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El gran templo espiritual de JehováLa Atalaya 1996 | 1 de julio
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El gran templo espiritual de Jehová
“Tenemos tal sumo sacerdote, [...] siervo público del lugar santo y de la tienda verdadera, que Jehová levantó, y no el hombre.” (HEBREOS 8:1, 2.)
1. ¿Qué provisión amorosa hizo Jehová para la humanidad pecadora?
JEHOVÁ DIOS, en su gran amor a la humanidad, suministró un sacrificio para eliminar los pecados del mundo. (Juan 1:29; 3:16.) A este efecto, fue necesario transferir la vida de su Hijo primogénito del cielo al seno de una virgen judía cuyo nombre era María. El ángel de Jehová le explicó claramente a ella que el hijo que concebiría sería “llamado santo, Hijo de Dios”. (Lucas 1:34, 35.) José, que estaba comprometido con María, fue informado de la milagrosa concepción de Jesús, y se le dijo que este ‘salvaría a su pueblo de sus pecados’. (Mateo 1:20, 21.)
2. ¿Qué hizo Jesús a los 30 años de edad, y por qué?
2 Con los años, Jesús debió de ir entendiendo algunos aspectos de su nacimiento milagroso. Supo que su Padre celestial le había encomendado una obra salvífica en la Tierra. Así pues, llegado a la edad adulta de 30 años fue a Juan, el profeta de Dios, para que lo bautizara en el río Jordán. (Marcos 1:9; Lucas 3:23.)
3. a) ¿Qué quiso decir Jesús con las palabras “sacrificio y ofrenda no quisiste”? b) ¿Qué ejemplo sobresaliente dio Jesús a todos los que quieren ser sus discípulos?
3 Jesús se hallaba orando al momento de su bautismo. (Lucas 3:21.) Por lo visto, desde ese momento de su vida en adelante cumplió las palabras de Salmo 40:6-8, como indicó después el apóstol Pablo: “Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo”. (Hebreos 10:5.) Jesús tenía conciencia de que Dios ‘no quería’ que se siguieran haciendo sacrificios animales en el templo de Jerusalén. Más bien, le había preparado un cuerpo humano perfecto para que lo ofreciera en sacrificio, y con ello se eliminara por completo la necesidad de las ofrendas animales. Mostrando su deseo sincero de someterse a la voluntad divina, Jesús prosiguió: “¡Mira! He venido (en el rollo del libro está escrito de mí) para hacer tu voluntad, oh Dios”. (Hebreos 10:7.) ¡Qué magnífico ejemplo de valor y devoción altruista dio Jesús aquel día para todos cuantos llegarían a ser sus discípulos! (Marcos 8:34.)
4. ¿Cómo mostró Dios su aprobación de la ofrenda que Jesús hizo de sí mismo?
4 ¿Aprobó Dios la oración del bautismo de Jesús? Dejemos que sea uno de los apóstoles quien responda: “Después que Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua; y, ¡mire!, los cielos se abrieron, y él vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: ‘Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado’”. (Mateo 3:16, 17; Lucas 3:21, 22)
5. ¿Qué representó el altar del templo literal?
5 El que Dios aceptara la presentación del cuerpo de Jesús para sacrificio significó, en sentido espiritual, que un altar mayor que el del templo de Jerusalén pasaba a primer plano. El altar literal donde se presentaban los animales para sacrificio fue figura de este altar espiritual, que era, de hecho, la “voluntad” o provisión de Dios para aceptar la vida humana de Jesús ofrecida en sacrificio. (Hebreos 10:10.) Es por ello por lo que el apóstol Pablo escribió a sus hermanos cristianos: “Tenemos un altar del cual no tienen autoridad para comer los que efectúan servicio sagrado en la tienda [o templo]”. (Hebreos 13:10.) En otras palabras, los verdaderos cristianos se benefician de un sacrificio expiatorio superior, que fue rechazado por la mayoría de los sacerdotes judíos.
6. a) ¿Qué pasó a primer plano cuando Jesús se bautizó? b) ¿Qué significa el título Mesías, o Cristo?
