Odiados por su fe
“Serán objeto de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre.” (MATEO 10:22.)
1, 2. ¿Puede relatar algunas experiencias reales que los testigos de Jehová han tenido por practicar sus creencias religiosas?
UN HONRADO tendero de la isla de Creta sufre una multitud de arrestos, comparece vez tras vez ante los tribunales griegos y, en total, pasa más de seis años en la cárcel, separado de su esposa y de sus cinco hijos. En Japón, expulsan de la escuela a un estudiante de 17 años a pesar de su buen comportamiento y de ser el más aventajado de los 42 alumnos de su clase. En Francia despiden a ciertos empleados pese a su excelente reputación de trabajadores diligentes y responsables. ¿Qué tienen en común estas experiencias reales?
2 Todos los implicados son testigos de Jehová. ¿Y cuál es su “crimen”? En esencia, practicar sus creencias religiosas. El tendero, obedeciendo las enseñanzas de Jesucristo, habló con otras personas acerca de su fe (Mateo 28:19, 20). Su condena se debió principalmente a una desfasada ley griega que hace del proselitismo un delito. Al estudiante lo expulsaron porque su conciencia educada por la Biblia no le permitía participar en unos ejercicios obligatorios de kendo (esgrima japonesa) (Isaías 2:4). Y a los empleados franceses despedidos se les dijo que la única razón de su despido era su condición de testigos de Jehová.
3. ¿Por qué no es común para la mayoría de los testigos de Jehová el que otras personas los sometan a sufrimiento intenso?
3 Estas amargas experiencias son representativas de lo que últimamente han aguantado los testigos de Jehová en algunos países. Sin embargo, en el caso de la mayoría de los Testigos no es común que otras personas los sometan a sufrimiento intenso. Al pueblo de Jehová se le conoce mundialmente por su excelente conducta, una reputación que excluye cualquier causa justificada para que alguien quiera perjudicarlos (1 Pedro 2:11, 12). Ni traman conspiraciones ni hacen ningún daño (1 Pedro 4:15). Por el contrario, procuran vivir según el consejo bíblico de obedecer primero a Dios y luego a los gobiernos humanos. Pagan los impuestos que la ley establece y hacen cuanto está a su alcance por ‘ser pacíficos con todos los hombres’ (Romanos 12:18; 13:6, 7; 1 Pedro 2:13-17). Su obra de educación bíblica promueve el respeto por la ley, los valores familiares y la moralidad. Muchos gobiernos los han elogiado por ser ciudadanos ejemplares (Romanos 13:3). No obstante, como muestra el párrafo de apertura, en ocasiones han sido objeto de oposición y hasta de proscripciones oficiales en algunos países. ¿Debe sorprendernos?
El “costo” de ser discípulo
4. ¿Qué dijo Jesús que podemos esperar al hacernos discípulos suyos?
4 Jesucristo no dejó ninguna duda sobre lo que entrañaría ser su discípulo. “El esclavo no es mayor que su amo —dijo a sus seguidores—. Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán.” A Jesús lo odiaron “sin causa” (Juan 15:18-20, 25; Salmo 69:4; Lucas 23:22). Sus discípulos podían esperar lo mismo: oposición sin motivo justificado. Más de una vez les advirtió: “Serán objeto de odio” (Mateo 10:22; 24:9).
5, 6. a) ¿Por qué exhortó Jesús a quienes quisieran seguirlo a que ‘calcularan el costo’? b) Por consiguiente, ¿por qué no debe desconcertarnos la oposición?
