Cristo dirige activamente a Su congregación
“El Dios de nuestro Señor Jesucristo [...] lo hizo cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la congregación.” (EFESIOS 1:17, 22.)
1. ¿Cómo contestarían la pregunta: ‘¿Quién es su caudillo?’ algunos miembros de las iglesias de la cristiandad, pero cómo contestan los testigos de Jehová?
LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ no reconocen a ningún hombre como caudillo. En la estructura de su organización no hay nadie que equivalga al papa de la Iglesia Católica Romana, a los patriarcas de las Iglesias Ortodoxas orientales, ni a los líderes de otras iglesias y sectas de la cristiandad. Son leales a Jesucristo, el Cabeza de la congregación cristiana, quien declaró: “Su Caudillo es uno, el Cristo”. (Mateo 23:10.)
2. ¿Por qué reconocen a Cristo como el Cabeza de la congregación cristiana los testigos de Jehová?, pero ¿qué preguntas pudieran hacerse?
2 En el Pentecostés el apóstol Pablo testificó: “David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”’. Por lo tanto, sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero”. (Hechos 2:34-36.) Pero, aunque reconocemos que en 33 E.C. Jesús fue hecho Señor y Cabeza de la congregación, ¿tendemos a pensar que él ha estado sentado pasivamente a la diestra de Jehová, esperando su entronización en 1914? ¿Estamos plenamente al tanto de que desde el mismo principio Cristo ha estado dirigiendo activamente a su congregación?
Medio divino de gobernar activamente
3. ¿Qué prometió enviar Jesús a sus discípulos, y cómo sabemos que no se refería a una persona?
3 La noche antes de su muerte, Jesús dijo a sus discípulos fieles: “Es para provecho de ustedes por lo que me voy. Porque si no me voy, el ayudante de ninguna manera vendrá a ustedes; pero si sigo mi camino, lo enviaré a ustedes”. (Juan 16:7.) Iba a enviar, no a una persona, sino una fuerza activa. Hizo esto explícito precisamente antes de ascender al cielo, cuando dijo a sus discípulos reunidos: “Envío sobre ustedes lo que está prometido por mi Padre. Ustedes, sin embargo, permanezcan en la ciudad hasta que lleguen a estar revestidos de poder desde lo alto”. (Lucas 24:49.)
4. ¿Cómo fue utilizado el espíritu santo desde el Pentecostés en adelante?
4 Los discípulos fieles de Jesús permanecieron en el área de Jerusalén hasta el Pentecostés. Aquel día “se llenaron de espíritu santo”, como se había prometido. Pedro testificó: “Debido a que [Jesús] fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen”. (Hechos 2:4, 33.) Así Jehová engendró a aquellos primeros cristianos como hijos espirituales suyos. (Gálatas 4:6.) También, Jesús recibió el espíritu de su Padre como medio de gobernar activamente a su congregación en la Tierra desde su posición celestial a la diestra de Dios.
5, 6. a) ¿Qué otro medio se le ha dado a Cristo para gobernar a su congregación en la Tierra? b) Dé ejemplos específicos de cómo Jesús usó este medio o instrumento a favor de sus discípulos y en apoyo de la predicación.
5 Además, el apóstol Pablo escribió lo siguiente acerca de Jesús: “Él está a la diestra de Dios, porque siguió su camino al cielo; y ángeles y autoridades y poderes fueron sujetados a él”. (1 Pedro 3:22.) Por lo tanto, los ángeles son otro medio que Jehová puso a la disposición de Cristo para dirigir activamente a la congregación cristiana.
6 Por consiguiente, cuando leemos en el libro de Hechos que “el ángel de Jehová” o “un ángel de Dios” obró en apoyo de la obra de predicar cristiana o intervino a favor de los miembros de la congregación cristiana, podemos estar seguros de que aquellos ángeles actuaron bajo la supervisión de Cristo Jesús. (Hechos 5:19; Hch 8:26; Hch 10:3-7, 22; Hch 12:7-11; Hch 27:23, 24.) Como “Miguel el arcángel”, Cristo tiene ángeles a su mando, y los utilizó para dirigir activamente a la congregación cristiana en el primer siglo E.C. (Judas 9; 1 Tesalonicenses 4:16.)
Un cuerpo gobernante visible
7. ¿Qué otro medio utilizó Cristo para dirigir a su congregación, y qué textos bíblicos hablan de este “puesto de superintendencia”?
