Cómo ayudar a otros a adorar a Dios
“Si [...] entra cualquier incrédulo o persona común, [...] los secretos de su corazón quedan manifiestos, de modo que él cae sobre su rostro y adora a Dios.” (1 CORINTIOS 14:24, 25.)
1-3. En Corinto, ¿cómo se ayudó a muchos a tener la aprobación de Dios?
EN SU segunda gira misional el apóstol Pablo permaneció un año y medio en la ciudad de Corinto. Allí estuvo “intensamente ocupado con la palabra, dando testimonio”. ¿Qué resultado tuvo esto? “Muchos de los corintios que oyeron empezaron a creer y a bautizarse.” (Hechos 18:5-11.) Llegaron a ser “santificados [...], llamados a ser santos”. (1 Corintios 1:2.)
2 Apolos hizo una visita a Corinto después. Priscila y Áquila habían ayudado antes a Apolos a entender “con mayor exactitud el camino de Dios”, lo que incluía el asunto del bautismo. Así, él llegó a ser un cristiano que tenía la buena voluntad, o la aprobación, de Dios. (Hechos 18:24–19:7.) A su vez, Apolos ayudó a los corintios que antes ‘se habían dejado llevar a ídolos mudos’. (1 Corintios 12:2.) Es probable que estas personas recibieran instrucción bíblica en sus hogares; también aprendían cuando asistían a las reuniones cristianas. (Hechos 20:20; 1 Corintios 14:22-24.)
3 El resultado de que se les impartiera instrucción fue que se atrajera a la adoración verdadera a muchos que antes habían sido ‘incrédulos y personas comunes’. ¡Cuán satisfaciente tiene que haber sido ver el progreso de hombres y mujeres hacia el bautismo y la aprobación de Dios! Todavía satisface.
Ayuda a los ‘incrédulos y las personas comunes’
4. ¿De qué maneras se ayuda a muchas personas hoy como se hizo en Corinto?
4 Hoy día los testigos de Jehová también obedecen el mandato de Jesús de ‘hacer discípulos de personas de todas las naciones, y bautizarlas’. (Mateo 28:19, 20.) Después de sembrar las semillas de la verdad en corazones receptivos, regresan y riegan estas semillas. (1 Corintios 3:5-9; Mateo 13:19, 23.) Los Testigos ofrecen conducir una vez a la semana estudios bíblicos gratis en los hogares de los interesados en su mensaje para contestar sus preguntas y ayudarles a aprender las verdades bíblicas. También invitan a esos estudiantes a asistir a las reuniones locales de los testigos de Jehová, tal como en el primer siglo algunos “incrédulos” asistían a las reuniones de Corinto. Pero ¿cómo deben considerar los testigos de Jehová a las personas que están estudiando la Biblia y vienen a las reuniones?
5. ¿Qué base bíblica hay para cautela al tratar con ciertas personas?
5 Nos deleita ver que se acercan a Dios. Con todo, tenemos presente que todavía no son creyentes bautizados. Considere también dos lecciones basadas en el artículo anterior. 1) Los israelitas ejercían cautela con los pobladores forasteros que, aunque se asociaban con el pueblo de Dios y obedecían algunas leyes, no eran prosélitos circuncisos, hermanos en la adoración. 2) Los cristianos corintios que trataban con ‘incrédulos y personas comunes’ se mantenían alerta debido a las palabras de Pablo: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque, ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero?”. (2 Corintios 6:14.)
6. ¿Cómo pueden ser “censurados” por las reuniones los “incrédulos”, y qué clase de censura es esa?
6 Por eso, aunque recibimos con gusto a ‘incrédulos y personas comunes’, estamos al tanto de que todavía no satisfacen las normas de Dios. Como indica la Biblia en 1 Corintios 14:24, 25, estas personas quizás tengan que ser ‘examinadas detenidamente’, hasta ‘censuradas’, por lo que están aprendiendo. Esa censura no es de tipo judicial; no se llama a estas personas ante un comité judicial de la congregación, puesto que todavía no son miembros bautizados de ella. Más bien, como resultado de lo que están aprendiendo, estos nuevos quedan convencidos de que Dios condena las prácticas y costumbres egoístas e inmorales.
7. ¿Qué progreso adicional querrán lograr muchos estudiantes, y por qué?
