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La apacibilidad es sabiduríaLa Atalaya 1963 | 15 de septiembre
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La apacibilidad es sabiduría
¡QUE agradables son una brisa apacible, un invierno apacible o una primavera apacible! Y aun más así son una respuesta apacible, una disposición apacible o una manera apacible de manejar una situación difícil. Sí, aunque se dice que la apacibilidad mejor se define mediante el decir lo que ella no es-no es áspera, no es cortante, no es cáustica, no es irritante, y así sucesivamente-la apacibilidad también es “aquello que induce a un sentimiento de belleza o serenidad quieta y medida.”
La apacibilidad es sabiduría. ¿Por qué? Ante todo, porque Jehová Dios le da gran importancia, es de gran valor a sus ojos, así como su Palabra manifiesta. Se manifiesta que la apacibilidad es un “fruto del espíritu,” así como lo son el amor, la fe y el gobierno de uno mismo. A los cristianos se les manda que sigan tras la “apacibilidad de genio,” junto con la justicia, la devoción piadosa, la fe y el amor. Y a las mujeres cristianas en particular se les aconseja que se vistan de “la indumentaria incorruptible del espíritu sereno y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.”—Gál. 5:22, 23; 1 Tim. 6:11; 1 Ped. 3:4.
La apacibilidad manifiesta sabiduría también porque beneficia a otros. Es una expresión de empatía, de la habilidad de ponerse en el pellejo de otro, por decirlo así. Muestra consideración, amor. Es una cualidad que fue manifestada por los patriarcas antiguos, tales como Abrahán, Isaac y Jacob, por Moisés y, en particular, por Jesucristo. Muy apropiadamente clamó Jesús: “Vengan a mí, todos ustedes los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” En el mismo tenor el apóstol Pablo escribió: “Yo . . . les ruego por la apacibilidad y bondad del Cristo.”—Mat. 11:28-30; 2 Cor. 10:1.
Además, la apacibilidad es sabiduría porque nos beneficia a nosotros mismos. ¿No se nos dice: “Felices son los de genio apacible, puesto que ellos heredarán la tierra”? (Mat. 5:5) Pero la apacibilidad es recompensadora aun antes de que Dios la recompense. Cosechamos lo que sembramos; otros nos pagan en la misma moneda. Si somos apacibles para con ellos, ellos son apacibles para con nosotros. Hay sabiduría en hacer apacible hasta el mismísimo tono de nuestra voz. Una voz apacible atrae, la voz áspera repele. A las personas a menudo se les juzga por su voz, especialmente al hablar por teléfono. El hombre sabio nos dice: “Por paciencia se induce a un comandante, y una lengua apacible misma puede quebrar un hueso.”—Pro. 25:15.
Pues bien, ¡la apacibilidad hasta es buena para nuestra salud física! Nos protege contra el tener un caso de “nervios” y úlceras, y también nos salva de muchas situaciones embarazosas que pudieran hacernos perder el sueño.
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Dé consejo cristiano hábilmenteLa Atalaya 1964 | 15 de enero
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Es posible que el inquiridor se haya engañado a sí mismo—algo muy fácil de hacer. La Biblia nota esto cuando dice: “El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa y es desesperado. ¿Quién lo puede conocer?” “Todos los caminos del hombre son puros a sus propios ojos, mas Jehová está haciendo un avalúo de los espíritus.” (Jer. 17:9; Pro. 16:2) El consejero no puede participar en el engaño. No puede dejar que el sentimiento influya en él. Indique el consejo bíblico sin temor. En ocasiones puede requerirse firmeza. Si ése es el caso, y una reprensión es apropiada, adminístrela con bondad, instando al ofensor como instaría usted a su padre, madre, hermano o hermana, según sea el caso.—Ecl. 7:5; 1 Tim. 5:1, 2.
