Se reúnen en asamblea los mensajeros de la paz de Dios
“TODAS las asambleas de distrito a las que hemos asistido nos han fortalecido —dijo un anciano cristiano de Estados Unidos—. Pero este año ha sido indescriptible. Todos los días nos íbamos preguntándonos cómo superaría nuestras expectativas el siguiente día, y no quedábamos defraudados.”
Si asistió a una de las asambleas de distrito “Mensajeros de la Paz de Dios”, seguramente estará de acuerdo con este entusiasta asistente. Cada día de la asamblea se centró en un aspecto distinto de la comisión que los testigos de Jehová llevan a cabo como mensajeros de Dios. Repasemos el programa de los tres días.
“¡Cuán hermoso es el que publica paz!”
Este fue el tema del primer día de la asamblea, basado en Isaías 52:7. En estos tiempos difíciles, muchos están sirviendo a Jehová en circunstancias que suponen un reto para ellos. El discurso “Escuchemos a algunos celosos proclamadores de la paz” incluyó entrevistas a algunos de estos hermanos fieles. Escuchar sus propios comentarios fue muy alentador, y así se aseguró a los asambleístas que Jehová puede fortalecerlos también a ellos, incluso darles “el poder que es más allá de lo normal” para ayudarlos a perseverar. (2 Corintios 4:7.)
Los requisitos de Jehová no son gravosos. (1 Juan 5:3.) Este punto se dejó claro en el último discurso del programa de la mañana, que culminó con la presentación del folleto de 32 páginas titulado ¿Qué exige Dios de nosotros? Este nuevo instrumento docente, bellamente ilustrado, sin duda desempeñará un papel importante en ayudar a muchas más personas a aprender acerca de los propósitos de Dios. En el último artículo de estudio de esta revista y en las páginas 16 y 17, se encuentran algunos comentarios sobre cómo utilizar esta nueva publicación.
El discurso “Aguantemos en la obra que es buena” resaltó que Jehová está muy al tanto de las pruebas por las que pasamos. Aguantar significa mantenerse firme y no perder la esperanza. Jehová nos ha dado su Palabra, su espíritu y su organización para ayudarnos. Requiere aguante seguir predicando, pero la predicación nos ayuda a aguantar, pues mantiene viva nuestra fe. Dado que estamos tan cerca de la línea de llegada, no deberíamos permitir que los problemas enfriaran el celo que tenemos, pues solo los que aguanten hasta el fin serán salvos. (Mateo 24:13.)
El discurso temático, “Nuestro papel de mensajeros de la paz de Dios”, enfocó la atención en la liberación de los exiliados judíos de Babilonia y la restauración de la adoración pura en Jerusalén en el año 537 a.E.C. Este suceso, explicó el orador, no fue más que una vista por anticipado de lo que el Reino de Dios logrará pronto en una escala mundial. (Salmo 72:7; Isaías 9:7.) Nuestra tarea actual es predicar las buenas nuevas acerca de este Reino y vivir en armonía con ese mensaje. El amor a Dios y al prójimo debería impelernos a seguir haciendo esta obra sin cesar. (Hechos 5:42.)
Un momento culminante del programa del viernes fue cuando se presentó el simposio “Cuídese de las trampas ocultas del entretenimiento”. La música, las películas, los vídeos, los programas de televisión, los videojuegos, los libros, las revistas y los cómics actuales reflejan muchas veces el modo de pensar demoníaco. Por lo tanto, es necesario que ‘aborrezcamos lo que es inicuo y nos adhiramos a lo que es bueno’. (Romanos 12:9.) Sí, debemos considerar repugnante el entretenimiento corrupto y huir de él, al mismo tiempo que meditamos en las cosas que son castas, virtuosas y dignas de alabanza. (Filipenses 4:8.) Las publicaciones y los instrumentos para la investigación que nos facilita la organización de Jehová, estimulan la mente con pensamientos edificantes y nos preparan para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto. (Hebreos 5:14.) Debemos aferrarnos a estas provisiones como nos aferraríamos a una balsa en un mar turbulento.