7 Puede que con el tiempo muchas personas no bautizadas deseen adelantar para hacer más que solamente asistir a las reuniones como aprendices interesados. Estas palabras de Jesús muestran por qué: “El alumno no es superior a su maestro, pero todo el que esté perfectamente instruido será como su maestro”. (Lucas 6:40.) El estudiante de la Biblia puede ver que su maestro considera vital el ministerio del campo y se siente feliz efectuándolo. (Mateo 24:14.) Por eso, puede que, con fe creciente, el que haya estado aprendiendo las verdades de la Biblia y asistiendo a las reuniones tome a pecho estas palabras: “¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas, del que publica paz, del que trae buenas nuevas de algo mejor, del que publica salvación!”. (Isaías 52:7; Romanos 10:13-15.) Aunque no esté bautizado, quizás quiera adherirse a la congregración de los testigos de Jehová como publicador del Reino.
8, 9. a) ¿Qué se debe hacer cuando un estudiante de la Biblia desea participar en el ministerio público? b) Cuando dos ancianos se reúnen con un publicador en perspectiva y su maestro, ¿qué harán? c) ¿Qué responsabilidad asume el nuevo publicador?
8 Cuando el Testigo que conduce el estudio bíblico se entera de que el estudiante desea participar en el servicio del campo, puede considerar ese asunto con el superintendente presidente, quien hará arreglos para que dos ancianos se reúnan con ese estudiante de la Biblia y su maestro. Los ancianos se regocijan cuando se enteran de que uno de los nuevos desea servir a Dios. No esperan que él tenga el grado de conocimiento que poseen los que están bautizados y están más adelantados en la verdad, de quienes se exige más. Con todo, los ancianos querrán asegurarse de que antes que el estudiante participe en el ministerio del campo con la congregación tenga algún conocimiento de las enseñanzas bíblicas y haya conformado su vida a los principios de Dios. Por eso, por buenas razones dos ancianos se reúnen con el publicador en perspectiva y el Testigo que conduce el estudioa.
9 Los dos ancianos informarán al estudiante que cuando él llene los requisitos para participar en el servicio del campo y participe, puede entregar un informe de servicio en el campo y se le hará una tarjeta de Registro de Publicador de Congregación en que se anotará su nombre. Esto demostrará que está afiliado a la organización teocrática de los testigos de Jehová y que se somete a ella. (Esto sería cierto también de todos los demás que entregaran informes de su servicio en el campo.) También se debe considerar consejo bíblico, como el que se presenta en las páginas 98 y 99 de Organizados para efectuar nuestro ministeriob. Por eso, sería apropiado que en este tiempo el estudiante obtuviera un ejemplar personal de ese libro.
10. a) ¿Qué progreso puede hacer el publicador no bautizado, y con qué meta? b) ¿Por qué se ha hecho un ajuste en cuanto al término “asociado aprobado”? (Véase la nota.)
10 El que ha llenado los requisitos para ser publicador no bautizado de las buenas nuevas ha adelantado en su camino a ser ‘hombre de buena voluntad’c. (Lucas 2:14.) Aunque no se ha dedicado ni bautizado, ahora puede informar su actividad de testificar junto con los millones de trabajadores activos que por toda la Tierra ‘publican la palabra de Dios’. (Hechos 13:5; 17:3; 26:22, 23.) Se puede hacer un anuncio que informe a la congregación que él es un nuevo publicador no bautizado. Debe continuar estudiando la Biblia, participando en las reuniones, aplicando lo que aprende, y compartiéndolo con otros. No pasará mucho tiempo antes de que quiera dar el paso del bautismo cristiano, y así tendrá la aprobación de Dios y habrá sido ‘marcado’ para la salvación. (Ezequiel 9:4-6.)
Ayuda para el que comete un error
11. ¿Cómo trata la congregación con los malhechores bautizados?
11 En el artículo anterior consideramos las provisiones de la congregación para ayudar al cristiano bautizado que comete un pecado grave. (Hebreos 12:9-13.) Y la Biblia nos mostró que si un malhechor bautizado es impenitente la congregación tendría que expulsarlo y después de eso evitar todo compañerismo con él. (1 Corintios 5:11-13; 2 Juan 9-11; 2 Tesalonicenses 2:11, 12.) Pero ¿qué medidas se pueden tomar si un publicador no bautizado comete errores o pecados graves?
12. a) ¿Por qué se da también ayuda misericordiosa a los publicadores no bautizados que pecan? b) ¿Cómo se puede aplicar el principio de Lucas 12:48 a la responsabilidad por cometer un mal?
