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Posturas y ademanesPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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pondrá su mano sobre tus ojos” (Gé 46:4), eran una forma de decir que José cerraría los ojos de Jacob después de su muerte, una responsabilidad que normalmente recaía sobre el primogénito. Por lo tanto, parece que de esta manera Jehová le hizo saber a Jacob que el derecho de primogénito sería de José. (1Cr 5:2.)
Silbar ante algo representaba sorpresa o asombro. Así se sintieron los que contemplaron la sobrecogedora desolación de Judá y, después, la escalofriante ruina de Babilonia. (Jer 25:9; 50:13; 51:37.)
Era costumbre que los reyes u hombres que ocupaban una posición de autoridad se sostuvieran sobre el brazo de un siervo o de alguien de rango inferior, como hizo el rey Jehoram de Israel. (2Re 7:2, 17.) El rey Ben-hadad II se apoyaba en la mano de su siervo Naamán cuando se inclinaba en la casa de su dios Rimón. (2Re 5:18.)
Uso figurado de ciertas acciones. Lavar los pies a otra persona. Cuando Jesús lavó los pies de sus discípulos, usó una de las costumbres orientales para darles una lección de humildad y mostrarles que tenían que servirse unos a otros. Pedro le solicitó que no solo le lavase los pies, sino también las manos y la cabeza. Pero Jesús contestó: “El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, sino que está todo limpio”. (Jn 13:3-10.) Con estas palabras se refirió a que cuando alguien regresa a su casa después de un baño, solo necesita lavarse los pies para quitarse el polvo del camino. Jesús usó la limpieza física como representación de la limpieza espiritual.
Andar. Otra acción que se utiliza en sentido figurado es “andar”. Andar significa seguir un cierto proceder, tal como “Noé andaba con el Dios verdadero”. (Gé 6:9; 5:22.) Los que andaban con Dios seguían el proceder que Dios marcaba y hallaban su favor. Las Escrituras Griegas Cristianas utilizan esta misma expresión para referirse a las dos maneras opuestas de obrar, antes y después de llegar a ser siervo de Dios. (Ef 2:2, 10; 4:17; 5:2.) De manera similar, “correr” representa cierta manera de actuar. (1Pe 4:4.) Dios dijo que los profetas de Judá “corrieron” aunque Él no los había enviado, con lo que dio a entender que actuaron como profetas falsos, no autorizados. (Jer 23:21.) Pablo compara el cristianismo a una carrera en la que hay que apegarse a las reglas a fin de poder ganar el premio. (1Co 9:24; Gál 2:2; 5:7.)
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PotifarPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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POTIFAR
(del egipcio, forma abreviada de Potifera).
Oficial de la corte egipcia y jefe de la guardia de corps de Faraón. Fue amo de José durante un tiempo y, según parece, era un hombre rico. (Gé 37:36; 39:4.) Potifar compró a José a unos mercaderes viajeros madianitas, y al observar que era un buen siervo, con el tiempo lo nombró sobre todo lo que tenía en la casa y en el campo, y Jehová bendijo todo lo suyo debido a José. (Gé 37:36; 39:1-6.)
La esposa de Potifar no le era tan fiel como su siervo José. Repetidas veces trató de seducir a José, y un día, cuando ninguno de los hombres de la casa estaba cerca, se agarró a él, pero José no cedió, sino que huyó. Cuando Potifar regresó a casa, escuchó las falsas acusaciones de su frustrada esposa. Encolerizado, hizo que lo encerrasen en prisión. (Gé 39:7-20.)
Parece que esta prisión guardaba alguna relación con la casa de Potifar, o por lo menos estaba bajo su jurisdicción como “jefe de la guardia de corps”. El registro dice que el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos de Faraón fueron arrojados en esa misma casa de encierro, “la cárcel de la casa del jefe de la guardia de corps”, “la cárcel de la casa [del] amo [de José]”. (Gé 39:1; 40:1-7.) Sin embargo, no parece muy probable que Potifar fuese el “oficial principal de la casa de encierro” que “entregó en la mano de José a todos los presos que estaban en la casa de encierro”. (Gé 39:21-23.) Este oficial probablemente era un subordinado de Potifar.
El título de “oficial de la corte”, que ostentaba Potifar, se ha traducido de la palabra hebrea sa·rís, que significa “eunuco”, pero tiene el significado más amplio de chambelán, cortesano u oficial de confianza del trono. El “oficial de la corte [sa·rís] que tenía los hombres de guerra a su mando” durante la caída de Jerusalén en 607 a. E.C. era sin duda un alto funcionario del gobierno, y no una persona castrada privada de su masculinidad. (2Re 25:19.) De igual manera, Potifar era guerrero y jefe de la guardia de corps, además de ser un hombre casado, hechos que indican que no era un eunuco en el sentido usual de la palabra.
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PotiferaPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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POTIFERA
(del egipcio, significa: “Aquel a Quien Ha Dado Ra”).
Suegro de José; su hija Asenat le dio a luz a José dos hijos: Manasés y Efraín. (Gé 41:45, 50; 46:20.) Potifera era el sacerdote, probablemente del dios-sol Ra, que oficiaba en On, centro de la adoración egipcia al Sol. En el museo de El Cairo hay una estela o columna funeraria descubierta en 1935 que tiene inscrito el nombre “Putifar”. (Annales du service des antiquités de l’Égypte, El Cairo, 1939, vol. 39, págs. 273-276.)
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PozoPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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POZO
La palabra hebrea beʼér, que se traduce “pozo”, por lo general designa un hoyo o agujero hecho en el suelo para aprovechar un suministro natural de agua. El término beʼér aparece en algunos nombres de lugares, como: Beer-lahai-roí (Gé 16:14), Beer-seba (Gé 21:14), Beer (Nú 21:16-18) y Beer-elim (Isa 15:8). Esta palabra también puede significar otro tipo de “pozo” (Gé 14:10), y en los
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