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Siguiendo tras mi propósito en la vidaLa Atalaya 1960 | 1 de marzo
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publicadores, respectivamente. En otra isla aislada, Anguila, cinco personas simbolizaron su dedicación por medio del bautismo en agua. Uno de estos cinco se ha matriculado como precursor. Hay entre la gente de estas islas una demostración de buena voluntad que siempre aumenta. La mayoría de la gente de las islas menores es pobre, pero muchos muestran su bondad por medio de invitar a uno a comer algo o servirle una bebida dulce. Otros le ofrecen uno o más huevos que llevar, o lo que estuviere en sazón.
La mayoría de los poblados de las islas pequeñas no tiene luz eléctrica, ni mucho entretenimiento. De modo que para efectuar una reunión pública colgamos nuestra lámpara de bencina en un lugar conveniente, generalmente en un árbol o en alguna casa cerca del camino. Pronto comienza a reunirse la gente. Después de la conferencia bíblica sigue una buena discusión, a veces durante una hora o más.
Me gusta mi asignación en el extranjero, y no es nunca tan estrenua como las que experimenté en los Estados Unidos. La gente de aquí está siempre lista para hablar a los extraños y es amistosa. Muchos le invitarán a volver para un estudio cada día mientras esté en el puerto. Es como un pueblo natal donde todo el mundo se conoce.
Durante el año de servicio de 1957 la Sociedad vendió la embarcación misional Light (Luz), así, que ahora, en vez de ser un capitán navegante, permanezco en tierra firme en la isla de San Maarten. Fue maravilloso ver el crecimiento de la obra en las islas del Caribe y cómo, en una isla tras otra, se comenzaron congregaciones y la obra se cimentó sólidamente. Ahora la mayor parte de las islas recibe un buen testimonio de parte de publicadores de congregación o de precursores especiales o visitas de siervos de circuito. San Maarten es una pequeña isla amistosa y es un verdadero placer traer el mensaje de vida a la gente de aquí. En el lado holandés de la isla, donde estoy yo, tuvimos diecisiete personas presentes para el Memorial en abril de 1958, lo cual nos alegró muchísimo a todos nosotros. La bendición de Jehová puede verse en este aumento. Fue un privilegio maravilloso el poder asistir a la Asamblea internacional “Voluntad divina” en la ciudad de Nueva York en 1958 y ahora estar de vuelta en la obra misional aquí.
Le estoy muy agradecido a Jehová por haber tenido yo el privilegio de cumplir veinte años en el servicio de tiempo cabal, hasta ahora, y sólo lamento las ocasiones en que pude haber rendido mejor servicio.
Sé que es solamente por medio de la bondad inmerecida de Jehová que uno puede ser miembro de su sociedad del nuevo mundo.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1960 | 1 de marzo
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Preguntas de los lectores
● ¿Cómo podemos concertar los relatos de Hechos 7:2-4 y Génesis 11:31–12:4? El relato en Hechos indica que fue mientras estaba Abrahán en Mesopotamia que Dios le mandó: “Sal de tu tierra y de tus parientes y ven a la tierra que te mostraré.” El relato de Génesis parece indicar que se le dio este mandato en Carán después de la muerte de su padre Taré.—G. 0., EE. UU.
El relato de Hechos aclara muy bien que el mandato que Dios dio a Abrahán de salir de su tierra natal y mudarse a la tierra que Dios le mostraría lo recibió Abrahán en Mesopotamia antes de fijar su residencia en Carán. Este mandato es claramente el mismo que se registra en Génesis 12:1. La fraseología del mandato aquí muestra que Abrahán
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