12 Judas instó a que se mostrara misericordia a los cristianos ungidos que habían desarrollado dudas o habían sucumbido a pecados de la carne, con tal que estuvieran arrepentidos. (Judas 22, 23; véase también 2 Corintios 7:10.) Entonces, ¿no sería más apropiado aún mostrar misericordia a un publicador no bautizado que haya cometido un mal y demuestre arrepentimiento? (Hechos 3:19) Sí, porque su base espiritual no es tan sólida, y su experiencia en el vivir cristiano es más limitada. Puede que no haya aprendido cómo ve Dios ciertos asuntos. No ha tenido con los ancianos la serie de consideraciones bíblicas que han tenido otras personas antes de bautizarse, y no se ha sometido al paso serio del bautismo en agua. Además, Jesús dijo que “a todo aquel a quien se dio mucho, mucho se le exigirá”. (Lucas 12:48.) Por eso, se espera mucho de los bautizados que, junto con más conocimiento y mayores bendiciones, llevan responsabilidad especial. (Santiago 4:17; Lucas 15:1-7; 1 Corintios 13:11.)
13. Si un publicador no bautizado comete un mal, ¿qué harán los ancianos para ayudarle?
13 En conformidad con el consejo de Pablo, los hermanos espiritualmente capacitados querrán ayudar a cualquier publicador no bautizado que da un paso en falso antes de darse cuenta de ello. (Compárese con Gálatas 6:1.) Los ancianos pudieran pedir que dos de su grupo (quizás los que antes se hayan reunido con él) traten de reajustarlo si él desea tal ayuda. No harían eso con el deseo de censurar con severidad, sino misericordiosamente y con espíritu de apacibilidad. (Salmo 130:3.) En la mayoría de los casos bastarán la exhortación bíblica y las sugerencias prácticas para mover al publicador al arrepentimiento y ponerlo en la senda correcta.
14, 15. a) ¿Qué se pudiera hacer si el malhechor se arrepintiera genuinamente? b) En algunos casos, ¿qué comentario aclaratorio limitado pudiera hacerse?
14 Los dos ancianos suministrarán guía que sea apropiada a la situación del malhechor no bautizado. En algunos casos quizás dispongan que por un tiempo el que ha cometido el mal no tenga parte en la Escuela del Ministerio Teocrático, o quizás no se le permita comentar en las reuniones. O tal vez le den la instrucción de no participar con la congregación en el ministerio público hasta haber alcanzado mayor progreso espiritual. Algún tiempo después pueden informarle que puede reanudar su ministerio en el campo. Si el mal cometido no trajo mala fama ni representó un peligro a la limpieza del rebaño, no es necesario dar aviso a la congregación mediante un anuncio.
15 Pero ¿qué habría de hacerse si los dos ancianos descubrieran que la persona está genuinamente arrepentida, pero el mal se conoce extensamente? ¿O qué ha de hacerse si el mal cometido llega a conocerse ampliamente después? En cualquiera de estos casos pueden informárselo al Comité de Servicio de la Congregación, que se encargará de que se haga un anuncio sencillo, como sigue: “Un asunto en que estuvo envuelt(o, a) ... ha sido tratado, y [él, ella] sigue sirviendo con la congregación como publicad(or, ora) no bautizad(o, a)”. Como en todo asunto de esta índole, el cuerpo de ancianos puede determinar si sería o no sería aconsejable pronunciar más adelante un discurso bíblico que incluya consejo sobre la clase de mal que se haya cometido.
16, 17. a) ¿Qué dos situaciones pudieran dar base a un anuncio diferente? b) ¿Qué clase de anuncio se hace?
16 A veces el publicador no bautizado que ha cometido un mal no quiere responder a la ayuda amorosa que se le da. O puede que un publicador no bautizado decida que no desea continuar progresando hacia el bautismo, e informe a los ancianos que no quiere ser reconocido como publicador. ¿Qué ha de hacerse? No se expulsa a estas personas que en realidad no han alcanzado la aprobación de Dios. El arreglo de expulsar a los malhechores impenitentes aplica a aquellos a quienes ‘se llama hermanos’, a los bautizados. (1 Corintios 5:11.) Sin embargo, ¿significa esto que se pasa por alto el mal cometido? No.