5 Por consiguiente, Jesús exhortó a quienes querían seguirlo a que ‘calcularan el costo’ de ser sus discípulos (Lucas 14:28, La Biblia de las Américas). ¿Con qué fin? No para decidir si iban a serlo o no, sino para resolverse a cumplir con lo que el discipulado entraña. Debemos estar dispuestos a aguantar cualquier prueba o dificultad que ese privilegio implique (Lucas 14:27). Nadie nos obliga a servir a Jehová como seguidores de Cristo. Se trata de una decisión voluntaria; también es una decisión con conocimiento de causa. Sabemos de antemano que, junto a las bendiciones de que disfrutaremos por entrar en relación con Dios como personas dedicadas a él, seremos “objeto de odio”. De ahí que no nos desconcertemos ante la oposición que encontramos. Hemos ‘calculado el costo’ y estamos plenamente dispuestos a pagarlo (1 Pedro 4:12-14).
6 ¿Por qué habrían de desear algunas personas, entre ellas ciertas autoridades gubernativas, oponerse a los cristianos verdaderos? Para hallar la respuesta, conviene que examinemos dos grupos religiosos del siglo primero de nuestra era. A ambos se les odió, pero por muy distintas razones.
Odiosos y odiados
7, 8. ¿Qué enseñanzas reflejaban un desprecio a los gentiles, y qué actitud adoptaron por ello los judíos?
7 Para el siglo primero de nuestra era, Israel estaba bajo el yugo romano, y el judaísmo, el sistema religioso judío, se hallaba por lo general atenazado por guías religiosos opresores como los escribas y los fariseos (Mateo 23:2-4). Aquellos caudillos fanáticos tomaron los preceptos de la Ley mosaica concernientes a separarse de las naciones y los torcieron para que se despreciara a los no judíos. Con ello crearon una religión que engendraba odio hacia los gentiles y que, a cambio, se atraía el odio de estos.
8 Puesto que para los judíos de aquella época los gentiles eran gente vil, a los guías religiosos judíos no les fue difícil predicar que había que despreciarlos. Enseñaron que una mujer judía nunca debía estar sola con gentiles, porque estos eran “sospechosos de incontinencia [sexual]”. A un judío no se le debía “dejar solo [...] con ellos, porque [eran] sospechosos de intenciones homicidas”. La leche que un gentil ordeñara no podía consumirse, a menos que un judío hubiera estado presente inspeccionando el proceso. La influencia de sus caudillos llevó a los judíos a adoptar una actitud de distanciamiento y estricta exclusividad (compárese con Juan 4:9).
9. ¿Qué efecto tuvieron las enseñanzas de los guías del judaísmo respecto a los no judíos?
9 Estas enseñanzas sobre los no judíos no contribuyeron en absoluto a las buenas relaciones entre judíos y gentiles. Estos últimos llegaron a considerar que los judíos odiaban a toda la humanidad. El historiador romano Tácito (nacido hacia el 56 E.C.) dijo de los judíos: “Para todos los demás [hombres] tienen un odio mortal”. Afirmó asimismo que a los gentiles que se convertían en prosélitos judíos se les enseñaba a renegar de su patria y a repudiar a sus familias y amigos. Por lo general los romanos toleraban a los judíos, quienes eran lo bastante numerosos como para infundirles respeto. Sin embargo, la revuelta judía de 66 E.C. provocó duras represalias por parte de Roma y condujo a la destrucción de Jerusalén en 70 E.C.
10, 11. a) ¿Cómo exigía la Ley mosaica que se tratara a los forasteros? b) ¿Qué aprendemos de lo que le ocurrió al judaísmo?
10 ¿Armonizaba ese modo de ver a los forasteros con la forma de adoración delineada en la Ley mosaica? La Ley alentaba la separación respecto a las naciones, pero con el motivo de proteger a los israelitas y, en particular, su adoración pura (Josué 23:6-8). Aun así, la Ley exigía que se dispensara un trato justo e imparcial a los forasteros y que se les recibiera con hospitalidad, a menos que violaran de manera flagrante las leyes de Israel (Levítico 24:22). Al abandonar el espíritu razonable de la Ley manifiesto en los mandatos relativos a los forasteros, los guías religiosos judíos de los días de Jesús instauraron una forma de adoración que engendraba odio y era odiada. Al final, la nación judía del siglo primero perdió el favor de Jehová (Mateo 23:38).