Tal vez venga al superintendente cristiano un individuo que esté afligido por una disputa con alguien o que se queje acerca de haber sido ofendido. Primero, vea exactamente cuál se supone que es la ofensa. Si el asunto realmente fue trivial, usted tal vez pueda ayudar a la persona a comprender eso, terminando así el asunto. Si no, pregunte si se ha seguido el proceder que Jesús estableció para zanjar disputas. (Mat. 18:15-17) ¿Se ha esforzado personalmente por llegar a un entendimiento con la otra persona? Probablemente el desacuerdo pueda ser zanjado de esta manera antes de llegar a ser un problema que requiera la atención del superintendente.
Muy a menudo el que busca consejo podría haberlo hallado en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower, tales como la revista La Atalaya. Por ejemplo, un cristiano puede preguntar si él y su familia están libres bíblicamente para tener alguna clase de asociación con un pariente cercano que ha sido expulsado. El consejero debe darle una respuesta clara y asegurarse de que se entiende el principio. Luego, si se trata con alguien que sabe inglés, anime al inquiridor a usar el Watch Tower Publications Index (Índice de publicaciones en inglés de la Sociedad Watch Tower) e investigar bajo el principal encabezamiento “Disfellowshiping” (Expulsión). Allí hallará un subtítulo: “association with disfellowshiped” (asociación con expulsados) seguido de referencias a ciertos números de The Watchtower. Siempre deben examinarse los suplementos del Index para obtener la información más reciente. Invite al inquiridor a efectuar la lectura sugerida para otros datos relacionados con la respuesta que usted le ha dado. Esto le dará mucha información provechosa. Invítelo a que le informe a usted lo que haya aprendido. Esto lo ayudará a ejercitar sus facultades de discernimiento, lo cual es tan necesario para que él lleve su propia carga de responsabilidad como cristiano. Es un modo de ayudar a la congregación a alcanzar madurez y unicidad en la fe.—Efe. 4:13, 14.
Cuando un cristiano casado busca consejo sobre un problema matrimonial que envuelve a un cónyuge incrédulo, el consejero no debe pasar por alto la posibilidad de que el cristiano dedicado tal vez no esté aplicando los principios bíblicos en el matrimonio. (Luc. 6:41, 42) La fricción que existe tal vez se deba a acciones imprudentes de ambos lados. Puede usarse el método de preguntas para determinar si se ha pasado por alto un principio bíblico. ¿Ha reconocido plenamente la esposa cristiana que el esposo incrédulo es el jefe de la familia? ¿Se está olvidando de mostrar profundo respeto, y en cambio lo está tratando como si fuera una persona expulsada? ¿Ha respetado ella la libertad de adoración de él en la propia casa de él? Como mujer cristiana, ¿ha sido su adorno verdadero “la vestidura incorruptible del espíritu tranquilo y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios”? (1 Ped. 3:4) Si el esposo es el creyente, ¿ha cumplido con su responsabilidad como cabeza de familia, proveyendo para los suyos y amando a su esposa como a su propio cuerpo? ¿Ha copiado el ejemplo de Jehová y Cristo, o ha sido imperioso e inconsiderado?
Otra vez, además de dar consejo oral, el superintendente puede mostrar al inquiridor cómo hallar consejo provechoso en el Index bajo el principal encabezamiento “Marriage” (Matrimonio). Allí usted encontrará tales subtítulos como “divided household” (casa dividida), “husband’s role” (papel del esposo) y “wife’s role” (papel de la esposa). Note las referencias a otras partes del Index: “Husband” (Esposo) y “Wife” (Esposa), donde se alista más información bajo tales subtítulos como “consideration for wife” (consideración a la esposa), “unbelieving wife” (esposa incrédula), “love for husband” (amor al esposo) y “subjection to husband” (sujeción al esposo). Los que no tienen el Watch Tower Publications Index en su idioma pueden usar los índices que se publican en el último número del año de La Atalaya y en los índices de los otros libros de la Sociedad Watchtower. Aquí se halla consejo que merece más que el escucharlo casualmente; ¡merece estudio con oración!
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