-
Mefiboset... un hombre agradecidoLa Atalaya 1980 | 15 de marzo
-
-
vio obligado a vivir fuera de la capital, Mefiboset desatendió su apariencia personal como expresión de aflicción por la situación angustiosa de David. Después que la revuelta de Absalón hubo sido aplastada, Mefiboset se reunió con David en Jerusalén mientras permanecía en aquel obvio estado de duelo. David lo saludó con las siguientes palabras: “¿Por qué no fuiste conmigo, Mefiboset?” (2 Sam. 19:25) En vista de lo que Siba había dicho, era natural que David hiciera aquella pregunta. Mefiboset contestó:
“Señor mío el rey, fue mi siervo que me embaucó. Porque tu siervo había dicho: ‘Déjame aparejarme del asna para cabalgar sobre ella e ir con el rey,’ porque tu siervo es cojo. De modo que él calumnió a tu siervo ante mi señor el rey. Pero mi señor el rey es como un ángel del Dios verdadero, y así es que haz lo que sea bueno a tus ojos. Porque toda la casa de mi padre no hubiera llegado a ser otra cosa sino condenada a muerte ante mi señor el rey, y no obstante colocaste a tu siervo entre los que comen a tu mesa. ¿Qué, pues, tengo todavía como justa pretensión siquiera para clamar más al rey?”—2 Sam. 19:26-28.
Al escuchar esto, David tiene que haberse dado cuenta del error que había cometido al aceptar las palabras de Siba, y esto evidentemente lo irritó. No quiso escuchar nada más acerca del asunto, pues dijo a Mefiboset: “¿Por qué sigues aún hablando tus palabras? Digo en efecto: Tú y Siba deben participar del campo.”—2 Sam. 19:29.
Mefiboset no se ofendió porque David tratara el asunto de este modo. No le importaba la pérdida material. Para él lo importante era que David había regresado ileso a Jerusalén. Por lo tanto, Mefiboset dijo: “Que [Siba] tome aun todo, ya que mi señor el rey ha venido en paz a su casa.”—2 Sam. 19:30.
Aunque Mefiboset pudo haberse amargado por su suerte en la vida, apreciaba la vida en sí. En vista de las circunstancias del tiempo en que vivió, pudo haber sido muerto por David. Esto hizo que Mefiboset se sintiera profundamente agradecido por haber recibido el privilegio de comer a la mesa real, y humilde y lealmente se sometió a las decisiones del rey David. Así, Mefiboset es un ejemplo excelente de un hombre que apreciaba lo que tenía y no se lamentaba por lo que no tenía. ¡Que nosotros también seamos agradecidos como Mefiboset!
-
-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1980 | 15 de marzo
-
-
Preguntas de los lectores
● ¿A qué se debe que el tocón de árbol del sueño del rey Nabucodonosor fuera atado con dos ataduras?
Nabucodonosor recibió un sueño profético acerca de un árbol enorme que fue cortado y atado. En cuanto al tocón, leemos: “Dejen su tronco mismo con las raíces en la tierra, pero con una atadura de hierro y de cobre, . . . y con las bestias del campo sea su porción hasta que siete tiempos mismos pasen sobre él.”—Dan. 4:23, 15.
El profeta Daniel explicó que el significado de la primera aplicación de este sueño era que Nabucodonosor sería quitado de su posición de gobernante por siete tiempos (manifiestamente siete años). Entendemos que ese sueño también aplica a los “siete tiempos” de la gobernación gentil durante los cuales Jehová no ejercería soberanía universal por medio de un reino con un gobernante de la línea de David. Vea Nuestro gobierno mundial entrante... el reino de Dios (1977), págs. 71-89.
El que se atara el tocón significaría que al “árbol” se le tendría restringido por siete tiempos. Como muestra Job 14:7-9, bajo condiciones normales un tocón de árbol pudiera retoñar y comenzar a crecer de nuevo; pero no sería así en el caso de éste. Cuando Nabucodonosor recibió este sueño, el hierro y el cobre estaban entre los metales más fuertes que había. (Compare con Sal. 107:10, 16; Job 40:18.) Así que el atar el tocón con una atadura de hierro y una atadura de cobre sería doble confirmación de que el “árbol” no crecería de nuevo sino hasta que fueran removidas las ataduras de la restricción divina.
-