11 ¿Encierra esto alguna lección para nosotros? En efecto, así es. Una actitud de superioridad moral que desprecie a quienes no comparten nuestras creencias religiosas no complace a Jehová ni refleja adecuadamente su adoración pura. Pensemos en los cristianos fieles del siglo primero. Ni odiaron a los que no eran cristianos ni se rebelaron contra Roma. No obstante, fueron “objeto de odio”. ¿El odio de quiénes? Y ¿por qué?
¿Quiénes odiaron a los primeros cristianos?
12. ¿Cómo ponen en claro las Escrituras que Jesús desea que sus seguidores tengan un punto de vista equilibrado en cuanto a los que no son cristianos?
12 Las enseñanzas de Jesús pusieron en claro que él quería que sus discípulos tuvieran un punto de vista equilibrado en cuanto a los que no eran cristianos. Por un lado, dijo que sus seguidores estarían separados del mundo, es decir, evitarían las actitudes y la conducta que estuvieran en conflicto con los justos caminos de Jehová. Habrían de mantenerse neutrales en cuestiones bélicas y políticas (Juan 17:14, 16). Por otro lado, lejos de predicar el desprecio hacia quienes no fueran cristianos, Jesús les enseñó a ‘amar a sus enemigos’ (Mateo 5:44). El apóstol Pablo exhortó a los cristianos: “Si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo; si tiene sed, dale algo de beber” (Romanos 12:20). También les dijo que ‘obraran lo que es bueno para con todos’ (Gálatas 6:10).
13. ¿Por qué se opusieron tanto a los discípulos de Cristo los guías religiosos judíos?
13 A pesar de todo, los discípulos de Cristo no tardaron en ser “objeto de odio” desde tres ángulos distintos. El primero lo constituyeron los guías religiosos judíos. No es de extrañar que los cristianos atrajeran rápidamente su atención, pues se regían por elevados principios de moralidad e integridad, y proclamaban con ardor un mensaje de esperanza. Miles de individuos abandonaron el judaísmo y se hicieron cristianos (Hechos 2:41; 4:4; 6:7). Para aquellos caudillos religiosos, los discípulos judíos de Jesús no eran más que unos apóstatas (compárese con Hechos 13:45). Enfurecidos, pensaron que el cristianismo invalidaba sus tradiciones. Más aún: negaba su punto de vista en cuanto a los gentiles, quienes pudieron hacerse cristianos a partir de 36 E.C., abrigando la misma fe y disfrutando de los mismos privilegios que los cristianos judíos (Hechos 10:34, 35).
14, 15. a) ¿Por qué se acarrearon los cristianos el odio de los adoradores paganos? Dé un ejemplo. b) ¿Qué tercer grupo hizo de los primeros cristianos un “objeto de odio”?
14 En segundo lugar, los cristianos fueron blanco del odio de adoradores paganos. En la antigua Éfeso, por ejemplo, la manufactura de templetes de plata de la diosa Ártemis constituía un negocio próspero. Sin embargo, cuando Pablo predicó allí, una cantidad considerable de efesios reaccionaron favorablemente y abandonaron la adoración de aquella deidad. Al ver amenazado su negocio, los plateros se alborotaron (Hechos 19:24-41). Algo parecido sucedió cuando el cristianismo llegó a Bitinia, (lo que ahora es el noroeste de Turquía). No mucho después de completarse las Escrituras Griegas Cristianas, el gobernador de Bitinia, Plinio el Joven, escribió que los templos paganos estaban vacíos y que las ventas de forraje para los animales que se iban a sacrificar habían descendido enormemente. Se culpó a los cristianos y se les persiguió, ya que los sacrificios animales y los ídolos no tenían cabida en su adoración (Hebreos 10:1-9; 1 Juan 5:21). Está claro que la difusión del cristianismo perjudicaba a ciertos intereses creados en torno al paganismo, lo que molestaba a los que perdían su negocio y su dinero.