A continuación se presentó el discurso “Opongámonos al Diablo y no toleremos rivalidad”. La inmoralidad entrampó a miles de israelitas poco antes de que entraran en la Tierra Prometida. Finehás no toleró ninguna rivalidad para con la adoración verdadera. Actuó con decisión contra los pecadores, y su devoción exclusiva agradó a Jehová. (Números 25:1-13.) El objetivo de Satanás es conseguir que todos nosotros seamos indignos de entrar en el nuevo mundo de Dios. Al igual que Finehás, debemos oponernos por tanto a los intentos del Diablo de contaminarnos. Estemos casados o solteros, tenemos que ‘huir de la fornicación’. (1 Corintios 6:18.)
“Defendamos lealmente la integridad de la Palabra de Dios” fue el discurso con que finalizó el primer día de la asamblea. Muchos traductores alteran u omiten secciones de las Escrituras. Por ejemplo, a fin de apaciguar a los defensores de los derechos de la mujer, los traductores de The New Testament and Psalms: An Inclusive Version (El Nuevo Testamento y Salmos: Versión Inclusiva) no llaman Padre a Dios, sino Padre-Madre, y a Jesús lo llaman “el Ser Humano”, en lugar de “el Hijo del hombre”. La Traducción del Nuevo Mundo, en cambio, se ciñe tan exactamente al texto del idioma original que ha servido para aclarar nuestra manera de pensar en varios temas bíblicos. Por ejemplo, el orador dijo: “Los términos exactos que emplea La Traducción del Nuevo Mundo sentaron la base para reorganizar [...] las congregaciones y nombrar cuerpos de ancianos, y así conformarse aún más al patrón de la congregación cristiana del siglo primero”. Demostramos lealtad a la Palabra de Dios leyéndola a diario y poniendo en práctica su consejo. El orador dijo también: “Demostramos que somos defensores leales de la Palabra de Dios al predicar con celo y al utilizarla cuidadosamente en la enseñanza, sin pretender en ningún momento adaptarla a nuestras ideas o manipular lo que dice”.
‘La paz de Dios supera a todo pensamiento’
Este tema, basado en Filipenses 4:7, marcó la pauta del segundo día de la asamblea. Gran parte de la información que se presentó trataba sobre la manera apropiada de ver el ministerio, la familia, la dedicación y otros aspectos del vivir diario.
Después de comentar el texto del día, se presentó un simposio titulado “Mensajeros de las buenas nuevas de la paz”. Dado que llevamos un mensaje de paz, deberíamos comunicarlo de manera pacífica. (Efesios 6:15.) Nuestra meta es ganar corazones, no discusiones. La preparación y las publicaciones que recibimos de la organización de Jehová nos ayudan a hacer justamente eso. No debemos permitir que la indiferencia o la apatía nos desanimen. Al contrario, hemos de seguir ‘haciendo lo sumo posible’ y contar con un buen programa de estudio personal, asistencia a las reuniones y participación en la predicación. (2 Timoteo 2:15.) No debe pasarse por alto hacer el bien a los demás, en especial a los que están relacionados con nosotros en la fe. (Gálatas 6:10.) Claro está, hacer lo sumo posible no significa trabajar hasta el agotamiento. Jehová acepta lo que cada uno puede hacer de acuerdo con su propia capacidad y circunstancias.
El pueblo de Dios da de su tiempo, energías y recursos para que progresen los intereses del Reino. El discurso “Demos con alegría en la organización de Jehová” recalcó que como más personas de condición de oveja responden al mensaje del Reino, se necesita más maquinaria, lugares de reunión y sucursales. Nuestras contribuciones permiten a la organización tener a su disposición todo lo necesario para llevar a cabo la predicación mundial. Dar con generosidad también honra a Jehová y reporta gozo al dador. Por lo tanto, como cristianos que somos, no debemos descuidar este importante aspecto de nuestra adoración. (2 Corintios 8:1-7.)
Cerró la sesión de la mañana el discurso de bautismo, que siempre constituye un momento culminante de las grandes concentraciones de los testigos de Jehová. Fue una alegría ver a los recién dedicados seguir los pasos de Jesús al presentarse para el bautismo. (Mateo 3:13-17.) A todos los que dan este paso se les ha enseñado con la fuente de la mayor sabiduría: la Biblia. Además, han encontrado un verdadero propósito en la vida, y se les ha bendecido con la paz que se siente al saber que se está haciendo lo correcto. (Eclesiastés 12:13.)