6 Con la unción de Jesús con espíritu santo, Dios trajo a la existencia el templo espiritual en su totalidad, en el cual Jesús serviría de Sumo Sacerdote. (Hechos 10:38; Hebreos 5:5.) El discípulo Lucas precisó por inspiración el año en que aconteció tan trascendental suceso: “el año decimoquinto del reinado de Tiberio César”. (Lucas 3:1-3.) Dicho año corresponde al 29 E.C., exactamente 69 semanas de años, o 483 años, contadas a partir de la fecha en que el rey Artajerjes emitió la orden de reconstruir los muros de Jerusalén. (Nehemías 2:1, 5-8.) En conformidad con la profecía, “Mesías el Caudillo” aparecería en ese año prefijado. (Daniel 9:25.) Al parecer, muchos judíos estaban al tanto de este hecho. Lucas informa que ‘el pueblo estaba en expectación’ de la venida del Mesías, o Cristo, títulos derivados de palabras en hebreo y griego que quieren decir lo mismo: “el ungido”. (Lucas 3:15.)
7. a) ¿Cuándo ungió Dios “el Santo de los Santos”, y qué significó? b) ¿Qué más le sucedió a Jesús cuando se bautizó?
7 En el momento en que se bautizó Jesús, la morada celestial de Dios fue ungida, o apartada, como “el Santo de los Santos” del gran templo espiritual. (Daniel 9:24.) “La tienda verdadera [o templo], que Jehová levantó, y no el hombre”, había empezado a funcionar. (Hebreos 8:2.) Asimismo, por su bautismo con agua y espíritu santo, el hombre Jesucristo nació de nuevo como Hijo espiritual de Dios. (Compárese con Juan 3:3.) En virtud de este nuevo nacimiento, Dios llamaría a su Hijo a la vida en el cielo a su debido tiempo, y allí serviría a la diestra de su Padre como Rey y Sumo Sacerdote “a la manera de Melquisedec para siempre”. (Hebreos 6:20; Salmo 110:1, 4.)
El Santísimo celestial
8. ¿Qué nuevos aspectos adquirió el trono celestial de Dios?
8 El día en que Jesús se bautizó, el trono celestial de Dios adquirió nuevos aspectos. La especificación de un sacrificio humano perfecto para expiar los pecados del mundo puso de relieve la santidad de Dios en contraposición con la pecaminosidad del hombre. También se realzó la misericordia de Dios al mostrarse dispuesto a que se le apaciguara, o propiciara. De este modo, su trono celestial llegó a ser como la estancia más recóndita del templo, donde el sumo sacerdote entraba una vez al año con sangre animal a fin de expiar figuradamente los pecados.
9. a) ¿Qué representó la cortina que separaba el Santo del Santísimo? b) ¿Cómo traspasó Jesús la cortina del templo espiritual de Dios?
9 La cortina que separaba el Santo del Santísimo representó el cuerpo carnal de Jesús. (Hebreos 10:19, 20.) La carne de Jesús constituía una barrera que le impedía el acceso a la presencia de su Padre mientras fuera hombre en la Tierra. (1 Corintios 15:50.) A su muerte, “la cortina del santuario se rasgó en dos, de arriba abajo”. (Mateo 27:51.) Esto fue una indicación espectacular de que se había eliminado la barrera que impedía la entrada de Jesús en el cielo. Tres días más tarde, Jehová Dios obró un maravilloso milagro: levantó a Jesús de entre los muertos, no como un mortal, de carne y sangre, sino como una gloriosa criatura espiritual ‘que continúa viva para siempre’. (Hebreos 7:24.) Cuarenta días después, Jesús ascendió al cielo y entró en el verdadero “Santísimo”, “para comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor de nosotros”. (Hebreos 9:24.)
10. a) ¿Qué sucedió después que Jesús presentó el valor de su sacrificio a su Padre celestial? b) ¿Qué significó para los discípulos de Jesús el ungimiento con espíritu santo?
