Vivamos en conformidad con la ley del Cristo
“Sigan llevando las cargas los unos de los otros, y así cumplan la ley del Cristo.” (GÁLATAS 6:2.)
1. ¿Por qué puede decirse que la ley del Cristo es hoy una poderosa influencia en favor del bien?
LOS testigos de Jehová hutus y tutsis de Ruanda arriesgaron la vida para protegerse mutuamente durante la matanza étnica que hace poco asoló el país. Los testigos de Jehová de Kobe (Japón) sufrieron un duro golpe cuando perdieron a sus familiares en un devastador terremoto. Sin embargo, se movilizaron con rapidez para rescatar a otras víctimas. En efecto, muchos ejemplos alentadores procedentes de todo el mundo demuestran que la ley del Cristo está en acción hoy, y que es una poderosa influencia en favor del bien.
2. ¿Qué no ha entendido la cristiandad en cuanto a la ley del Cristo, y cómo podemos cumplirla nosotros?
2 Al mismo tiempo, se está cumpliendo una profecía bíblica relativa a estos críticos “últimos días”. Muchas personas ostentan “una forma de devoción piadosa”, pero ‘resultan falsas a su poder’. (2 Timoteo 3:1, 5.) La religión, especialmente en la cristiandad, se ha convertido en una cuestión de forma, o apariencia, no de corazón. ¿Se debe esto a que es demasiado difícil vivir en conformidad con la ley del Cristo? No, Jesús no nos daría una ley que no pudiéramos seguir. La cristiandad sencillamente no ha entendido esa ley. No ha observado las siguientes palabras inspiradas: “Sigan llevando las cargas los unos de los otros, y así cumplan la ley del Cristo”. (Gálatas 6:2.) ‘Cumplimos la ley del Cristo’ si llevamos las cargas los unos de los otros y no imitamos a los fariseos añadiendo injustificadamente más cargas a nuestros hermanos.
3. a) ¿Qué mandamientos están incluidos en la ley del Cristo? b) ¿Por qué sería impropio concluir que la congregación cristiana no debería tener más reglas que los mandatos directos de Cristo?
3 La ley del Cristo incluye todos los mandamientos de Cristo Jesús: ya sea predicar y enseñar, mantener el ojo puro y sencillo, procurar la paz con el prójimo o eliminar la inmundicia de la congregación. (Mateo 5:27-30; 18:15-17; 28:19, 20; Revelación 2:14-16.) En realidad, los cristianos están obligados a observar todos los mandamientos de la Biblia dirigidos a los seguidores de Cristo. Es más, la organización de Jehová y cada una de las congregaciones también tienen que establecer reglas y procedimientos para mantener el orden. (1 Corintios 14:33, 40.) Los cristianos ni siquiera podrían reunirse si no contaran con reglas respecto a cuándo, dónde y cómo celebrar sus reuniones. (Hebreos 10:24, 25.) Cumplir la ley del Cristo también implica cooperar con las directrices razonables de los hermanos a quienes se ha conferido autoridad en la organización. (Hebreos 13:17.)
4. ¿Cuál es la fuerza que motiva a la adoración pura?
4 No obstante, los verdaderos cristianos no permiten que su adoración se convierta en un entramado de leyes carente de sentido. No sirven a Jehová solo porque algún individuo u organización se lo ordene. No, su adoración a Dios está motivada por el amor. Pablo escribió: “El amor del Cristo nos obliga”. (2 Corintios 5:14, nota.) Jesús mandó a sus seguidores que se amaran unos a otros. (Juan 15:12, 13.) El amor abnegado es el fundamento de la ley del Cristo, y obliga, o motiva, a los verdaderos cristianos en todos los ámbitos, tanto en la familia como en la congregación. Veamos cómo.
En la familia
5. a) ¿Cómo pueden los padres cumplir la ley del Cristo en el hogar? b) ¿Qué necesitan recibir los hijos de sus padres, y qué obstáculos deben superar algunos padres a fin de suministrarlo?
5 El apóstol Pablo escribió: “Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella”. (Efesios 5:25.) Cuando el esposo imita a Cristo y trata a su esposa con amor y comprensión, cumple un aspecto fundamental de la ley del Cristo. Además, Jesús exteriorizó su afecto a los niños tomándolos en brazos, poniendo las manos sobre ellos y bendiciéndolos. (Marcos 10:16.) Los padres que cumplen la ley del Cristo también muestran afecto a sus hijos. Es cierto que a algunos les resulta difícil imitar a Cristo en este aspecto, pues no son expresivos por naturaleza. Padres, no permitan que nada les impida demostrar a sus hijos el amor que les tienen. No es suficiente que ustedes sepan que los aman. Ellos también deben saberlo. Y no lo sabrán a menos que ustedes encuentren la manera de demostrárselo. (Compárese con Marcos 1:11.)