15 En tercer lugar, los cristianos se convirtieron en “objeto de odio” para los romanos nacionalistas. Al principio, los romanos los consideraban un grupo religioso pequeño y probablemente fanático. Pero con el tiempo la sola mención de ser cristiano se convirtió en un delito sancionable con la pena capital. ¿Por qué se vio como víctimas propicias de persecución y muerte a ciudadanos honrados que llevaban una vida cristiana?
¿Por qué odió a los primeros cristianos el mundo romano?
16. ¿De qué maneras se mantuvieron separados del mundo los cristianos, y por qué los hizo esto impopulares en el mundo romano?
16 El mundo romano odió a los cristianos principalmente por practicar sus creencias religiosas. Por ejemplo, se mantenían separados del mundo (Juan 15:19). De ahí que no ocuparan cargos políticos y se negaran a servir en el ejército. En consecuencia, “se les representaba como hombres que habían muerto para el mundo y no servían para ningún asunto de la vida”, dice el historiador Augustus Neander. No ser parte del mundo también significaba evitar los caminos malvados del corrupto mundo romano. El historiador Will Durant explica: “Las pequeñas comunidades cristianas, con su piedad y su decoro, constituían una constante censura para el mundo pagano ávido de placeres” (1 Pedro 4:3, 4). Pudiera ser que los romanos persiguieran y ejecutaran a los cristianos para acallar la molesta voz de la conciencia.
17. ¿Qué muestra que la predicación de los cristianos del siglo primero fue eficaz?
17 Los cristianos del siglo primero predicaban las buenas nuevas del Reino de Dios con un celo incansable (Mateo 24:14). Hacia el año 60 E.C., Pablo pudo decir que las buenas nuevas se habían “predicado en toda la creación que está bajo el cielo” (Colosenses 1:23). Para finales del siglo primero los seguidores de Jesús habían hecho discípulos por todo el Imperio romano: en Asia, Europa e incluso África. Hasta algunos miembros de “la casa de César” se hicieron cristianosa (Filipenses 4:22). Aquella predicación celosa provocó resentimiento. Neander dice: “El cristianismo no cesaba de expandirse entre personas de todo nivel y amenazaba con derribar la religión del Estado”.
18. ¿Cómo puso a los cristianos en conflicto con el gobierno romano su devoción exclusiva a Jehová?
18 Los seguidores de Jesús rendían devoción exclusiva a Jehová (Mateo 4:8-10). Puede que este aspecto de su adoración los enfrentara con Roma más que ningún otro. Los romanos eran tolerantes con las demás religiones, con tal de que sus adeptos también rindieran culto al emperador. Los primeros cristianos sencillamente no podían tomar parte en esa adoración, pues se consideraban responsables ante una autoridad más encumbrada que la del Estado romano: Jehová Dios (Hechos 5:29). En consecuencia, al cristiano se le tachaba de enemigo del Estado prescindiendo de lo buen ciudadano que fuera en todos los demás aspectos.
19, 20. a) ¿Quiénes fueron en buena medida responsables de la difusión de calumnias maliciosas acerca de los cristianos fieles? b) ¿Qué acusaciones falsas se levantaron contra los cristianos?
19 Todavía había otra razón por la que el mundo romano hacía de los cristianos “objeto de odio”: se prestó oído fácil a calumnias maliciosas, a acusaciones de las que los líderes religiosos judíos fueron principalmente responsables (Hechos 17:5-8). Alrededor de los años 60 ó 61 E.C., mientras Pablo esperaba en Roma ser juzgado por el emperador Nerón, algunos judíos prominentes dijeron de los cristianos: “Verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella” (Hechos 28:22). Sería difícil que aquellas difamaciones no hubieran llegado a oídos de Nerón. Cuando en 64 E.C. se le culpó del incendio que asoló Roma, se dice que escogió como chivos expiatorios a los ya calumniados cristianos. Al parecer este incidente desató una campaña de violenta persecución cuyo objetivo era el exterminio de aquellos.
