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“Hágase tu voluntad en la tierra” (Parte 22 de la serie)La Atalaya 1959 | 15 de noviembre
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26. ¿Cómo echó a tierra el “cuerno pequeño” la verdad y la fidelidad y no obstante obró prósperamente?
26 A la séptima potencia mundial, la potencia mundial binaria angloamericana, nada le importaba la verdad del mensaje del Reino de Dios, ni la fidelidad e integridad del pueblo de Dios. Echó por tierra la verdad y la fidelidad. Jehová no ejecutó juicio inmediato contra la séptima potencia mundial por esta acción. ¿Por qué no? Para que no tuviera que ejecutar juicio destructivo al mismo tiempo contra su propio “pueblo de los santos” dedicado. De manera que la séptima potencia mundial obró y prosperó y salió victoriosa de la I Guerra Mundial, acarreándole gran destrucción a su poderosa enemiga, la Alemania Imperial.
27. Durante la paz que siguió desde el 11 de noviembre de 1918, ¿cómo se engrandeció el “cuerno pequeño” aun más contra el “príncipe de la milicia” por medio de establecer un ídolo?
27 Durante la tregua de paz que siguió desde el 11 de noviembre de 1918 dicha potencia se engrandeció aun más contra Jehová, “el príncipe de la milicia.” Al rechazar el mensaje que la clase del santuario había tratado de proclamar a todas las naciones, la potencia mundial binaria angloamericana promovió el establecimiento de un ídolo del mundo moderno, la Sociedad de las Naciones. Lloyd George, el primer ministro británico durante la guerra, había tenido ideas acerca de una alianza internacional de naciones de esa clase;d y el presidente estadounidense durante la guerra, T. Woodrow Wilson, la incluyó en los Catorce Puntos que él sometió para un ajuste de paz. Aunque era presidente activo, se envalentonó para asistir a la Conferencia de la Paz en París para asegurar la aceptación de sus Puntos, incluyendo el pacto internacional, la Sociedad de las Naciones.
28. ¿Qué profecía del Apocalipsis cumplió de esta manera la potencia mundial binaria angloamericana, y qué fué este ídolo político con respecto a Dios?
28 La potestad mundial binaria angloamericana así cumplió la profecía concerniente a la “bestia” que “tenía dos cuernos como cordero” pero que “empezó a hablar como dragón” al decirles a los habitantes de la tierra que hicieran una “imagen a la bestia salvaje.” La potestad mundial binaria angloamericana dió “aliento a la imagen” para que ésta hablara con cierta autoridad e hiciera que la adoraran los que estaban en contra del reino establecido de Dios y que estaban a favor de la “bestia salvaje,” el sistema de gobierno mundial visible de Satanás. (Apo. 13:11-15) La simbólica “imagen a la bestia salvaje,” esta Sociedad de las Naciones, era una abominación, una cosa detestable, a Jehová Dios, del mismo modo que lo fué la imagen de oro que medía sesenta codos de altura y seis codos de anchura que Nabucodonosor, el rey de Babilonia, erigió para que la adoraran todas las provincias de su imperio, incluyendo a los tres compañeros de Daniel, Sadrac, Mesac y Abednego. (Dan. 3:1-15) Los testigos de Jehová reconocieron que la Sociedad de las Naciones le era detestable a él, como lo es un ídolo.
“LA ABOMINACIÓN DESOLADORA”
29. ¿Cuándo entró en vigor el pacto de la Sociedad de las Naciones, cuándo empezó a funcionar la Sociedad, pero en qué tomó la delantera la cristiandad?
29 La conferencia de la paz principió en París, Francia, el 18 de enero de 1919, estando presente el presidente norteamericano Wilson. El tratado de paz que resultó, incluyendo el pacto de la Sociedad de las Naciones, se firmó en Versalles, Francia, el 28 de junio de 1919. El 13 de octubre de ese año lo habían ratificado tres grandes potencias aliadas y entró en vigor con su pacto de la Sociedad de las Naciones. El Senado de los Estados Unidos rehusó apoyar al presidente Wilson y ratificar ese tratado. El Senado consideró que la soberanía nacional de los Estados Unidos no estaba suficientemente resguardada en el pacto de la Sociedad de las Naciones. Más tarde los Estados Unidos concluyeron una paz por separado con Alemania. La Sociedad de las Naciones, la simbólica “imagen de la bestia salvaje,” verdaderamente empezó a funcionar el 10 de enero de 1920 en Londres, Inglaterra. Pero antes de ese suceso la cristiandad religiosa tomó la delantera en idolatrar a esa “imagen” simbólica.
30. ¿Qué ofreció hacer el Concilio Federal de las Iglesias de Cristo en América, y cómo le asignó a la fu tura Sociedad un papel mesiánico?
30 El Concilio Federal de las Iglesias de Cristo en América inmediatamente se ofreció a sí mismo como sacerdote para ministrar delante de la “imagen.” Antes de la conferencia de la paz, y cuando el presidente Wilson apenas estaba abogando a favor de la Sociedad de las Naciones, el Concilio Federal de las Iglesias de Cristo en América habló a favor de ella y le asignó el papel que desempeña Cristo el Mesías. El comité ejecutivo de este Concilio Federal se reunió en Atlantic City, Nueva Jersey, y el 12 de diciembre de 1918 aprobó recomendar el plan del presidente Wilson para una Sociedad de las Naciones. Adoptó la siguiente Declaración (citada en parte):
La crisis del mundo debido a la guerra ha pasado, pero nos ha sobrevenido una crisis mundial.
