Ponderando las noticias
“Una mala idea”
La preocupación creciente en cuanto a la sangre contaminada está obligando a los médicos a examinar de nuevo cuán aconsejables son las transfusiones de sangre. El Dr. Henry B. Soloway, director de la revista Pathologist, hizo notar que desde su comienzo las transfusiones de sangre han estado asociadas con muchos problemas. “Al principio —explica él—, las transfusiones de sangre contaminada cuando era recogida y almacenada [...] causó numerosas muertes debido a sepsis [infección] y choque endotóxico [venenoso]. La transmisión de hepatitis B mediante la sangre y productos sanguíneos causó mucha morbosidad durante la II Guerra Mundial.” Aun con la introducción de medidas técnicas que tienen el propósito de asegurar un surtido “seguro” de sangre, continúa la transmisión de enfermedades como el SIDA.
Han surgido nuevas preocupaciones en cuanto a la supervivencia a largo plazo de pacientes de cáncer después de ser sometidos a cirugía en la que se les hacen transfusiones de sangre. Soloway dice: “Existe una significativa desventaja de supervivencia cuando se hacen transfusiones a los pacientes [...] que son sometidos a cirugía debido a cáncer de pulmón, de mama o del colon”. Entonces, ¿cuál es la alternativa? Soloway admite: “Los testigos de Jehová han insistido [...] en que las transfusiones son una mala idea. Quizás algún día se probará que están equivocados. Pero mientras tanto hay muchas pruebas que apoyan la opinión de ellos, a pesar de las protestas de parte de banqueros de sangre que dicen lo contrario”.
En realidad, lo que ha mantenido a los testigos de Jehová libres de las muchas consecuencias negativas de las transfusiones de sangre es su obediencia a la ley divina. Levítico 17:14 dice: “No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre”. Además, a los cristianos se les dijo que se ‘abstuvieran de sangre’. (Hechos 15:28, 29.) Está claro que Dios considera el ingerir sangre en cualquier forma como “una mala idea”.
“Una brecha en la evolución”
“Las alas de los insectos no evolucionaron de extremidad alguna o de alguna otra cosa. Estas empezaron como sumamente pequeñas añadiduras que se extendían del espinazo.” Así declaró el periódico sueco Svenska Dagbladet, al informar sobre un reciente estudio acerca de cómo llegaron a tener alas los insectos. “De acuerdo con una teoría —dice el informe—, es posible que hayan usado lo que luego llegaron a ser las alas como una clase de matamoscas para cazar otros insectos, hasta que un día descubrieron que ellos también podían volar, levantándose del suelo, o volar hacia abajo desde los árboles.”
El informe también muestra que los biólogos están considerando la idea de que las “futuras alas”, aunque eran demasiado pequeñas para que el insecto pudiera volar, podrían haber servido como receptores solares para calentar y dar energía al cuerpo. ¿Qué las hizo crecer desde un estado diminuto hasta su tamaño natural? El informe admite: “Esta es la brecha en la evolución que es difícil de explicar”.
Sin embargo, la Biblia claramente indica cómo los insectos obtuvieron sus alas. Génesis 1:21 dice: “Dios procedió a crear [...] toda criatura volante alada según su género”. Mientras que años de investigación científica solo han resultado en teorías especulativas y en una “brecha [...] que es difícil de explicar”, el relato bíblico encaja con los hechos conocidos. El maravilloso diseño y función de las alas de los insectos dan crédito, no a la evolución ciega, sino a un Creador inteligente.
Se abusa de personas de edad avanzada
Hay cada vez más personas de edad avanzada que están llegando a ser víctimas de abuso y negligencia. Hoy día es común oír informes acerca de ancianos que son maltratados, asaltados, golpeados y asesinados, aun en países donde tradicionalmente se ha tenido en gran estima a las personas de mayor edad. En cierto país del Oriente, “un asistente social relató acerca de una ancianita que fue encadenada por su familia durante 14 años y solo se le permitía bañarse una vez cada dos semanas”, informó la revista Asiaweek. Esta revista también dijo que una señora de 60 años en otro país asiático “murió recientemente en un asilo de ancianos. Su hijo y nuera ni siquiera estuvieron en su lecho de muerte”. La situación es igual en países occidentales. “Aproximadamente 1 de cada 25 ancianos estadounidenses es abandonado o se abusa de él, sea en su hogar o en instituciones —dice la revista U.S.News & World Report—. La negligencia es la forma más común de maltrato [...] Pero tanto el abuso físico como el sexual están aumentando.”
Los habitantes del antiguo Israel y los miembros de la congregación cristiana del primer siglo recibieron la amonestación de que mostraran respeto, consideración y honor a las personas de edad avanzada. (Éxodo 20:12; Levítico 19:32; Efesios 6:1, 2; 1 Timoteo 5:1, 2.) Sin embargo, el apóstol Pablo predijo que en los últimos días llegaríamos a tener “tiempos críticos”, cuando la gente se alejaría cada vez más de la dirección de Dios. (2 Timoteo 3:1.) Una de las características que Pablo señaló fue que la gente no tendría “afecto natural”. (2 Timoteo 3:2, 3, Versión Valera, 1977.) ¿Quién puede dudar de la veracidad de estas palabras?