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¡Sigamos adelante hacia la meta!La Atalaya 1990 | 15 de noviembre
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Sigamos adelante hacia la meta
El apóstol pasó a mostrar a los filipenses en qué debían cifrar su confianza mientras seguían adelante hacia la meta (3:1-21). Debían cifrarla en Jesucristo, no en la carne ni en la circuncisión, como algunos lo hacían. Pablo consideró como basura lo que lo recomendaba en sentido carnal, a causa del “sobresaliente valor del conocimiento de Cristo”. El apóstol ‘proseguía hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús’ y animó a los filipenses a tener aquella misma actitud mental.
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¡Sigamos adelante hacia la meta!La Atalaya 1990 | 15 de noviembre
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[Ilustración/Recuadro en la página 25]
Hacia la meta: “Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá —escribió Pablo—, prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús”. (Filipenses 3:13, 14.) El apóstol estaba esforzándose vigorosamente como un corredor en una carrera. No perdía tiempo ni esfuerzo mirando atrás, sino que seguía adelante hacia su objetivo... como un corredor que se esfuerza por llegar a la meta. En el caso de Pablo y otros cristianos ungidos, el premio era vida celestial mediante una resurrección después de haber terminado un derrotero de fidelidad a Dios en la Tierra. Sea nuestra esperanza celestial o terrestre, sigamos íntegros ante Jehová y adelantemos hacia la meta como Testigos de él. (2 Timoteo 4:7.)
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