. . . “¿Recaeremos,” preguntó Lloyd George, “en las antiguas rivalidades y rencores nacionales y en los armamentos competidores, o imitaremos sobre la tierra el reinado del Príncipe de Paz?”
Ha llegado el tiempo de organizar el mundo a favor de la verdad y la rectitud, la justicia y la humanidad. Con este fin instamos como cristianos al establecimiento de una Sociedad de Naciones Libres en la venidera Conferencia de la Paz. Tal Sociedad no es meramente un expediente político; es más bien la expresión política del Reino de Dios en la tierra.
. . . Los muertos heroicos habrán muerto en vano a menos que de la victoria salga una nueva tierra en la cual more la justicia.
La Iglesia tiene mucho que dar y mucho que conseguir. Puede dar una poderosa sanción por medio de impartir al nuevo orden internacional algo de la gloria profética del Reino de Dios. ¿Qué es el Reino de Dios, si no es el triunfo de la voluntad de Dios en los asuntos del hombre, “justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo”? Y ¿qué es esta visión de una federación mundial de la humanidad organizada sobre una base de justicia y tratamiento honrado, para la manutención efectiva e imparcial de la paz, si no es del Reino de Dios?
La Iglesia puede dar un espíritu de buena voluntad, sin el cual ninguna Sociedad de las Naciones podrá durar. . . .
La Sociedad de las Naciones tiene sus raíces en el Evangelio. Igual que el Evangelio, su objetivo es “paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres.” Igual que el Evangelio, tiene acogida universal.
Imploremos a nuestro Padre Celestial, al Dios Todopoderoso, que los Delegados de Paz de las Naciones sean guiados por el Espíritu Divino e iluminados por la Sabiduría Divina con el fin de que incorporen en el nuevo tejido de la vida del mundo la santa, justa y amorosa voluntad de Él.
31. ¿Qué hizo el comité ejecutivo del Concilio para que se presentaran los documentos mencionados arriba, y qué le envió al presidente Wilson?
31 El comité ejecutivo del Concilio Federal de Iglesias también aprobó Resoluciones sostenedoras. Una de éstas fué a favor de nombrar una “Comisión Especial satisfactoria que represente, hasta donde sea práctico a las Iglesias Protestantes de América, para presentar dichos documentos a la Conferencia de la Paz de las Naciones Aliadas y Asociadas.” Después de adoptar la Declaración y las Resoluciones se obró en armonía con otra recomendación y el comité ejecutivo envió un cablegrama al presidente Wilson en París, avisándole de su acción. Más tarde, una carta fechada el 18 de diciembre de 1918 fué dirigida al presidente Wilson adjuntando una copia del cablegrama, junto con la Declaración y la resolución que la apoyaba. También informó del nombramiento de la Comisión Especial que presentaría oficialmente la Declaración a la Conferencia de la Paz que pronto se reuniría.e
(Continuará)
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Siguiendo tras mi propósito en la vidaLa Atalaya 1959 | 15 de noviembre
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Siguiendo tras mi propósito en la vida
Según lo relató W. A. Bivens
SÓLO unas cuantas semanas después que comencé a estudiar la Biblia con la ayuda de las publicaciones de la Sociedad se me ofreció una oportunidad comercial extraordinaria. Trabajaba yo en la oficina de una agencia de automóviles y fuí invitado por el fabricante para recibir entrenamiento gratis de seis meses en Detroit y luego ser establecido en mi propia agencia. Esto significaría seguridad financiera para toda la vida. Pero a medida que estudiaba aprendí que toda la vida podría significar mucho más que sólo el vivir unos sesenta o setenta años; que podría significar vida eterna por medio de obedecer la Palabra de Jehová. Más y más mi trabajo se me hizo una pérdida de tiempo. De modo que mi esposa y yo decidimos que el negocio en el que queríamos estar era el negocio del Señor; de modo que para seguir tras nuestro propósito en la vida decidimos trabajar de precursores.
Compramos un remolque y en el transcurso de unos cuantos meses nos hallábamos en el servicio de precursor. Poco más de un año más tarde la Sociedad me invitó a ser precursor especial. Eso fué una verdadera emoción. Pero no fué nada en comparación con lo que sucedió unos cuantos meses después. Acabábamos de regresar del servicio cuando mi esposa llegó corriendo desde la oficina del campo de remolques, sin aliento y excitada. Tenía una carta procedente de la oficina del presidente. Era una invitación para ir a Galaad. Nuestro remolque por seguro debe haberse mecido de un lado a otro con toda nuestra excitación. Habíamos tenido esperanza de ir, pero en un año o dos, de modo que esto fué completamente inesperado. Aun cuando llegamos allí todavía sospechábamos un poco que todo había sido un error; pero no, nos esperaban, y hasta tenían una habitación lista para nosotros. Entonces comenzaron cinco meses de trabajo muy difícil pero gozoso. Y eso fué físico y mental. El ser asignado a la cuadrilla de la huerta por unas tres horas al día requirió el uso de músculos que no se habían esforzado mucho por varios años. Pero después de unos cuantos días la rigidez y el dolor desaparecieron y el trabajo y el compañerismo con los otros hermanos de la cuadrilla fueron muy agradables y satisfacientes.
Al acercarnos al fin del semestre escolar, todos los estudiantes pensaban y se preguntaban cuál sería su siguiente asignación. Junto con varios otros hermanos fuí asignado a la Ciudad de Nueva York como siervo de unidad. Fué un privilegio verdadero el estar asociado
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