17 Los ancianos tienen la responsabilidad de ‘pastorear el rebaño de Dios bajo su custodia’. (1 Pedro 5:2.) Si dos ancianos que ofrecen ayuda determinan que el malhechor no bautizado es impenitente y no está calificado para ser publicador, se lo informaránd. O si alguien no bautizado les dice a los ancianos que ya no desea ser reconocido como publicador, ellos aceptarán su decisión. En cualquiera de estos casos sería apropiado que el Comité de Servicio de la Congregación hiciera al tiempo debido un anuncio sencillo que diga: “ ... ya no es publicad(or, ora) de las buenas nuevas”.
18. a) Después de tal anuncio, ¿qué tendrán presente los cristianos para decidir personalmente cómo actuar? b) ¿Es necesario que se evite por completo a los no bautizados que hayan cometido algún mal?
18 ¿Cómo considerarán después de eso los Testigos a tal persona? Pues bien, anteriormente era un ‘incrédulo’ que asistía a las reuniones. Entonces quiso ser publicador de las buenas nuevas y satisfizo los requisitos para ello. Pero ya no es así, de modo que de nuevo es una persona del mundo. La Biblia no exige que los Testigos eviten hablar con ella, puesto que no ha sido expulsada de la congregacióne. Con todo, los cristianos ejercerán cautela respecto a tal persona del mundo que no adora a Jehová, tal como lo harían los israelitas respecto a los pobladores forasteros incircuncisos. Esta cautela ayuda a proteger a la congregación de lo que pudiera ser un “poco de levadura”, o un elemento corruptor. (1 Corintios 5:6.) Si más tarde el implicado expresa un deseo genuino de que se conduzca un estudio bíblico con él, y esto les parece apropiado a los ancianos, quizás el estudio le ayude a comprender de nuevo el privilegio que es adorar a Jehová con Su pueblo. (Salmo 100.)
19. ¿Cómo pueden los ancianos suministrar ayuda adicional, en privado, en algunos casos?
19 Si los ancianos ven que cierta persona de este tipo es una amenaza extraordinaria al rebaño, pueden advertir en privado a los que se hallan en peligro. Por ejemplo, puede que el ex publicador sea un joven que se haya dado a la borrachera o a la inmoralidad. A pesar del anuncio de que ya no es publicador no bautizado, pudiera buscar el compañerismo de los jóvenes de la congregación. En esa situación, los ancianos hablarían en privado con los padres de los que estén en peligro, y quizás también con los jóvenes mismos. (Hebreos 12:15, 16; Hechos 20:28-30.) En el raro caso de alguien que tienda a causar disturbios o sea violento y ponga en peligro a otros, se le puede decir que no se le recibirá en las reuniones, y que cualquier intento suyo por entrar se considerará entrada sin derecho o ilegal.
Ayudando a menores a adorar a Dios
20. ¿Qué ayuda dan a sus hijos los padres cristianos, y con qué resultado?
20 La Biblia da a los padres la responsabilidad de instruir a sus hijos en el camino de la verdad divina. (Deuteronomio 6:4-9; 31:12, 13.) Debido a eso, por mucho tiempo los testigos de Jehová han estimulado a las familias cristianas a tener un estudio bíblico semanal de la familia. Los padres cristianos deben animar a sus hijitos a progresar hacia la dedicación y el bautismo y así alcanzar la aprobación de Dios. (Proverbios 4:1-7.) En las congregaciones vemos el agradable resultado: centenares de miles de jóvenes ejemplares que aman a Jehová y desean adorarle para siempre.
21-23. a) Principalmente, ¿cómo se trata con un mal cometido por un menor? b) ¿Qué papel desempeñan los ancianos de la congregación en tales situaciones?
21 También es principalmente la responsabilidad de los padres cristianos el disciplinar y censurar a sus hijos, e imponerles las restricciones o los castigos amorosos que consideren necesarios. (Efesios 6:4; Hebreos 12:8, 9; Proverbios 3:11, 12; 22:15.) Sin embargo, si un menor que ha estado asociándose con la congregación como publicador no bautizado se envuelve en algún mal grave, esto les concierne a los ancianos que están “velando por las almas” del rebaño. (Hebreos 13:17.)
22 Básicamente, con ese mal se trataría como ya se ha indicado en este artículo. Se puede asignar a dos ancianos para que investiguen lo que ha sucedido. Por ejemplo, ellos pudieran primero considerar con los padres (o el progenitor implicado) lo que ha sucedido, qué actitud muestra el menor en cuanto a ello, y qué medidas de corrección se han tomado. (Compárese con Deuteronomio 21:18-21.) Si los padres cristianos están manejando bien la situación, los ancianos pueden simplemente comunicarse con ellos de vez en cuando para ofrecer consejo útil, sugerencias y estímulo amoroso.