6. a) ¿Necesitan los hijos reglas paternas, y por qué contesta así? b) ¿Qué razón subyacente en cuanto a las reglas domésticas deben entender los hijos? c) ¿Qué peligros se evitan cuando impera la ley del Cristo en el hogar?
6 Al mismo tiempo, los hijos necesitan directrices, lo que significa que los padres deben establecer reglas y, a veces, valerse de la disciplina para hacer que se cumplan. (Hebreos 12:7, 9, 11.) Aun así, se debe ayudar progresivamente a los hijos a ver que tras estas reglas hay una razón subyacente: el amor paterno. Y tienen que aprender que el amor es el mejor motivo para obedecer a sus padres. (Efesios 6:1; Colosenses 3:20; 1 Juan 5:3.) La meta de los padres debe ser enseñar a sus hijos a usar su “facultad de raciocinio” para que con el tiempo ellos tomen decisiones inteligentes. (Romanos 12:1; compárese con 1 Corintios 13:11.) Por otra parte, las reglas no deben ser demasiado numerosas ni la disciplina excesivamente severa. Pablo dice: “Padres, no estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen”. (Colosenses 3:21; Efesios 6:4.) Cuando la ley del Cristo impera en el hogar, no hay cabida para la disciplina que se aplica con ira incontrolada y el sarcasmo hiriente. En un hogar así, los hijos no se sienten cargados ni derribados, sino seguros y edificados. (Compárese con Salmo 36:7.)
7. ¿De qué maneras pueden ser un ejemplo los hogares Betel en lo que respecta a establecer reglas en el hogar?
7 Algunos que han visitado los hogares Betel en diferentes partes del mundo dicen que estos son un buen ejemplo de equilibrio en lo que respecta a las reglas domésticas. Aunque son instituciones compuestas por adultos, están organizadas como una familia.a El funcionamiento de Betel es complejo y requiere una cantidad considerable de reglas, sin duda más que una familia promedio. No obstante, los ancianos que llevan la delantera en los hogares, oficinas y fábricas de Betel se esfuerzan por aplicar la ley del Cristo. Para ellos su asignación no consiste solo en organizar el trabajo, sino también en promover el progreso espiritual y “el gozo de Jehová” entre sus compañeros de trabajo. (Nehemías 8:10.) Por lo tanto, procuran trabajar constructiva y animadoramente, y se esfuerzan por ser razonables. (Efesios 4:31, 32.) No extraña que se conozca a las familias de Betel por su espíritu alegre.
En la congregación
8. a) ¿Cuál debe ser siempre nuestra meta en la congregación? b) ¿En qué circunstancias se han pedido o tratado de establecer reglas?
8 En la congregación también tenemos la meta de edificarnos unos a otros con amor. (1 Tesalonicenses 5:11.) De modo que todos los cristianos ejercen cautela para no añadir más cargas a otros imponiéndoles sus propias ideas sobre cuestiones de elección personal. A veces, algunos escriben a la Sociedad Watch Tower y piden reglas para juzgar libros, películas, o incluso determinados juguetes. Sin embargo, la Sociedad no está autorizada para analizar tales asuntos y emitir juicios sobre ellos. En la mayoría de los casos, estas son cuestiones que cada persona o cabeza de familia debe decidir individualmente, basándose en su amor a los principios bíblicos. Otros tienden a convertir en reglas las sugerencias o directrices de la Sociedad. Por ejemplo, en La Atalaya del 15 de marzo de 1996 se publicó un artículo oportuno que animaba a los ancianos a hacer visitas de pastoreo periódicas a los miembros de la congregación. ¿Tenía el propósito de establecer reglas? No. Los que pueden seguir las sugerencias obtienen muchos beneficios, pero algunos ancianos no están en condición de hacerlo. De igual manera, en el artículo “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 1 de abril de 1995 se dijo que los extremismos, como los festejos inmoderados o los ademanes de victoria, restaban dignidad a la ocasión del bautismo. Algunos han llevado este consejo maduro a los extremos, estableciendo incluso la regla de que es impropio mandar una tarjeta de felicitación.
9. ¿Por qué es importante que no seamos demasiado críticos ni nos juzguemos unos a otros?
