Capítulo 7
Identificando al Mesías, el Rey
1. ¿Por qué, apropiadamente, utilizó Jehová a Daniel para profetizar acerca de los tiempos fijados para algunos acontecimientos?
EL PROFETA Daniel estará entre los que serán resucitados para participar en el arreglo divino del Reino en la Tierra. Cuando su larga vida de servicio a Jehová se acercaba a su fin, se le dijo: “Descansarás, pero te pondrás de pie para tu porción al fin de los días.” Daniel estaba profundamente interesado en “el tiempo del fin” y las “cosas maravillosas” que sucederían entonces, tal como nosotros estamos interesados en lo mismo hoy. Por lo tanto, fue apropiado que el gran Observador de Tiempos, Jehová Dios, utilizara a Daniel como profeta suyo con relación a su horario para la ‘venida’ del Reino.—Daniel 12:4, 6, 13; 11:27, 35; compare con Amós 3:7; Isaías 46:9-11.
“LAS DEVASTACIONES DE JERUSALÉN”
2. (a) ¿Qué profecía de Isaías se cumplió de súbito en 539 a. de la E.C., y cómo? (b) ¿Qué milagro se necesitaba para que Jeremías 25:11, 12 se cumpliera a tiempo?
2 En armonía con la profecía de Jehová pronunciada con siglos de anticipación, el Imperio Babilonio cayó ante los ejércitos de Ciro el Persa y Darío el Medo. (Isaías 44:24, 27, 28; 45:1, 2) Darío llegó a ser rey sobre lo que había sido el reino babilonio. Eso fue en el año 539 a. de la E.C. Para entonces habían pasado sesenta y ocho años desde que Nabucodonosor de Babilonia había devastado a Jerusalén y su templo, desolado la tierra de Judá y transportado a los judíos sobrevivientes a Babilonia. Por lo tanto, con intenso interés en el futuro el envejecido Daniel escribió, en el primer año de Darío: “Yo mismo, Daniel, discerní por los libros el número de los años acerca de los cuales la palabra de Jehová le había ocurrido a Jeremías el profeta, para cumplir las devastaciones de Jerusalén, a saber, setenta años.” (Daniel 9:2; Jeremías 25:11, 12) ¿Por qué milagro podrían los judíos cautivos, dentro de otros dos años, regresar a Jerusalén y restaurar la adoración de Jehová allí?
3. Por lo tanto, ¿qué fervorosa oración expresó Daniel?
3 Daniel presentó fervorosas peticiones a Jehová a favor de su pueblo, reconociendo los pecados de ellos y pidiendo a Jehová que desplegara misericordia. Sobre todo, solicitó de Jehová que quitara de Su gran nombre el oprobio o vituperio que habían amontonado sobre él las naciones vecinas de Israel. Suplicó a su Dios: “Oh Jehová, sí oye. Oh Jehová, sí perdona. Oh Jehová, sí presta atención y actúa. No te tardes, por causa de ti mismo, oh Dios mío, porque tu propio nombre ha sido llamado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.”—Daniel 9:4-19.
4. ¿Cómo contestó Jehová aquella oración?
4 ¿Contestó Jehová esta oración? ¡Sí! Y al hacerlo, también cumplió su profecía. Hizo que Ciro de Persia, el sucesor de Darío, emitiera el decreto que disponía que el resto israelita subiera a Jerusalén y reedificara el templo de Jehová. Al terminar los “setenta años,” en 537 a. de la E.C., aquellos judíos restaurados a su tierra empezaron de nuevo a ofrecer sacrificios a Jehová en Su altar reconstruido en Jerusalén.—2 Crónicas 36:17-23; Esdras 3:1; Isaías 44:28; 45:1.
FIJANDO EL TIEMPO PARA LA PRIMERA VENIDA DEL MESÍAS
5. (a) ¿Qué secuela vino inmediatamente? (b) ¿Qué espacio de tiempo recibe prominencia en Daniel 9:24-27?