Se dio consejo pertinente en el discurso “Procuremos que el discernimiento nos salvaguarde”. El discernimiento es muy importante en los tratos comerciales. No debemos tratar asuntos comerciales de carácter personal en el Salón del Reino ni explotar a los compañeros cristianos para conseguir ganancia material. (Compárese con Juan 2:15, 16.) También necesitamos discernimiento cuando invertimos en un negocio y cuando pedimos dinero prestado o lo prestamos nosotros a otras personas. “Al perder lo que habían invertido en tratos arriesgados con otros cristianos, algunos se han decepcionado y hasta han visto afectada su espiritualidad”, señaló el orador. Aunque no es impropio que los cristianos tengan tratos comerciales unos con otros, la prudencia es desde luego aconsejable. Y cuando dos partes llegan a un acuerdo comercial, los términos de este deberían ponerse siempre por escrito.
La norma de Dios para los hombres y las mujeres se analizó en el discurso “Macho y hembra los creó”. Los papeles de los sexos se han distorsionado a lo largo de la historia. “Muchos relacionan equivocadamente la masculinidad con la dominación abusiva y la dureza, es decir, con el machismo —dijo el orador—. [...] En algunas culturas sería raro, si no vergonzoso, que un hombre llorara en público o incluso en privado. Sin embargo, Juan 11:35 dice que ‘Jesús cedió a las lágrimas’ en medio de una muchedumbre delante de la tumba de Lázaro.” ¿Qué se puede decir de las mujeres? La feminidad se identifica muchas veces con el atractivo físico. Pero el orador preguntó: “Si una mujer es atractiva, pero también insensata, discutidora, sarcástica o arrogante, ¿puede considerársela realmente atractiva en el pleno sentido de la palabra, verdaderamente femenina?”. (Compárese con Proverbios 11:22; 31:26.) Los cristianos y las cristianas se esfuerzan por seguir las normas bíblicas en su manera de hablar, su conducta y su arreglo personal. El orador dijo: “Es fácil respetar al hombre que manifiesta los frutos del espíritu, y es fácil amar a la mujer que hace lo propio”. (Gálatas 5:22, 23.)
A continuación se presentó el simposio “El Dios de la paz cuida de nosotros”. Muchos cristianos tienen inquietudes económicas. No obstante, Jehová promete: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé”. (Hebreos 13:5.) A pesar de las penurias económicas, algunos han demostrado su confianza en esta promesa emprendiendo el servicio de precursor auxiliar o regular. Quienes no pueden ser precursores en este momento ponen los intereses del Reino en primer lugar al aprovechar todas las oportunidades que tienen para dar testimonio. (Mateo 6:33.) Todos esos esfuerzos son encomiables. La organización de Jehová nos ha facilitado numerosas publicaciones para ayudarnos con nuestro ministerio y a afrontar nuestros problemas. Si apreciamos las provisiones espirituales de Jehová, él nos bendecirá con paz en estos tiempos de dificultades económicas. (Salmo 29:11.)
Al final del último discurso del día, “Busque la paz de Dios en la vida familiar”, los asambleístas se alegraron de recibir el nuevo libro El secreto de la felicidad familiar. “Estudie con detenimiento este libro personalmente y en familia —recomendó encarecidamente el orador—. Esfuércese con la mayor seriedad por seguir el consejo bíblico que contiene, y verá que aumenta la paz y la felicidad en su familia.”
‘Observemos la unidad en el vínculo unidor de la paz’
Este tema, basado en Efesios 4:3, fue adecuado para el último día de la asamblea. Jehová ha enseñado a sus Testigos, a quienes ha sacado de todas las naciones del mundo. Por esta razón, aman la paz. Siguen el ejemplo de Jesús y procuran “observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz”.
