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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1955 | 15 de noviembre
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¿Pero cómo podría ser verdad esto en el caso del apóstol Pablo? El pacto de la ley entró en vigor quince siglos antes de que él naciera. No estaba “vivo aparte de la ley” ni viviendo cuando llegó la ley. Sin embargo, Pablo era un descendiente de Abrahán según la carne, a quien Dios dijo: “Serán bendecidas en tu simiente todas las naciones de la tierra.” (Gén. 22:18) Abrahán era el amigo de Dios y estaba justificado ante Dios a causa de su fe. Mientras estuvo todavía sin nacer en los lomos de Abrahán, Pablo tuvo una esperanza de vida por medio de la fe. Pero 330 años después de la muerte de Abrahán, se añadió el pacto de la ley a la promesa divina hecha a Abrahán. Este pacto de la ley puso de manifiesto muy claramente que los descendientes carnales de Abrahán, las doce tribus de Israel, eran pecadores y transgresores. Pablo nació bajo este pacto de la ley, y puesto que no podía justificarse para tener vida por las obras del pacto de la ley, su esperanza de vida por medio de éste murió.
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La arqueología y la palabra “pacto”La Atalaya 1956 | 15 de marzo
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La arqueología y la palabra “pacto”
UNA de las palabras sobresalientes de las Escrituras Hebreas es la palabra berith, que (aparece por lo menos 279 veces, y de éstas aparece 82 veces en los cinco libros de Moisés. Berith se ha traducido de varias maneras, como “pacto,” “confederación,” “liga,” y algunos sugieren “arreglo.” Hasta aquí la New World Translation of the Hebrew Scriptures ha traducido esta palabra hebrea consistentemente como “pacto” aunque hay una excepción notable donde, en vez de traducir literalmente “dueños de un pacto,” se tradujeron dos palabras hebreas con el uso de una sola palabra “confederados,” la que se deriva de la palabra latina foederis, que quiere decir “de un pacto, convenio o acuerdo.”—Gén. 14:13, margen.
Por los pasados setenta años los testigos de Jehová han atribuído a la palabra berith el significado más estricto, aceptando su significado como algo que se refiere a un convenio pactado, un contrato legal en el sentido moderno más completo, un acuerdo obligatorio entre dos partes donde la una o las dos se hallan legalmente comprometidas a cumplir con ciertas estipulaciones u obligaciones. Sin embargo, la mayor parte de los expositores religiosos han adoptado un punto de vista menos estricto acerca del uso de berith en la Biblia, debilitando su vigor con la pretensión de que se usaba principalmente como comparación con el sentido de denotar ciertas relaciones entre Dios y el hombre, sencillamente expresiones de la voluntad (pactos unilaterales o de un solo lado) o anuncios de nuevos arreglos.
Ahora la arqueología bíblica ha vindicado a los testigos de Jehová en su entendimiento más estricto de berith. En 1927 se descubrieron unas quince tablillas con escritura cuneiforme en la antigua ciudad no israelita de Qatna, al sudeste de Hamat, lugar que estaba ubicado, según la Biblia, en la frontera septentrional de la Tierra Prometida. (Jos. 13:5) Parece que estos documentos o tablillas de Qatna fueron escritos unos doscientos años después de la época de Moisés. El asiriólogo francés M. J. Bottéro no terminó la publicación de las transcripciones y traducciones de ellas hasta 1950. La Escuelas Americanas de Investigación Oriental da el informe siguiente sobre dos de las tablillas que contienen los primeros casos, fuera de la Biblia, en que esta palabra se usa jurídicamente aun por los vecinos de Israel poco después del tiempo de Moisés.
“El contenido de las dos tablillas es sencillo. La tablilla A contiene una lista de nombres . . . La tablilla B es una lista de raciones, constando de raciones de harina de cebada, etc., pagaderas a hombres con nombres similares. Las dos tablillas fueron escritas por el mismo hombre, Kida hijo de Akbite, cuyo nombre también aparece en la primera lista, lo que indica que él escribió la tablilla en nombre del grupo de hombres que estaban implicados en ella. Por lo tanto la lista A es un convenio en que los hombres a quienes se hace referencia, juntos con su amanuense, convienen en empezar a dar servicio a alguien o en cumplir con ciertas obligaciones. Entonces la lista B, escrita por el mismo amanuense, indica la índole del convenio; los hombres habían de recibir raciones especificadas en pago por sus servicios. Sin que haya necesidad de decirlo, aquí tenemos un nuevo punto sumamente interesante para los eruditos bíblicos, puesto que el concepto israelita de berith, ‘pacto,’ era un tema central de la teología de Yavé. Esta es la primera vez que se ha publicado la aparición extrabíblica de la palabra desde tiempos remotos—no más tarde que el primer tercio del siglo décimocuarto a. de J.C.”a
De manera que en el futuro uno puede usar la palabra bíblica que se ha traducido “pacto” con plena seguridad de que tuvo un sentido antiguo comparable a nuestra palabra jurídica moderna “contrato.”
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