5 Hubo también una secuela inmediata a aquella oración por Daniel. El ángel Gabriel se materializó delante de él en forma humana, y empezó a hablarle. Llamó a Daniel “alguien muy deseable [a Jehová]” y procedió a darle más “perspicacia con entendimiento.” (Daniel 9:20-23) Lo que Gabriel dijo fue enteramente nuevo, una revelación nueva para Daniel. Era una profecía sorprendente, que envolvía acontecimientos que se extenderían por un espacio que no sería de “setenta años,” sino de “setenta semanas.” Sírvase leerla en su totalidad en Daniel 9:24-27. ¿Qué significa la profecía?
6. ¿Cuánto duran las “setenta semanas”?
6 Dice que se habían determinado “setenta semanas” respecto a la aparición de “Mesías el Caudillo,” el Rey prometido del linaje de David. ¿Pudieran estas semanas ser semanas literales? No, porque difícilmente pudieran suceder dentro de año y medio todas las cosas que se profetizaban. Resultaron ser “semanas” en las cuales cada día cuenta como un año. (Compare con Levítico 25:8.) De hecho, varias traducciones bíblicas usan expresiones como “setenta semanas de años” en Daniel 9:24. (Sagrada Biblia, versión de Torres Amat (1925); también vea notas al pie de las páginas en Bover-Cantera y Straubinger.) Está claro que las “setenta semanas” son 490 años literales.
7, 8. (a) ¿Por qué no contaron desde el decreto de Ciro las “setenta semanas”? (b) ¿Cómo fue contestada la oración de Nehemías? (c) ¿Cómo respondieron los judíos a la “palabra” del rey? (d) ¿Cuándo aconteció esto?
7 ¿Cuándo empiezan a contarse las “setenta semanas”? Daniel 9:25 nos dice: “Desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén.” Sin embargo, el decreto que emitió Ciro no contenía tal “palabra.” Se limitaba a ‘reedificar la casa de Jehová,’ lo que incluiría el altar para los sacrificios. (Esdras 1:1-4) Hasta más de 80 años después de aquello, la ciudad misma siguió “devastada,” con sus muros derribados. En aquel tiempo, un judío fiel, Nehemías, estaba empleado de copero del rey Artajerjes de Persia, en el castillo de Susa. Al enterarse de la condición penosa de los judíos en Jerusalén, él oró para que este “oprobio” sobre el nombre de Jehová fuera quitado.—Nehemías 1:3, 11; 2:17.
8 Con el semblante triste, Nehemías llevó vino al rey. Artajerjes le preguntó: “¿Por qué está triste tu rostro cuando tú mismo no estás enfermo? Esta no es otra cosa sino tristeza de corazón.” Al enterarse de la razón que había para aquella tristeza, el rey inmediatamente procedió a dar instrucciones a Nehemías para que regresara a Jerusalén, para que construyera los “muros” y las “puertas” de la ciudad. Cuando Nehemías llegó allá para dar un informe acerca del favor que Dios había mostrado, y para comunicar la “palabra [del rey] de restaurar y reedificar a Jerusalén,” ¿cómo respondió el pueblo? “Ante esto dijeron: ‘Levantémonos, y tenemos que edificar.’ De manera que fortalecieron sus manos para la buena obra.” Todo esto aconteció “en el año veinte de Artajerjes el rey.”—Nehemías 2:1-18.
9. ¿Cómo podemos determinar el año vigésimo de Artajerjes?
9 ¿Qué año fue éste? El peso de la evidencia indica que este Artajerjes (llamado también “Longímano” debido a su larga mano derecha) llegó al trono persa al morir su padre Jerjes. El primer año del reinado de Artajerjes sería 474 a. de la E.C. Así, su año vigésimo sería el año 455 a. de la E.C.a
10. ¿Cómo se cumplió la profecía acerca de las primeras “siete semanas”?
10 Se ve, pues, que las “semanas” de Daniel 9:25 comenzarían a contar desde 455 a. de la E.C. Leemos:
“Y debes saber y tener la perspicacia de que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.”
Aparentemente las primeras “siete semanas,” o 49 años, abarcan el tiempo que tomó la reedificación de la ciudad, hasta 406 a. de la E.C. “Los aprietos de los tiempos” se refieren a la enconada oposición que esta obra de construcción recibió de pueblos vecinos. (Nehemías 4:6-20) No obstante, como lo indica la historia, Jerusalén era una ciudad grande y floreciente para el fin de aquel siglo.b
11. ¿Cómo apareció precisamente a tiempo “Mesías el Caudillo”?
