“La paz de Dios que supera a todo pensamiento”
A LO LARGO de la historia, los siervos fieles de Dios han atravesado momentos de intenso sufrimiento emocional. Este hecho es muy cierto hoy en día, puesto que vivimos en “tiempos críticos, difíciles de manejar”. (2 Timoteo 3:1.) El apóstol Pablo aconsejó a los cristianos que arrojaran sus inquietudes sobre Jehová mediante la oración. ¿Con qué resultado? “La paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús”. (Filipenses 4:7.)
¿Qué es esta “paz de Dios”? Es el sosiego que se obtiene de tener una relación estrecha con el Creador. Dicha intimidad nos da la confianza de que, sin importar cuáles sean nuestras angustias, Jehová “no abandonará a su pueblo, ni dejará solos a los suyos”. (Salmo 94:14, Versión Popular.)
Lo anterior no significa que seamos inmunes a las adversidades. “Son muchas las calamidades del justo”, escribió el salmista. (Salmo 34:19.) Pero la paz de Dios puede proporcionar alivio. ¿De qué modo?
Pablo escribió que la paz de Dios “supera a todo pensamiento” o, como se vierte en la versión de Agustín Magaña, “supera todo sentimiento”. La inquietud puede hacer que experimentemos todo tipo de sentimientos angustiosos. (Eclesiastés 7:7.) Pero la paz de Dios puede darnos estabilidad, especialmente cuando necesitamos “poder que es más allá de lo normal”. (2 Corintios 4:7; 2 Timoteo 1:7.)
Además, la paz de Dios sirve de protección. “Guardará sus corazones y sus facultades mentales”, como escribió Pablo a los filipenses. La palabra griega traducida “guardará” es un término militar que probablemente evocaba la imagen mental de centinelas haciendo guardia día y noche. Del mismo modo, la paz de Dios puede hacer de guardia de nuestros corazones y facultades mentales las veinticuatro horas del día. (1 Corintios 10:13; compárese con Efesios 4:26.)
Teniendo en cuenta que hoy en día afrontamos problemas que causan mucha tensión, ¿no deberíamos estar agradecidos de tener la paz de Dios? (Salmo 18:2; compárese con Éxodo 40:38.)