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“El Verbo”—¿quién es? Según JuanLa Atalaya 1963 | 15 de marzo
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32. ¿Desde dónde fue enviado Jesús, y por lo tanto dónde era inferior a Dios?
32 No fue por primera vez cuando estuvo en carne sobre la Tierra que Jesús fue enviado, sino que fue enviado desde el cielo. En prueba de esto dijo: “He descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió. Y ésta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello.” (Juan 6:38, 39, Val) De manera que aun en el cielo Jesús era menos que su Padre. Durante el tiempo que tuviera para ello Jesús se mantuvo constantemente en el trabajo de su Padre, su Enviador. Dijo: “Conviéneme obrar las obras del que me envió, entre tanto que el día dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar.” (Juan 9:4, Val) Todo esto añade prueba al hecho de que Jesús no era Dios cuya voluntad tenía que hacerse, sino que era inferior a Dios, y estaba haciendo la voluntad de Dios.
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Fuente de su vidaLa Atalaya 1963 | 15 de marzo
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Parte 4
Fuente de su vida
33. (a) Como Hijo, ¿qué rindió Jesús al que era su Padre? (b) ¿Hasta qué punto dijo Jesús que todos los hombres deberían honrar al Hijo?
EN TODO lo que hemos visto se ha ido acumulando la evidencia, de los propios escritos de Juan, en el sentido de que Jesucristo era el Hijo de Dios. Este mismo hecho de por sí señala a que Jesús como Hijo dependía de Dios y no era igual a Dios. Un hijo no es mayor que su padre, sino que debe honrar a su padre, según el mandato de Dios. Como el Hijo de Dios, Jesús dijo: “Honro a mi Padre.” (Juan 8:49) ¿Cómo, entonces, puede alguien decir que él se estaba haciendo Dios o igual a Dios cuando dijo: “El Padre á nadie juzga, mas todo el juicio dió al Hijo; para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”? (Juan 5:22, 23, Val) En esas palabras Jesús no nos estaba diciendo que lo honráramos como siendo el Padre o como siendo Dios. Él no dijo que habíamos de honrar al Hijo tanto como se honra al Padre.
34. En este respecto, ¿por qué había de honrarse al Hijo, y cuánto?
34 Sírvase mirar de nuevo las palabras de Jesús y ver por qué él dijo que había de ser honrado tal como el Padre ha de ser honrado. Jesús dijo que el Padre lo había nombrado para que fuera juez, para actuar como el diputado o representante de Dios el Juez Supremo. Por lo tanto, como el Juez nombrado por Dios el Hijo merecía ser honrado. Al honrar al Hijo mostramos respeto por el nombramiento del Hijo como Juez por Dios. Si no honramos al Hijo como Juez, entonces no honramos al “Padre que le envió.” Pero eso no quiere decir que honramos al Hijo como siendo Dios mismo u honramos al Hijo tanto como a Dios mismo, quien envió al Hijo.
35. (a) ¿Quién fue el que honró a Jesús, y cuánto? (b) En cuanto a grandeza, ¿qué comparación existía entre Jesús y Dios y Jesús y Abrahán?
35 Hasta Dios el Padre no honró o glorificó al Hijo como su igual. Pero Dios sí honró o glorificó a su Hijo Jesucristo más que a todos los demás hijos suyos. Ciertamente, entonces, a aquel a quien Dios honra o glorifica, nosotros también debemos honrar. En realidad, Dios nos exige que lo hagamos. Jesús mismo dijo: “Si yo me glorifico á mí mismo, mi gloria es nada: mi Padre es el que me glorifica; el que vosotros decís que es vuestro Dios.” (Juan 8:54, Val) El Padre de Jesús era el Dios de los judíos. Ellos no consideraban a Jesús un Hombre–Dios, Dios mismo en la carne; y Jesús no pretendió ser Dios. Él dijo que la Deidad de quien los judíos decían que era el Dios de ellos era Quien honraba a Jesús. Entonces Jesús prosiguió y declaró que él no era tan grande como Dios pero que era mayor que Abrahán debido a haber tenido existencia prehumana en el cielo.
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