11 Sin embargo, más allá de esto habría “sesenta y dos semanas”... lo cual llevaría a un total de 69 semanas de años, o 483 años, desde 455 a. de la E.C. “hasta Mesías el Caudillo.” Estos 483 años, los cuales incluían solo parte de 455 a. de la E.C. y parte del año final, se extenderían hasta dentro de 29 E.C. ¿Apareció entonces el Mesías? Lucas 3:1-3 declara que “en el año decimoquinto del reinado de Tiberio César,” Juan el Bautizante “vino por toda la comarca del Jordán, predicando bautismo.” Puesto que los historiadores establecen que Tiberio llegó a ser emperador romano el 17 de agosto del 14 E.C. (calendario gregoriano), seguiría que la predicación y el bautizar por Juan comenzarían durante el año decimoquinto de Tiberio... en la primavera de 29 E.C. En el otoño de ese mismo año —29 E.C.— Jesús fue bautizado, y del cielo descendió espíritu santo para ungirlo como Mesías. ¡En realidad, precisamente a tiempo en cumplimiento de la profecía divina!—Lucas 3:21, 22.
12. (a) ¿Qué esperaban en aquel tiempo muchos judíos? (b) ¿Por qué no entendieron la profecía? (c) Pero, ¿cómo podemos beneficiarnos nosotros?
12 En aquellos días, muchos judíos esperaban la venida del Mesías, y esto indudablemente se debía, en parte, a que sabían acerca de las “setenta semanas.” (Lucas 3:15; Juan 1:19, 20) Pero debido a que tenían un corazón duro, la mayoría no entendió la profecía. (Mateo 15:7-9) Sin embargo, el que nosotros prestemos atención a todos esos rasgos de “la palabra profética” puede fortalecer nuestra fe hoy. (2 Pedro 1:19-21) Esa “palabra” no solamente identifica con claridad al Mesías, como se muestra en la tabla de la página 67; también nos indica maravillosas bendiciones de que se ha de disfrutar bajo el reino de “Mesías el Caudillo.”—Isaías 9:6, 7.
“CORTADO” MESÍAS EL REY
13, 14. ¿De qué manera difirieron muchísimo de lo que los judíos esperaban el aparecimiento y proceder del Mesías?
13 ¿Resultó el aparecimiento de “Mesías el Caudillo” en una liberación inmediata para los judíos? Ellos esperaban que él fuera un guerrero poderoso, un potentado que los librara del duro cautiverio al Imperio Romano. (Juan 6:14, 15) Sin embargo, el Padre de él, Jehová, se proponía efectuar otra clase de liberación.
14 En la profecía de las “setenta semanas,” Gabriel indicó claramente que el Mesías, en vez de llegar a ser un gran gobernante político, sería “cortado, con nada para sí.” Moriría una muerte vergonzosa sin tener nombre o riqueza material que dejar a la posteridad. ¡Qué notable fue el cumplimiento de esto! Cuando a Jesús le quitaron la ropa para ejecutarlo, los soldados hasta echaron suertes por todo lo que le había quedado... sus prendas de vestir exteriores.—Daniel 9:26a; Mateo 27:35.
15. (a) ¿Cuándo fue “cortado” el Mesías? (b) ¿Cómo queda confirmada la exactitud con que se fijó el tiempo de esto?
15 ¿Cuándo aconteció esta ejecución? Gabriel dijo que sería “a la mitad de la semana [final]” de años, es decir, en la primavera de 33 E.C., tres años y medio después del bautismo y ungimiento de Jesús. En prueba de la exactitud de la profecía, el Evangelio de Juan indica que Jesús estaba entonces asistiendo a la cuarta Pascua desde el tiempo de su bautismo.—Daniel 9:27b; Juan 2:13; 5:1; 6:4; 13:1.
16, 17. (a) ¿Cómo se cumplieron, trágicamente, las demás palabras de Daniel 9:26? (b) ¿Cómo fueron un ejemplo para nosotros los que fueron verdaderos seguidores del Mesías en aquel tiempo?