7 Las Escrituras también indican que Jesucristo utilizó a un grupo de hombres como cuerpo gobernante o junta administrativa para dar dirección a su congregación en la Tierra. Para comenzar, parece que este cuerpo gobernante estuvo compuesto de solo los 11 apóstoles. Cuando procuraban conocer la voluntad de Jehová respecto al reemplazo de Judas Iscariote, Pedro citó Salmo 109:8, que declara: “Su puesto de superintendencia tómelo otro”. Entonces, en su oración a Jehová, Pedro y sus compañeros le pidieron a Dios que designara al hombre que habría de ‘tomar el lugar de este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió’. Matías fue nombrado para servir “junto con los once apóstoles”. (Hechos 1:20, 24-26.)
8. ¿Qué dos ejemplos de los comienzos muestran que Cristo utilizó a los miembros del cuerpo gobernante visible?
8 El primer caso registrado del ejercicio de este “puesto de superintendencia” por los 12 apóstoles como cuerpo gobernante fue cuando nombraron a hombres que estaban capacitados espiritualmente para servir a sus hermanos dentro de la congregación primitiva. (Hechos 6:1-6.) El segundo caso fue cuando Felipe empezó a predicar acerca de Cristo a los samaritanos. Como resultado de esto, “los apóstoles que estaban en Jerusalén [...] les despacharon a Pedro y a Juan”. Solo después que estos miembros representativos del cuerpo gobernante impusieron las manos a los samaritanos ‘empezaron a recibir espíritu santo ellos’. (Hechos 8:5, 14-17.)
La dirección personal de Cristo
9. ¿Actuó siempre Cristo mediante ángeles o el cuerpo gobernante? Dé un ejemplo.
9 Así, desde los mismísimos comienzos de la congregación cristiana Cristo tuvo a su disposición el espíritu santo, a ángeles y a un cuerpo gobernante visible para dirigir activamente a sus discípulos en la Tierra. A veces hasta actuó personalmente. Por ejemplo, Cristo convirtió personalmente a Saulo de Tarso. (Hechos 9:3-6.) Tres días después Jesús habló directamente a “cierto discípulo” llamado Ananías. Jesús le reveló la misión de tres aspectos que tenía para Saulo, al declarar: “Este hombre me es un vaso escogido para llevar mi nombre a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel”. (Hechos 9:10-15.) Cristo llamó a Saulo para una obra particular. Así, Saulo llegó a ser un apóstol, o un enviado, mejor conocido como el apóstol Pablo.
10. ¿Cómo supervisó personalmente Cristo la obra de predicar?
10 Cristo supervisó la predicación personalmente. Mediante el espíritu santo recibido de su Padre, Jehová, dio comienzo a los viajes misionales de Pablo y se interesó personalmente en ellos. Leemos: “El espíritu santo dijo: ‘De todas las personas apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado’. [...] Por consiguiente, estos hombres, enviados por el espíritu santo, bajaron a Seleucia, y de allí se embarcaron” en el primer viaje misional. (Hechos 13:2-4.) Por supuesto, el espíritu santo, la fuerza activa de Jehová, no podía ‘decir’ nada ni ‘enviar’ a nadie por sí mismo. Obviamente el que utilizó al espíritu para dirigir lo que acontecía fue Cristo, el Cabeza de la congregación.
11. ¿Qué sucedió durante el segundo viaje misional de Pablo, y cómo muestra esto claramente que Jesús utilizó el espíritu para dirigir la predicación?
11 En el relato del segundo viaje misional de Pablo se muestra claramente este uso del espíritu por Jesús al dirigir activamente a los primeros cristianos. Parece que después de haber revisitado congregaciones de Licaonia (una región de Asia Menor) fundadas durante la primera gira misional, Pablo y sus compañeros de viaje tenían la intención de dirigirse hacia el oeste por la provincia romana de Asia. ¿Por qué no hicieron lo que habían planeado? “Porque el espíritu santo les había prohibido hablar la palabra en el distrito de Asia.” (Hechos 15:36, 40, 41; 16:1-6.) Pero ¿quién utilizaba el espíritu santo de Jehová para guiarlos? El versículo siguiente contesta. Muestra que cuando se dirigieron hacia el norte, con la intención de predicar en Bitinia, “el espíritu de Jesús no se lo permitió”. (Hechos 16:7.) Sí, Jesucristo estaba empleando el espíritu que había recibido de su Padre para dirigir activamente la predicación. Él y su Padre Jehová deseaban que las buenas nuevas se esparcieran en Europa, de modo que Pablo recibió una visión que indicaba eso. (Hechos 16:9, 10.)
