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LevitasPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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parte, los meraritas se encargaban de los armazones, las columnas, los pedestales con encajaduras y las estacas de la tienda con sus cuerdas (las cuerdas del patio que rodeaba el tabernáculo). (Nú 1:50, 51; 3:25, 26, 30, 31, 36, 37; 4:4-33; 7:5-9.)
Durante el reinado de David, el trabajo de los levitas estuvo muy organizado, pues este rey nombró supervisores, oficiales, jueces, porteros y tesoreros, así como un gran número de personas para ayudar a los sacerdotes en el templo, los patios y los comedores, en sus trabajos relacionados con las ofrendas, los sacrificios, la purificación, pesar, medir y las diversas guardias. Los músicos levitas estaban organizados en 24 grupos, al igual que las divisiones sacerdotales, y servían por turno. Los deberes se determinaban echando suertes. En el caso de los grupos de porteros, se asignaba cada puerta siguiendo el mismo método. (1Cr 23, 25, 26; 2Cr 35:3-5, 10.)
En los días de Moisés un levita asumía plenamente sus responsabilidades a los treinta años, unas responsabilidades que incluían llevar el tabernáculo y sus utensilios cada vez que se trasladaba. (Nú 4:46-49.) Algunas tareas podían realizarse desde los veinticinco años, pero al parecer no ocurría así con el trabajo duro, como el transporte del tabernáculo. (Nú 8:24.) En el tiempo del rey David se redujo la edad a veinte años. La razón que dio David fue que el tabernáculo (que pronto iba a ser reemplazado por el templo) ya no tenía que moverse. Por otra parte, las asignaciones de servicio obligatorio finalizaban a los cincuenta años. (Nú 8:25, 26; 1Cr 23:24-26; véase EDAD.) Los levitas debían estar versados en la Ley, porque a menudo se les pedía que la leyeran en público y la enseñaran al pueblo. (1Cr 15:27; 2Cr 5:12; 17:7-9; Ne 8:7-9.)
Manutención. Los levitas se mantenían principalmente de los diezmos de las otras tribus: se les daba una décima parte de todo lo que producía la tierra y del ganado. Ellos, a su vez, daban a los sacerdotes una décima parte de lo que recibían. (Nú 18:25-29; 2Cr 31:4-8; Ne 10:38, 39.) Además, aunque estaban exentos del servicio militar, compartían parte del botín de guerra junto con los sacerdotes. (Nú 1:45-49; 31:25-31; véase DIEZMO.) A los levitas no se les asignó un territorio en Canaán, pues Jehová era la parte que les correspondía. (Nú 18:20.) Sin embargo, otras tribus de Israel les dieron un total de 48 ciudades esparcidas por toda la Tierra Prometida. (Nú 35:1-8.)
Apoyaban la adoración verdadera. Los levitas suministraron algunos ejemplos notables de entusiasmo por la adoración verdadera. Esto se hizo patente en el caso del becerro de oro y cuando salieron del territorio de Jeroboán después de la división del reino. (Éx 32:26; 2Cr 11:13, 14.) Asimismo, fueron celosos al apoyar a los reyes Jehosafat, Ezequías y Josías, así como a los gobernadores Zorobabel y Nehemías, y al sacerdote-escriba Esdras en sus esfuerzos por restablecer la adoración verdadera en Israel. (2Cr 17:7-9; 29:12-17; 30:21, 22; 34:12, 13; Esd 10:15; Ne 9:4, 5, 38.)
Sin embargo, como tribu no apoyaron al Hijo de Dios en su obra de restauración, aunque algunos de ellos se hicieron cristianos (Hch 4:36, 37), y muchos de los sacerdotes levitas fueron obedientes a la fe. (Hch 6:7.) Con la destrucción de la ciudad y el templo de Jerusalén en 70 E.C., los registros familiares de los levitas se perdieron o fueron destruidos, lo que puso fin al sistema levítico. De todos modos, una “tribu de Leví” constituye parte del Israel espiritual. (Rev 7:4, 7.)
Esta tribu también da nombre al libro bíblico de Levítico, que trata especialmente de los levitas y sus tareas.
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Levítico, Libro dePerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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LEVÍTICO, LIBRO DE
Tercer libro del Pentateuco. En él se recogen las leyes de Dios sobre sacrificios, pureza y otros asuntos relacionados con la adoración de Jehová. Al cumplir con sus instrucciones, el sacerdocio levítico rindió servicio sagrado en “una representación típica y sombra de las cosas celestiales”. (Heb 8:3-5; 10:1.)
Tiempo que abarca. Los acontecimientos narrados en el libro abarcan un período no superior a un mes. La mayor parte de Levítico está dedicada a exponer las ordenanzas de Jehová y no a narrar acontecimientos ocurridos en un espacio de tiempo prolongado. En el último capítulo de Éxodo —el libro que precede a Levítico— se dice que el tabernáculo se erigió el primer día del primer mes, en el segundo año de la partida de Israel de Egipto. (Éx 40:17.) El libro de Números —que sigue al de Levítico— empieza (1:1-3) con el mandato de Dios a Moisés para que haga un censo, mandato que le dio “en el primer día del segundo mes, en el segundo año de la salida de ellos de la tierra de Egipto”.
Cuándo y dónde se escribió. Por lo expuesto anteriormente, parece lógico pensar que el libro se escribió en 1512 a. E.C. en el desierto de Sinaí. Las referencias que se hacen a la vida en un campamento apoyan la idea de que en realidad se escribió en el desierto. (Le 4:21; 10:4, 5; 14:8; 17:1-5.)
Escritor. De igual manera, lo antedicho ayuda a identificar a Moisés como el escritor. Él recibió la información de Jehová (Le 26:46), y las palabras de conclusión del libro son las siguientes: “Estos son los mandamientos que Jehová dio a Moisés como mandatos a los hijos de Israel en el monte Sinaí” (27:34). Además, Levítico es parte del Pentateuco, cuyo escritor, como comúnmente se reconoce, fue Moisés. La conjunción “Y”, con la que comienza Levítico, subraya su relación con Éxodo
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