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Últimos díasPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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Los últimos días se relacionan con la apostasía. La expresión “últimos días” u otras expresiones similares a veces guardan relación con la apostasía que surgiría dentro de la congregación cristiana. El apóstol Pablo escribió a Timoteo: “La expresión inspirada dice definitivamente que en períodos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a expresiones inspiradas que extravían y a enseñanzas de demonios”. (1Ti 4:1; compárese con Hch 20:29, 30.) En una carta posterior a Timoteo, Pablo de nuevo analizó esta cuestión, y se refirió a los “últimos días” como un período todavía futuro. Debido a que para ese entonces las personas se comportarían impropiamente, serían “tiempos críticos, difíciles de manejar”, o, más literalmente, “tiempos señalados fieros”. (2Ti 3:1, Int.) Después de mencionar con todo detalle el proceder descarriado y pervertido que prevalecería entre las personas que vivieran en ese tiempo, Pablo continuó: “De estos se levantan aquellos hombres que astutamente logran introducirse en las casas y se llevan como cautivas suyas a mujeres débiles cargadas de pecados, llevadas de diversos deseos, que siempre están aprendiendo y, sin embargo, nunca pueden llegar a un conocimiento exacto de la verdad”. (2Ti 3:1-7.) A continuación contrastó a estas personas corruptas con Timoteo, quien había seguido fielmente la enseñanza del apóstol, y le animó a ‘continuar en las cosas que había aprendido y había sido persuadido a creer’. (2Ti 3:8-17; véase también 2Ti 4:3-5.) El contexto muestra claramente que el apóstol estaba informando a Timoteo con gran antelación de las condiciones que se darían entre los que profesarían ser cristianos y de los resultados finales de la apostasía.
De manera similar, el apóstol Pedro les anticipó a sus compañeros cristianos las presiones que vendrían de dentro de la congregación: “También habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. Además, muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos”. (2Pe 2:1, 2.) Esta misma advertencia se repite en las palabras de Judas, quien anima a los cristianos a que “luchen tenazmente por la fe”: “En cuanto a ustedes, amados, recuerden los dichos que han sido declarados previamente por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, que ellos solían decirles: ‘En el último tiempo habrá burlones, que procederán según sus propios deseos de cosas impías’”. (Jud 3, 17, 18.) En las postrimerías del siglo I E.C., la clase apóstata era ya una realidad irreversible. El fruto de aquella apostasía es hoy un hecho manifiesto; los “últimos días” a los que Pablo se había referido han llegado.
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Últimos díasPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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Además, la ilustración da a entender que la apostasía produciría su fruto completo de iniquidad durante la “conclusión del sistema de cosas” dominado por Satanás. Por lo tanto, sería en aquel tiempo cuando las condiciones de las que hablaron los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas como señal de los “últimos días” se manifestarían a gran escala entre los que profesaran ser cristianos. Aumentarían el desafuero y la desobediencia a los padres; y los hombres serían “amadores de placeres más bien que amadores de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder”. (2Ti 3:2-5.) También aparecerían “burlones con su burla, procediendo según sus propios deseos y diciendo: ‘¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación’”. (2Pe 3:3, 4.)
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