10 ¿Aceptó Dios el valor de la sangre derramada de Jesús como expiación por los pecados del mundo? ¡Por supuesto que sí! Prueba de ello se vio exactamente cincuenta días después de la resurrección de Jesús, en la fiesta de Pentecostés. El espíritu santo de Dios se derramó sobre ciento veinte discípulos de Jesús reunidos en Jerusalén. (Hechos 2:1, 4, 33.) Al igual que a su Sumo Sacerdote, Jesucristo, se ungió a estos discípulos para constituir “un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales” en el gran templo espiritual de Dios. (1 Pedro 2:5.) Además, estos ungidos conformaron una nueva nación, la “nación santa” del Israel espiritual de Dios. En lo sucesivo, todas las profecías de cosas buenas referentes a Israel, como el “nuevo pacto” predicho en Jeremías 31:31, se aplicarían a la congregación cristiana ungida, el verdadero “Israel de Dios”. (1 Pedro 2:9; Gálatas 6:16.)
Otros aspectos del templo espiritual de Dios
11, 12. a) ¿Qué representó el patio de los sacerdotes en el caso de Jesús, y qué prefiguró en el caso de sus seguidores ungidos? b) ¿Qué representa la palangana, y cómo se está utilizando?
11 Si bien el Santísimo tipificó el “cielo mismo”, donde Dios está sentado en su trono, todos los demás aspectos del templo espiritual de Dios se relacionan con cosas de la Tierra. (Hebreos 9:24.) El templo de Jerusalén contaba con un patio interior destinado a los sacerdotes, en el que se levantaban un altar para los sacrificios y una gran palangana, donde los sacerdotes se lavaban antes de los oficios sagrados. ¿Qué prefiguraron tales cosas en el templo espiritual de Dios?
12 En el caso de Jesucristo, el patio interior de los sacerdotes simbolizó su estado libre de pecado como Hijo humano perfecto de Dios. Por ejercer fe en el sacrificio de Jesús, a los seguidores ungidos de Cristo se les atribuye justicia; de este modo, Dios puede tratar con ellos apropiadamente como si estuvieran libres de pecado. (Romanos 5:1; 8:1, 33.) En consecuencia, este patio también simboliza la condición de humanos justos que se atribuye a los miembros individuales del sacerdocio santo delante de Dios. Al mismo tiempo, los cristianos ungidos siguen siendo imperfectos y propensos a cometer pecados. La palangana del patio representa la Palabra de Dios, de la cual se sirve el Sumo Sacerdote para limpiar progresivamente al sacerdocio santo. Por someterse a tal proceso de limpieza, este sacerdocio ha obtenido una apariencia espléndida que honra a Dios y ha atraído a la gente de fuera a la adoración pura. (Efesios 5:25, 26; compárese con Malaquías 3:1-3.)
El Santo
13, 14. a) ¿Qué representa el Santo del templo en el caso de Jesús y sus seguidores ungidos? b) ¿De qué es símbolo el candelabro de oro?
13 El primer compartimiento del templo representa una condición superior a la del patio. En el caso del hombre perfecto Jesucristo, simboliza su renacimiento como hijo espiritual de Dios destinado a regresar a la vida celestial. Los seguidores ungidos también experimentan esta actuación especial del espíritu de Dios tras haber sido declarados justos, sobre la base de la fe en la sangre vertida de Cristo. (Romanos 8:14-17.) Por medio del ‘agua (es decir, el bautismo) y el espíritu’, ‘nacen otra vez’ como hijos espirituales de Dios. Como tales, esperan resucitar para vivir en el cielo en calidad de hijos espíritus de Dios, con tal de que permanezcan fieles hasta la muerte. (Juan 3:5, 7; Revelación [Apocalipsis] 2:10.)
14 Los sacerdotes que oficiaban en el Santo del templo terrestre quedaban ocultos de la vista de los adoradores que estaban afuera. Así mismo, los cristianos ungidos experimentan un estado espiritual del que la mayoría de los adoradores de Dios no participa ni entiende plenamente, pues la esperanza de estos es la vida eterna en la Tierra paradisíaca. El candelabro de oro del tabernáculo es símbolo de la condición iluminada de los cristianos ungidos. La acción del espíritu santo de Dios, como el aceite de las lámparas, arroja luz sobre la Biblia. El entendimiento que obtienen como resultado estos cristianos no lo guardan para sí. Al contrario, obedecen a Jesús, quien dijo: “Ustedes son la luz del mundo [...;] resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos”. (Mateo 5:14, 16.)