20 Los infundios contra los cristianos eran con frecuencia una mezcla de mentiras descaradas y de tergiversaciones de sus creencias. Debido a que eran monoteístas y no daban culto al emperador, se les tildó de ateos. Puesto que algunos de sus familiares no cristianos se opusieron a ellos, se les acusó de dividir a las familias (Mateo 10:21). Se les tachó de caníbales, imputación que, según ciertas fuentes, se fundó en la distorsión de unas palabras que Jesús pronunció en la Cena del Señor (Mateo 26:26-28).
21. ¿Por qué dos razones fueron “objeto de odio” los cristianos?
21 Por lo tanto, los cristianos fieles fueron “objeto de odio” para los romanos por dos razones fundamentales: 1) sus creencias y prácticas fundadas en la Biblia y 2) las falsas acusaciones en su contra. Prescindiendo de sus motivos, los opositores tenían un solo objetivo: suprimir el cristianismo. Por supuesto, quienes realmente instigaron la persecución de los cristianos fueron opositores sobrehumanos, perversas fuerzas espirituales invisibles (Efesios 6:12).
22. a) ¿Qué ejemplo muestra que los testigos de Jehová procuran ‘obrar lo que es bueno para con todos’? (Véase el recuadro de la pág. 11.) b) ¿Qué se tratará en el artículo siguiente?
22 Los testigos de Jehová de tiempos modernos han sido, al igual que los primeros cristianos, “objeto de odio” en diferentes países. Sin embargo, ellos no odian a quienes no son Testigos; tampoco han sido nunca un semillero de insurrección contra los gobiernos. Al contrario, en todo el mundo se les conoce por su amor verdadero, el cual traspasa las barreras sociales, raciales y étnicas. ¿Por qué, pues, se les ha perseguido? ¿Y cómo reaccionan ante la oposición? Estas preguntas se tratarán en el siguiente artículo.
[Nota]
a La expresión “la casa de César” no se refiere necesariamente a los familiares cercanos de Nerón, quien gobernaba para ese entonces. Más bien, posiblemente aluda a los criados y funcionarios de segundo orden, que tal vez realizaran tareas domésticas como cocinar y limpiar para la familia imperial y el personal de servicio.
¿Qué respondería usted?
◻ ¿Por qué exhortó Jesús a quien quisiera seguirlo a calcular el costo de ser discípulo?
◻ ¿Cómo afectó al judaísmo el punto de vista aceptado en cuanto a los no judíos, y qué aprendemos de ello?
◻ ¿Desde qué tres ángulos les vino oposición a los primeros cristianos?
◻ ¿Por qué razones fundamentales fueron los primeros cristianos “objeto de odio” para los romanos?
[Recuadro de la página 11]
‘OBRAN LO QUE ES BUENO PARA CON TODOS’
Los testigos de Jehová tratan por todos los medios de seguir la admonición bíblica de ‘obrar lo que es bueno para con todos’ (Gálatas 6:10). En momentos de necesidad, el amor al prójimo los impulsa a ayudar a quienes no comparten sus creencias religiosas. Por ejemplo, cuando la calamidad azotó Ruanda en 1994, muchos Testigos europeos se ofrecieron para ir a África y colaborar en las labores de socorro. Rápidamente se establecieron campamentos bien organizados y centros de atención médica provisionales para administrar la ayuda. Se enviaron grandes cantidades de alimentos, ropa y mantas por avión. La cifra de refugiados que se beneficiaron de esta misión humanitaria ascendió a más del triple del número de Testigos de la zona.
[Ilustración de la página 9]
Los cristianos del siglo primero predicaron las buenas nuevas con celo incansable