9 Piense también que si queremos que “la ley perfecta que pertenece a la libertad” prevalezca entre nosotros, es preciso aceptar que las conciencias de los cristianos no son idénticas. (Santiago 1:25.) ¿Debemos molestarnos si los hermanos toman ciertas decisiones personales que no violan los principios bíblicos? No. Si lo hiciéramos, promoveríamos la discordia. (1 Corintios 1:10.) Cuando Pablo previno contra juzgar a nuestro compañero cristiano, dijo: “Para su propio amo está en pie o cae. En verdad, se le hará estar en pie, porque Jehová puede hacer que esté en pie”. (Romanos 14:4.) Nos arriesgamos a desagradar a Dios si criticamos a los demás por cuestiones que deberían dejarse a la conciencia individual. (Santiago 4:10-12.)
10. ¿A quiénes se ha confiado la supervisión de la congregación, y cómo podemos apoyarlos?
10 Recordemos, también, que a los ancianos se les ha confiado la supervisión del rebaño de Dios. (Hechos 20:28.) Están ahí para ayudar. Deberíamos sentirnos libres para pedirles consejo, pues son estudiantes de la Biblia y conocen bien lo que se ha explicado en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower. Cuando los ancianos observan algún tipo de conducta que puede incurrir en la violación de principios bíblicos, ofrecen sin temor el consejo necesario. (Gálatas 6:1.) Los miembros de la congregación siguen la ley del Cristo al cooperar con estos queridos pastores que llevan la delantera entre ellos. (Hebreos 13:7.)
Los ancianos aplican la ley del Cristo
11. ¿Cómo aplican los ancianos la ley del Cristo en la congregación?
11 Los ancianos están muy interesados en cumplir la ley del Cristo en la congregación. Llevan la delantera en la predicación de las buenas nuevas, enseñan la Biblia de manera que llegue al corazón y, como pastores amorosos y compasivos, hablan a las “almas abatidas”. (1 Tesalonicenses 5:14.) Evitan las actitudes anticristianas que existen en muchas religiones de la cristiandad. Como este mundo degenera rápidamente, los ancianos podrían inquietarse por las congregaciones, como le sucedió al apóstol Pablo; pero actúan con equilibrio ante tales preocupaciones. (2 Corintios 11:28.)
12. Cuando un cristiano pide ayuda a un anciano, ¿cómo es posible que responda este?
12 Por ejemplo, es posible que un cristiano consulte a un anciano sobre un asunto importante que las Escrituras no tratan directamente o que requiere conciliar diferentes principios cristianos. Quizá le han ofrecido un ascenso en el trabajo con un sueldo mejor pero con más responsabilidad. O tal vez un padre incrédulo demande a su hijo cristiano algo que afecte al ministerio de este. En tales situaciones el anciano, en vez de dar su opinión personal, probablemente abra la Biblia y ayude a la persona a analizar los principios pertinentes. Puede valerse del Índice de las publicaciones Watch Tower, si está disponible en su idioma, para encontrar lo que “el esclavo fiel y discreto” ha dicho sobre el asunto en las páginas de La Atalaya y otras publicaciones. (Mateo 24:45.) Pero, ¿y si dicho cristiano tomara una decisión que no le pareciera prudente al anciano? Si esta no violara ningún principio bíblico ni ley, el anciano respetaría el derecho del individuo de tomar tal decisión, pues sabe que “cada uno llevará su propia carga de responsabilidad”. Este, sin embargo, debe recordar que “cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará”. (Gálatas 6:5, 7.)
13. En vez de responder directamente a las preguntas o dar sus propias opiniones, ¿por qué nos ayudan los ancianos a que analicemos los asuntos?
13 ¿Por qué actúa de ese modo el anciano con experiencia? Por al menos dos razones. En primer lugar, Pablo dijo a una congregación que él no era ‘amo sobre la fe de ellos’. (2 Corintios 1:24.) Al ayudar a su hermano a razonar sobre la base de las Escrituras y a tomar su propia decisión con conocimiento de causa, el anciano imita la actitud de Pablo. Reconoce los límites de su autoridad, tal como Jesús reconoció los suyos. (Lucas 12:13, 14; Judas 9.) Al mismo tiempo, los ancianos ofrecen con presteza consejo bíblico útil, y a veces firme, siempre que es necesario. En segundo lugar, está preparando a su compañero cristiano. El apóstol Pablo dijo: “El alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto”. (Hebreos 5:14.) Así que para pasar a la madurez tenemos que usar nuestras facultades perceptivas y no esperar siempre que otra persona nos diga qué debemos hacer. Al enseñar a su compañero cristiano a razonar sobre la base de las Escrituras, el anciano le ayuda a progresar.
14. ¿Cómo pueden las personas maduras mostrar que confían en Jehová?
