un gobierno celestial integrado por Jesucristo y por un grupo de discípulos suyos elegidos de la humanidad.
En vista de esto, ¿a qué se refería entonces Jesús cuando dijo que había que volver a nacer para entrar en el Reino de Dios? A que hay que nacer de nuevo para gobernar con Cristo en el cielo. En resumen: la función de este nuevo nacimiento es preparar a un grupo limitado de seres humanos para gobernar en el cielo.
Hasta el momento hemos visto que nacer de nuevo es muy importante, que es Dios el que decide quién lo hace y que su función es preparar a un grupo de seres humanos para gobernar en el cielo. Veamos a continuación cómo se realiza este nuevo nacimiento.
[Comentario de la página 7]
La función de este nuevo nacimiento es preparar a un grupo limitado de seres humanos para gobernar en el cielo
[Ilustración de la página 7]
El Reino de Dios está integrado por Jesucristo y por un grupo de discípulos suyos elegidos de la humanidad