16 Sí, “Mesías el Caudillo” fue “cortado.” ¡Qué trágico fue el hecho de que los judíos no reconocieran a su rey! Pero tendrían que presentarse otros sucesos. Jerusalén tenía que ser devastada de nuevo. Como predijo la profecía de Daniel:
“A la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene los arruinará. Y el fin de él será por la inundación. Y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.”—Daniel 9:26b.
17 En fiel cumplimiento de la profecía, el período que siguió al ‘cortamiento’ del Mesías fue señalado por guerra “hasta el fin.” Finalmente, en 70 E.C., el ejército romano entró como una inundación en la sitiada Jerusalén. La ciudad y su templo fueron demolidos, ‘arruinados.’ Según el historiador Josefo, 1.100.000 judíos perecieron en aquella ardiente destrucción. Felizmente, para aquel tiempo los verdaderos seguidores del Mesías habían prestado atención a la “señal” de advertencia y habían huido a la seguridad en las montañas de más allá del Jordán. (Mateo 24:3-16) Esto también enfatiza para nosotros hoy lo vital que es el que prestemos atención a la “señal” profética de Dios antes que el Reino “venga” para ejecutar juicio sobre el inicuo sistema mundial de la actualidad.—Lucas 21:34-36.
EL MESÍAS TRAE BENEFICIOS
18. ¿Qué se logró, que fuera de beneficio, en la primera venida del Mesías?
18 Entonces, ¿qué se lograría con la primera venida del Mesías? Gabriel había dicho a Daniel:
“Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, y para acabar con el pecado, y para hacer expiación por el error, y para introducir la justicia para tiempos indefinidos.” (Daniel 9:24a)
¡Antes de su muerte, y por ella, “Mesías el Caudillo” lograría todo esto! Esto no sería una liberación política, sino una maravillosa liberación espiritual. Mediante el poder rescatador de su vida humana perfecta, dada en sacrificio, Jesús removería la mancha del pecado y la transgresión de sobre los que lo aceptaran como el Mesías, y los introduciría en “un nuevo pacto” como el espiritual “Israel de Dios.”—Gálatas 6:16; Jeremías 31:31, 33, 34.
19. ¿Cómo hizo el Mesías ‘que cesaran el sacrificio y la ofrenda de dádiva’?
19 De modo que lo que el pacto de la Ley del cual Moisés fue mediador no había podido hacer, sobre la base de sus sacrificios animales, el nuevo pacto del cual el Mesías era el mediador ahora lo lograría, sobre la base de su único sacrificio humano perfecto, hecho “a la mitad de la semana.” Así, él haría ‘cesar el sacrificio y la ofrenda de dádiva,’ por el hecho de que las ofrendas de la Ley ya no tendrían ningún valor. (Daniel 9:27) Como declaró más tarde el apóstol Pablo: “Las cosas viejas pasaron, ¡miren! nuevas cosas han venido a existir. Pero todas las cosas vienen de Dios, que nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación.” —2 Corintios 5:17, 18.
20. ¿Acerca de qué perspectiva para la humanidad puede alegrarse usted?
20 Al debido tiempo, los beneficios del sacrificio de rescate de Jesús se extenderían hasta mucho más allá del Israel espiritual del cual Pablo llegó a ser parte, porque él pasa a decir que, por medio de Cristo, Dios reconcilia “consigo mismo a un mundo, no imputándoles sus ofensas.” (2 Corintios 5:19) Como parte del mundo de la humanidad, ¿no se alegra usted de que sus ofensas que se deben a la imperfección humana puedan ser perdonadas sobre la base del sacrificio de Aquel que lo reconcilia con Dios?
21, 22. (a) ¿Cómo ‘imprimió un sello sobre visión y profeta’ la septuagésima semana? (Daniel 9:24) (b) ¿Cómo fue ungido “el Santo de los Santos”?