14 Confiamos en que Jehová Dios influirá en el corazón de los verdaderos adoradores por medio de su espíritu santo. De modo que los cristianos maduros apelan al corazón de sus hermanos, les suplican, como hizo el apóstol Pablo. (2 Corintios 8:8; 10:1; Filemón 8, 9.) Pablo sabía que eran principalmente los injustos, no los justos, quienes necesitaban leyes detalladas para controlar su conducta. (1 Timoteo 1:9.) Él no sospechó ni desconfió de los hermanos, sino que tuvo fe en ellos. Escribió a una congregación: “Tenemos confianza en el Señor, respecto a ustedes”. (2 Tesalonicenses 3:4.) La fe y la confianza de Pablo sin duda motivó a aquellos cristianos. Los ancianos y los superintendentes viajantes tienen hoy objetivos similares. Estos hombres fieles confortan mucho a la congregación al pastorear con amor el rebaño de Dios. (Isaías 32:1, 2; 1 Pedro 5:1-3.)
Vivamos en conformidad con la ley del Cristo
15. ¿Qué preguntas podemos hacernos para ver si estamos aplicando la ley del Cristo en nuestras relaciones interpersonales?
15 Todos tenemos que examinarnos periódicamente para determinar si vivimos en conformidad con la ley del Cristo y la promovemos. (2 Corintios 13:5.) En realidad, sería provechoso que nos preguntáramos: ‘¿Soy edificante, o crítico? ¿Soy equilibrado, o extremista? ¿Soy considerado con los demás, o insisto en mis propios derechos?’. El cristiano no trata de dictar a su hermano lo que debe o no debe hacer en asuntos que la Biblia no trata específicamente. (Romanos 12:1; 1 Corintios 4:6.)
16. ¿Cómo podemos ayudar a quienes tienen puntos de vista negativos sobre sí mismos, cumpliendo de este modo un aspecto fundamental de la ley del Cristo?
16 En estos tiempos críticos es importante que busquemos maneras de animarnos mutuamente. (Hebreos 10:24, 25; compárese con Mateo 7:1-5.) Cuando nos fijamos en nuestros hermanos, ¿no son mucho más importantes para nosotros sus cualidades que sus debilidades? Para Jehová, cada uno de ellos es muy valioso. Desafortunadamente, no todos piensan así, ni siquiera de sí mismos. Muchos tienden a ver solo sus defectos e imperfecciones. Para animar a estos y a otros hermanos, ¿podríamos hablar con uno o dos de ellos en cada reunión, explicándoles por qué valoramos su presencia y su importante aporte a la congregación? ¡Qué gozo aliviar su carga de esa manera y así cumplir la ley del Cristo! (Gálatas 6:2.)
La ley del Cristo en acción
17. ¿De qué diferentes maneras ve usted la ley del Cristo en acción en su congregación?
17 La ley del Cristo está en acción en la congregación cristiana. La vemos diariamente cuando nuestros compañeros Testigos declaran las buenas nuevas con tesón, cuando se consuelan y animan unos a otros, cuando se esfuerzan por servir a Jehová a pesar de problemas muy difíciles, cuando los padres procuran criar a sus hijos para que amen a Jehová con un corazón alegre, cuando los superintendentes enseñan la Palabra de Dios con amor y sentimiento, infundiendo en el rebaño un celo ardiente por servir a Jehová indefinidamente. (Mateo 28:19, 20; 1 Tesalonicenses 5:11, 14.) Cuando aplicamos la ley del Cristo en nuestra vida, el corazón de Jehová se regocija. (Proverbios 23:15.) Él quiere que todos los que aman su ley perfecta vivan para siempre. En el Paraíso venidero viviremos en un tiempo en el que la humanidad será perfecta, no habrá infractores de la ley y controlaremos toda inclinación de nuestro corazón. ¡Qué gloriosa recompensa por vivir en conformidad con la ley del Cristo!
[Nota]
a Tales hogares no son como los monasterios de la cristiandad. No hay “abades”, es decir, “padres”. (Mateo 23:9.) A los hermanos encargados se les respeta, pero su servicio se rige por los mismos principios que guían a todos los ancianos.
¿Qué piensa usted?
◻ ¿Por qué no ha entendido la cristiandad la ley del Cristo?
◻ ¿Cómo podemos aplicar la ley del Cristo en la familia?
◻ ¿Qué tenemos que evitar y qué debemos hacer para aplicar la ley del Cristo en la congregación?
◻ ¿Cómo pueden los ancianos obedecer la ley del Cristo al tratar con la congregación?
[Ilustración de la página 23]
Los hijos necesitan ante todo amor
[Ilustración de la página 24]
Nuestros amorosos pastores confortan mucho a la congregación