15. ¿Qué representa el pan que había sobre la mesa de los panes de la proposición?
15 Para permanecer en esta condición iluminada, los cristianos ungidos tienen que alimentarse constantemente de lo que representa el pan que había sobre la mesa de los panes de la proposición. Su principal fuente de alimento espiritual es la Palabra de Dios, la cual se esfuerzan por leer y en la cual procuran meditar a diario. Jesús también prometió darles “alimento al tiempo apropiado” mediante su “esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45.) Este “esclavo” lo conforma el entero cuerpo de cristianos ungidos que vive en la Tierra en un momento determinado. Cristo se ha valido de este cuerpo ungido para publicar información sobre el cumplimiento de las profecías, y suministrar dirección oportuna en cuanto a la aplicación de los principios bíblicos en la vida cotidiana. Por lo tanto, los cristianos ungidos se alimentan agradecidos de dichas provisiones espirituales. Pero el sustento de su vida espiritual depende de algo más que almacenar conocimiento de Dios en la mente y el corazón. Jesús afirmó: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra”. (Juan 4:34.) Igualmente, los cristianos ungidos sienten la satisfacción que produce aplicarse de lleno cada día a efectuar la voluntad revelada de Dios.
16. ¿Qué simboliza el servicio en el altar del incienso?
16 Todas las mañanas y las tardes, un sacerdote quemaba incienso a Dios sobre el altar del incienso del Santo. Al mismo tiempo, los adoradores que no eran sacerdotes se quedaban orando fuera, en los patios exteriores del templo. (Lucas 1:8-10.) “El incienso —explica la Biblia— significa las oraciones de los santos.” (Revelación 5:8.) “Que mi oración esté preparada como incienso delante de ti”, escribió el salmista David. (Salmo 141:2.) Los cristianos ungidos también valoran muchísimo el privilegio que tienen de acercarse a Jehová en oración por medio de Jesucristo. Las oraciones fervientes que brotan del corazón se asemejan al incienso de dulce olor. Los cristianos ungidos también alaban a Dios de otras maneras, utilizando los labios para enseñar a otros. Su aguante frente a las dificultades y su integridad en tiempos de pruebas son especialmente gratos a Dios. (1 Pedro 2:20, 21.)
17. ¿Qué implicaba el cumplimiento del cuadro profético de la primera entrada del sumo sacerdote en el Santísimo el Día de Expiación?
17 El Día de Expiación, el sumo sacerdote de Israel debía entrar en el Santísimo y quemar incienso en un incensario de oro lleno de brasas ardientes. Tenía que hacerlo antes de introducir la sangre de las ofrendas para el pecado. En cumplimiento de este cuadro profético, Jesús, en su condición de hombre, mantuvo absoluta integridad para con Jehová Dios antes de ofrecer su vida como sacrificio perpetuo por nuestros pecados. Así demostró que un hombre perfecto es capaz de ser íntegro para con Dios sean cuales sean las presiones a las que Satanás lo someta. (Proverbios 27:11.) Cuando se halló bajo prueba, Jesús recurrió a la oración “con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso”. (Hebreos 5:7.) De esta manera glorificó a Jehová como el justo y legítimo Soberano universal. Dios lo premió resucitándolo de entre los muertos a la vida inmortal en el cielo. En su elevada posición, Jesús atiende la razón secundaria por la que vino a la Tierra, a saber, reconciliar con Dios a los pecadores humanos arrepentidos. (Hebreos 4:14-16.)
La gloria mayor del templo espiritual de Dios
18. ¿Cómo revistió Jehová de gloria esplendorosa a su templo espiritual?