La paz que impregna la organización de Dios se destacó en el simposio “Cómo identificar a los mensajeros verdaderos”. En el antiguo Israel hubo falsos profetas. Sin embargo, los verdaderos mensajeros de Dios —como los profetas Isaías, Ezequiel y Jeremías— predijeron con exactitud la caída de Jerusalén, el exilio y la posterior liberación del pueblo de Dios. Algo parecido ocurre hoy. En los dominios de la política y la religión falsa abundan los mensajeros falsos. No obstante, Jehová ha levantado a sus Testigos para proclamar su propósito con respecto a este sistema de cosas. En particular desde 1919, Jehová ha utilizado a sus siervos para proclamar Su mensaje. Ellos son muy diferentes de los falsos mensajeros de la cristiandad. Que nosotros desempeñemos con diligencia el papel que nos corresponde en esta obra hasta que Jehová indique que está terminada.
El discurso “Escuchemos la Palabra de Dios y obedezcámosla” puso de relieve que las Escrituras son la mejor fuente de guía, consuelo y esperanza. (Isaías 30:20, 21; Romanos 15:4.) El mundo actual es cada vez más permisivo. Más que nunca, por tanto, tenemos que escuchar el consejo que viene de la Palabra de Dios y Su organización. Como Jehová conoce nuestras debilidades, ha señalado con claridad en su Palabra el derrotero que nos beneficiará. Saber que Jehová nos apoya nos infunde confianza para seguir adelante haciendo todo lo que él nos pide.
Así se preparó el ambiente para el drama con trajes de época que vino a continuación. Su título fue: “¿Por qué debemos respetar el orden teocrático?”. Este drama se valió del relato bíblico de Gedeón para hacernos entender una importante lección: debemos seguir las instrucciones de Dios y no sustituirlas por nuestras propias ideas ni intentar eludir el consejo teocrático.
El discurso público tenía el título “¿De qué fuente vendrá por fin la paz verdadera?”. La paz que Dios promete sobrepasa todo lo que este mundo pueda imaginar. “La paz verdadera significa paz todos los días —dijo el orador— [...], la paz de Dios significa un mundo sin enfermedad, dolor, lamento ni muerte.” La Biblia nos dice que Jehová “hace cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra”. (Salmo 46:9.) ¿Cómo lo hará? Eliminando al instigador de la guerra, Satanás el Diablo. (Revelación [Apocalipsis] 20:1-3.) Así se abrirá el camino para que los mansos mismos ‘posean la tierra y hallen su deleite exquisito en la abundancia de paz’. (Salmo 37:11.)
Tras el resumen del artículo de estudio de esa semana de La Atalaya, se presentó el discurso final de la asamblea. Este emocionante discurso, cuyo título fue “Sigamos adelante como mensajeros de la paz de Dios”, subrayó que nuestra predicación es especial y urgente. Este no es el momento de relajarse, perder el tiempo o volver a las ideas erróneas. Tenemos lo que necesitamos: el mensaje de Dios, su espíritu santo y numerosas provisiones que proceden de su amorosa organización teocrática. Como siervos de Jehová que somos, sigamos adelante, por tanto, como mensajeros de la paz de Dios.
[Ilustración y recuadro de la página 9]
Una provisión amorosa para las familias
A los asistentes al segundo día de la Asamblea de Distrito “Mensajeros de la Paz de Dios” les emocionó recibir la nueva publicación titulada El secreto de la felicidad familiar. Este libro contiene información bíblica que beneficiará a todas las familias que aman a Dios.
Un anciano de Connecticut (E.U.A.) comenta: “El 15 de junio recibimos el libro Felicidad familiar. El 16 de junio había leído la mitad. El día 17 tuvimos nuestro primer estudio de familia con él, y nos animó mucho. Ese mismo día terminé de leerlo. Esta estupenda publicación será sin duda de mucho valor para todos aquellos que se aprovechen de ella. El libro es franco y los datos que contiene son actuales, lo que da más prueba de que ‘el esclavo fiel y discreto’ está dando el ‘alimento al tiempo apropiado’ y conoce muy bien nuestras necesidades en estos tiempos difíciles”. (Mateo 24:45-47.)
[Ilustración de la página 7]
Jóvenes y mayores por igual quieren saber qué requiere Dios