Cristo respaldó a los miembros del cuerpo gobernante
12, 13. Al tiempo de la primera visita de Pablo a Jerusalén como cristiano, ¿qué suceso mostró que Cristo respaldaba las decisiones que tomaban los hermanos responsables de aquella ciudad?
12 Cuando el apóstol Pablo por primera vez se comunicó con los discípulos en Jerusalén, ellos, como fácilmente se puede entender, vacilaron en cuanto a reunirse con él. “De modo que Bernabé vino en socorro de él y lo condujo a los apóstoles.” (Hechos 9:26, 27.) Pablo pasó 15 días con el apóstol Pedro. También conoció al medio hermano de Jesús, Santiago, que para entonces era uno de los ancianos de la congregación de Jerusalén. (Gálatas 1:18, 19.) Pasajes subsiguientes de Hechos muestran que los ancianos de Jerusalén llegaron a ser parte del cuerpo gobernante de la congregación cristiana primitiva, junto con los 12 apóstoles. (Hechos 15:2; 21:18.)
13 Pablo testificó a los judíos de habla griega durante las dos semanas que pasó en Jerusalén, pero “éstos hicieron esfuerzos por eliminarlo”. Lucas añade que “cuando los hermanos descubrieron esto, lo llevaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso”. (Hechos 9:28-30.) Pero ¿quién estuvo detrás de aquella sabia decisión? Años después, cuando estuvo relatando este mismo episodio de su vida, Pablo dijo que Jesús se le había aparecido y le había dado la instrucción de salir rápidamente de Jerusalén. Cuando Pablo objetó, Jesús señaló: “Ponte en camino, porque yo te enviaré a naciones lejanas”. (Hechos 22:17-21.) Desde el cielo Cristo seguía cuidadosamente lo que estaba sucediendo, y actuó tanto por medio de los hermanos responsables de Jerusalén como directamente al hablar a Pablo.
14. ¿Qué comparación entre los relatos de Hechos y Gálatas muestra que Cristo dirigió los asuntos relacionados con la reunión del cuerpo gobernante acerca de la circuncisión?
14 De manera similar, una lectura cuidadosa de las Escrituras muestra con claridad que Cristo estuvo detrás de la importante reunión del cuerpo gobernante que se celebró para resolver la cuestión de si los cristianos gentiles deberían someterse a la circuncisión y a la Ley de Moisés o no. El libro de Hechos declara que cuando surgió aquella cuestión, “ellos [sin duda, los miembros responsables, o ancianos, de la congregación de Antioquía], hicieron los arreglos para que Pablo y Bernabé y algunos otros de ellos subieran a los apóstoles y ancianos en Jerusalén respecto a esta disputa”. (Hechos 15:1, 2.) Pero cuando Pablo relata las circunstancias que condujeron a que él fuera a Jerusalén para ver resuelta la cuestión de la circuncisión, declara: “Subí como resultado de una revelación”. (Gálatas 2:1-3; compárese con Gál 1:12.) Como Cabeza activo de la congregación, Cristo quería que este importante asunto doctrinal fuera resuelto por el entero cuerpo gobernante visible. Mediante espíritu santo, guió la mente de aquellos hombres devotos cuando tomaron su decisión. (Hechos 15:28, 29.)
Una decisión extraña
15, 16. a) ¿Qué requirió de Pablo el cuerpo gobernante tras de su regreso del tercer viaje misional? b) ¿Por qué pudiera parecer raro que le dieran esta instrucción, y por qué la siguió Pablo? c) ¿Qué pregunta surge?