21 Sin embargo, la ‘semana septuagésima’ no solo habría de “introducir la justicia para tiempos indefinidos.” Además, ‘imprimiría un sello sobre visión y profeta.’ Como declara Revelación 19:10, “el dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar.” Y Jesús, en su primera venida como Mesías, literalmente cumplió centenares de expresiones proféticas en lo que hizo y lo que dijo. Esto fue como plantar un sello indeleble en aquellas profecías, mostrando que eran veraces, exactas y tenían como su fuente al Señor Soberano Jehová. Ahora, por medio del Mesías, todas las promesas de bendición que Dios había hecho a su pueblo se cumplirían. “Porque no importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él”... el Mesías, Jesús.—Daniel 9:24b; 2 Corintios 1:20.
22 Otra cosa que habría de cumplirse y lograrse durante aquella ‘semana septuagésima’ sería el ungimiento del “Santo de los Santos.” Ya el “lugar santo hecho de manos” que estaba en el templo de Jerusalén no podría cumplir con el propósito de Dios relacionado con el perdón de pecados. Este lugar había sido solamente una copia de la realidad que se hallaba en el gran arreglo del templo espiritual que entró en existencia con el ungimiento del Mesías en 29 E.C. Allí, después de su muerte y resurrección, Cristo entró en el cielo para presentar “una vez para siempre” el valor de su sacrificio humano ante la Persona de Dios. (Hebreos 9:23-26) De ese modo la morada celestial de Dios había asumido un nuevo aspecto. Había sido ungida como “el Santo de los Santos,” llegando a ser la realidad espiritual que fue tipificada por el Santísimo del templo de Jerusalén. Por eso, comenzando desde el día del Pentecostés de 33 E.C., y hasta el fin de la ‘septuagésima semana,’ los judíos que aceptaron la provisión de Dios tuvieron un privilegio singular. Sobre la base del sacrificio de Cristo presentado en aquel “Santo de los Santos,” ellos, también, fueron ungidos para servir de subsacerdotes en el templo espiritual de Dios.
23. (a) ¿Cómo se favoreció especialmente a los judíos durante la septuagésima semana? (b) ¿Cómo se favoreció a otros después de haber terminado las “setenta semanas”?
23 Respecto a los judíos que serían introducidos en el Israel espiritual, la profecía dice: “Él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana.” Esta es la ‘semana de años’ de 29 a 36 E.C., durante la cual a judíos naturales se les favoreció especialmente por ser adoptados como parte de la ‘descendencia espiritual de Abrahán.’ (Daniel 9:27a) Pero entonces, con la predicación de Pedro al gentil incircunciso Cornelio, se abrió el camino para que personas incircuncisas de las naciones también fueran introducidas en el pacto abrahámico. Acerca de esto, Pablo escribe: “Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios por medio de su fe en Cristo Jesús. Porque todos ustedes que fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni macho ni hembra; porque todos ustedes son una persona en unión con Cristo Jesús. Además, si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.”—Gálatas 3:26-29; Hechos 10:30-35, 44-48.
24. (a) ¿Qué maravillosa seguridad extiende la promesa Abrahámica para otras personas? (b) Según lo indica Lucas 9:23, ¿cómo puede usted participar en esto?
24 Sin embargo, ¿qué hay del resto de la humanidad... los miles de millones que no han sido recogidos para ser parte del “rebaño pequeño” que tiene herencia en los cielos? Ah, la promesa abrahámica extiende una maravillosa seguridad para estas personas, también, puesto que Dios declara en ella: “Por medio de tu descendencia [la de Abrahán] ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.” (Génesis 22:18) ¿Desea usted participar de esa bendición? Puede hacerlo, y para ello debe pedir en oración que ‘el reino de Dios venga.’ También, a medida que usted sigue investigando la Palabra de Dios, aprenderá cómo puede ‘repudiarse’ a sí mismo en dedicación a Dios y seguir a Mesías el Caudillo “de continuo.”—Lucas 9:23.
[Notas a pie de página]
a Vea La Atalaya, 15 de marzo de 1966, páginas 184, 185; Aid to Bible Understanding, página 1473.
b Por ejemplo, en su obra Contra Apión, Libro I:22, Josefo cita lo siguiente, que, según él, escribió el historiador del cuarto siglo a. de la E.C. Hecateo de Adbera: “Los judíos tienen numerosas fortalezas y numerosas aldeas dispersas por el país, pero solo una ciudad fortificada, de unos cincuenta estadios [unos 10.000 metros] de perímetro; tiene una población de unas ciento veinte mil almas y la llaman Jerusalén.”