18 “Mayor llegará a ser la gloria de esta casa posterior que la de la anterior”, predijo Jehová. (Ageo 2:9.) Al resucitar a Jesús como Rey y Sumo Sacerdote inmortal, Jehová revistió de gloria esplendorosa a su templo espiritual. Jesús se halla ahora en condiciones de conferir ‘salvación eterna a todos los que le obedecen’. (Hebreos 5:9.) Los primeros que mostraron tal obediencia fueron los ciento veinte discípulos que recibieron espíritu santo en Pentecostés del año 33. El libro de Revelación predijo que estos hijos espirituales de Israel ascenderían finalmente a 144.000. (Revelación 7:4.) Cuando murieron, muchos de ellos tuvieron que yacer inconscientes en la sepultura común de la humanidad, aguardando el tiempo de la presencia de Jesús investido con poder real. La cronología profética suministrada en Daniel 4:10-17, 20-27, apunta a 1914 como el año en que Jesús comenzaría a reinar en medio de sus enemigos. (Salmo 110:2.) Con varias décadas de anticipación, los cristianos ungidos esperaron con interés la llegada de dicho año. La I Guerra Mundial y los ayes que trajo consigo sobre la humanidad dieron prueba de que Jesús en verdad había sido entronizado en 1914. (Mateo 24:3, 7, 8.) Poco después, habiendo llegado el tiempo para que ‘el juicio comenzara con la casa de Dios’, Jesús cumpliría la promesa hecha a sus discípulos ungidos dormidos en la muerte: “Vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo”. (1 Pedro 4:17; Juan 14:3.)
19. ¿Cómo conseguirán la entrada en el Santísimo celestial el resto de los 144.000?
19 No todos los 144.000 componentes del sacerdocio santo han sido sellados finalmente y llevados a su morada celestial. Todavía queda un resto de ellos en la Tierra, en la condición espiritual representada por el Santo, separados de la santa presencia de Dios por la “cortina”, o barrera, de sus cuerpos carnales. Cuando mueren fieles, resucitan instantáneamente como criaturas espirituales inmortales para reunirse con aquellos de los 144.000 que ya se encuentran en el cielo. (1 Corintios 15:51-53.)
20. ¿Qué obra vital están llevando a cabo los restantes del sacerdocio santo en la actualidad, y con qué resultados?
20 Con tantos sacerdotes sirviendo con el gran Sumo Sacerdote en los cielos, el templo espiritual de Dios ha recibido más gloria. Mientras tanto, los restantes del sacerdocio santo ejecutan una invaluable labor en la Tierra. Mediante su predicación, Dios está ‘meciendo todas las naciones’ con expresiones de su juicio, como lo predijo en Ageo 2:7. Al mismo tiempo, millones de adoradores, a quienes se llama “las cosas deseables de todas las naciones”, entran a raudales en los patios terrestres del templo de Jehová. ¿Cómo encajan estos en el sistema de adoración de Dios, y qué gloria futura podemos esperar para Su gran templo espiritual? Estas preguntas se tratarán en el siguiente artículo.
Preguntas de repaso
◻ ¿Qué ejemplo sobresaliente dio Jesús en 29 E.C.?
◻ ¿Qué empezó a funcionar en 29 E.C.?
◻ ¿Qué representan el Santo y el Santísimo?
◻ ¿Cómo ha sido glorificado el gran templo espiritual?
[Ilustración de la página 17]
Cuando Jesús fue ungido con espíritu santo, en 29 E.C., empezó a funcionar el gran templo espiritual de Dios
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Se acerca el triunfo de la adoración verdaderaLa Atalaya 1996 | 1 de julio
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Se acerca el triunfo de la adoración verdadera
“Jehová tiene que llegar a ser rey sobre toda la tierra.” (ZACARÍAS 14:9.)
1. ¿Qué experiencia tuvieron los cristianos ungidos durante la I Guerra Mundial, y cómo se había predicho?
DURANTE la I Guerra Mundial, los cristianos ungidos sufrieron muchas dificultades y encarcelamientos a manos de las naciones beligerantes. Sus sacrificios de alabanza a Jehová experimentaron fuertes restricciones, y el resto ungido se sumió en un estado de cautiverio espiritual. Todo ello se había profetizado en Zacarías 14:2, donde se habla de un ataque internacional a Jerusalén. La ciudad de esta profecía es la “Jerusalén celestial”, el Reino celestial de Dios y la ubicación del “trono de Dios y del Cordero”. (Hebreos 12:22, 28;
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