15 Otro ejemplo interesante de cómo Cristo dirige activamente los asuntos desde el cielo es lo que aconteció después de la tercera gira misional de Pablo. Lucas relata que Pablo, al regresar a Jerusalén, dio un informe completo a los miembros del cuerpo gobernante que allí se hallaban. Lucas escribió: “Pablo entró con nosotros a ver a Santiago; y estaban presentes todos los ancianos. Y él los saludó y se puso a hacerles un relato detallado de las cosas que Dios había hecho entre las naciones mediante su ministerio”. (Hechos 21:17-19.) Después de escuchar a Pablo, el cuerpo reunido le dio instrucciones claras, diciendo: “Haz esto que te decimos”. Le ordenaron ir al templo y demostrar públicamente que no estaba “enseñando a todos los judíos entre las naciones una apostasía contra Moisés, diciéndoles que ni circunciden a sus hijos ni anden en las costumbres solemnes”. (Hechos 21:20-24.)
16 Pudiera parecer cuestionable lo prudente de aquella instrucción. Como hemos visto, años antes Santiago y quizás otros ancianos que estuvieron presentes en ambas ocasiones habían hecho que Pablo saliera de Jerusalén porque los “judíos de habla griega” eran una amenaza para la vida de Pablo. (Hechos 9:29.) A pesar de esto, Pablo obedeció la orden, en armonía con lo que ya había dicho en 1 Corintios 9:20. Pero causas semejantes producen efectos similares. “Judíos de [la provincia romana de] Asia” causaron un alboroto y trataron de matar a Pablo. Pero la rápida acción de los soldados romanos lo salvó de que lo mataran. (Hechos 21:26-32.) Puesto que Cristo es el Cabeza activo de la congregación, ¿por qué hizo que el cuerpo gobernante requiriera que Pablo entrara en el templo?
17. ¿Cómo resultó providencial aquella extraña decisión, y qué indica esto?
17 Lo que ocurrió la segunda noche después del arresto de Pablo nos da la respuesta. Él había dado un excelente testimonio a la chusma que procuraba matarlo y, el día siguiente, al Sanedrín. (Hechos 22:1-21; 23:1-6.) Por segunda vez, poco faltó para que lo mataran. Pero aquella noche Jesús se le apareció y le dijo: “¡Ten buen ánimo! Porque como has estado dando testimonio cabal de las cosas acerca de mí en Jerusalén, así también tienes que dar testimonio en Roma”. (Hechos 23:11.) Recuerde la misión triple que Cristo había predicho para Pablo. (Hechos 9:15.) Pablo había llevado el nombre de Cristo a “las naciones” y a “los hijos de Israel”, pero ahora había llegado el tiempo para que testificara “a reyes”. Debido a la decisión del cuerpo gobernante, Pablo pudo testificar a los procuradores romanos Félix y Festo, al rey Herodes Agripa II, y, finalmente, al emperador romano, Nerón. (Hechos, capítulos 24-26; Hch 27:24.) ¿Quién puede dudar que Cristo estuvo detrás de todo aquello?
Cristo todavía dirige activamente a Su congregación
18. ¿Qué declaró Jesucristo antes de ascender al cielo?
18 Antes de dejar a sus discípulos para ascender a la diestra de su Padre, Jesucristo declaró: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. (Mateo 28:18-20.)
19. ¿Cómo ejerció Cristo en el primer siglo la autoridad que Dios le había dado, y qué se considerará en el artículo siguiente?
19 El libro de Hechos, que relata la historia de los primeros años del cristianismo, muestra más allá de toda duda que Cristo ejerció su autoridad para dirigir activamente a su congregación en la Tierra. Lo hizo por medio del espíritu santo, los ángeles y el cuerpo gobernante compuesto de los 12 apóstoles y los ancianos de la congregación de Jerusalén. Jesús dijo que estaría con sus discípulos hasta la misma conclusión del sistema de cosas, el tiempo en que nos hallamos ahora. En el artículo siguiente veremos cómo él es todavía el Cabeza activo de la congregación cristiana y cómo dirige a sus “ovejas” hoy.
Puntos que debemos recordar
◻ ¿Por qué no reconocen a ningún hombre como su caudillo los testigos de Jehová?
◻ ¿Cómo empleó Cristo el espíritu santo para dirigir a la congregación cristiana primitiva?
◻ ¿Cómo utilizó Cristo a ángeles para dirigir a los cristianos del primer siglo?
◻ ¿Cómo utilizó Cristo a un cuerpo gobernante visible al dirigir a su congregación en la Tierra?
◻ A veces, ¿cómo dirigió Cristo los asuntos personalmente?
[Ilustración en la página 10]
Cristo también dirigió a su congregación mediante un cuerpo gobernante visible
[Mapas en la página 12]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Segundo viaje misional de Pablo
Antioquía
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