[Tabla de la página 67]
PROFECÍAS CUMPLIDAS RESPECTO A “MESÍAS EL CAUDILLO” HACIA EL FIN DE LAS “SETENTA SEMANAS”
PROFECÍA ESENCIA CUMPLIMIENTO
Isaías 40:3 Juan el Bautizante prepara
el camino Mateo 3:1-3
Miqueas 5:2 Jesús nace en Belén Mateo 2:1-6
Génesis 49:10 De la tribu de Judá Lucas 3:23-33
Isaías 7:14 De una virgen Mateo 1:23-25
Isaías 9:7 Descendiente, heredero,
de David Mateo 1:1, 6-17
Jeremías 31:15 Infantes muertos tras
nacimiento Mateo 2:16-18
Oseas 11:1 Llamado de Egipto (refugio) Mateo 2:14, 15
Daniel 9:25 Aparece al fin de 69
“semanas” Lucas 3:1, 21, 22
Salmo 40:7, 8 Se presenta para hacer la
voluntad de Dios Mateo 3:13-15
Isaías 61:1, 2 Ungido por espíritu para
predicar Lucas 4:16-21
Salmo 2:7 Jehová declara “Hijo” a Jesús Mateo 3:17
Isaías 9:1, 2 Luz en región de Galilea Mateo 4:13-16
Salmo 40:9 Predica con denuedo las
“buenas nuevas” Mateo 4:17, 23
Salmo 69:9 Celo por la casa de Jehová Juan 2:13-17
Isaías 53:1, 2 Judíos no ponen fe en él Juan 12:37, 38
Salmo 78:2 Habla con ilustraciones Mateo 13:34, 35
Zacarías 9:9 Entra en ciudad sobre
pollino de asna Mateo 21:1-9
Salmo 69:4 Odiado sin causa Juan 15:24, 25
Isaías 42:1-4 Esperanza de naciones; no
habría altercado Mateo 12:14-21
Salmo 41:9 Traicionado por apóstol
infiel Juan 13:18, 21-30
Zacarías 11:12 Por 30 piezas de plata Mateo 26:14-16
Salmo 2:1, 2 Gobernantes obran contra
ungido Mateo 27:1, 2
Salmo 118:22 Rechazado, pero fundamento
seguro Mateo 21:42, 43
Isaías 8:14, 15 Llega a ser piedra de
tropiezo Lucas 20:18
Salmo 27:12 Falsos testigos contra él Mateo 26:59-61
Isaías 53:7 Silencioso ante acusadores Mateo 27:11-14
Salmo 22:16 Fijado en madero por manos y
pies Juan 20:25
Isaías 53:12 Contado con transgresores Lucas 22:36, 37
Salmo 22:7, 8 Insultado mientras en el
madero Mateo 27:39-43
Salmo 69:21 Se le da vino con mirra Marcos 15:23, 36
Zacarías 12:10 Atravesado mientras en el
madero Juan 19:34
Salmo 22:18 Echan suertes por sus
vestiduras Mateo 27:35
Salmo 34:20 No le rompen huesos Juan 19:33, 36
Salmo 22:1 Abandonado a enemigos por
Dios Mateo 27:46
Daniel 9:26, 27 Cortado después de 3 1⁄2
añosc Juan 19:14-16
Zacarías 13:7 Pastor herido, rebaño
esparcido Mateo 26:31, 56
Jeremías 31:31 Nuevo pacto, pecados quitados Lucas 22:20
Isaías 53:11 Lleva errores de muchos Mateo 20:28
Isaías 53:4 Lleva enfermedades de
humanidad Mateo 8:16, 17
Isaías 53:9 Lugar de entierro con ricos Mateo 27:57-60
Salmo 16:10 Resucitado antes de ver
corrupción Hechos 2:24, 27
Jonás 1:17 Resucitado al tercer día Mateo 12:40
Salmo 110:1 Ensalzado a la diestra de
Dios Hechos 7:56
[Nota a pie de página]
c Vea las páginas 61, 62 en este libro.