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Cultivemos el amor que nunca fallaLa Atalaya 2009 | 15 de diciembre
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13. a) ¿Cuál es el texto del año 2010? b) Explique la oración: “El amor nunca falla”.
13 Pablo nos explica luego cuáles son las características del amor y cuáles no (léase 1 Corintios 13:4-8). Todos hacemos bien en examinar individualmente si cumplimos con las exigencias de este pasaje. Pero ahora nos centraremos en la última oración del versículo 7 y la primera del 8, que se combinan en el texto del año 2010: ‘El amor aguanta todas las cosas. El amor nunca falla’. Observemos que el versículo 8 habla también de los dones de hablar en lenguas y de profetizar, así como de los demás dones del espíritu que se usaban en los comienzos de la congregación cristiana. El apóstol indicó que estos dones tendrían fin, mientras que el amor no. Dado que Jehová es el amor en persona, y él es eterno, esta virtud nunca fallará o, como dicen otras biblias, nunca acabará. Existirá siempre como cualidad del Dios eterno (1 Juan 4:8).
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Cultivemos el amor que nunca fallaLa Atalaya 2009 | 15 de diciembre
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“El amor nunca falla”
20, 21. a) ¿Por qué supera el camino del amor a todos los demás? b) ¿Por qué estamos decididos a seguir el camino del amor?
20 En el pueblo de Jehová encontramos un sinnúmero de ejemplos de que el amor es el mejor camino. Ciertamente, supera siempre a todos los demás. Veamos cómo destacó Pablo esta verdad. Primero señaló que cesarían los dones del espíritu cuando la congregación alcanzara la madurez. Y luego dijo: “Ahora, sin embargo, permanecen la fe, la esperanza, el amor, estos tres; pero el mayor de estos es el amor” (1 Cor. 13:13).
21 Con el tiempo, las cosas en que hemos puesto fe se harán realidad, y ya no habrá que tener fe en ellas. Igualmente, el día en que se hagan nuevas todas las cosas, se cumplirán las promesas que tanto anhelamos y ya no habrá que cifrar nuestra esperanza en ellas. Pero ¿y el amor? Como hemos visto, nunca terminará, sino que permanecerá para siempre. Cuando disfrutemos de vida eterna, sin duda comprenderemos cada vez mejor el amor divino en todas sus facetas. Por lo tanto, esforcémonos por hacer la voluntad de Dios y seguir el camino que nunca falla. Si así lo hacemos, viviremos para siempre (1 Juan 2:17).
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