23 Sin embargo, a veces la conversación con los padres muestra que sería mejor que los ancianos se reunieran con el menor que se ha extraviado y sus padres. Los superintendentes, teniendo presentes las limitaciones y las inclinaciones de los jóvenes, se esforzarán por instruir con apacibilidad al publicador joven no bautizado. (2 Timoteo 2:22-26.) En algunos casos pudiera verse claramente que el joven ya no puede ser publicador y que debe hacerse un anuncio apropiado.
24. a) Aunque un menor haya cometido un mal grave, ¿qué es apropiado que hagan los padres, y cómo pueden lograrlo? b) ¿Cómo aplicaría esto a un menor que haya sido expulsado?
24 Después de eso, ¿qué pudieran hacer los padres por su hijo, el menor que ha cometido un mal? Todavía son responsables por el joven, aunque esté descalificado como publicador no bautizado, o aunque haya sido expulsado por haber cometido un mal después del bautismo. Tal como continuarán suministrándole alimento, ropa y abrigo, tienen que instruirle y disciplinarle en conformidad con la Palabra de Dios. (Proverbios 6:20-22; 29:17.) Por eso, los padres amorosos quizás adopten la medida de conducir un estudio bíblico en el hogar con él, aunque esté expulsadof. Puede que el estudio le sea del mayor beneficio como fuente de corrección si es un estudio con él solo. O quizás los padres decidan que el joven implicado puede continuar participando en el estudio de la familia. Aunque él se ha extraviado, ellos desean que regrese a Jehová, como lo hizo el hijo pródigo de la ilustración de Jesús. (Lucas 15:11-24.)
25. ¿Por qué se dirige interés y ayuda amorosos a los “incrédulos” hoy?
25 La meta de nuestro predicar y enseñar es ayudar a otros a ser adoradores felices del Dios verdadero. Los ‘incrédulos y las personas comunes’ de Corinto se sentían impulsados a ‘caer sobre su rostro y adorar a Dios’ y declarar: “Dios verdaderamente está entre ustedes”. (1 Corintios 14:25.) ¡Qué gozo es ver hoy que más y más personas vienen a adorar a Dios! Este es un cumplimiento glorioso de la declaración formal de los ángeles: “Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad [u hombres que tienen la aprobación de Dios]”. (Lucas 2:14.)
[Notas a pie de página]
a Uno de los ancianos debe ser miembro del Comité de Servicio de la congregación. El otro pudiera ser el anciano que más familiarizado esté con el estudiante o con su maestro, como el conductor del Estudio de Libro de Congregación.
b Publicado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., 1983.
c Antes se llamaba “asociado aprobado” al no bautizado que satisfacía los requisitos para participar en el ministerio del campo. Sin embargo, “publicador no bautizado” es una designación más exacta, especialmente en vista de la indicación bíblica de que la aprobación de Dios es el resultado de una dedicación válida y el bautismo cristiano.
d Si el implicado no está satisfecho con esta conclusión, puede solicitar (en un plazo de siete días) un reexamen de la situación.
e Anteriormente se evitaba por completo a las personas no bautizadas que pecaban y no se arrepentían. Aunque, según el ajuste indicado arriba, ya no se requiere esto, todavía se debe observar el consejo de 1 Corintios 15:33.
f Con los familiares expulsados que viven fuera del hogar se debe tratar según el consejo bíblico considerado en La Atalaya del 15 de abril de 1988, páginas 26-31; 15 de noviembre de 1981, páginas 20-25.
¿Recuerda usted?
◻ ¿Cuál es el punto de vista cristiano sobre los “incrédulos” que asisten a las reuniones?
◻ Cuando un estudiante de la Biblia desea participar en el servicio del campo, ¿qué hacen al respecto los ancianos, y qué responsabilidad acepta el estudiante?
◻ ¿Qué se hace si un publicador no bautizado comete un pecado grave?
◻ ¿Cómo pueden los padres y los ancianos ayudar a los menores que viven en su hogar, aunque cometan un mal grave?
[Fotografía en la página 16]
El que uno llegue a ser publicador, aunque no se haya bautizado, es un paso importante y responsable hacia adquirir la aprobación de Dios